GERONA «EPISODIO NACIONAL» Y GERONA «DRAMA»
Josefina Domínguez Jiménez
El profesor Alvar se ocupa de estas dos obras galdosianas en su estudio
sobre la novela y el teatro de Pérez Galdós publicado en la Revista Prohemio,
I, 2 (septiembre 1970, pág. 158). A este respecto nos dice:
«Es el teatro la técnica que Galdós trasplanta a sus novelas, no a la inversa.
Sus novelas están vistas desde el esquema fijo e ineludible del teatro: plantea
miento, nudo y desenlace, todo ordenado en un orden finito, desde el principio
hasta el fin y el diálogo como asidero, en el que se van prendiendo las peripecias
de los personajes.» i
Más adelante afirma: «Las discrepancias de la novela y del drama Gerona
atañen a dos posturas totalmente distintas; la narración es historia, el teatro:
apología...» «Por eso las figuras del drama son mucho más arquetipos y mucho
menos humanas...» Alvarez de Castro (en el drama) es «el hombre entre todos
los españoles que a más alto grado supo llevar el sentimiento patrio. Sumta,
personaje asignificatico en la novela, se yergue a la suprema dignidad de héroe
del pueblo y, como tal, muere. Nondedéu, un pobre egoísta en el Episodio, es
elevado a la categoría de antagonista de tragedia. Y sobre todos, Gerona, la ciudad heroica, cuyo nombre será capaz de borrar a los siglos»2.
Basándonos en esta opinión del profesor Alvar, haremos un ligero sondeo
del contenido y la estructura de estas dos obras.
Marco histórico de las dos épocas de galdós
Nos parece que el Episodio y el Drama son heterogéneos, porque son distintas las perspectivas de Galdós sobre la Historia. En el año 1874, Galdós,
rebosante de efervescencia política y patriótica, cree en la Historia, tiene fe en
152
JV-i,
el futuro de España. En el año 1893, es un burgués, está decepcionado de la
política, ha perdido la fe en la Historia y en la regeneración de España. No obstante, le sigue «doliendo» España.
Episodio
Año 1862. La atmósfera política está llena de electricidad3. Dos años antes
ocurre la batalla de Tetuán. Unos años después destronan a Isabel II (1868).
Su ideal es krausista. Asiste a los cursos de Castelar y Fernando Castro4. Vive
los acontecimientos de la noche de San Daniel (1865). Tiembla de miedo ante
la epidemia del cólera. La sublevación de los sargentos en el cuartel de San
Daniel (1866) deja una huella imborrable en su alma joven. Asiste en Barcelona a la revolución de septiembre. En Madrid presencia la entrada de Prim y
Serrano. Dos años más tarde asesinan a Prim (1870). Llega Amadeo I. La primera República se proclama en el año 1872. Escribe el Episodio Gerona en
1874, y un año después es rey de España Alfonso XII. Galdós se declara
«hijo espiritual de la revolución de septiembre»5. Es «democrático-burguéslaico
». Escribe una Epopeya para la burguesía, que no era todavía una clase
social económicamente estable, ni aun directora, y que vivía este mismo fervor
patriótico, pues los hechos históricos y políticos eran populares. Ve en el
pasado la solución del futuro.
Drama
Son los años de los partidos liberales y conservadores. Es el tiempo del
desastre colonial y de los conflictos marroquíes. No obstante, Galdós vive material y espiritualmente mejor que nunca. Ha puesto fin a su vida bohemia. Se ha
convertido en un burgués de cuerpo entero: «El pisito funcionaba que daba
gusto en la calle de Areneros, número 70» 6. Le preocupa su propia verdad
y la verdad de los demás. Es su época «espiritualista-simbolista». Su ideología
política ha evolucionado. Es «liberal-clásico». Aunque sigue identificado con la
burguesía, acepta la teoría de la lucha de clases7. También Monsalud, en la
segunda serie de los Episodios Nacionales, asqueado, se retira de la política.
«Las obras del Gobierno de la Restauración son nulas y las palabras excesivas».
