OBDULIA ZAPATA

Y FRASQUITO PONTE:

ALGO MAS ACERCA

DE "EL ROMANTICISMO

Y LOS ROMANTICOS"

María del Mar Mañas Martínez

"A la memoria de mi padre."

11

Transcurre el año 1880 cuando Galdós se dirige a Mesonero Romanos en los siguientes

términos:

"Ya sabe vd cuánto admiro su prosa y su manera singularísima de narrar y pintar,

manera o estilo de la cual nos servíamos todos los que con mayor o menor fortuna nos

dedicamos a cultivar la literatura de costumbres en forma de fábula o en forma de

cuadro"

1 de Julio de 18801•

He empezado de esa manera y no de otra porque el objeto de la presente ponencia

no es otro que el de establecer una comparación entre dos textos que versan sobre el

mismo tema: la sátira del Romanticismo y que están s~parados por sesenta años de

diferencia. Estos son: el cuadro de costumbres de Mesonero Romanos titulado "El

Romanticismo y los Románticos'" fechado en 1837 y los capítulos VIII y IX de

Misericordia de Pérez Galdós en los que se ejerce una sátira sobre el Romanticismo a

través del personaje de Obdulia Zapata y que continúa aunque de modo más secundario

para nosotros en la relación que éste personaje mantiene con Frasquito Ponte, caps. XVXVIII.

Esta novela data de 1897.

Veremos sin embargo cuán distintos son estos dos textos, a pesar de la coincidencia

de tema, en cuanto a su intencionalidad y procedimientos.

El texto de Mesonero Romanos es un cuadro de costumbres escrito en plena

efervescencia del Romanticismo y satirizando los aspectos más exagerados de éste

movimiento, pues el autor parte de la idea de que "todas las cosas exageradas suelen

degenerar en necias"2, con la intención moralizante de corregirlos a través de su sátira.

En cambio el texto de Galdós está escrito cuando el Romanticismo ya está superado con

creces y sin embargo en él nos presenta a dos personajes patéticamente trasnochados

que se empeñan en conservar unos ideales y maneras románticas en un tiempo y en un

_ BIBLIOTECA GALDOSIANA

ambiente, lo que según mi opinión es mucho más grave, que no es nada favorable para

tales menesteres. Serían, pues, estos personajes y con ello permítaseme el lujo de

parafrasear a Mesonero, doblemente necios pues se empeñan en mantener la exageración

más allá de la exageración misma.

El cuadro de costumbres tal y como lo conocemos hoyes un género típicamente

romántico, pues es entonces cuando aparece con las características que lo definen según

Ricardo Navas Ruiz, aunque se le hayan buscado antecedentes en el siglo XVII y XVIII. Así

el mismo Navas Ruiz3 10 hace derivar de la fragmentación de la novela picaresca que ya

tenía en sí misma las características que definen al género y que son su "observación

de la vida cotidiana", "ligero hilo novelesco" y "afán moralizador".

Las características que lo definen en el Romanticismo son según Navas Ruiz4:

- Títulos expresivos.

- El encabezamiento mediante un epígrafe o lema que nos permite conocer así las

preferencias y la ideología del autor.

- Su brevedad.

- Generalmente están escritos en prosa.

- Combinan lo descriptivo y narrativo con las reflexiones y el diálogo.

- Su carácter moralizante y didáctico. Así "El escritor costumbrista se convierte en

el censor de su sociedad, en el moralista colocado un poco al margen de la misma para

observarla desapasionadamente y criticar sus defectos".

-Se centran en pequeñas historias cotidianas que podríamos considerar, extrapolando

la terminología de Unamuno como intrahistóricas. Navas Ruiz ve como el costumbrismo

se había ido tiñendo ya desde el siglo XVIII de un afán crítico y reformista que procedía

de la Ilustración francesa y como es un género que cristaliza como artículo independiente

al surgir la prensa de modo que las antologías de cuadros de costumbres románticas

como la que nos ocupa las Escenas Matritenses de Mesonero (1842) son una mera

recopilación de artículos aparecidos antes en la prensa. También observa Navas Ruiz

que estos cuadros de costumbres románticos están muy influidos por colecciones

francesas e inglesas de la época que curiosamente están escritas por autores que

conocen perfectamente la literatura picaresca y moral española con lo cual "si la

incitación vino de fuera, el costumbrismo fue no obstante, en su léxico, tipos y visión

del mundo netamente nacional"s.

