FUNCION DEL LENGUAJE

EN EL EPISODIO DE LA MUERTE

DE CHICO (O 'DONNELL 1 y 11)

Manuel Muñoz Cortés

Esta Comunicación se enlaza, como parte de

un Programa en curso, con la que leí en el Congreso de Madrid, sobre Fortunatay Jacinta

y con el Proyecto de estudio integral de la Lengua de Galdós, presentado en el anterior

Congreso Galdosiano. Corresponde, como digo, a un Programa más amplio: el estudio de las

relaciones en la Historia estilística de la Lengua Literaria, que se propone analizar las

implicaciones y funciones de los sistemas parciales del diasistema que es la Lengua Española,

referido en mi contribución aún inédita al Lexicon der Romanistichen Linguistik (Niemayer

Tübingen). "Variedades regionales del español", yen dos contribuciones al tema en dos

artículos: "Variedad regional, lengua vernácula y conflicto lingüístico en el Bilbao del siglo

XIX, y su función en "El Intruso" de Blasco Ibáñez "Misce-lania Sanchis Guamer~ Valencia

1984- 215-224; "El Andalucismo Lingüístico en "La Bodega" de Blasco Ibáñez", enActasdel

I Congreso Internacional de Historia de la Lengua Española, Cáceres 1987, 1299-1314. Y

un modelo general presentaré en el próximo II Congreso de esa Asociación, en Abril. Por otra

parte, en una consideración basada en una Semiótica Textual, hay que partir de la unidad

que es el Texto, y observar cómo eÍ uso del lenguaje en sus dimensiones sintácticas,

semánticas y pragmáticas, está implicado dialécticamente en el conjunto de actos

textualizadores, en la unidad narrativa y dialógica en este caso. Esto lo veremos en el texto

que analizaré.

La primera relación que hay que establecer es la del texto y su significante y el contenido.

En una tipología textual hay una división aún primaria entre textoifictivos y textoifácticos.

Si utilizamos la elemental idea del "Género" nos encontramos con el problema de que, aunque

toda obra de Galdós es una "novela histórica", podemos abstraer aún más y afirmar que todo

texto es texto histórico. y hay que recordar que las relaciones entre un tipo de narración

general y la narración histórica, se están planteando en el pensamiento post-estructuralista

partiendo de Foucault y Paul Ricoeur, entre otros; se abre una narratología histórica ya

desarrollada. (V. The Representation qf Historical Events. Serie History and Theory Beihift

26, Wesleyan University, Middletown, Connecticut). y creo que eso plantea la necesidad de

enfocar de otro modo el estudio de la obra galdosiana.

_ BIBLIOTECA GALDOSIANA

Cuando se desconstruye un texto (siguiendo, por moda, los conceptos de Derrida), hay

que estudiar su situación en el conjunto. En Galdós hay una doble fuerza narrativa, hay una

implicación de narraciones parciales, que pueden ir apareciendo en cada una de las obras

seriadas, en ellas la reaparición de personajes ha sido también señalada por varios

investigadores galdosianos, como es muy bien sabido. Cada uno de estos personajes tienen

una entidad de "motivos" que pueden después desplegarse o reducirse, pero en cada

momento se estructuran en situaciones de interacción reflejadas en el lenguaje. Por eso creo

que hay que insistir en que la consideración de la lengua de Galdós es fundamental para

entender su obra.

El conjunto del episodio de la muerte de Chico el Jefe de Policía se encuentra en los

capítulos 1 y 11 de O'Donnell. Si establecemos las diferencias internas y externas, vemos que

el Cap. 11 ofrece un cambio de perspectiva con respecto al capítulo final de La Revolución de

Julio. El cambio de perspectiva es que, en esa obra, la narración es en primera persona. Pero

ya anuncia el narrador que quedó en el tintero "la trágica muerte de Chico" que "yo no

presencié". Y así la perspectiva pasa en O'Donnell a ser de narrador omnisciente. Pero ya

han aparecido personajes que constituirán la constelación o constelaciones de habla y

acción, es decir el componente dramático de la narración 1• Me voy a referir sólo a los rasgos

de lenguaje, la aplicación de otros paradigmas (por ejemplo la inversión de funciones en el

personaje chico, de verdugo a víctima) queda fuera de mi intención. Han aparecido, en primer

lugar el victimado protagonista de esta narración parcial de O'Donnell, Chico, pero en la

perspectiva del narrador presente en la obra, y como personaje reflector2 (Stanzel) que da

su imagen activa de lo que sucede, de la historia inmediata. Pero en inversión de funciones

también, el personaje Hermosilla en el mencionado capítulo final de La Revolución de Julio,

en el comentario a la muerte de Gracián por Beramendi, con el arma que había puesto en

manos de éste, hace referencia a sus dos hijas, (después de identificarse como "fabricante

de zorros y plumeros") .... Ese tunante me perdió a mi hija mayor, la Rafaelita, después a mi

segunda, la Generosa. ¡Qué dolor! Las dos andan por esas calles .. " El narrador interviene en

el texto mediante las cursivas que marcan "me perdió", como rasgo de enunciación, como

valoración de la lengua de Hermosilla, aunque extrañamente lo hace compatible con el .. j Vive

Dios que ha sido una grande hazaña!", que no sé si es mimético, producto de esa mezcla de

niveles en la lengua coloquial, o si es también intromisión del lenguaje de autor real. Lo

importante es que aquí aparecen como víctimas referidas, las que en otra situación serán "las

Zorreras" con fuerza de protagonistas.