Los diputados son «oradores vacíos». Las energías se van en «debates parla
mentarios». «Piensa en una posible regeneración por el amor, el trabajo, la
caridad y la verdad frente a la realidad inmovilista y aparente. El orden moral
está caduco, acartonado y viejo... Hay necesidad de abrir una brecha en un
orden y una moral preestablecidos» 8. La burguesía está económicamente segura,
pero estancada. Vendrá un hombre enérgico: Cánovas. Va a pasar el gabinete
de Sagasta y la burguesía ha perdido el tiempo. El hará su apología, pero
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España seguirá sufriendo. Es este pesimismo el que lleva al drama. «Orienta
su labor como una misión social de adoctrinamiento en la verdad, libertad, caridad y, sobre todo, voluntad»9. «España no se salvará porque haya un español
que sea capaz de llevar al extremo el sentimiento patrio.»
TÍTULO
Es idéntico en las dos obras. No obstante, el del Episodio es sintético, y el
del drama, analítico. En el Episodio, el título señala la idea central: Gerona hizo
la epopeya. En el drama, el título, nos parece, que señala solamente un lugar
geográfico y un hecho histórico, sería más exacto Alvarez de Castro, o Estado
de sitio, o quizá Nondedéu. En el Episodio todos los españoles luchan con
Alvarez de Castro y consiguen la gesta. En el drama, Alvarez de Castro lucha
a pesar de los españoles.
Contenido del episodio
Epopeya de una ciudad y con ella España. El existir de todos los gerundenses
es un solo existir. La fe es popular. El odio a Napoleón también. Los intere
ses y sufrimientos son colectivos, pero también lo son los sentimientos y tradiciones. El acontecer individual es el acontecer de la ciudad entera.
Tiene todos los elementos propios de una epopeya:
1.° Relato indirecto.—Estilo juglaresco. Andresillo Marijuán cuenta a Gabriel Araceli: «Desde que se nos unió cerca de Almadén del Azogue, en los
últimos días del año, nos había venido aturdiendo con el perenne contar de sus
privaciones en Gerona» 10. «Lo que he referido a ustedes se repitió algunos
días» ". «Al día siguiente no ocurrió novedad particular» n. «Así me lo contaron en el camino».
2? Objetividad.—«Una objetividad que deja al autor hablar en persona,
al mismo tiempo que le permite establecer una cierta distancia, retirarse detrás
de sus personajes, en lugar de hablar por sí mismo» 13. El autor se mete en el
relato, desaparece y se vuelve a introducir. Actúa como narrador omnisciente,
pero deja paso al narrador personaje y hasta al narrador personaje secundario.
Narrador omnisciente.—«Salen todos con el gran Napoleón a la cabeza y
éste les lleva al artesón que es España; empiezan a roer diciendo: ¡Qué buena
conquista hemos hecho! Entonces tiramos del hilo y España se les cae encima,
cogiéndolos vivos» M. Relato en tercera persona.
Narrador personaje.—Relato en primera persona: «Entré en Gerona a principios de febrero y me alojé en casa de un cerrajero... Hablaré de cuatro huérfanos... Pero antes quiero decir»15.
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Narrador personaje secundario.—«Lo de menos será la piedra, con tal que
haya hombres de pecho y un español que sepa mandarlos.» (Sumta. Capítulo IV,
pág. 764).
3.° Un héroe.—Alvarez de Castro. «Alvarez de Castro es un tenaz defensor
de Gerona, pero también un ejecutor de la voluntad de Dios, y esta alta misión
justifica su dureza inhumana» 16. Alvarez de Castro representa una comunidad,
que lo ve como Providencia. Oigamos a Nondedéu: «Sin embargo, humillemos
la frente ante la voluntad de Dios, de la cual es ejecutor en estos días ese inflexible don Mariano Alvarez» 17.
Don Mariano llega a Gerona porque lo mandan y ni él mismo sabe qué puede
hacer. Empieza como un héroe insignificante. La señora Sumta (pasa junto a
ella) le ve «encanijado». « ¡No levanta tanto así del suelo!... Es amarillo como
un pergamino viejo y parece que no tiene sangre en las venas...» (pág. 764).