Podemos acabar estas consideraciones generales sobre el costumbrismo y los

artículos de costumbres incluyendo la clasificación del mismo que realiza J. L. Varela6

:

- Costumbrismo precursor. Siglo XVII con autores como Liñán y Verdugo, Zabaleta

y Santos. Siglo XVIII con autores principalmente de sainetes con Ramón de la Cruz a la

cabeza.

- Costumbrismo Romántico: Mesonero, Larra y Estébanez.

- Costumbrismo que coincide en el tiempo con la novela Realista. Autores como

.\ntonio Flores que ya no cultivan las colecciones de escenas o cuadros, sino las

IV CONGRESO GALDOSIANO _

colecciones de tipos. Colecciones que cultivó el mismo Galdós en su juventud en dos

obras Las españolas pintadas por los españoles y Los españoles de ogaño. Respecto a

esta faceta de Galdós es imprescindible consultar un excelente artículo de Enrique Rubio

Cremades "Galdós y las colecciones costumbristas del XIX"7, en el que analiza como estas

colecciones de tipos realizadas entre 1871-72 se incorporan posteriormente a sus

novelas. Yen fin, en cuanto a Costumbrismo y Novela es imprescindible recomendar la

lectura de la obra de J. F. Montesinos de igual títuloS.

Mesonero Romanos escribe "El Romanticismo y los Románticos" en el año 1837; es

decir en una fecha muy próxima a la que la crítica tradicional venía colocando como

fecha de implantación del Romanticismo en España, y esta no era otra que la del estreno

de La COlyuración de Venecia de Martínez de la Rosa en 1834. Sin embargo la crítica

más moderna ha matizado este hecho ya que esta consideración era demasiado

simplista; no podemos hablar de implantación de Romanticismo haciéndolo coincidir

simplemente con una de las primeras manifestaciones románticas tras el final de la

Década Ominosa porque dicho fin supusiera el retorno de los emigrados, entre los cuales

se encontraba el propio Martínez de la Rosa, sino que más bien debemos darle la razón

a Navas Ruiz cuando afirma que:

"Con más justicia puede afirmarse que el Romanticismo español de 1834 es el resultado

de una feliz conjunción de la circunstancia política. el retorno de los emigrados y la

emersión de los que dentro aguardaban esperanzados esa hora"9.

Salvando estas consideraciones críticas lo que está claro es que en el año 3 7 el

Romanticismo estaba en plena ebullición en España, era una auténtica fiebre y el propio

Mesonero Romanos debía de considerar desde luego el estreno de La Conjuración de Venecia

como un auténtico hito en el Romanticismo español porque cuando satiriza el teatro

romántico por medio de esa obra que ha escrito su sobrino coloca entre los personajes al "Dux

de Venecia". Es hecho admitido que la parodia o la sátira ha de versar sobre temas recientes

y conocidos de sobra por el público porque si no pierde su efectividad. No será éste el único

personaje paródico que proviene de una obra romántica real que Mesonero Romanos coloque

en la obra escrita sobre su sobrino, sino que un genial alarde coloca también como personajes

de dicha obra a "un coro de P. P. agonizantes"lo. La mención de estos personajes es bastante

importante y creo que la podemos considerar como una presencia doblemente satírica, tanto

de los excesos cometidos en el teatro como en la poesía romántica, pues según mi opinión

podrían estar inspirados por un pasaje de la composición de Espronceda titulada "El reo de

Muerte", composición fechada en 1834, pero publicada en 1837. En efecto este poema es una

perfecta representación de una poesía romántica grandiosa, eufórica, pero que precisamente

por esto, resulta muy hueca ya que sacrifica toda la coherencia y el sentido a su ampulosidad

de firmas. En este poema se cuenta la última noche de un reo de muerte y se contrasta el

silencio y la calma angustiosa y opresiva que reinan en su celda con la algarabía que hay en

el exterior y una estrofa dice lo siguiente:

"Un altar y un crucifijo.

y la enlutada capilla

.. BIBLIOTECA GALDOS~

lánguida vela amarilla

tiñe en su luz funeral,

y junto al mísero reo,

medio encubierto el semblante,

se oye el fraile agonizante

en son confuso rezar"!!.

