ANGEL GUERRA, SU VOCACION 11

y SU RELIGION NACIONAL

Ignacio Elizalde

Angel Gue"u es la novela en que Galdós

refleja el catolicismo de su infancia, y, por otra parte, responde a la reacción de cansancio

y ansia insatisfecha que se nota a fin de siglo, y los primeros síntomas de la crisis de la

Ciencia. Nos dirá Galdós por boca de Nazarín:

... en la humanidad se nota la fatiga, el desengaño de las especulaciones científicas y

una feliz reversión hacia lo espiritual. No podía ser de otra manera. La ciencia no

resuelve ninguna cuestión de transcedencia en los problemas de nuestro origen y

destino y sus peregrinas aplicaciones en el orden material tampoco dan el resultado que

se creía. Después de los progresos de la mecánica, la humanidad es más desgraciada,

el número de pobres y hambrientos mayor, los desequilibrios del bienestar más cruelesl

Junto a la novela espiritualista de Angel Guerra vendrán después en la misma línea

Nazarfn, Halma y Misericordia, en muy pocos años. Se advierte en Galdós, como en España,

a fines del siglo XIX, una reacción espiritual. En el mismo terreno espiritual se aprecia una

derivación hacia religiosidad e idealismo, como reacción ante el materialismo egoísta y

vulgar a que ha llegado la cultura burguesa. El panteísmo naturalista del romanticismo que

perdura en el positivo vuelve a revivir. La religión se sublima en la virtud de la caridad, cuyos

máximos representantes en la novelística galdosiana serán Leré, Angel Guerra, Guillermina

Pacheco, Benigna y Nazarín. En Galdós confluirán las dos tendencias, panteísta y positivista,

dentro de la más pura ortodoxia, para desembocar en peculiar forma de neomisticismo. Este,

aunque literalmente revela influencia de la literatura rusa, aparece como indumento

hispano, según se ha escrito, como amalgama de la actividad e individualismo ibérico y el

idealismo estático y soñador de abolengo árabe.

Como advierte Pilar Faus Sevilla2 este cansancio, ante los excesos del materialismo y

cientifismo, y su inmediata reversión hacia los valores espirituales, hacia una mayor

sensibilidad y valoración de la naturaleza, constituye la fuente de inspiración de obras como

el Ongen del pensamiento, de Palacio Valdés, y La ciudad y la sierra, de E~a de Queiroz, que

_ BIBLIOTECA GALDOSIANA

tendrán su versión cinematográfica posteriormente, en la producción genial de Charles

Chaplin, Tiempos modernos.

Angel Gue"a, por otra parte, es el fracaso de la revolución política que corresponde al

desengaño político de Galdós en esa época. De revolucionario político Guerra se ha

transformado en un intento de reformador religioso. Morirá antes de terminar su proyecto,

ya que no era él llamado a esta empresa, pues su religiosidad no era auténtica, causada y

sostenida por el amor a Leré. El llamado será Nazarín, sacerdote ferviente, de vocación más

decidida y sincera.

El tema de la novela es la vocación -<> mejor, pseudovocación- sacerdotal del protagonista.

Angel Gue"a entraña el problema de la vocación en relación con el amor humano y

divino. Trata de encontrar una respuesta a la vida personal, cuando se plantea el problema

de la inclinación a lo sobrenatural de la vocación divina, o a un destino puramente humano.

Vocación en sentido estricto, es la llamada de Dios a una persona para que se dedique

a su servicio, en el sacerdocio o en una orden religiosa. En sentido más lato, no solamente

nuestra ocupación profesional para cumplir nuestro destino en el mundo, sino también el

modo de nuestra realización individual.

Según Ortega y Gasset, la vocación constituye la expresión más íntima del yo. La

vocación es coincidencia con nuestro propio yo y tiene, por consiguiente, un valor de carácter

ontológico: "Sólo se vive a sí mismo, sólo vive, de verdad, el que vive su vocación, el que

coincide con su verdadero sí mismo"3.

