LOS SUEÑ OS EN LOS CUENTOS
DE GALDOS
Oswaldo Izquierdo Dorta
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"Para Galdós, soñar no es separarse de la vida, sino entrar en ella por otra puerta, a
través de cámaras sombrías, un instante iluminadas por el rayo de luz del soñador. "1
l. INTRODUCCION
1.1. Los sueños y su utilización en la literatura
El sueño, en sus diversas manifestaciones, ha sido un recurso ampliamente utilizado a
lo largo de la historia de la cultura: Gilgamés, El Viejo Testamento, El Corán, La Ilíada, Las
Mil y una Noches, Don Quijote, La Regenta, Ulises, ... , son algunos testigos de su empleo
a través de cuatro mil años de literatura occidental.
Aunque usamos la palabra sueño en su sentido más amplio, e incluye, además de los
sueños ordinarios, pesadillas, sonambulismo, estados crepusculares, insomnios, soliloquios,
fantasías y alucinaciones, vamos a estudiar, especialmente, el uso de los sueños
ordinarios en los relatos cortos de Galdós.
¿De dónde vienen los sueños? Mientras los griegos les atribuían una procedencia
externa, limitándose los hombres a ser meros receptores, cajas de resonancia, y era necesario
acudir a los dioses para su interpretación, la tradición esotérica, siguiendo la doctrina hindú
de los tres niveles, conocía la división del pensamiento en subconciencia, conciencia y
sobreconciencia. Sin embargo, ha sido necesario llegar hasta finales del XIX y principios del
xx, pasando por SchopeJ1~3.uer, Hartmann, Freud y Jung, entre otros, para abordar el
psicoanálisis del inconsciente.
La importancia de los sueños"tanto en la vida real como en la literaria, es obvia, por ser
la vía natural de escape del universo soterrado del subconciente, "matriz del espíritu humano
y de sus invenciones", según Jung.
De todas formas, los estudios literarios llevados a cabo por psicoanalistas tienen un valor
relativo, ya que, si bien ayudan a comprender la literatura tienden más al análisis del autor
que al de la obra de arte.
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1.2. El misten'o y los cuentos
Al ser los sueños,íntimamente ligados a la mente humana, tan antiguos como el hombre
mismo y los cuentos tan viejos como la palabra y el gesto, es lícito suponer entre ellos una
estrecha relación que se pierde en el fondo de los tiempos.
Si la muerte, tránsito entre la vida terrena y la sobrenatural, ha sido calificada como el
sueño definitivo, es lógico considerar al sueño temporal como un túnel que nos permite
vislumbrar la orilla del misterio.
En esta línea se hallan las opiniones de Francisco Ayala con respecto al cuento, al que
considera
"Como forma de interpretación y revelación del misterio, anterior a toda literatura. y
en cuanto a género literario, si ha de merecer que se lo tenga por tal, mantendrá en
alguna medida ese elemento enigmático que en seguida se advierte en los relatos del
folklore. Sólo cuando nos encontramos ante una estructura verbal organizada en
función del núcleo cuyo sentido apunta hacia el misterio, reconocemos la presencia
de un verdadero cuento. "2
2. LO ONIRICO EN LA OBRA DE GALDOS
2.1. El subconsciente en la literatura realista
El escritor realista no puede tener la consideración de tal si se permite ignorar uno de los
dos aspectos que conforman, íntimamente relacionados, la compleja totalidad del ser
humano. Por ello no debe sorprendernos la frecuencia con que aparecen, en las obras de
Galdós, hechos o personajes extraños que nos permiten vislumbrar la vertiente oscura de la
realidad.
Para evitar que una obra literaria se limite a patinar por la superficie de la vida, es
necesario efectuar catas en la interioridad de los personajes, buscando claves y matices que
nos acerquen a los entresijos del alma humana.
Galdós, escritor realista, no en el sentido plano y simple del término, sino en el profundo
y pluridimensional, que se movía siempre entre la realidad histórica y la realidad interna,
no podía ser ajeno a la utilización de este recurso. Para Ricardo Gullón
"Hay un mundo oscuro, un mundo del que no tenemos conciencia exacta ni podemos
tenerla a través de la razón y del examen lógico de los acontecimientos y las situaciones.