Efectivamente suena muy bien, pero analizándolo hay algo que inmediatamente nos

resulta de lo más extraño ¿Qué pinta un "fraile agonizante" en la celda del reo? Pues ésta

es sólo una muestra de los muchos excesos cometidos por la poesía romántica pomposa y

hueca.

Indudablemente como la exageración es la clave de toda parodia, Mesonero no se

conforma con un fraile agonizante sólamente y en su lugar coloca "un coro de P. P.

agonizantes", cosa de lo más surrealista.

Mesonero comienza su cuadro con unos versos de Lope que le sirven de lema en los que

sin duda nos advierte de lo peligrosos que pueden llegar a resultar los excesos:

"Señales son del juicio

ver que todos lo perdemos

unos por carta de más

y otros por carta de menos"

Podemos afirmar que lo que Mesonero trata de combatir no es el Romanticismo en sí, sino

los excesos ridículos en los que este cae, excesos que van aumentando progresivamente

según éste se va transmitiendo; es una atípica enfermedad que va ganando virulencia, en

vez de perderla en el proceso de transmisión. Lo que él combate pues es la "Romanticomanía" .

Cuando parte del presupuesto de que "la necedad se pega" inmediatamente se apresura

a corregir:

"No es ésto afirmar que lo que se entiende por Romanticismo sea necedad, sino que

todas las cosas exageradas suelen degenerar en necias; y bajo este aspecto la

romanticomanía se pega también". ( ... ) que lo que ensu origen pudo ser sublime, pasa

desp~és a ser ridículo"!2.

Es curioso que Mesonero utilice el término "sublime" porque cuando en 1790 Kant en

su Crítica de/luido cambia el postulado de que "lo bello es lo armónico" por el de que "lo

bello es lo sublime" lo que está haciendo es cambiar el paradigma estético clásico por el

Romántico. Como dice E. Trias: .

"El ·Romanticismo no hará sino elevar a programa y a ejercicio artístico ese fondo

ideológico promovido por el viejo Kant de la Crítica del /uicio!~.

No sabemos hasta qué punto podía ser este costumbrista, representante del Romanticismo

más moderado, que es prácticamente un casticista, consciente de estos presupuestos

IV CONGRESO GALDOSIANO _

filosóficos, pero lo curioso es que cuando empieza a intentar definiciones del Romanticismo

llega a unas definiciones paradójicas muy en la linea de la .. coincidentia opositorum" típica

de este movimiento, aunque para él eso no sean más que meras extravagancias.

El Romanticismo ha invadido todos los aspectos de la \"Ída~ Veamos. sin embargo, por

qué no le parece malo en su origen, ni más ni menos porque para él. ¡el romanticismo nació

en España!, cuando Víctor Hugo en Madrid:

"conoció lo que nosotros no habíamos sabido apreciar y temanh.'S enterrado hace dos

siglos con Calderón" 14.

Se lleva su descubrimiento a Francia y llueven los imitadores que lo van degerand~'. yasi:

" ... y luego salió de Francia aquel virus ya bastardeado y corrió toda la Eur,-'pa. y \"ino.

en fin, a España; y llegó a Madrid (de donde había salido puro). y de una t?n ~'tra pluma.

Je una en otra cabeza, vino a dar en la pluma y en la cabeza de mi s~,brin~' " .. :~"

¡Dios mío! ¿Qué sería de los costumbristas sin sus socorridos sobrinos? No tenemos más

que recordar que otra sátira costumbrista sobre el Romanticismo y famosísimatambién "El

casarse pronto y mal de Larra" también cuenta las desgracias de su sobrino, aunque el tono

es mucho más sombrío, y si en la de Mesonero no llega la sangre al río y todo se arregla con

un convencional y falsísimo "happy end" en la de Larra la sangre llega al río y por tres veces,

por lo demás es igual de moralizadora que la que nos ocupa y si ciertamente el tono didáctico

" y moralizador estaba exigido por el género en la época, la verdad es que a nosotros, lectores

del siglo xx, nos destroza unas obras que por lo demás podían ser y son, unos prodigios de

ingenio y de crítica, de gran viveza narrativa, a pesar de que a veces se califique a los cuadros

de costumbres de estáticos, suelen ser bastantes expresivos, al menos en los casos de Larra

y Mesoneros. Pero Mesonero dosifica sus talentos poniéndolos al servicio de una ideología

bastante cargante yeso de que "el virus recorrió Europa ya bastardeado" y "llegó a Madrid

de donde había salido puro" nos suena a casticismo del más rancio abolengo. A defensa de

España frente a las perversiones europeas. Además no duda en inventarse él mismo dicha tesis.