Para Julián Marías, el secreto de la felicidad humana está en la perfecta adecuación del

hombre con su vocación y las circunstancias en que se realiza4•

El problema de Angel Guerra es el de la oposición entre la vocación de los dos personajes

centrales: Leré y Angel Guerra. Leré es la llamada por Dios para entrar en la vida religiosa.

Angel quiere realizar su destino en este mundo, casándose con Leré.

La novela tiene tres partes. En la primera, Leré rechaza la propuesta de matrimonio y

anuncia su voluntad de entrar en un convento. En la segunda, Leré acepta los planes de

Angel, de realizar una fundación nueva con la condición de que se haga sacerdote. En la

tercera, Angel muere creyente, gracias a Leré, yen virtud de ella hace objeto de su amor a

toda la humanidad desamparada.

La voluntad de Angel Guerra de alcanzar una vida de perfección es por amor a Leré. Su

vocación es una desviación impuesta por la pasión del amor humano. Casado, su director

espiritual, le dice que la suya es una "vocación contrahecha" y que su inclinación a la vida

mística no tenía más fundamento que el misticismo de la persona de quien estaba

enamorado. Guerra le confiesa a Leré:

La solución sería que yo también me volviera místico como tú, y que a lo místico nos

casáramos!' .

Es decir, una amistad angélica, a la manera que ha existido entre los santos.

El amor de Angel por Leré se halla condicionado por el signo de la imposibilidad. La

profesión de este amor imposible se traduce en un culto religioso. El místico acercamiento

del amante a Jesucristo tiene como objeto real la persona misma de Leré. Es decir, la imitación

IV CONGRESO GALDOSIANO _

de Jesucristo constituye una verdadera imitación a la amada, como escribe Gustavo

Correa6•

Angel y Leré se mueven en dos órbitas distintas: el amor humano y el amor divino. Angel

trató de penetrar en la órbita del amor divino, pero sin lograrlo plenamente. Angel Guerra

expone una teoría determinista de la conducta humana, cuando en posesión de sus riquezas

heredadas siente que sus ideales revolucionarios ya no son los mismos.

Angel sucumbe a la tentación del matrimonio humano que se realiza en sueños al final

de su vida. El ángel que gue"eó (Angel Guerra) con tanto ahinco, como afirma Gustavo

Correa7, perdió la batalla del dominio total sobre los instintos de los propios apetitos. Su

constitución biológica no le permitió realizar la vocación del misticismo. Angel Guerra

experimentó una transformación fundamental en su persona y en sus propios ideales, en

virtud de la presencia de la amada.

. La conquista final de Angel Guerra fue, por consiguiente, la aparición en su alma del

sentimiento religioso, realzado por la voluntad de ayudar a todos los hombres con el ejercicio

de la caridad. El ideal revolucionario de antaño no había desaparecido. Pero ya no eran los

procedimientos anarquistas el instrumento para forjar la nueva sociedad. En sus empeños

quiméricos de fundación se hallaba el ideal de un cristianismo primitivo con el retorno a la

fraternidad pura, dentro de la doctrina pura de Cristo. Según Guerra, la práctica de "las obras

de misericordia en espíritu y letra, sin distingos ni atenuaciones" habían de ser una

"verdadera revolución social". No son, pues, las especulaciones de orden filosófico o político

las que han de crear la sociedad utópica del futuro, sino la práctica de la hermandad humana,

expuesta en el evangelio.

Este proyecto germinaba gracias a las semillas plantadas por Leré. En varias ocasiones

reconoce Angel la paternidad y origen de sus planes. La absorción de Angel por Leré domina

no sólo en el ámbito de las ideas, sino que se extiende a todo el ser espiritual y religioso. La

vocación de Angel fue un amor irreductible a la monja Leré, el cual dio sus frutos fecundos

en su espíritu, en virtud de su incapacidad de realización. A través de este amor humano no

realizado, Angel experimentó una transformación fundamental en su personalidad y logró

presentir el secreto del amor de Dios que se hallaba fuera de su alcance.