Este mundo está integrado en el orbe novelístico galdosiano con todos sus caóticos
elementos: es el mundo de lo inexplicable, de lo maravilloso ...
En ese mundo de lo secreto entran sueños, alucinaciones, insomnios y también
extraños seres deambulantes como espectros en un plano cuyo sentido no comprenden:
locos, anormales y extravagantes. Todo lo que no es vida ordinaria; lo dificilmente
discernible e irreductible a sistema; lo que resiste a las tentativas de ordenación en los
estamentos reconocidos. "3
IV CONGRESO GALDOSIANO _
2.2. Los sueños desde la perspectiva de los personqjes
Conscientes de su valor relativo, no obstante, vamos a traer opiniones de algunos
personajes galdosianos para, en cierta manera, aproximarnos al concepto que Galdós tenía
de los sueños:
Benina: "Lo que uno sueña, ¿ qué es? Pues cosas verdaderas de otro mundo que se
vienen a éste ... " . "Los sueños, los sueños, digan lo que quieran, son también de Dios;
¿y quién va a saber lo que es verdad y lo que es mentira?"4
Fortunata: "¡Qué cosas hay, pero qué cosas! Un mundo que se ve y otro que está debajo
escondido ... y lo de dentro gobierna a lo de fuera ... "5
El conde de Albrit: "Sueño ha sido; mas no debemos despreciar los sueños como obra
caprichosa de los sentidos ... Es que el mundo espiritual, invisible, que en derredor
nuestro vive y se extiende, posee la razón y la verdad, y por medio de imágenes, por
medio de proyecciones de lo de allá sobre lo de acá, nos enseña, nos advierte lo que
debemos hacer ... "6
2.3. Los sueños en las novelas
Aunque era evidente para cualquier lector de Galdós la importancia de los sueños en la
obra de éste, y ya había sido resaltada por varios especialistas en la misma, entre otros,
Schulman7, que clasifica los cuentos como sueños (de locura, de inocencia, alegóricos y del
autor). Shoemaker: "El sueño es uno de los instrumentos más familiares en la ficción de
Galdós. Es escasa la novela que no tiene al menos un sueño. "7 Y Madariaga:
"En Galdós los sueños no son meras tretas de melodrama, sino que, por el contrario,
se hallan íntimamente ligados a los movimientos psicológicos del personaje que los
sueña y actúan como erupciones de la subconciencia que arroja a la superficie informes
fragmentos de los materiales que se ocultan en sus profundidades. En todo este aspecto
de su labor, Galdós se anticipa al psicoanálisis"9
No obstante, ha sido necesario el amplio estudio de Schraibman 10, fundamental para este
tema, así como los artículos de Chamberlin 11, Y de Gillespiel2
, para precisar el elevado índice
de utilización de los sueños en las novelas de la primera época y en las novelas contemporáneas,
en un periodo que se extiende a lo largo de cuarenta y cinco años, desde La sombra
(1870), hasta La razón de la sinrazón (1915).
El recurso del sueño aparece en veintinueve de las treinta y una novelas analizadas por
Schraibman. Las excepciones son Torquemada en la hoguera (1889), y Torquemada en el
Purgatorio (1894).En esas veintinueve novelas, se han utilizado ciento setenta sueños. Su
frecuencia decrece a partir de Angel Guerra ( 1891 ), ya que en las once novelas posteriores
sólo se detecta este elemento en treinta y una ocasiones.
Parece no haber ninguna relación entre el tipo de novela y la incidencia del sueño; pero
sí existe una relación directa entre la longitud de la novela y el número de sueños.
(NI:) BIBLIOTECA GALDOSIANA
En cuanto a la forma en que se presentan, si son relatados por el autor o puestos dentro
del pensamiento o de las palabras de los soñadores, siempre siguiendo a Schraibman, parece
variar tanto cronológicamente como con el tipo de novela en la que se emplea. Con las
excepciones de los utilizados en La sombra y en LaJamilia de León Roch, todos los de la
primera época son narrados por el autor omnisciente. En las dialogadas, un personaje cuenta
a otro su sueño, sin embargo, a veces, se revela en un soliloquio.