El episodio que vamos a estudiar en la secuencia indicada, tiene otra presencia del

narrador, según hemos dicho. La introducción se refiere a la denominación de épocas

históricas por el nombre de quienes contribuyeron a los sucesos que la caracterizan. La

tonalidad o talante (Stimmung) del autor es de atenuación, con un complaciente humor con

que se trata a la historia, y un cambio de códigos o niveles, así la Historia es la "esclarecida

jamona Doña Clío de Apolo". Hay como una parodia de relación histórica, situándose en un

ámbito espacial determinado.

Los espacios galdosianos ya fueron objeto de un buen estudio de José María Cuesta Abad3,

apoyándose también en Bobes. Precisamente el episodio de la muerte de Chico ofrece

manifestaciones interesantes del valor de los espacios, que yo prefiero denominar" ámbi tos"

en determinados momentos. Aparte de las referencias en el citado artículo podemos tener

IV CONGRESO GALDOSIANO iD

en cuenta estas modelizaciones. Las clasificaciones determinadas por Cuesta Abad contemplan

la relación de espacios y personqjes internamente. Aun de esa manera Ruth Ronen4

considera la importancia de la graduación de la "inmediatez" (" inmediacy"), de la "factualidad"

y de su construcción en relación con la perspectiva. Anteriormente Ingarden, y, continuando

sus conceptos, Stanzeles han acentuado el perspectivismo. Pero este aspecto no es el que me

ocupa ahora. Lo que quiero hacer observar algo, que no he encontrado hasta ahora en los

estudios dedicados al tema, la relación de niveles y registros del lenguaje con espacios

determinados. Sería una forma deJunción identjficatoria (Cuesta Abad).

El episodio tiene su primera fase, la descripción de un estado en una referencia ambiental,

situada en una perspectiva focalizadora:

Aunque se sirve del supuesto intermedio de la "buena señora" hay una clara focalización:

"Pues cuenta esta buena señora que e123 de Julio de aquel año (aún estamos en el 54)

salía de la cerería de Paredes, calle de Toledo el enfático patriota Don Mariano Centurión,

ostentando con ufanía el sombrero de copa que estrenaba: era una prenda reluciente, de las

dimensiones mas atrevidas en altura y extensión de las alas que la moda permitía ... "

Aquí aparece "la cerería de Paredes, calle de Toledo" como lugar de partida del personaje.

La determinación por el artículo, y por la mención del propietario, y la referencia a un espacio

más amplio, hace intensa la visionalidad del lugar (Anschaunglichkeit), no es un "espacio

de indeterminación" en el sentido de Ingarden. La relación con el personaje sería de

proximidad, pero tendría unaJunción opositiva (Cuesta Abad). Este recibe dos atributos, el

primero se refiere a su lenguaje "enfático"; el segundo a la chistera, prenda que como es

sabido es un motivo insistente, también en sus caricaturas. Por uno y otro, el espacio, es

exterior al personaje. Es aún un componente en disponibilidad. El énfasis en la descripción

de la chistera opera para caracterizar la situación del personaje, y justamente el contraste

entre esa función el ostentar "una dignidad extraordinaria y una representación pública que

atraía la mirada y el respeto de las gentes". También sirve la prenda de cabeza como "motivo"

para el contraste en el primer encuentro de personajes: reaparece Teleforo del Portillo,

llamado Sebo, personaje importante en La Revolución de Julio, que también ostenta una

chistera, pero "artículo de ocasión adquirido en el Rastro y sometido a un planchado

enérgico". Hace años, en una comunicación al 11 Congreso Galdosiano, indiqué la conveniencia

de aplicar al mundo de cosas de Galdós, la diferenciación debida a Panowsky entre lo

"iconográfico" y lo "iconológico", entre lo puramente ornamental y lo que contiene un

significado simbólico y funcional. Aquí la chistera reparada tiene un doble sentido: hace

entrar a su portador en ese ambiente de respetabilidad antes mencionado, pero también

indica que se ha instalado en la nueva situación política. Ello indica que con respecto a la

posición de Sebo en La Revolución de Julio ha habido un ascenso, y en términos de la teoría

de la interacción (Watzlawicky otros)5 en la "hipótesis de "partners" se ha establecido cierto

equilibrio. Ello se expresa primero en que en la sucesión de acciones se establece "un vivo

diálogo con su amigo". El narrador desconoce "los términos precisos", pero ya hace una

referencia a ámbitos políticos, designados con cierta marca de énfasis irónico la Junta de

Salvación, Armamentoy Difensa, cuya referencia de espacio" que funcionó en casa del señor

Sevillano" causa inmediatamente el vaciamiento de la designación del grupo político; la

segundaJunta del Cuartel del Sur, también tiene una.referencia espacial que menos enfática

también contrasta con su poca importancia. Ahora comienza un parágrafo en el que

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aparecen en referencia directa términos de discurso político de carácter tópico, que al ir

marcados en cursivas tienen una carga irónica clara: "el monstruo de la anarquía", "la salud

púhlica ~ "el patriotismo del trono ~ "elemento progresista" a lo que hay que añadir el tan

frecuentemente satirizado por Galdós "en pn·na"pio". Como el resto de la conversación se

refiere a las esperanzas de colocación el contraste irónico aparece aún más marcado. Es un

caso más del vaciamiento del lenguaje que lleva a cabo el gran novelista como un indicio

constante de su construcción del mundo narrativo.