Pero don Mariano es de esos hombres que sorprenden y se engrandecen a medida
que crecen las dificultades y la situación de Gerona se agrava. Andresillo Marijuán
nos cuenta entusiasmado: «De la pasta de don Mariano, Dios había hecho
a don Mariano y después dijo: "Basta, ya no haremos más."»
Manalet dice de él: «Parece como que va al Calvario» (pág. 775).
Sigue Andresillo: «No tenían ellos un don Mariano Alvarez que les ordenara
morir con mandato ineludible..., pues en ellos había, además de valor y la abnegación, lo que puede llamarse miedo a la cobardía, recelo de aparecer cobarde
a los ojos de aquel extraordinario carácter» (se refiere al sentimiento de la
tropa) (pág. 775).
En las batallas difíciles, don Mariano crece hasta adquirir talla de gigante.
Sigue Andresillo: «Don Mariano llegó allí y no crean ustedes que nos arengó...
Púsose en primera línea... Como algún jefe le dijera que no se acercase tanto al
peligro, respondió: Ocúpese... "Yo estaré donde convenga" (muletilla que
repite siempre y le caracteriza)... Aquel hombre traía consigo una luz milagro
sa...» (pág. 774). «El yunque y el martillo con que Dios forjó a don Mariano
no había servido después para hacer pieza alguna» (pág. 776).
Manalet (el niño), al referirse al fuerte de Alemanes, dice: «Don Mariano
y yos nos echamos p'alante... y nos pusimos adonde estaba más apurada la
gente...» «Por la calle de Ciudadanos va el Gobernador con mucha gente...,
las señoras cantando, y los frailes bailando, y el Obispo riendo, y las monjas
llorando. ¡Vamos allá! » (pág. 777). «Allí vi aparecer en lo alto de la gradería
—sigue Andresillo— a don Mariano Alvarez... Su semblante era en toda Gerona el único que no tenía huellas de abatimiento... La multitud vitoreó a Alva
rez... él descendió tranquilamente.» (pág. 789).
Viene el hambre. Se acabarán las medicinas. La situación es desesperada.
Los soldados gritan a don Mariano: «Señor, cuando no haya otra cosa, comeremos madera.» Nondedéu se dirige a él: «Señor..., los medicamentos... no bas
tan ni para la décima parte.» Pero don Mariano, «la cara pálida y curtida, los
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ojos vivos, el pelo cano, la figura delgada y enjuta, la contextura de acero, la
fisonomía impertubable y estatuaria..., dice: "Empléense las que hay y después se hará lo que convenga..." Moriremos todos y después se hará lo que
convenga. Se encara con Nondedéu "Cuando ya no haya víveres nos comeremos a usted... y después resolveré lo que más convenga"» (pág. 790).
«Por lo que a mí toca —repite Andresillo—, mientras ese hombre esté
vivo, me comeré a mordidas mi propia carne antes que hablar de capitulación.»
Don Mariano se convierte en un gigante y con él Gerona, toda Gerona. Vea.
«Los soldados conservaban su actitud serena... e imperturbable... en los
paisanos se advertía una alucinación... los frailes, echándose en grupos fuera
de sus conventos... los señores graves de la ciudad... discurrían con sus escopetas de caza... las damas del batallón de Santa Bárbara... eran el alma de la
defensa... los chicos gritaban... los viejos, muy viejos... pensaban que nada
podía hacerse sin ellos... las monjas abrían de par en par las puertas de sus
conventos... los sacerdotes, lo mismo que los sacristanes... las mujeres lleva
ban municiones...»18 Hasta Nondedéu exclama: «Venga el fusil, que curaré
españoles con una mano y mataré franceses con la otra...» «Y había arrojado
muchas piedras..., tenía los dedos magullados» 19.
Pichóla, «la hermosa gata parda», contribuye a la defensa sirviendo de
alimento. Y para que nada falte, las murallas de Gerona resisten inesperada
mente. Es Gerona don Mariano, y don Mariano, Gerona.