Angel del Río, profundo conocedor de Galdós, ha señalado como característica ideológica

fundamental suya la tendencia conciliadora, clave de su arte novelísticos. Pero toda

conciliación supone antes una lucha. Angel Guerra materializa la historia de esa lucha. Por

tal razón Angel Guerra, es un personaje clave en la evolución de la novela galdosiana.

El gran acierto de Galdós, desde el punto de vista psicológico, es hacernos asistir a la lucha

dramática que se libra en el hondo de la conciencia del personaje. El error de Angel Guerra

es vivir como vocación eclesiástica lo que es vocación espiritual. Francisco Ruiz ha querido

ver transpuesto al plano nacional, este estado psicológico espiritual. El desequilibrio

fundamental de la sociedad española -afirma- es querer vivir según lo que no se es9• Por

otra parte, refuta la interpretación de Casalduero 1o, quien escribe que todo elemento religioso

de la tercera parte se debe "al esteticismo de fines de siglo, que se acerca a Roma en busca

de una belleza espiritual".

El fmal de la novela es la muerte de Angel Guerra. Esta muerte, ¿es un hecho ambiguo? ¿El

novelista mata a su creatura porque no sabe qué hacer con él? ¿Es injustificable su muerte?

_ BIBLIOTECA GALDOSIANA

Francisco Ruiz Ramón examina las posibles soluciones que al novelista se le ofrecían

fuera de la muerte del protagonista 11.

1) Podía haberse casado con Leré. No es posible, porque hubiera atentado contra la

vocación de la hermana Lorenza y destruiría la lógica novelesca del personaje. Al hacerla

religiosa -ya había profesado- Galdós descarta esta solución.

2) Que Angel hubiera renunciado simplemente a su vocación eclesiástica. y también a

Leré. Entonces se hubiera convertido en un personaje trágico. Esta posibilidad ya fue

vislumbrada y rechazada en un momento crítico. ¿Adónde voy yo ahora con mi persona,

solo, sin familia, sin afecciones? ¿Hubiera sido una buena conclusión? Angel Guerra hubiera

exigido al autor una cuarta parte. La muerte de Alonso Quijano tiene especial parecido con

la muerte de Angel Guerra. Ambos caballeros deben morir, cuando despiertan del sueño de

la imaginación. La muerte es la única solución definitiva para los dos.

3) Que Angel Guerra se convierta en un sacerdote normal, sumiso, sin problemas.

Entonces el personaje se esfumaba automáticamente, contradiciendo su propia estructura

psicológica. Sería una solución falsa y un fracaso de la novela.

4) Hacer de Angel Guerra un sacerdote rebelde, cismático. en este caso hubiera seguido

vivo el amor por Leré. Y un sacerdote cismático enamorado de una monja católica, no es la

solución mejor ni más hermosa, para un novelista de la talla de Galdós, que escribía en 1890

y no en 1830. Tales finales en España no podían gozar de ningún favor.

Por consiguiente, podemos decir que Galdós acertó al elegir la muerte de Angel Guerra.

Además, ¿por qué no aprobar las palabras de Angel Guerra:? "Acepto la muerte como

solución única, pues no hay ni puede haber otra". Esto no es admitir una solución forzada,

ni que el novelista la acepte, porque se encuentra en un callejón sin salida. El que se

encuentra en él es Angel Guerra. A ese callejón sin salida lo ha llevado Galdós con plena

conciencia de lo que hacía. La muerte es el más ejemplar de todos los actos del luchador Angel

Guerra. Ante las" evidencias de la muerte" descubre la desilusión de la vida, de la suya propia.