Lo cierto es que su sobrino empieza por "romantizar su persona física" al igual que esos

actores que empiezan por vestirse de su personaje para creerse el papel, esto se convierte

en un detalle casi simbólico, y Mesonero demuestra gran agudeza al notarlo porque creo que

una de las características más firmes del Romanticismo español, es que muchas veces se

limitó tan sólo a adoptar las " manifestaciones formales más o menos "desempleadas" que

tanto criticará Mesoneros sin enterarse demasiado de los principios estéticos y filosóficos

que las sustentaban. Mesonero Romanos por otra parte se puede considerar como representante

de la facción más conservadora del Romanticismo, pero es que a veces se coloca casi

al márgen de él, porque no hay que olvidar que existe una primera generación de románticos

entre los que también se cuenta Espronceda o Martínez de la Rosa, que por su cronología se

educan en La Ilustración, dejemos aparte claro está sus ideologías. No olvidemos tampoco

que aunque Moratín sea el paradigma del teatro neoclásico. no estrena sino a finales del X\"III.

a partir de 1790, que aunque sea la fecha de La Crítica del Juicio de Kant; aún falta muchl."1

_ BIBLIOTECA GALDOSIANA

para que llegue el romanticismo a España. Así que podemos considerar las dos obras que nos

ocupan "El Romanticismo y los Románticos" y los capítulos citados de Misericordia como dos

sátiras sobre el Romanticismo ejercidas por dos autores que se colocan fuera de él, que

pertenecen a la generación, y no uso aquí "generación" en su acepción literaria, sino en la

más amplia y casi biológica, anterior y posterior. Del mismo modo podría discutírseme por

supuesto, que si Galdós se formó en el Romanticismo debería ser romántico, efectivamente

tiene una gran influencia del Romanticismo en toda su primera creación y concretamente

del costumbrismo, pero él reelabora y lo supera todo de manera coherente dentro del sistema

de su obra, veremos pues en esta comparación como reelabora esta tradición costumbrista

y convierte el texto en buena parte de una reflexión materialista y auto paródica sobre su

propia obra. Sinceramente creo que a pesar de todo Galdós fue mucho menos romántico de

lo que Mesonero lo fqe ilustrado.

En el cuadro de Mesonero somos testigos de como es su sobrino:

"por resultado de estos experimentos llegó muy luego a ser considerado corno la

estampa más romántica de todo Madrid, y a servir de modelo a todos los jóvenes

aspirantes a esta nueva, no se si diga ciencia o arte ... "16.

Es decir su sobrino se convierte en el más romántico de todos los románticos, en el

número uno de acuerdo con la caracterización hiperbólica que exige esta caricatura. Es un

prototipo típico y tópico, que aunque Mesonero no lo haga podría ser definido por nosotros

como el "protorromántico" a imitación de lo que Galdós hace con el personaje de Frasquito

Ponte al que define varias veces y llega a identificarle como el "protocursi". Sin embargo hay

una gran diferencia entre ambos personajes. El personaje del sobrino de Mesonero está

constituído como un personaje "tipo", es decir está construído a partir de la suma y

abstracción de los rasgos que determinan a todos los individuos que forman su colectivo, el

de los románticos, pero no tiene rasgos individuales que nos permitan reconocerle; sin

embargo el personaje de Ponte está fuertemente individualizado, es perfectamente recoriocible

como personaje, pues se dan una serie de detalles sobre su vida que sólamente son suyos,

aunque seá representante de una clase social que ha venido a menos. Además con él Galdós

usa lo que se conoce por "tic individualizador" y que es un recurso que en el realismo y

naturalismo sirve para diferenciar a un personaje que si no podría ser genérico y este tic

individualizador no es otro que el de su "melenita de cocas" y su "pie pequeño". En efecto

se insiste en que estos eran los dos únicos rasgos que conservaba de un pasado más glorioso

y se insiste mucho en ello, el cuidado de sus pies llega a ser una obsesión en el personaje,

así se insiste y además Galdós coloca ambas referencias al final del capítulo, en que:

"para las mayores desdichas, para las abstinencias más crueles y mortificantes torné

resignación; para llevar zapatos muy viejos o que desvirtuaran la estructura perfecta

y las lindas proporciones de sus piececitos, no las tenía, no"17.