4.° Elementos narrativos.—Es todo una narración. Primero narra Andresi
llo Marijuán. Sírvanos de ejemplo la salida de los prisioneros de Gerona hasta la
muerte de don Mariano Alvarez (capítulos XXIII al XXVI)20. «El autor, inca
paz de describirlo todo, hace muchos incisos narrativos» 21.
5.° Ausencia de paisaje.—Gerona, destruida, es el único paisaje. Sólo una
vez Nondedéu, en su agonía, describe la finca de Castella22. «Paseemos por
nuestra huerta...»
6.° El comienzo y el fin son momentos de gran intensidad.—Comienzo:
Andresillo encuentra muerto al cerrajero Mongat. Siseta y sus tres hermanos,
huérfanos, sin nada; sólo unos «cacharros en la cocina y unas herramientas».
Josefina, hija de Nondedéu, «enferma y postrada», sin madre. Final: Muere
Nondedéu, Gerona se rinde. Don Mariano Alvarez y los supervivientes marchan
prisioneros a Francia con una orden: «50 palos por hablar mal de José Botellas,
cantar el dígasme tú Girona o nombrar a don Mariano Alvarez» (pág. 826).
7.° El narrador se disculpa.—Es propio de lo juglaresco para ganar la simpatía del público: «El 13 de junio,-si no estoy transcordado...» (pág. 765).
«Creo que fue el 6 de mayo...» (pág. 758). «Cansaría a mis amados lectores»
(pág. 754). «El lector no lo creerá» (pág. 782).
8.° Fondo popular.—Todo es popular y colectivo. La canción de Gerona
repetida hasta aporrear los oídos 23:
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Dígasme tú Girona
si te n'arendirás
lirón lireta.
Drama
Es un drama en cuatro actos. El primero tiene quince escenas. El segundo
acto tiene diecinueve escenas. El tercero, dieciséis, y el cuarto, trece. Acaba con
un cuadro.
Empieza in media res (nudo) en el climax de la acción. Desde la escena primera hay hambre en Gerona. Marijuán: «Este pedazo de calabaza cruda que
encontré debajo de un obús... Mira, mira, media manzana...» También la tra
gedia de la capitulación aparece. Siseta: «Si el fuego de esos condenados os
va barriendo..., Gerona tendrá que capitular»25. La amenaza de Alvarez de
Castro, «terrible gobernador», se cierne ya sobre ellos: «Será inmediatamente
pasado por las armas..., la palabra capitulación...»26.
Pero el climax se relaja y se produce un anticlímax que le resta tensión
e intensidad para perfilar las ideas de Nondedéu y la crítica de las clases dirigentes, que abarca todo el acto II y el III. El desenlace está previsto. Ya lo
ha explicado todo. El público se ha distraído demasiado en los pequeños «acontecimiento» y la acción pierde dinamismo. Este «público espectador, presente
y vivo, que oyendo o viendo lo que desde la escena se le transmite siga estando
vivo y siga teniendo y manteniedo despierta su conciencia crítica o analítica.» ,
se ha dormido un poco oyendo los discursos de Nondedéu y no toma conciencia
de la heroicidad de Gerona. El nivel del ser y del parecer no forman un mismo
nivel de relaciones. La opinión de Gonzalo Sobejano 28: «En la novela la acción
es conducida y la elocusión también es mediata, y con el drama la elocusión es
inmediata o directa en virtud de un fin primordial: Producir la impresión de
autonomía», no se cumple y la acción resulta conducida como es la novela.
Plano del contenido
Sustancia
EPISODIO.—La Historia de España como solución al presente español.
Entonces como ahora, «el poder era un hormiguero de intrigas..., la intolerancia, el fanatismo, la doblez, el orgullo... Lo extraño es que las miserias de los
partidos (pues también entonces había partidos, aunque alguien lo dude)...
no debilitaban el formidable empuje de la nación» 29. La Historia como ejemplo.
DRAMA.—La Historia como demostración de que España no tiene remedio.
Será dominada por algún hombre enérgico (de casta militar) que escribirá su
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propia gesta, como entonces Alvarez de Castro. La burguesía continuará empobreciéndose con sus frivolidades. La Iglesia (clase clerical) sacará partido en
beneficio propio. España, deshecha, sufrirá porque no puede hacer otra cosa.