Pero el aspecto que ahora más nos interesa de Angel Guerra es su deseo de fundar una

nueva religión, propósito que aparecerá también en Halma. Naturalmente este proyecto está

dentro de la línea ápostólica de su vocación sacerdotal. El impulso creador le viene de Leré.

En la esfera del pensamiento -dice Angel Guerra- yo no soy, sino ella .. Ya lo ve usted:

me da forma, como si yo fuera un líquido y ella un vaso que me contienel2•

Sus ideas venían en forma fecundan te de la mujer amada. El matrimonio ansiado -afirma

Gustavo Correa- se había realizado en el dominio del espíritu, con un trueque de las

funcionp J del hombre y de la mujer:

La iniciativa o germen de esta acción partía de su amiga, encarnándose luego en la

mente de él y revistiéndose de la substancia de cosa práctica y real. Trocados los

organismos, a Leré correspondía la obra paterna, y a Guerra la gestación pasiva y

laboriosa. El proyecto de fundación será Leré reproducida en la realidad!:;.

IV CONGRESO GALDOSIANO mi

A esta nueva religión le llamará dominismo. "Ensueño dominista", titula Galdós uno de

sus capítulos. Sería una comunidad de hermanos, una especie de anarquismo religioso ideal

que significaría la vuelta a la Edad de Oro del cristianismo, sin ninguna forma de

organización estatal, que encarnará la caridad. Esta congregación religiosa tendría por fin

"amparar al desvalido, sea quien fuere; hacer bien a nuestros enemigos; emplear siempre el

cariño y la persuasión, nunca la violencia; practicar las obras de misericordia". Este instituto

dominista defendería a diferencia de los otros, la libertad y la vida común sin distinción de

sexos. Intentaría igualmente un renacimiento espiritual de la nación. Galdós desengañado

de la política, la filosofía y la economía, cree que solamente la religión podrá conseguir una

transformación de la sociedad.

Guerra había llegado a admirar a los jesuitas y a comprender su irresistible fuerza de

catequización, pero no quería entrar en su orden ...

Me quitarían mi indiviudalidad; perderé en el seno de la orden toda iniciativa y la

iniciativa es parte integrante de la resolución que he tomado. Porque yo me consagro

a Dios en cuerpo y alma... pero quiero entederme directamente con El salvo la

subordinación canónica y mi incondicional obediencia a la Iglesia; quiero

conservar dentro de las filas más libertad de acción que la que tiene el soldado

raso I4 •••

En su nueva fundación la libertad es nota esencial, en contra de las órdenes religiosas

anteriores. "Libertad completa. No hay rejas ni aun para las personas profesas. El pueblo,

la humanidad que padece física o moralmente entra y sale a gustos de cada individuo" 15. Pero

en lo fundamental quiere seguir la doctrina pura de Cristo y las instituciones de los primitivos

fundadores. Como en las antiguas órdenes religiosas en la institución de Angel Guerra se

pronunciarán los votos, tendrán su hábito, podrán llevar vida contemplativa, aunque su

misión principal será "el consuelo y alivio de la humanidad desvalida, según la actitud y los

gustos de cada cual"; se someterán al derecho canónico, tendrán un nombre sus casas,

Domas Domini, y cuando crezcan, Civitates Dei, y sus miembros se llamarán doministas. En

lo que se refiere a la vida común hace excepción mezclando ambos sexos, aurulue en

departamentos independientes, con "incomunicación absoluta en lo que se refiere a la vida

interior". Pero asisten juntos al culto y podrán reunirse en ciertas horas en una sala o

locutorio, donde dialoguen con libertad.