Aunque algunos sirven para más de una función, ciento cuarenta y cuatro son utilizados
para la caracterización de personajes, y aspiran a dibujarlos, en todas sus dimensiones, hasta
las profundidades. De ellos, ciento veinte y uno se refieren a personajes mayores y veintitrés
a personajes menores.
Cuarenta y dos sirven, principalmente, para ayudar a describir partes del argumento, y
han sido clasificados en sueños de anticipación (veintiuno), de desarrollo (doce), y de
recapitulación (nueve).
3. LOS SUEÑOS EN LOS CUENTOS DE GALDOS
3.1. Origen
Para centrarnos en los sueños ordinarios, hemos seleccionado los relatos breves en los
que aquéllos se manifiestan de forma más evidente. Son éstos: La novela en el tranvía, La
mula y el buey, La princesa y el grampa, ¿Dónde está mi cabeza?, Theros, Celín y
Tropiquillos.
Las causas inmediatas que desencadenan el sueño del personaje pueden ser el cansancio
físico,el dolor por la pérdida de un ser querido, la embriaguez o el vuelo libre de
la fantasía.
Como efecto del cansancio, lo encontramos en los capítulos VIII, IX Y X de La
novela en el tranvía, desarrollado en cuatro momentos sucesivos: "cierto mareo
que degenera en sueño", "estado letargoso", "dormirme profundamente" y "desperté"
.
" Andando, andando, el coche seguía, y ya por causa del calor que allí dentro se sentía,
ya porque el movimiento, pausado y monótono del vehículo produce cierto mareo que
degenera en sueño, lo cierto es que sentí pesados los párpados, me incliné del costado
izquierdo, apoyando el codo en el paquete de libros, y cerré los ojos ... Después me
pareció que ... , todas aquellas caras hacían muecas y guiños ... "
"A medida que era más intenso aquel estado letargoso, se me figuraba que iban
desapareciendo las casas, las calles, Madrid entero. Por un instante creí que el tranvía
corría por lo más profundo de los mares ... , después me parecía que el coche iba por los aires ... "
"No tardé en dormirme profundamente ... Me dormí ... ¡Oh infortunada
Condesa! La vi tan claramente como estoy viendo en este instante el papel en
que escribo."
"En aquel instante sentí un fuertísimo golpe en un hombro, me sacudió violentamente
y desperté. "
IV CONGRESO GALDOSIANO al
En el capítulo VI de La mulay el buey:
"De las tres mujeres que velaban se retiraron dos; quedó una sola, y ésta, sintiendo en
su cabeza grandísimo peso, a causa, sin duda, del cansancio producido por tantas
vigilias, tocó el pecho con la barba y se durmió ...
En el capítulo VII de La princesay el granqja:
"Pero como estaba tan fatigado, recostó la cabeza sobre el cuerpo de su ídolo y se durmió
como un ángel."
La situación del sueño puede ser debida al dolor por la pérdida de un ser muy querido.
Del capítulo 11 al VII de Celfn:
"Prolongó una hora, dos horas, aquella delectación de su mente extraviada, y cuando
calculó que todos los habitantes del palacio dormían, saltó resueltamente del lecho ...
" ... Diana despertó en su lecho, y en su propia alcoba del palacio de Pioz, a punto que
amanecía. Dio un grito, y se reconoció despierta y viva, reconociendo también con
lentitud su estancia y todos los objetos en ella contenidos ...
La embriaguez propicia el vuelo onírico en los siguientes relatos:
"Estábamos en la más colosal taberna que han visto los siglos, llena de lo más fino,
delicado y corroborante que en materia de néctares exista ...
Yo fuí de los seducidos, y antes de que el tren partiera me llené el cuerpo de rayos de
sol." (Capítulo 1 de Theros).
"Sólo sé que todo cambió bruscamente ante mis ojos, que el mundo dio una rápida
vuelta, que me encontré arrojado en el suelo debajo de una mesa en un estado que si
no era la misma estupidez se le parecía mucho.