Alvarez de Castro personalmente pasará a la Historia como heroico defensor
y Gerona como mártir.
Mensaje
EPISODIO.—España se salvará cuando todos los españoles, olvidando sus
diferencias, se unan en torno a un jefe y luchen con fe en la victoria, conside
rando el problema común: «Con tal que haya hombres de pecho y un español
que sepa mandarlos»30, y para esto «destaca el tono de heroísmo, el tono de
grandeza alcanzado súbitamente por un pueblo que hasta el momento de combatir parecía muerto»31.
DRAMA.—La Voluntad de vencer de un hombre: Alvarez de Castro. Afir
mación de su personalidad y pueblo hasta cierto punto pasivo. El fanatismo de
un español, que siente una llamada «a lo extraordinario», domina a Gerona con
su Voluntad de hierro, aunque la deje deshecha, pero realizará su obra, sin el
pueblo. No capitulará, porque así lo quiere El, a pesar de los franceses, a pesar
de Gerona, a pesar de sí mismo.
Forma
EPISODIO.—Hay dos planos entrecruzados: 1) Una gran historia: Gerona. 2) Una pequeña historia: las vidas privadas de los personajes. Viven acon
tecimientos extraordinarios y luego se refugian en su intimidad, y de esta ma
nera evoluciona su carácter. Nondedéu, por su hija enferma. Andresillo, por el
amor de Siseta. Se vislumbra los elementos que van a ser indispensables en la
novela social, aunque los personajes que critican o denuncian no toman conciencia de su papel social. «El costumbrismo los acerca a la novela; las narraciones,
a la épica.» (Montesinos.)
1.° Crítica.—«Sucedía en Sevilla una cosa que no sorprenderá a mis lectores, si como creo son españoles, y era que allí todos querían mandar...» «En
España no se premia sino a los tontos...»
2.° Denuncia.—«Más que escarbar el pasado pretende señalar los errores
presentes e indicar nuevos y fértiles caminos» 32. «España, hambrienta, desnuda
y comida de pulgas, podrá continuar la lucha»33.
3.° Urgencia de una solución.—«Debería existir una Policía de naciones...»
Es la burguesía la llamada a mandar: «Pertenece a ese vulgo..., ha influido en
los destinos del país..., si la vituperable neutralidad política de la mayoría honrada, decente... M
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PLAN DE LA OBRA.—Está estructurada desde dentro y hacia dentro. El
centro: Gerona, con hambre, con miseria, con muerte, sin capitular. 1) Un
plano que la envuelve: la realidad histórica de la guerra de la Independencia.
2) Un segundo plano que envuelve al primero: la España de 1870. 3) Otro plano que envuelve a todos: el futuro de España señalado en la Historia. Es con
céntrica, (convergente), Gerona ha sido vencida, pero es vencedora.
DRAMA. Es excéntrico. El centro es la Voluntad de Alvarez de Castro
(casta militar). 1.°) Un plano que es consecuencia de este centro: Gerona empobrecida y deshecha. 2.°) La Iglesia como institución, que saca provecho continua
mente (casta clerical). 3.°) La burguesía (Paquita, hija de un coronel, novia de un
capitán y sobrina de una monja), emparentada con estas dos castas, que gasta
dinero en futilidades y aumenta la miseria de Gerona, y quizá un 4.°) plano: la
esperanza de España en el sector agrario: Andresillo Marijuán, que se vuelve
a sus olivos. El centro los envuelve a todos. Es divergente. Gerona ha capitulado.
Fue Calvario para los que vivieron en ella y trono de inmortalidad para sus
heroicos defensores.
Coordenadas tempo-espaciales
Hay dos espacios. Uno, concreto: Gerona; otro, simbólico: España.
Hay dos tiempos en el Episodio: uno, el segundo sitio de Gerona; otro, la
España de 1870. En el drama quizá haya un tercero: la España de 1890, abocada a una tragedia.
Acción
EPISODIO. Los diez primeros capítulos constituyen el Planteamiento.
Del capítulo x al xx: Nudo. Hambre de Gerona.