No hay una verdadera narración, más bien se trata de la variedad narrativa que es el

"informe" tipo de "narración informativa" que está ligada con la presentación "escénica".

Como vemos el componente dialogal está "narrado" con toques "mimetizantes".

En este momento ha habido un cambio de situación "Sobre si eran aptos o no los tales

discutían Portillo y Don Mariano, cuando atrajo su atención un gran tumulto y escandaloso

ruido de gente que por la calle abajo venía". Ha habido un elemento que ha perturbado la

comunicación, un elemento que aparece como en oposición a la "conversación", el "ruido"

unido a "tumulto", y ha habido un cambio de perspectiva, la mirada es de los personajes, y

la referencia española ha cambiado: "por la calle abajo". y comienza otro informe en forma

descriptiva, pero con mantenimiento de la perspectiva de personajes. "Ya estaba próxima

la cabecera de la que parecía procesión, y en el centro de ella, algo que descollaba sobre la

multitud como figuras del Santo Entierro conducidas en hombros, desembocaba por el arco

de la Plaza Mayor", la perspectiva espacial ya ha marcado los límites de la representación

"escenográfica". Y en el "espacio" de la calle aparecen, con integración en la escena, (Cuesta

Abad) nuevos personajes: "Antes de que los dos patricios se dieran cuenta de lo que aquello

era, rodearon a Sebo unas hembras (no sé si tres o cuatro) con toda la traza de mozas del

partido, desgarradotas, peinadas con extremado artificio, alguna de ellas reluciente de

pintura en el marchito rostro". Todas las calificaciones de estos dos personajes son de

absoluta negatividad, con una coherencia en el vocabulario de ese carácter, con tonalidad

(Stimmung) grotesca6 intensificada que dominará en el decurso que continúa. En esta

narración escenográfica hay ya diálogo directo y mimetizado lingüísticamente. Hay que

notar que el "enunciador" no es individual, sino ambos personajes, indicados por el plural

"dijeron", lo que da más bien un carácter de "coro" a su situación comunicativa; en el texto

hay dos indicios de nivel vulgar:

"Véanle, véanle -dijeron- Desde la plazuela de los Mostensen lo train. El Chico es el

que viene en andas, y el Cano a pié .. Que los afusilen, que les den garrote ... , que paguen

las que han hecho".

Así termina la enunciación de carácter vulgar. Interviene el narrador, que acota el cambio

de interlocutor, con actitud crítica, y después mimetiza el diálogo con un contraste de niveles,

entre lo enfático y lo desgarrado:

y Centurión, con grave acento, arrimándose a la pared por no ser visto de la canalla

delantera, pronunció estas sesudas palabras:

-¡Justicia del pueblo, mala justicia! Y don Evaristo, ¿no se ha enterado de esta

barbaridad? ... Decid, grandes púas: ¿vosotros h;abéis venido con esta procesión

IV CONGRESO GALDOSIANO ,.

infernal? ¿Pasasteis por Gobernación? ¿No estaba allí don Evaristo? ¿Cómo habéis

recorrido medio Madrid. o Madrid entero. sin que algunos patriotas honrados os

cortaran el paso. ralea vil?

-Cállese la boca don Marianote -dijo la más bonita de ellas. la menos ajada-. que

pueden oírle. y corre peligro de que le chafen el baúl nuevo.

-Rafaela Hermosilla -replicó Centurión. alardeando de entereza-. un patriota honrado.

un hombre de principios. no teme las coces de la plebe indocta ... Pero arrimémonos

a esta puerta. para no dar lugar a cuestiones. o metámonos en la cerería de Paredes. que

será lo más seguro ... Sebo ... , ¿dónde se ha ido Sebo?

En la enunciación de Centttrión que ha sido introducida con un indicio irónico: "con

sesudas palabras" domina la tonalidad oratoria, con una sentencia en admiración, con una

referencia a Evaristo San Miguel, con la apelación insultante, eufemística" .. grandes púas .. "

y el juicio del suceso que está presenciando. La contestación está ya personalizada. más

positivamente, pero insistiendo en "ajada"; es desgarrada y con despectiva alusión a la

chistera, ahora llamada baúl con expresiva metáfora: vemos la doble perspectiva de un

mismo objeto.

La réplica de nuevo ofrece una modulación en la tonalidad, ahora de nuevo oratoria y

enfática, con el contraste entre la propia calificación "hombre de principios", "patriota

honrado", que aparecen en la isotopía del motivo de la "dignidad" vaciado de sentido, al

recordar la conversación del principio. Y de nuevo hay un movimiento de búsqueda de

protección, se siente desplazado del "espacio" ocupado por el revuelto pueblo. Pero antes,

en la apelación a la moza ya la ha individualizado con su nombre y apellido. y se revela su

personalidad: aquí aparece en realidad, pero antes, como hemos dicho eran mencionadas en

la angustiada voz de su padre, el fabricante de zorros. El cambio de perspectiva con la

indiferencia realista ante la situación de Rafaela, indiferencia más bien en tono satírico, nos

da un sentimiento de justificación de la conducta de la moza, que sin embargo participa en

la venganza popular, como en su origen había participado Gracián.