A Galdós se le ha achacado su poca preocupación por los problemas sociales. Sin

embargo, observamos que Angel Guerra está hondamente preocupado por el aspecto social

de la nación en su religión. Con ella quiere transformar a España, cosa que no ha conseguido

la política ni la filosofía. La política, escribe en Nazarín, "dio de sí todo lo que tenía que dar"

y la filosofía es "un jugo de conceptos y palabras tras el cual está el vacío". Galdós se refiere

seguramente a la filosofía positivista. Ortega y Gasset dirá que la segunda mitad del siglo

XIX se caracterizó por su antifilosofismo. En Halma añadirá el fracaso de la economía. Pero

primero juzga necesario destruir la sociedad para salvarla. Sus estructuras gastadas

necesitan ser cambiadas por otras nuevas y "con la aplicación rigurosa de las leyes de la

caridad, que Cristo Nuestro Señor nos dio ... , traerá de fijo una renovación completa de la

.1;!;) BIBLIOTECA GALDOSIANA

sociedad". No encuentra nada perfecto en un mundo que amenaza ruina. La solución será

"el espiritualismo encarnado en los materiales de la existencia".

Su exacerbado nacionalismo le llevará a rechazar todo lo que venga de fuera, incluso las

devociones.

Esa invasión de hermandades de extranjis es una humillación para nuestro país. Ya me

va cargando a mí tanto Sagrado Corazón, tanta María de Alacoque, Bernardette y qué

se yo qué ... ¿no es una vergüenza que se haya despertado esa devoción de la Virgen

de Lourdes, con romerías estrepitosas ... mientras que nadie les dice nada a nuestras

gloriosas advocaciones del Pilar de Zaragoza y del Sagrario de Toledo? ¿Y dónde me deja

usted la venerable Guadalupe? Ya que España, en todos los órdenes, parece moribunda,

renazca ~iquiera en el religioso, en que ha picado tan alto 16

Robert Ricart ve en la orden reformista de Angel Guerra con este matiz nacionalista,

compartido también por Casado, su director espiritual, una orden española que se oponga

a las extranjeras, reflejo del nacionalismo de Galdós. Así se devuelve a España esa potencia

espiritual que tuvo en otras épocas.

Vera Colin17 encuentra muchos puntos de semejanza entre la utopía religiosa de Angel

Guerra y la de Tolstoy. Guerra está profundamente convencido que hay que llevar a la

práctica la doctrina de Cristo. Guerra, como Tolstoy, cree que ni los políticos ni los filósofos

podrán realizar una transformación de la realidad, en beneficio de todos. Los dos aceptan

totalmente estos tres mandamientos: no juzgarás, no te defenderás por la violencia, no harás

la guerral8• y creen que su práctica podría revolucionar la sociedad. Afirman igualmente que

la Iglesia no ha practicado la doctrina de la caridad l9•

No, la Iglesia no practica la caridad más que en la parte que le conviene, para sostener

su organización temporal. Yo me río de la organización temporal de la Iglesia y mis

ciudades son de una consistencia indestructible20•

Tolstoy y Angel Guerra excluyen a los militares y a los políticos para la realización de su utopía.

Yo no pronunciaré discursos, yo no echaré mi voto en una urna, yo no emplearé un

arma, ni aun la más inofensiva. Mi misión es practicar las obras de misericordia

estrictamente, a la letra. Dentro de algunos años, verán si hay muchedumbre alIado

mí021 •

El ideal de los dos condena el régimen de gobierno existente, la propiedad privada y la

vida de familia. Estas instituciones deben de destruirse para crear otras nuevas22•

Finalmente, coinciden los dos en el anulamiento de la personalidad. Al oir que Guerra dice

a Arístides que debe "anular su propia personalidad y no ver más que la del prójimo"

advertimos la influencia de Tolstoy, ya que Galdós siempre entiende el progreso espiritual

en relación con la propia pesonalidad, sin ahogarla.