Del xx al xxvi: El desenlace.
Del xxvi al xxvii: Conexión con el siguiente Episodio.
DRAMA: Primer acto.—De las quince escenas, once las acapara Nondedéu
(Pérez Galdós). En la primera se habla de hambre, de capitulación, de la orden
de Alvarez de Castro; las restantes van presentando los personajes y perfilando
las ideas de Nondedéu.
Segundo acto.—Tiene diecinueve escenas. El climax se pierde mientras
Galdós critica a los militares que abusan y a los clérigos que se aprovechan;
mientras sufre Gerona. De la primera a la cuarta, fray Valentín, Beramendi y
dos militares más: Castillo y Montagud, se definen. Fray Valentín: «Se acabó
la carne, y el mundo, y el demonio; por consiguiente, nos hemos quedado sin
enemigos del alma»35, pero al decir de Sumta: «Las monjitas..., vamos, el cuento es que en aquella casa no escasea la pitanza»36.
159
sí:
Montagud (militar): «Me avengo mejor con el peligro, con el espectáculo
de la sangre y de la muerte»37.
Castillo (militar): «Ni en esta ciudad desolada faltan aventuras ni todos los
habitantes de ella son espectros...»38.
Beramendi (el intendente) ya lo ha hecho en la última del primer acto: «Allí
está mi hija, las de Fábregas, las de Rubasa..., lo más granadito del pueblo, amén
de algunas familias pobres en el patio de la sacristía...» Refiriéndose a su hija
en la escena c del acto h: «¡Vaya en buena hora Paquita a la tertulia de las
Rubán!» Consiente la frivolidad, por tanto.
De la escena v a la ix critica la frivolidad de la burguesía. Paquita, hija de
militar y sobrina de monja, «se engalana con traje muy vistoso y una peineta
alta»39. Amanda, la viudita alegre, estilo Pepita Jiménez y Carmeta, otra frivola,
prepara un banquete a la francesa, donde se servirá un cordero asado que lo
manda la tía monja, Encarnación de Santo Domingo (había cordero en el con
vento). Entre los invitados está el señor Acediano Reverendísimo (no falta la
Iglesia a las comilonas), mientras se muere el organista de la catedral de inanición y el patio del claustro es un «hormiguero de pobres», y en «la calle Cort-
Real hay 14 muertos». Los niños Manalet, Badoret y Gasparó están ¡muertos
de frío y hambre! 40, y Badoret ve la mesa «con un sinfín de platos, copas y
botellas, ramitos de flores de altar... 41, y un olor a guisado de convento».
Las escenas x, xi-xn están dedicadas a la visión del futuro de Josefina.
La xu, xiv, xv hasta el final del acto continúan la crítica.
Nondedéu: va a quitar a Paquita «lo que es mío, lo que es de la ciudad
y de sus desgraciados moradores...»42 «Yo reclamo mi parte de cuanto hay
sobre la tierra... Dios echó a la Tierra tantos bienes para todos...», y continúa:
«Desconoce la naturaleza humana y juega con ella como si la Humanidad fuera
un faldero o un gatito...» ¡Insulto a la ciudad que perece de hambre!
Sumía dice de la madre Encarnación de Santo Domingo y hermana del
coronel Beramendi: « ¡Como que tiene víveres y mil y mil cosas de comida
suculenta!»43 «Magras riquísimas y pemiles como mi brazo...» «Esconde vi
tuallas... comestibles suculentos y golosinas opíparas... ¡Allí, jamones; allí, perdices escabechadas! El incesario, lleno de chorizos...»
Acto iii.—Tiene dieciséis escenas. Trece de éstas (de la n a la xvi) se las
pasa Nondedéu, en nombre de la ciencia, opinando sobre la guerra y la Humanidad: «Yo, que soy aquí la ciencia... Diréle que esta tenacidad ya más que
heroica, temeraria, ya más parecida a la soberbia que al valor, desmiente a la
Historia y a la ciencia, pues una y otra dicen que ningún pueblo habitado por
hombres realizó jamás empresas que aun para los dioses serán difíciles».