La efervecencia de mi pensamiento se iba apagando ... Híceme cargo de tener delante
una figura tosca ...
Era mi criado, que al verme entrar lentamente en posesión de mi mismo trajo una taza
humeante, y me dijo:
-Eso va pasando. Se acabará de quitar con café muy fuerte". (Capítulo VII, y último,
de Tropiquillos).
El libre vuelo de la fantasía:
"Antes de despertar, ofrecióse a mi espíritu el horrible caso en forma de angustiosa
sospecha ... Desperté; no osaba moverme, no tenía valor para reconocerme y pedir a los
sentidos la certificación material de lo que ya tenia en mi alma todo el valor del
conocimiento ..... (Capítulo 1 de ¿Dónde está mi cabeza?).
_ BIBLIOTECA GALDOSIANA
3.2. Presentación
De los siete relatos seleccionados, cuatro están escritos en primera persona y tres, en
tercera.
Se hallan en primera persona, precisamente, tres de aquellos en los que el sueño ocupa
la casi totalidad del relato: ¿Dónde está mi cabeza?, Theros y Tropiquillos; y el segundo en
tamaño: La novela en el tranvía. En ellos los protagonistas narran directamente sus sueños.
En tercera persona están narrados los sueños de los tres cuentos restantes: La mulay
el buey, La princesa y el granqja y Celfn. En éstos, conocemos los sueños a través del
narrador omnisciente.
3.3. Situación
En ¿Dónde está mi cabeza? y en Tropiquillos, el sueño engloba el relato: todo él es un
sueño del protagonista. Del primero ignoramos qué final le hubiese dado el autor; en el
segundo, el protagonista termina despierto.
En Theros y en Celín, el sueño se presenta enmarcado por una introducción explicativa
y ocupa el resto de la narración.
EnLa mulay el buey y enLa princesa y elgranqja, el sueño aparece hacia mitad del relato
y actúa como puente o túnel que nos traslada a mundos sobrenaturales. En el último capítulo
del primero, la narración regresa a la vigilia; en cambio, en el final del segundo, persiste el
sueño.
En Celín se presenta una situación curiosa de sueños envolventes: al final de un largo
sueño que abarca la casi totalidad del relato, se halla otro pequeño, y cuando los dos parecen
finalizados, se añade un epílogo que es continuación del primer sueño.
Es curioso observar que en todas la narraciones la vigilia está presente, al principio, al
final o en ambos extremos. En ningún caso el sueño cubre totalmente el relato. Hasta en el
más onírico, ¿Dónde está mi cabeza?, el narrador, antes de sumergirse en la pesadilla, apoya
los pies en la orilla de lo cotidiano: "Antes de despertarme, ofrecióse a mi espíritu el horrible
caso en forma de angustiosa sospecha, ... " ¿Cuál es la razón?: ¿mantener la oposición sueño/
vigilia?; ¿ofrecer una visión completa, del sotana al ático?; ¿no renunciar totalmente a su
condición de narrador realista?
3.4. Clasjficación
Galdós utiliza sueños ordinarios enLa novela en el tranvía, La mulay el buey, La princesa
yelgranuja, Theros, Celfn (dos) , Tropiquillos y ¿Dónde está mi cabeza?; estados de sugestión
en Celfn y en Una industn'a que vive de la muerte; una amnesia temporal en La novela en
el tranvía; y diversas situaciones de libre fantasía, soñar despierto, en Una industria que vive
de la muerte2, La co,yuración de las palabras, Dos de mayo de 1808, La novela en el tranvía,
IV CONGRESO GALDOSIANO mil
El artículo deJondo, Un tnounalliteran'o4, La pluma al viento4, Celín, El Pórtico de la Glon'a
y Rompecabezas.
3.5. Tipología de los personqjes
En cuanto a los personajes a los que atañen los sueños, son, en su mayoría, enfermos:
locos, borrachos y obcecados. Afectados por la locura tenemos uno; por el alcohol, dos; y
obcecados por el amor, dos.