Ahora hay un cambio de "situación narrativa" reaparece la voz del narrador. primero

situando a los personajes ya de nuevo en el refugio cercano de la cerería, después

describiendo con tonalidad elaborada y algo retórica el suceso:

Llamado por su amigo, se retiró también al arrimo de las casas el ex policía, seguido de

otra de las pájaras. Lívido y tembloroso, no podía disimular el terror que la plebeya

justicia le causaba, y era en verdad espectáculo que el más animoso no podía presenciar

sin miedo y compasión grandes. Detrás de la caterva que rompía marcha gritando, iban

dos hombres montados en jamelgos; vestían blusa de dril y cubrían su cabeza con

chambergo ladeado sobre una oreja, esgrimiendo sendos chafarotes o s~bles. Seguíales

un bigardón con un palo, del que pendía un retrato al óleo, sin marco, acribillado ya de

los golpes que por el camino, en las paradas de la procesión, le daban con sus sables

los dos jinetes, en demostración de justicia popular. Al portador del retrato seguía otro

gandul con trazas de matarife, en mangas de camisa, esta manchada de sangre,

llevando una pértiga, de la cual pendía, muerto y sin plumas, un gallo colgado por el

pescuezo. Tras este iba un hombre a pie, empujado más que conducido por un grupo de

bárbaros, también con aspecto de matachines. Seguían las angarillas cargadas por

_ BIBLIOTECA GALDOSIANA

cuatro, de lo más soez entre tan soez patulea; las angarillas sostenían un colchón, en

el cual iba el infeliz Chico, sentado, de medio cuerpo abajo cubierto con las propias

sábanas de su cama; de medio cuerpo arriba, con un camisón blanco; en la cabeza, un

gorro colorado puntiagudo, que le daba aspecto de figura burlesca. Con un abanico se

daba aire, pasándolo a menudo de una mano a otra, y miraba con rostro sereno a la

multitud que le escarnecía, el gentío que en balcones y puertas se asomaba curioso y

espantado. Arrimándose a las angarillas todo lo que podía, iba la mujer de Chico con

una taza en la mano, revolviendo con un palo el contenido de ella, que, según decían,

era chocolate. Parecía loca: su rostro echaba fuego; su cabeza, recién peinada y con alta

peineta, conservaba la disposición de las matas de pelo armadas artísticamente. Digo

que parecía loca porque el menear el palo dentro de la taza vacía era corno un

movimiento instintivo, inconsciente efecto de la máquina muscular disparada y sin

gobierno. Enrojeciendo más a cada grito, decía:

-¡Nacionales, no le matéis! ¡No le matéis, nacionales!

La escritura tiene esa tonalidad manifestada en los indicios que van apareciendo. En el

comienzo del parágrafo, hay la posición del participio circunstancial al comienzo de la frase.

La aposición en pareja de adjetivos, también en posición inicial, la anteposición del adjetivo

en "plebeya justicia "8 con nuevo indicativo valorativo en la voz del narrador; el "en verdad" ,

y la construcción "sin miedo y compasión grande" con su nota de arcaísmo. Podemos

observar también la estructura rítmica y melódica del período, aspecto del estilo de Galdós

nunca atendido, que coordina con la escritura elaborada retóricamente. El discurso ofrece

tres periodos, constituidos por tres grupos fónicos, el primero ("Llamado-por su amigo1' I

se retiró al arrimo-de la casa el ex-policía ~ I seguido-de otra-de las pájaras~) ofrece como

se va un ritmo de frase breve, frase amplia, frase breve (no entro en el aspecto de

acentuación); el segundo también de tres ("Lívido-y tembloroso no podía-disimular el

terror71 que la plebeya-justicia-le causaba) con la anticádencia del primer grupo, breve,

y la concentrada fuerza de los dos adjetivos, en función apositiva, contrasta con el segundo,

en suspensión que se resuelve en el tercero más amplio en cadencia. Todo ofrece una

concentración narrativa extraordinaria, por el uso de los ritmos y las construcciones.

Inmediatamente el ritmo descriptivo del suceso ha cambiado. Hay una sucesión de

oraciones en construcción del periodo asindético. El tempo se ha hecho mas rápido; en la

focalización en cada personaje, con uso de las construcciones de gerundio, tan características

también de Galdós, con las modales de participio complementando los verbos en imperfecto,

todo esto da una fuerza expresiva en la que hay una concentrada descripción de una acción

aparentemente caótica. Pero de nuevo hay la actitud valorativamente negativa en la

caracterización de los personajes, con la tonalidad grotesca intensa que hemos señalado

antes (complemento así los excelentes análisis de Kronik), reciben las calificaciones de

"bigardón", "otro gandul con trazas de matarife", "grupos de bárbaros también con aspecto

de matachines", "cuatro de lo más soez cutre". Todas estas calificaciones forman una red

isotópica en la que se despliega una onomasiología densa de palabras de bajo nivel. Esa

insistencia de la voz del narrador, es sin embargo distinta de la actitud expresada en la

perspectiva de los personajes, de Centurión sobre todo, y es una manifestación más de la

actitud de Galdós ante la "plebe". Por eso las referencias a la víctima del suceso, a Chico,

IV CONGRESO GALDOSIANO _

aparecen con más compasión, aunque descrito, así como su mujer, con una carga figurativa

grotesca extraordinaria.