«Que este mundo es muy malo, el peor de cuantos Dios crió... Los hombres,
en guerra continua por pedazos de suelo o por si ha de gobernarnos éste que lleva
bandera roja o el otro que gasta pendón azul...»
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« ¡La Historia es un foco miasmático, de donde proviene esa inhumana
peste de heroísmo y de...!»
«Mi lengua, emisaria de la verdad, le dirá lo que pienso de este bárbaro
orgullo de resistir y resistir..., contraviniendo la voluntad de Dios y los dicta
dos de la Naturaleza...»
«Pues sí, diré mi opinión, protestaré de esta bárbara epopeya.»
«Esta agonía espantosa por vanidad o afectación de un héroe, de un hombre
embriagado con los humos de la gloria.» «Por encima están... la razón y la
verdad.» «Aclamándole, bendicen el hambre, ensalzan la muerte y hacen escarnio de la vida que Dios nos dio...»
«El general me odia, y yo a él... ¡Rendición y vida es mi lema; defensa
y muerte el suyo!»
«Yo... permanezco impávido ante tanta exaltación y fanatismo.»
«Hablaré ante el tirano..., ante el orgulloso soldado que nos encierra dentro
de este círculo infernal... Yo salvaré a la Humanidad, que perece martirizada
entre los demonios... ¡Bonaparte allá, Alvarez aquí! »
Acto iv.—Son trece escenas. El desenlace está previsto. Ya Nondedéu lo ha
explicado todo en el acto anterior.
Hasta ahora don Mariano no ha aparecido una sola vez. Sabemos que no es
popular y que todos le temen. Al final del Acto anterior aparece, «avanza despacio..., saluda gravemente..., sin inclinar el cuerpo, manteniendo la figura rígida
y el rostro impasible... Sólo en el proscenio, expresando ya la ira, ya el espanto...,
volviendo la espalda al pueblo.» «Yo creí que no podía enfermar.» Bonaparte
no es su enemigo, es su igual, está a su altura, también a la de Sumta, según
Josefina: «Tú, Sumta y Napoleón: ¡Esto si que es gracioso! Cuando se mira
desde allá arriba, sois del mismo tamaño.»
Conclusión del drama
Nos parece que es la apología de la voluntad de un español, que más que
el sentimiento patrio, le mueve el orgullo de sentirse vencedor, el ansia de
gloria.
Gerona, a juicio de fray Valentín Pujol: «Es un pueblo enclenque, tímido
y goloso por añadidura.» «Personas conozco yo que ya están pensando lo que
han de comer cuando entren víveres...»
Alvarez de Castro.—Es un genio de la guerra, fanático, dominante, tira
no como Napoleón, con una voluntad de hierro.
Las aclamaciones de los soldados heridos y moribundos, «alzando los brazos
desnudos, en las puertas de las barracas y profiriendo gritos de ardiente adhesión» resultan esperpénticos.
Marijuán es un soldado, y como tal, «una vida propia con voluntad ajena».
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«En esta vida se hace uno al obedecer como al respirar.» «Soldado, número,
ruedecilla de la máquina militar..., te empujan..., anda.»
La burguesía se ha envilecido con frivolidades y coqueteos, y ha perdido la
oportunidad de ser rectora que «en nada se mete con tal que la dejen comer tranquila... que no entiende de ideas, ni de acción, ni de nada que no sea soñar y
digerir.»
Sumta.—Se convierte en heroína porque se lo ha mandado Pepet, la misma
razón por la que Torquemada se casa.
Nondedéu.—Casi el protagonista, el que realmente vive la tragedia conscientemente y que protege a España (Siseta) y vive por ella (Josefina).
Siseta.—España, «que se somete a todo el que la quiere mandar», em
pobrecida y suficiente (porque no puede hacer otra cosa). Recuérdese La de
Bringas y los juicios de Pez).
Josefina.—España, enferma y deshecha, víctima del egoísmo de los unos
y de los otros, que se refugia en sus sueños, sostenida por el amor, que espera
el milagro, que al fin se realiza viviendo el futuro, en una alucinación semejante
a la de Ángel Guerra, Realidad o Misericordia..., y así nos da Galdós, como
un símbolo, el mensaje optimista y profético de la salvación de España por
(Andresillo Marijuán, ya comerciante) la burguesía del campo, el agricultor burgués.