Sin embargo, en el sueño dominista de Angel Guerra encontramos elementos que no

están en Tolstoy y que son auténticamente hispanos. Por ejemplo, la decisión de abandonar

IV CONGRESO GALDOSIANO _

el mundo y hacerse sacerdote; la facilidad en desechar sus escrúpulos y aceptar los

mandamientos de la Iglesia; su deseo de morir por un ideal; la aceptación para su utopía de

una administración social, del arte y de la cultura; la creencia de que la cristianización del

mundo se realizará por medio de una renovación de la Iglesia bajo un Papa español.

y llegamos a un aspecto importante de la fundación de Angel Guerra, lo que Scatori ha

llamado la heterodoxia hispana23• El exaltado reformador lleva su sueño a crear una Iglesia

nacional, incluso independiente de la de Roma, tal vez como reacción a la corrupción

existente en la Iglesia romana y su esperanza en una Iglesia española.

Yo no entraré en una familia eclesiástica con miras cismáticas ni rebeldía; yo seré uno

de tantos en el orden canónico. Pero el dominismo está conmigo, planta magnífica que

echará hojas y ramas, y pronto será un árbol corpulento ... ¿Cree Ud. hablando en

confianza, que la actual unidad de la Iglesia podrá subsistir desde el momento en que

el suelo de nuestra nación eche de sí un árbol tan hermoso como éste, cuya semilla va

a caer en tierra? No diga Ud. que no. Veo para dentro de un plazo no muy largo ... la

emancipación de la Iglesia española, la ruptura con esa Roma caduca, y el establecimiento

del papado español...24.

Aparte de la contradicción que encontramos en ese párrafo, al afirmar, al comienzo, que

no tendrá miras cismáticas y proclamar el cisma, ha sido estudiada esta concepción que

Galdós pone en boca de Angel Guerra. Cuando su interlocutor, el cura Casado, se escandaliza,

le tranquiliza asegurándole: "Yo creí que Ud. no se asustaba de una apreciación histórica,

de una profecía, pues todos somos algo profetas. Mi cisma es puramente especulativo ... Lo

que le dije fue una apreciación pura de historiador o filósofo". Esto no convence a nadie.

Quizá Galdós pensó en la vieja tradición regalista española o en hacer una Iglesia nacional

a imitación en Inglaterra. ¿Podría pensarse en la influencia de los curas liberales de las Cortes

de Cádiz? ¿O en la influencia del canónigo canario, Graciliano Afonso, (1775-1861)

partidario de la fundación de una Iglesia nacional?25. Hacía treinta años que había muerto,

cuando Galdós escribe esto. Pero no se puede descartar esta influencia.

Ricard ha estudiado otras publicaciones más próximas a Angel Guerra26• En 1902 sale

a luz una encuesta dirigida por Joaquín Costa, en la que se preguntaba sobre Oligarquíay

caciquismo como laJorma actual de gobierno en España: urgenciay modo de cambiarla.

Bretón el conocido autor de La verbena de la Paloma, cree que todo va mal en España y si

todo va mal, la culpa es del clero. "¿Remedios? Desligarse de Roma y nacionalizar la

Iglesia ... " Baroja publica Camino de perfección ese mismo año. En el cap. 28, en una

conversación que sucede en Toledo, Baroja escribe: "En tiempo de agitación -concluyó

diciendo el médico- este arzobispo sería capaz de hacer independiente de Roma la Iglesia

española y erigirse Papa. Se habló de las ventajas que esto tendría para Toledo, y después

se discutió si esta ciudad tenía verdadero carácter místico ... "27. Otras veces nos hablará en

Momentum catastrophicum y en Intermedios de la famosa república del Bidasoa, sin moscas,

sin frailes y sin carabineros28• Entre los párrafos de Galdós, de Bretón y de Baroja se advierte

la crisis de 1898, con un matiz anticlerical. De 1890 a 1900, existe en España una minoría

que era partidaria de la ruptura de la Iglesia española con la Santa Sede, comparable a la