Esto lo vemos al final del capítulo XV, Y el capítulo XVI acaba refiriéndose a la necesidad

que tenía de comprarse una botas:

IV CONGRESO GALDOSIANO l1li

" ... y por todo pasaba el menesteroso, menos por entrar con feo pie en las regiones de lo ideal"

y sigue insistiendo en ello pues enlaza directamente con el principio del XVII:

"Con el espantoso desequilibrio que trajeron al menguado presupuesto, las' botas

nuevas, otros artículos de verdadera superfluidad ... "

Así que sólo puede estar sólamente en parte de acuerdo con Michael Nimetz cuando dice

en su espléndido trabajo:

"Naturally, the amount of satire and moralization in the Novelas contemporáneas is in

direct proportion to the author' s concentration on milieu and manners, on one hand,

and individuals on the other. ( ... ) But even in 1897 the year of Galdós speech to the Real

Academia calling for greater emphasis on individual "modelos humanos" one finds in

Misen·cordia at least three persons clearly borne of costumbrista satire (the study of

milieu and manners) ... "18.

Estos tres personajes son para Nimetz: Frasquito Ponte, Obdulia Zapata y su madre doña

Francisca }uarez. Estos tres personajes pueden proceder sin duda del costumbrismo

romántico, pero los tres están demasiado individualizados para ser considerados como

meros tipos. Así a lo que ya sabemos de Ponte, podemos añadir otro rasgo individualizador

en doña Paca, y que es su vértigo, además este rasgo es claramente irónico pues según el

narrador:

"Los nacidos en Ronda deben tener la cabeza muy firme y no padecer de vértigos ni

cosas tales, hechos a contemplar abismos espantosos ... "19.

Compara su carácter con la orografía y parece burlarse de la influencia del medio. Obdulia

está siempre rodeada de gatos, y como veremos más tarde no tiene nada de "tipo" es un

personaje individualizado complejo y definido con tintes incluso naturalistas.

Para el protagonista del cuadro de Mesonero Romanos "la fachada de un romántico debe

ser gótica, ojival, piramidal y emblemática. "Vemos como los personajes de este texto, el

sobrino de Mesonero y su amada Melisendra, nombre por cierto de reminiscencias muy

medievales y góticas, se ajusta fielmente a este cánon estético en el que para el romántico

hay una clara relación estrecha entre la fisonomía y el carácter, como posteriormente y ello

se reflejará en el Naturalismo, la habrá más bien entre la fisiología y el carácter. El caso es

que la Craneoscopía del doctorGall que con tanto deleite lee el sobrino de Mesonero, (resulta

realmente pesado tenerme que referir siempre a este personaje con este apelativo pero es que

una prueba de su nula individualización es que ni siquiera tiene nombre), es una excelente

muestra de estas relaciones físico-psique. Veamos como se ajustan los personajes tratados

a su "fachada". El protagonista del cuadro de Mesonero tiene mucho, en su aspecto, de ese

"buen salvaje" roussoniano que tanto les debía fascinar a los románticos, es la suya una

imagen rebelde y desafiante a "las buenas maneras" clásicas: Tras haber abandonado

algunos accesorios de su vestimenta abandona luego:

_ BIBLIOTECA GALDOSIANA

"las aguas de olor, los cepillos, el barniz de las botas, y las navajas de afeitar, y otros

mil adminículos que los que no alcanzamos la perfección romántica creemos indispensables

y de todo rigor"20.

y desde luego se nota que ha abandonado la navaja de afeitar porque algo más adelante

insiste en que:

"por bajo de él (el sombrero) descolgábanse de entrambos lados dos guedejas de pelo

negro, que formando un doble bucle convexo, se introducían por bajo de las orejas,

haciendo desaparecer éstas de la vista del espectador; las patillas, la barba y el bigote

formando una continuación de aquella espesura, daban con dificultad permiso para

blanquear a dos mejillas lívidas, dos labios mortecinos una afilada nariz, dos ojos

grandes negros y de mirar sombrío, una frente triangular y fatídica ... "

Definitivamente para Mesonero la imagen de su sobrino tiene algo de "siniestro" e

"inanimado". Podemos notar desde luego que esta imagen difiere radicalmente de la que

Galdós nos da acerca de su personaje Frasquito Ponte, del que desde luego y dada su obsesión

por calzarse bien podemos afirmar que nunca prescindiría del "barniz por las botas" como

hace el personaje de Mesonero. Y es que hay dos cosas de su persona que Frasquito cuida

muy bien como hemos visto ya, la cabeza y los pies; pues lo único que recuerda en él glorias

pasadas de las que poder presumir es su pie pequeño y su "melenita de cocas":

"Gastaba melenas, no de las románticas desgreñadas y foscas, sino de las que se usaban

hacia el 50, lustrosas, con raya lateral, los mechones bien ahuecaditos sobre las orejas.