Ahora hay un nuevo cambio de situación narrativa. El espacio se ha reducido de nuevo

a la "cerería"; ahora, dentro del "marco" hay la "escena", o "setting". Tiene un grado de

"inmediatibilidad", pero en ella se establece una transitoria "comunidad de habla". Ahora

debemos observar en esa "comunidad de habla" en una "escena" la relación de "personajes

y espacio". En primer lugar, y utilizando de nuevo la oposición de Panofski entre lo

"iconológico" y lo "iconográfico" , debemos decir que hay un con traste entre la "cerería" cuya

mercancía tiene un carácter religioso (quizás en parte) y la calle, alterada en ese momento.

El primer personaje que interviene es de nuevo Rafaela Hermosilla. Hay un cambio de

"situación narrativa" desde la anterior, que estaba en la perspectiva del narrador, a esta que

es perspectiva de "personaje reflector". y la mimesis responde a la manera galdosiana de

intentar reproducir el habla vulgar, concentrando variantes discrepantes (no son deformaciones

populacheras), yen algun caso como veremos, creando algunas por un proceso de

analogía.

Pasó todo este bestial aparato de venganza y muerte, que observaron desde la cerería

don Mariano y Telesforo, las dos muchachas de mal vivir y don Gabino Paredes con su

hijo Ezequiel. Rafaela Hermosilla, que había visto el asalto de la casa de Chico, lo contó

de esta manera:

-Lleguemos; íbamos con idea de arrastrarle, que es la muerte que merece ... El pillo del

Cano nos dijo: "¡Atrás, populacho!", y no había acabado de decirlo, cuando Perico, el

lañador, le echó mano al pescuezo, y yo y otras le arañamos toda la cara. Daba risa ...

Después le amarraron bien amarradico con cordeles que prestó un mozo de cuerda ... y

entremos; subimos dando patadas y gritos, y nos desparramemos por las salas llenas

de muebles y cuadros ... "¿A quemarlo todo!" Esta fue la voz. ¡Qué risa! Pero Alonso

Pintado soltó cuatro tacos, gritando: "¡Pena de muerte alladrónL .. " Salió esa gran

tarasca llorando acabadita de peinar, ¡qué risa! ... ¡Y cómo chillaba la gran escandalosa!

Que su marido estaba enfermo en cama con la podagra, y que le había pedido el

chocolate... "Señoras y caballeros -nos dijo Alonso Pintado, subido en una silla-,

venimos a hacer justicia, no a Caltar a nadie. Al ladrón busquemos, no a las riquezas

que robó ... No toquéis a estosfaralanes y cornucopios ... Por el tirano de los pobres

venimos. Justicia en él, señoras y caballeros; pero sin alborotar, para que no digan ... "

Yo, me lo pueden creer ... , no alboroté ni cogí nada de lo que hay en aquellas cámaras

tan lujosas, donde el gachó va metiendo lo que rapiña... Pues Alonso Pintado,

Matacandiles, Pucheta, la Rosa y la Pelos, don Jeremías, ChaTJ!las, Meneos, laBastiana

y otras y otros de que no me acuerdo, empujaron puertas, rompieron fechaduras y se

colaron hasta la alcoba en donde estaba acostado el Chico ... No le valió a su mujer decir

que estaba imposibilitado y que le iba a llevar chocolate. ¡Qué risaL .. "Espérense; no

le maten ... Me ha pedido el chocolate ... Está en ayunas ... Se muere ... , se morirá solo ...

Matarle, no." Esto decía la tía Panderetona, que no es mujer de él por la Iglesia, sino

arrimada, como una, pongo el caso, ¡qué risa!. .. Total, que en vilo le levantaron, con

colchón y todo, y de una escalera hicieron las angarillas ... Pepe Meneos trajo un gallo,

le retorció el pescuezo y, desplumándolo delante del Chico, le echaba las plumas,

diciéndole, dice: "Lo que hago con este gallo haremos contigo, ¡ so ladronazo!" ¡Qué risa!

_ BIBLIOTECA GALDOSIANA

Luego salió la procesión que habéis visto ... Pues venía con muchísimo orden, como se

dice ... Pucheta mandaba, que es hombre que sabe del orden y taL ..

Oyendo estas referencias, Centurión tenía un nudo en su garganta, y no acertaba ni a

protestar contra el salvajismo del pueblo.

-¡Ignominia, barbarie! -exclamaba, dando palmadas en el mostrador-o La libertad no

es eso, ¡cojondrios!; no es eso.