Iglesia de Inglaterra29•

_ BIBLIOTECA GALDOSIANA

Hace unos años Angel del Río escribió sobre la tendencia jansenista de Jovellanos,

parecida a la actitud política jansenista de Graciliano Afonso, y de los intelectuales

contemporáneos. Si el jansenismo no tuvo en España en lo puramente dogmático sino

repercusiones superficiales, tuvo, en cambio, mayor repercusión de lo que muchos historiadores,

entre ellos Menéndez Pelayo, han admitido como causa de ciertas actitudes con

respecto a la política eclesiástica, a la orientación intelectual y al reactivo moral frente a la

corrupción de que participaba la corte, las universidades y ciertos cuerpos privilegiados de

la Iglesia. Añade Angel del Río:

Hubo en los intelectuales de entonces una tendencia, complemento del legalismo

administrativo de un Roda o un Campomanes, hacia la emancipación de la Iglesia

nacional del poder de Roma; un hispanismo eclesiástico, que tornaba ojos nostálgicos

hacia la pureza del cristianismo antiguo, y de un deseo fervoroso de establecer una

austera disciplina moral en la Iglesia, apartándola de la excesiva participación en

asuntos temporales, ajenos a su propia finalidad30•

Nos podríamos preguntar ahora hasta qué punto estas ideas de Angel Guerra, responden

a los deseos íntimos de su autor. Es el problema que se plantea en toda novela: la

identificación o no de los personajes con el autor. Ya hemos dicho que la novela responde

al desengaño político y filosófico de Galdós en esa época. El espiritualismo que vemos en

Angel Guerra se ve confirmado con un artículo del autor, publicado en 15 de abril de 189031 •

La segunda parte de Angel Guerra fue escrita entre abril y diciembre de ese mismo año. Hay

dos notas de esa nueva institución que quiere fundar el protagonista que Galdós llevaba muy

dentro de sí: la caridad y libertad, virtudes muy fundamentales en las que se basa la utopía

de Guerra, y el carácter nacionalista de la orden que también responde, como hemos visto,

a un movimiento minoritario de fines de siglo XIX, entre los intelectuales españoles, y del que

participaba Galdós. Otros matices, como la impersonalidad de sus miembros en servicio de

los demás y ciertas actitudes pasivas, extremas, de no violencia o de posturas excesivamente

canónicas y ritualistas no armonizan con la idiosincracia de Galdós.

IV CONGRESO GALDOSIANO 111

Notas

I O.C.V. p. 1785. Citaremos siempre por esta ed. Aguilar, Madrid, 1942.

2 La sociedad española del siglo XIX en la obra de Pérez Galdós, Valencia, 1972, p. 242.

3 O.C.IV., Madrid, Revista de Occidente, 1947, p. 138.

4 Introducción a laJilosifia, Madrid, 1960, p. 386.

s Op. cit. p. 1. 328.

6 El simbolismo religioso en las novelas de Pérez Galdós, Madrid, Gredos, 1974, p. 159.

7 Op. cit. p. 162.

8 Estudios Galdosianos, Zaragoza, 1953, p. 68.

9 Francisco Ruiz Ramón, Tres personqjesgaldosianos, Madrid, 1964, p. 118.

lOOp. cit. p. 94.

tt Op. cit. pp. 121-122.

12 O.C.V. p. 1.575.

13 Op. cit. p. 1.411.

14 Op. cit. p. 1.470.

15 Op. cit. p. 1.511.

16 Op. cit. p. 1.513.

17 Vera Colin, "Tolstoy andAngel Gue"a", en Galdós Studies, ed. Tamesis Books Limited, London,

1970, pp.114-136.

18 En la interpretación de San Mateo (5, 38-39), "Pero yo os digo ... si alguno te da un bofetón en

la mejilla derecha, preséntale la otra, encontramos la regla más importante que Angel Guerra impone

en su religión. Dice Casado: "lo único que debo añadir es que en esta casa de Dios se prohibe castigar

al prójimo, aún en defensa propia. El que recibe algún ultraje de palabra o de obra, se aguanta y espera

más. Se ha dicho no matarás y hay que cumplirlo ala letra" O.C.V. p, 1.551. " ... no matar. .. no castigar,

no defenderse, no alegar ningún derecho ... sucumbir siempre ante la ingratitud o la violencia, O.C.V.

p. 1.565.