Finalmente, es verdad que Galdós lleva a la novela la técnica del teatro,
pero también lleva al teatro la técnica de la novela.
NOTAS
1 «Novela y teatro de Galdós», Revista Probemio, I, 2 (1970, septiembre, pág. 158,
Manuel Alvar.
2 Op. cit., pág. 177.
3 Mis tiempos, de Fernando León y Castillo, y Madrid, de Pérez-Vidal.
4 Denah Lida, Anales Galdosianos, año 11, 1967. La Institución Ubre de Enseñanza, te
sis doctoral de Vicente Cacho Viu.
5 Hans Hinterhauser, Episodios Nacionales de Pérez Galdós. Ed. Gredos.
6 Sainz de Robles, «Prólogo» a las Obras completas de Galdós. Ediciones Aguilar.
7 Hans Hinterhauser, Episodios Nacionales de Pérez Galdós. Ed. Gredos, pág. 143.
8 Jorge Rodríguez-Padrón, Cuadernos hispano-americanos núms. 230-31-32, «Galdós, el
teatro y la sociedad».
9 Gonzalo Sobejano, «Razón y suceso en la dramática de Galdós», Anales Galdosianos,
1970.
10 Prólogo del Episodio Gerona {Obras completas, Ed. Aguilar, pág. 755).
162
11 Obra citada, cap. XI, pág. 784.
12 Obra citada, cap. XV, pág. 794.
13 Rafael Bosch, «Galdós y la teoría de la novela de Luckács» (Anales Galdosianos,
año II, 1967).
14 Episodio Gerona, caps. XVI, XVII, XVIII, Ed. Aguilar, págs. 797-805.
15 Obra citada, cap. I, págs. 758-759.
16 Hans Hinterháuser, Episodios Nacionales, Ed. Gredos.
17 Episodio Gerona, cap. XIII, Ed. Aguilar, pág. 791.
18 Obra citada, cap. VII, págs. 772-775.
19 Obra citada, cap. VIII, pág. 775.
20 Episodios Gerona (Obras completas, caps. XXIV y XXV, Ed. Aguilar, págs. 826-832).
21 Montesinos, tomo I, Galdós, pág. 112.
22 Obra citada, cap. XXIII, pág. 825.
23 Rafael Bosch, obra citada, pág. 170.
24 Prólogo al Episodio Gerona, pág. 755.
25 Drama Gerona, acto I, escena 1.a (pág. 604, Ed. Aguilar, Obras completas).
26 Obra citada, escena 1.*, misma página.
27 Jorge Rodríguez-Padrón, «Galdós, el teatro y la sociedad de su época», Cuadernos
hispano-americanos, octubre-enero 1970-1971, núms. 230-31-32.
28 Gonzalo Sobejano, Anales Galdosianos, 1970, «Razón y suceso en la dramática de
Galdós».
29 Galdós novelista moderno, R. Gullón, pág. 57 (Ed. Gredos).
30 Prólogo al Episodio Gerona, págs. 553-754. Obra citada.
31 Capítulo IV, pág 764. Obra citada.
32 Galdós novelista moderno, R. Gullón. Obra citada.
33 Prólogo al Episodio Gerona. Obra citada, pág. 753.
34 Clara E. Lida: «Galdós en los Episodios Nacionales. Una historia del liberalismo español.» Anales Galdosianos. Año III.
35 Prólogo. Episodio Gerona, pág. 754
36 Prólogo. Obra citada, pág. 757.
37 Acto II. Escena I, pág. 618. Drama Gerona (Ed. Aguilar).
38 Acto II. Escena II, pág. 619. Obra citada.
39 Escena IV. Acto II, pág. 623. Obra citada.
40 La misma escena y acto.
41 Escena VI. Acto II, pág. 623. Obra citada.
42 Acto II. Escena IX, pág. 626. Obra citada.
48 Acto II. Escena II, pág. 626. Obra citada .