3.6. Incidencia
La incidencia de los sueños en los cuentos, dada la brevedad de estos, resulta
fundamental, ya que pueden convertirse en la columna vertebral de los mismos, o en la
bisagra que posibilite la circulación entre las dos vertientes de la vida.
Vertebran todo o casi todo el relato los sueños de ¿Dónde está mi cabeza?, Celín, Theros
y Tropiquillos. El de La mulay el buey propicia el desarrollo de lo que es propiamente Cuento
de Navidad, y el de La pn'ncesay elgranuja, permite darle un giro insospechado al relato.
En cuanto a La novela en el tranvía, el sueño es uno de los hilos indispensables para formar
la maraña mental del protagonista.
3. 7. Funciones
En casi todos los relatos, los sueños convergen en varias funciones. Las más importantes
son la de influir en el argumento y la de contribuir a la caracterización de los personajes.
La influencia en el argumento puede afectar a todo él o a parte del mismo. Si lo hace
parcialmente, puede iniciarlo, continuarlo o terminarlo, pudiendo ser en este último caso la
explicación o clave del tema. '
En los siete cuentos seleccionados, los sueños contribuyen al desarrollo del argumento.
Cuatro participan en todo él, y tres, en parte del mismo; de estos, uno se desarrolla en el
centro del relato y dos en la segunda mitad.
En cuanto a los personajes, es importante señalar cuántos caracterizan a los protagonistas
y cuántos a personajes secundarios. En seis cuentos, los sueños sirven, también, para
caracterizar a los protagonistas. Solamente en La mulay el buey, el personaje que se duerme
es secundario.
Como vehículo que nos facilita el paso a la vertiente sobrenatural, podemos hallarlos en
La mulay el buey, La princesa y elgranqja y Cetín. De ellos, dentro de la ortodoxia cristiana,
La mulay el buey y Cetín.
Como medio para que el autor exprese sus opiniones, los encontramos en La novela en
el tranvía, crítica irónica de la influencia de las novelas folletinescas.
Permiten el libre deambular de la fantasía Theros, Tropiquillos y ¿Dónde está mi cabeza?
mm BIBLIOTECA GALDOSIANA
4. CONCLUSIONES
Una gran parte de las narraciones breves de Galdós, así como de las de sus contemporáneos,
carga con la obra muerta de las frecuentes y largas digresiones, a manera de
presentación o marco situacional, lo que Giacchettil3 llama "relato englobador", dentro del
cual se sitúa el "relato englobado" ,que se propone preparar, plantear o justificar la narración.
Ahora bien, esta parte no la consideramos como el propio texto , sino como pretexto,
metatexto o "paratexto"14.
Los sueños se hallan siempre dentro del "relato englobado" , de laque es específicamente el cuento.
La importancia que Galdós concede a los sueños, en los cuentos seleccionados, se
manifiesta en los siguientes apartados:
a) Los relatos que carecen de metatexto, se desarrollan, casi totalmente, en el mundo de
los sueños: ¿Dónde está mi cabeza? y Tropiquillos, el 90%.
En los que presentan metatexto o paratexto, los sueños ocupan los porcentajes
siguientes: Theros, el 88%; Cetín, e185 %; La princesa y elgranqja, el 55%; La mulay el buey,
el 40%; y La novela en el tranvía, el 20%. El resto está ocupado, aparte de la introducción
o marco, por situaciones de obsesión, exaltación, desvarío, sugestión, ... , estrechamente
relacionadas con los propios sueños.
b) Los sueños intervienen de forma decisiva y directa en la estructura y desarrollo de los
siete relatos.
e) El 87.5 % de los sueños afecta a los protagonistas.
d) Utiliza los sueños, especialmente, en aquellas narraciones breves que más se
aproximan a lo que entendemos por cuento.
Galdós vincula tan estrechamente el mundo mágico de los sueños ordinarios a estos siete
cuentos, que cuando terminan los sueños, o sus efectos, terminan los relatos.