19 Naturalmente es una exageración esta negativa total de la caridad en la Iglesia.

20 Op. cit. p. 1.554.

21 Op. cit. p. 1.555.

22 "Pues qué, ¿hay quién se atreva a declarar perfecto el estado social ni aún en las naciones

cristianas, ni siquiera en las que obedecen al sucesor de Pedro? ¿No estamos viendo que todo ello es

_ BIBLIOTECA GALDOSIANA

un edificio caduco y vacilante que amenaza caer y cubrir de ruinas la tierra? La propiedad, la familia,

los poderes públicos, la administración, la Iglesia, la fuerza pública, todo, todo necesita ser deshecho

y construido de nuevo" O.C.V. p. 1.555.

23 Stephen Scatori, La idea religiosa en la obra de Benito Pérez Galdós, Toulouse, 1926, p. 72.

24 Op. cit. p. 1.557.

25 Cfr. Alfonso Armas Ayala, Graciliano AJonso. Un diputado canario, en las Cortes de 1821 ... En

Anuan'o de Estudios Atlánticos, n. 3 pp. 387-451.

Robert Ricart, en su interesante libro L 'Evolua'on spin'tuelle de Pérez Galdós (Paris, 1959), cita

como posible influencia la de ese eclesiástico el cual "fut en Espagne un des champions les plus ardents

du régalisme et du jansenisme politique, un défenseur convaincu des conclusions de synode de Pistoia

et un adversaire assez résolu de la primauté romaine pour envisager la fondation d'une Eglise national",

p. 17. Demuestra que Galdós conocía a su compatriota.

26 Robert Ricard, Aspects de Galdós, París, 1963, pp. 86-88

27 En esta época fueron arzobispos de Toledo: el arzobispo Payá y Rico (1886-1891), Monescillo

(1892-189 7), Sancha (1898-1909). Pero ninguno de ellos responde a las intenciones de Baroja. Sin

embargo, se puede suponer que el novelista piense en Sancha, ya que quiso hacerle una visita con Azorín

para presentarle algunas cuestiones. Aunque sabemos la libertad de Baroja para cambiar la realidad

histórica.

28 Momentum catastrophicum, O.C.V. p. 385; Intermedios, V. p. 685.

29 Robert Ricard estudia la relación de esta concepción con la tradición toledana, basada en la obra

de Manuel Criado de Val, Teoría de Casalla la Nueva, Madrid 1960. Criado del Val se esfuerza en poner

en claro el carácter de Castilla la Nueva, cuya capital es Toledo. Representa una tradición distinta de

la Castilla la Vieja con su capital en Burgos. Toledo era la capital religiosa y política durante la monarquía

visigótica y después de la invasión de los musulmanes recibió una población bereber que coexistía con

los judíos y los mozárabes. Por eso Toledo se constituyó en hogar del mozarabismo contra la política

de Alfonso VI que con la ayuda de los monjes de Cluny poseyó un espíritu centralizador.

30 Angel del Río, Introducción a jovellanos (Obras escogidas). Clásicos Castellanos, Madrid, 1955,

t. l. p. LXXX.

31 Francisco Ruiz Ramón reproduce un párrafo. Al ocuparse de la cuestión social, escribe Galdós:

"no es de fácil arreglo por los medios que conocemos, ni por los procedimientos políticos, ni por los

morales. El espiritualismo es el que más se acerca a una solución, proclamando el desprecio de las

riquezas, la resignación cristiana y el consuelo de la desigualdad externa por la igualdad interna, o sea

la desviación augusta de los destinos humanos en el santuario de la conciencia, ("EI1 de mayo" en Obras

inéditas, Polía'caespañola, vol. 4 t. 2, Madrid, 1923, pp. 273-74), Trespersonqjesgaldosianos, p. 112.