Atiendo al indicio que es la forma analógica de los indefinidos "Lleguemos", "entremos",

"nos despaffamemos" que son variantes diastráticas, presentes en el nivel, que llamo ahora,

subestandard, en toda la hispanofonía. Pero siguiendo el decurso del texto, encontramos una

forma "busquemos" (" Al ladrón busquemos") que no es desde luego subjuntiva, sino de

presente (buscamos). Ahora bien esa forma no existe, al menos yo no la he registrado ni

observado nunca¡ si Galdós la hubiera sentido como del presente de subjuntivo no la habría

puesto en cursivas. Los restantes indicios son variantes "Jaralanes" y "cornucopios"

posiblemente de creación galdosiana, aunque posibles. "Naide" y "muchismo" son normales

(aunque quizás muchismo sea muy manchego). En la viva descripción por el personaje,

aparecen los participantes con sus motes, con una gran creación onomasiológica por Galdós,

aunque pudiera haberlos oído.

La respuesta de Centurión es breve y expresiva con un eufemismo ("cojondrios") muy

galdosiano.

Hemos situado los participantes y hemos observado el primer diálogo. En una "constelación

de habla"9 se consideran en un momento determinado el juego del "status" de cada

interlocutor, el "rol" que desempeña en el grupo, la capacidad de socialización, la de

expresarse y hablar. Observamos que en este ámbito limitado, hay una rotura de la situación

social. Si utilizamos otros conceptos comunicativos, diríamos que ha habido una rotura de

la distancia, o del peso del status de ciertos personajes, la irrupción de las mujeres, rameras,

en un grupo que está formado por Paredes el cerero, por Centurión y por Sebo, establece un

cambio de papeles (roles). El del cerero sigue siendo el mismo, parece que nada le ha

conmovido, el de Centurión sigue siendo el de supuesto dirigente de la revolución, como tal

se afirma en su enfático lenguaje, así como en su "status" social. Ha habido una rotura, ya

que en las amenazas por parte de la Zorrera contra Sebo o de la desdeñosa advertencia a

Centurión, se ha invertido la comunicación, y de ser "complementaria" en una situación

social normal, ha pasado a ser "simétrica" 10, a pesar de las imprecaciones que aparecerán.

Sin embargo Centurión intenta restablecer la distancia entre él y su desgarrada interlocutora.

Al decir ésta que su hermana iba conPucheta "terciado el manto, muy bien peinadita" corta

la palabra a su interlocutora y exclama:

-Tu hermana y tú -afirmó Centurión, furioso- sois unas solemnes castañas pilongas,

que después de llevar a los hombres al vicio, les predicáis el orden. ¡Vaya un escarnio!

Orden vosotras, que nunca supisteis con qué se come eso. ¿Qué principios tenéis ni qué

dogmas profesáis para saber lo que es el orden? ¡Idos al infierno con cien mil pares de

cojondrios! Tu hermana Jenara y tú, Rqfa maldita, habéis escandalizado en todo

Madrid, después de escandalizar en las calles del Humilladero, Irlandeses y Mediodía

Grande ... A vuestro honrado padre, el bueno de Hermosilla, le pusisteis a punto de morir

IV CONGRESO GALDOSIANO ,.

de vergüenza ... No os quitaréis nunca de encima el apodo de las Zorreras, que os

aplicaron por ser hijas de un fabricantes de zorros, que también hace plumeros ... Vete,

vete; sigue los pasos de tu hermana, alIado de Pucheta, de Meneos o de otro de esos

matarifes que deshonran la Libertad ... No te entretengas aquí, entre gentes honradas

y hombres de principios ... Corre, y verás cómo ahorcan o fusilan o despachurran al

desgraciado Chico.

En este discurso se entreveran niveles y registros. Los improperios "castañas pilongas"

se complementan con cláusulas sentenciosas, de forma equilibrada "que después de llevar

a los hombres al vicio le predicáis el orden". La sucesión de enunciados del mismo nivel y

de registro moral, se rompe por el "Idos al infiernos con cien mil pares de cojondrios". y ahora

llega a su climax la narración interna de la historia de las dos hijas de Hermosilla "perdidas"

por Gracián. Las referencias a las calles de Madrid escenario de los escándalos de las dos

mozas, ya ajadas, se acumulan. El discurso entrecortado con pausas termina con nuevas

apelaciones a Rafaela para que vaya a ver el fin de Chico. Con ello termina el Capítulo 1.

El comienzo del 11 ofrece un cambio en la perspectiva, una neutralización del violento

discurso de Centurión. La reacción de Rafaela es reirse y preguntar a Don Gabino Paredes:

.. ¿Verdad Gabinico que tú no me echas de tu casa?"

En la contestación del cerero se establece una neutralización de las tensiones, la

interacción queda en estado suspenso. La enunciación del desdentado dueño, hay una

cortesía tópica ("esta humilde tienda"), y después de eso apaciguadamente, habla la otra

compañera de Rafaela. También se la describe con un tono de valoración negativa. En la

mímesis de la enunciación de la "mujerona", hay un reflejo de lengua popular, viva, y con

"razones no mal concertadas" concede el narrador. Indicios vulgaristas son "vostedes" y

"porsupuesto". La primera forma es extraña y no aparece registrada, la más semejante es

vusted existente en zonas americanas. Posiblemente es un hipervulgarismos más de Galdós.