Si tenemos en cuenta que el cuento más largo, Celín, presenta tres situaciones de sueño,
dos ordinarios y uno crepuscular; que el segundo en tamaño, La novela en el tranvía, alterna
el sueño ordinario con situaciones de duermevela y de excitación enfermiza, y que los
restantes cuentos, bastante más breves que los dos citados, presentan un sueño cada uno,
podemos llegar a la conclusión de que existe, como en las novelas, una relación directa entre
el tamaño de los cuentos y el número de sueños que se incluye en ellos.
Sin embargo, la proporción en que participan los sueños dentro de la corriente narrativa
es inversa, del cuento con respecto a la novela, ya que, mientras, desde el terreno cotidiano
de la novela, Galdós realiza ligeras incursiones al mundo de los sueños, en los cuentos se
establece, a veces de forma exclusiva, en el universo onírico, desde el que, en todo caso, sólo
efectúa breves contactos con el mundo cotidiano.
Parece como si el autor, antes de sumergirse en el subconsciente, o después de bucear
por sus misteriosas profundidades, necesitara tomar aliento, asirse a la orilla para orientarse
de nuevo. Son salidas referenciales.
Mientras en las novelas, la función más importante de los sueños es la de profundizar
en la presentación de los personajes:
IV CONGRESO GALDOSIANO fa
"Galdós ha podido, mediante su hábil manejo del elemento onírico, trazar a sus
personajes no en forma unilateral. sino redondeada, desarrollada plenamente, presentándoles
como seres de carne y hueso y adentrando en sus secretos nocturnos,
verídicos reflejos de sus preocupaciones y deseos diurnos. "15
En los cuentos, los sueños, además de subrayar los rasgos esenciales de los personajes,
realizan la función de escafandra, que permite desarrollar el argumento en un ambiente
fantástico y poético, tan caro a Galdós y tan vinculado al género.
Si cada cuento crea un mundo especial de ficción, cada sueño eleva al cuadrado ese
mundo de ficción, lo que no deja de ser paradógicos en un autor que conlleva, por
antonomasia, el adjetivo de realista.
Galdós necesita el vaporoso hilo de los sueños para tejer sus cuentos, por eso, mientras
en su narrativa larga se halla anclado en el mundo inmediato, en 10 cotidiano, y el sueño es
sólo una escapada, un desahogo, un viaje con retorno obligado, en los relatos cortos se
arriesga a una rápida zambullida, para atravesar el breve trayecto de los cuentos, entre las
aguas misteriosas de los sueños.
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Notas
1 Ricardo Gullón. Galdós, novelista moderno. Ed. Gredos. Madrid, 1.i! ed. 1973, p. 194.
2 Francisco Ayala. Riflexionessobrelaestructura na"ativa. Ed. Taurus. Madrid. 1970. pp. 66-67.
3 Ricardo Gullón, "Lo maravilloso en Galdós". Insula, nº. 113, Madrid, mayo de 1955.
4 Benito Pérez Galdós, Misen·cordia.
5 Benito Pérez GaIdós. Fortunatay Jacinta.
6 Benito Pérez Galdós. El abuelo, jornada tercera.
7 Marcy Schulman. lronic illusion in the bn·if narratives qf Benito Pérez Galdós. Brandeis
University. 1982.
8 William H. Shoemaker, Estudios sobre Galdós, Madrid, 1970.
9 Salvador de Madariaga. De Galdós a Lorca. Ed. Sudamericana. Buenos Aires, 1. ª ed. 1960, pp.
92-93.
10 Joseph Schraibman, Dreams in the novel s qf Galdós, New York, Hispanic Institute. 1960.
11 Vernon A. Chamberlin. "Dreams in the Novels qfGaldós. By Joseph Schraibman". Reviews. 1962.
12 Gerald Gillespie. "Dreams and Galdós". Anales galdosianos, 1, 1966.
13 Claudine Giacchetti. La structure narratz"ve des nouvelles de Maupassant. "Neophilologus",
1981. pp. 15-20.
14 RoIf Eberenz. Semiótz·cay morfologfa textual del cuento naturalista. Ed. Gredos, Madrid, 1989.
pp. 57-74.
15 José Schraibman. "Los sueños en Fortunatay Jacinta", "Insulan. XV, 166, Madrid. 1960.