El movimiento de la mano para ahuecar los mechones y modelarlos en su sitio, era uno

de esos resabios fisiológicos, de segunda naturaleza que llegan a ser parte integrante

de la primera"21.

Frasquito se pasa todo el día acicalándose con "pomadas" y "betún", sabemos que se tiñe

la barba, Galdós la califica de "barba pringosa y retinta". Así que al contrario que el sobrino

de Mesonero, él no prescinde de su arreglo personal, no prescinde por una doble razón,

porque intenta recuperar su juventud perdida y porque Frasquito Ponte no es tanto la sátira

de un romántico como de un "petimetre" de "un elegante" como hace notar muy bien Michael

Nimetz, que lo hace derivar directamente de estos dos "tipos" propios del costumbrismo del

XVIII y del XIX, y también lo relaciona con el protagonista de una poesía temprana de Galdós,

del año 1872, titulada "El Pollo". La cita es algo larga pero es muy valiosa para entender al

personaj.e de Ponte, digo "personaje" y no "tipo" porque ya hemos visto como a pesar de

derivar del costumbrismo está lo suficientemente individualizado.

"The petimetre is a' middle ~lass fop whose daily exertions include the pampering,

perfuming, preening and glossing of his own persono He interrupts this ritual only to

attend the dressing table of his dama (usually engaged in the same activities). The

petimetre becomes a stock figure of the nineteenth-century cuadro de costumbres as is

proven by his inclusion in the popular collection Los españoles pintados por si mismos.

In the intervening year. the petimetre has become .. El elegante". and his basic traits

IV CONGRESO GALDOSIANO 111

have been more carefully itemized; he douses himself in cosmetics, fusses over clothes,

render constant homage to the city of Paris, peppers his conversations with Gallicisas,

and promote himself as a great lover. In the sketch of Navarrete, however, something

new has been added; the decline of the elegante-his autumnal reliance on false teeth,

toupeé, and rejuvenating cosmetics, and the disdain and sarcasm his appareance elicits

everywhere. In old age, "se alimenta con el recuerdo de sus glorias"22.

Desde luego podemos decir parafraseando a Mesonero que esta es "la vera efigie" de

Frasquito Ponte, al que en la pensión donde vivía:

"se le permitía estar una hora todas las mañanas, arreglándose y acicalándose con sus

lavatorios, cosméticos y manos de tinta. Entraba como un cadáver, y salía desconocido,

limpio, oloroso y reluciente de hermosura "33.

Aunque Galdós insiste a pesar de todo en que su aspecto es "aniñado" sin duda alguna

para destacar la inocencia y candidez de su personaje por el que muestra gran cariño, yo cada

vez que leo estas líneas no puedo evitar la impresión de que de un momento a otro le vamos

a ver chorrear el tinte de un modo auténtico como le ocurre a Dirk Bogarde en Muerte en

Venecia.

Frasquito Ponte siente un amor platónico y espiritual por Obdulia, rinde culto a su dama

y como si de un trovador provenzal se tratase le recita versos de Don Gregario Romero y

Larrañaga "y de otros vates de aquellos tiempos bobos". Esta calificación del Romanticismo

nos recuerda al final del cuadro de Mesonero Romanos cuando una vez que su sobrino se ha

convertido en un "robusto y alegre militar" él decide hacer un cuidadoso escrutinio de sus

composiciones:

"dividiéndolas, no en clásicas y románticas, sino en tontas y no tontas, sacrificando

aquellas y poniendo estas sobre las niñas de mis ojos ... "24.

Ponte deleita a Obdulia con sus recuerdos de París en donde sólo pasó mes y medio y la

instruye en literatura romántica, lo cual le era muy fácil debido a "la radical ignorancia de

la joven" que le escuchaba embelesada como "un niño con juguetes nuevos" y convencida

de que:

"Sin duda, la sociedad del tiempo de Frasquito, era más bella que la coetánea, más finos

los hombres, las señoras más graciosas y espirituales"25.