En generallaJumos tiene en su lengua viva una imagen de la historia, en la figura de Chico,

con una perspectiva que completa la imagen que teníamos desde La Revolución de Julio del

Jefe de Policía. En la mímesis de su lengua sólo hay vulgarismos esparcidos como "el izno

de Espartero", o referirse a la muerte de un primo que después de una paliza "dormitó el

alma". Galdós aquí se ajusta a un modelo de lengua popular, los indicios vulgares sirven un

poco a modo de referencia, pero sin que puedan quitar eficacia al tono general de lo que dice

la Jumos. y en la contestación de Sebo este emplea una mezcla de expresiones carcelarias

("se le aplicó de firme el vergajo .. ") con otras de registro jurídico, mezcla propia de la

personalidad del policía. Una de estas últimas provoca el estallido de cólera de laJumos por

su reacción, hecho frecuente en los coloquios diglósicos, ante una palabra que no entiende.

Aparece lo grotesco una vez más cubriendo realidades trágicas:

-No fue así, Pepa/umos; no fue así -dijo Sebo gravemente, poniendo en su acento

todo el respeto a la verdad histórica-o A Simón Angosto se le hicieron los cardenales

y se le aplicó de firme el vergajo porque anduvo en aquellas trapisondas ... , bien me

acuerdo ... , cuando mataron a Fulgosio ... Se le encontró una carta con garabatos

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masónicos y razones en cifra que parecían ... así como un conato de atentado contra

Narváez ...

-Para conatos tú, reladronazo -replicó la mala mujer, roja de ira-o ¿Qué es conato?

-Es intento de delito, delito frustrado ...

-Meftustro yo en ti y en el conato de tu madre. Sales a la defensa de Chico porque tú

eras de los del verg,ajo, que deslomaban al infeliz que cogían.

Tal eres tú como el otro, que ahora paga sus conatas yftustradas ... , y con él te debíamos

llevar.

El juego de adaptaciones diastráticas, verosímil por su frecuencia en el diálogo popular,

con sus derivaciones (conatas,ftustrata) ofrece esa comicidad con que el narrador matiza

la fuerza de la enunciación de la Jumos.

La réplica de Sebo de nuevo está acotada modalmente. El narrador advierte así de la

situación de "posible víctima" que siente el personaje al describirlo "palideciendo". Se inicia

así una unidad unilogal:

-Yo no estoy con él ni estuve 4iijo Telesforo, palideciendo-o Pepajumos, mira lo que

hablas; ten en cuenta que yo, si cumplí mi deber en la Seguridad, luego me dio asco de

aquel oficio y me pasé al partido de los señores generales de Vicálvaro, que nos han

traído la Libertad, verbigracia, la Justicia.

-Justicia contra ti, arrastrao 4iijo Rafaela Hermosilla, terciando en la conversación.

Andate con tiento, Sebito, y no pintes el diablo en la pared, que como te huela el pueblo

hará contigo un conato.

-El amigo Telesforo -indicó Centurión, extendiendo una mano protectora sobre el

renegado de la Policía-es hombre de principios que jamás atropelló al pueblo soberano.

Si alguna vez impuso castigos, fue mirando por el Ornato Público, que llamamos

también Policía Urbana.

El tono de la enunciación de Telesforo es neutralizan te. Con la ilocución que es una

advertencia "mira lo que hablas", intenta restaurar la situación "complementaria" en

voluntad de simular su superioridad; el "ten en cuenta" tiene un tono persuasivo. Se presenta

la referencia a la propia persona: "que si yo" , iniciándose una condicional. Pero aquí de nuevo

se modula el proceso introduciendo un lenguaje ético-político "si cumplí mi deber en la

Seguridad"; hay una línea isotópica en el comportamiento lingüístico del personaje. Después

hay una supuesta confesión personal "me dió asco" y describe su aparente cambio de

"estado", y de nuevo vuelve al registro histórico político, con una una reverencial "los

señores generales de Vicálvaro" con la que quiere afirmar su pertenencia a los vencedores.

y sigue en la misma tonalidad enfática que el narrador destaca poniendo "Libertad" y

"Justicia", aunque unidas por el "verbigracia" de tono cultivulgar. Hay pues una poli tonalidad

en los cambios de registro.

El texto, la enunciación, ha terminado enfáticamente. Se siente el caracter paródico

mendaz del habla de Sebo. El enlace con la enunciación del personaje antafonista, es por el

recurso de repetición, de la palabra final. Pero del vaciamiento semántico, de la "mentira"

que cargaJusticia se pasa a una autenticidad sentida por Rafaela Hermosilla, que de nuevo

toma la palabra, primero con fuerza expresiva pero de función ilocutiva, la operación de

IV CONGRESO GALDOSIANO !ID

reducir a su significado exacto a "Justicia", la refuerza Rafaela con la directa apelación

"arrastrao" que el narrador marca como vulgarismo, aunque la variante ao sea muy general,

así se refuerza el sentido agresivo de la enunciación. Pero se introduce ahora una

advertencia, y sucede en el decurso que aparece ya Sebito, con un valor familiar pero

claramente despectivo. En la perspectiva del narrador se ha afirmado la personalidad de

Rafaela. De su "status" de prostituta o de protagonista de los trágicos acontecimientos que

ella misma describió, se pasa a un "papel" o "rol" en la constelación de habla; el espacio de

intimidad, con una disminución de la distancia física de los interlocutores, causa una

reducción: hay una relación "simétrica", con una "complementariedad" en cierto modo

invertida; en el nivel lingüístico hay de nuevo los rasgos de habla popular, con introducción

de un refrán interesante (no lo he encontrado en colecciones españolas, en su versión

alemana es muy corriente). y de nuevo la referencia paródica a la lengua enfática de

Telesforo, con la burla de conato.

Centurión que toma ahora la palabra, ofrece con su estilo modulado de nuevo por el

narrador mimetizante, que no deja de presentar al personaje en su verdadera personalidad.

Centurión extiende "su mano protectora sobre el renegado de la policía, y aparece hablando

con el registro enfáticamente utilizado del vocabulario ético-político. Aparece el tal usado

"principios", "pueblo soberano" y elabora el discurso con términos administrativos "Ornato

público", "Policía Urbana", en un nuevo tejido de disfraces, con intención de persuadir a sus

interlocutores con el uso de esos términos.

Pero de nuevo interviene la Jumas, personaje reflector de la historia, que con el mismo

juego de variaciones deformadoras de palabras abstractas deshace el argumento manipulador

de uso de términos de caracter enfático.

¡Buenas ornatas públicas nos dé Dios!, y continúa de nuevo en su perspectiva realista

la enumeración de los actos comentados por Sebo.

El tiempo impide que siga analizando estos aspectos del uso del lenguaje en este episodio.

Pero el esquema interlocucional es el mismo. Con esto he querido contribuir al conocimiento

del uso del lenguaje por Galdós, de la plenitud de rendimiento de todas las funciones del

mismo, y al tema general de Historia de la Lengua (que he presentado en el Congreso de

Sevilla) de los dinamismos diasistemáticos en textos de diversa clase.

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Notas

Véase más abajo los rasgos característicos de una constelación de habla.

Franz K. Stanzel, Theorie des Erztihlens, Gottingen, 1982. Cap. 6.

José María Cuesta Abad, "Los espacios de Fortunata": Dialéctica espacio refugio/ espacio

prisión" , en Centenario de "Fortunatay Jacinta" 1887-1987. Actas (Congreso Internacional21-28 de

Noviembre). Madrid 1989,477-484.

Ruth Ronen "Space in Fiction", en Poetics Today (Poetics ef Fiction) Vol. 7, 1986,42-438.

Para la sistematización de las relaciones interactivas entre interlocutores ("partners") es muy

útil Hannappel MelenkAlltagsprache, München 1979.

Se crea una "máscara" de las figuras de estas mujeres. Para lo grotesco en Galdós hay que

recordar una vez más el guiador estudio de John W. Kronik "Galdós and the grotesque", Anales

Galdosianos. Anejo, 1978,39-54. Añado aún que la calificación "mozas del partido" tiene una evocación

cervantesca. pertenece al el narrador.

Es una modalidad sintáctica de añeja tradición en la narración histórica, y de uso frecuentísimo

en Galdós. V. Rolf Olbrich Syntaktisch stilistische Studien über P.G., Hamburg 1937. 101 Y ss.

Estas formas. que pueden aparecer también en variantes las llamé "indicios de elaboración" (se

trata de escritura culta) en un Seminario en Las Palmas en 1987, y han sido utilizadas por Yolanda

Arencibia en sus trabajos sobre variantes en pruebas.

El concepto de "Constelación de Habla" (Redekonstellation) ha sido desarrollado progresivamente

en la socio lingüística alemana, por Habermas y otros. Existen algunas que son ocasionales. Se

considera que en el acontecer que es las interacciones verbales en un grupo hay grados distintos para

la cohesión de los interactores. Así se considera medible, la unidad del lugar, la unidad de tiempo, la

constancia de los participantes. yen la interacción la constancia de la tensión ejercida de unos por otros.

Puede haber en constelaciones ocasionales una alteración de la constancia de los "estatus" y los

"papeles"; aquí hay una inversión de funciones hemos dicho. Pero además hay también una inversión

en los niveles socioidiomáticos. La fuerza la tiene el lenguaje popular, frente al artificioso.

(Orientaciones bibliográficas y más pormenores en Hugo Steger)

"Uber Textsorten und ande re Textklasen". en Textsorten undLiterarische Gattungen, Berlin 1983. 25-67.

10 Los conceptos de comunicación "simétrica" y "complementaria" se debieron inicialmente a

Watzlawick. y han sido desarrollados en forma distinta. La comunicación "simétrica" se establece entre

hablantes que poseen un "estatus" semejante, mientras que en la "complementaria" un hablante

IV CONGRESO GALDOSIANO ,.

depende de otro. Sin embargo en el caso del diálogo entre Centurión y la "zorrera", aquel tutea a esta,

pero no al revés. Para más pormenores véase la obra citada en la nota 5.

\\ Para la época de Galdós es especialmente importante la tesis de María Paz Battaner Arias, Vocabulario

político social en España (1868-1973), Madrid, Anejos de la Real Academia Española, 1977.

\2 Harald Weinrich Linguistik der Lage, Heidelberg, 1968