Obdulia como si de una dama provenzal se tratase también es~ de un modo fabulosamente

irónico, esa amada paradójica que da la vida y la quita a su admirador, no debemos olvidar

que Ponte se arruina definitivamente al comprarse unas botas y otros objetos superfluos para

ir a ver a su amada y aquí es cuando interviene el narrador de un modo magistralmente retórico:

"Pero la Providencia. que no abandona a los buenos. le deparó su remedio en la casa

misma de Obdulia. que le mataba el hambre algunos días. rogándole que la acompañase

_ BIBLIOTECA GALDOSIANA

a almorzar; y por cierto que tenía que gastar no poca saliva para reducirle, y vencer su

delicadeza y cortedad"26.

El bueno de Ponte no cultiva otra actividad literaria que el tiempo que pasó trabajando

como "pasante de un colegio" y como "escribiente de unos boteros". En cambio el sobrino

de Mesonero es consciente de que la carrera que mejor le cuadra con esa "romantización"

de su persona que ha realizado es la de poeta, según él esta carrera es "lo que guía derechito

al templo de la inmortalidad". Mesonero aprovecha ésto para criticar los procedimientos

literarios románticos y los excesos en los que éstos habían caído. Así critica la mezcla de

géneros al decir que escribió "unas cuantas docenas deJragmentos en prosa poética", y que

concluyó con algunos "cuentos en verso prosaíco". Se burla también de los excesos

emocionales que hay en ellos, ya que todos "empezaban con puntos suspensivos y concluían

en ¡maldición!.

"y unos y otros estaban atestados deJiguras de capuz y de siniestros bultos; y de

hombres gigantes y de sonrisa i'lfernal; y de almenas altísimas y de prqfundosJosos;

y de buitres carnívoros, y de copas Jatales; y de ensueños Jatídicos; y de velos

transparentes; y deJúnebre cruz. Generalmente todas estas composicionesJugitivas

solían llevar sus títulos tan incomprensibles y vagos con ellas mismas; v. gr: ¡¡¡Qué

será¡¡¡ ... No ... ¡¡¡Más allá ... ¡Puede ser. ¿Cuándo?, ¡Acaso .... ¡¡Oremus¡".

Realmente Mesonero satiriza de modo genial este léxico romántico incoherente,

entrecortado y balbuciente que preside algunas de las composiciones románticas más

famosas de la época, como ya vimos al referirnos al poema de Espronceda "El reo de muerte" .

Pero Mesonero es consciente de que la máxima aspiración de todo romántico que se precie

es desde luego ¡componer un drama!, por su puesto tras un dolorosísimo y catárquico

proceso, como si de un parto se tratara y asistido por supuesto por su musa de turno. Así:

.. ... llamó a concurso a su fatídica estrella, sus recuerdos, sus lecturas; evocó las

sombras de los muertos para preguntarles sobre diferentes puntos; martirizó las

historias y tragó el polvo de los archivos; interpeló a su calenturienta musa, colocándose

con ella en la región aérea donde se forman las románticas tormentas; y mirando

desde aquella altura esta sociedad terrena, reducida por la distancia a una pequeñez

microscópica, aplicado alojo izquierdo el catalejo romántico, que todo lo abulta, que

todo lo descompone, inflamóse al fin su fosfórica fantasía y compuso un drama "28.

y ¡qué drama! compone, desde luego no le falta ni un elemento para ser el paradigma de

los bodrios románticos al uso. Aquí es donde el espíritu Ilustrado de Mesonero se aprecia

mejor que en ninguna otra ocasiól1 porque el tipo de teatro romántico que él critica, no se

diferencia en mucho, es más podríamos decir que incluso es extremadamente parecido al

teatro postbarroco que combatían los Ilustrados y que Moratín satirizó de modo magistral

en la obra que se representa enLa Comedia Nueva o El Cqfé, titulada El Gran Cerco de Viena.

Eran estas comedias de magia, disparatadas y efectistas en las que cabían todo tipo de

excesos y que atentaban de modo ostentoso contra las "tres unidades" como atenta el Teatro

IV CONGRESO GALDOSIANO _

Romántico así en la obra escrita por el sobrino de Mesonero "la acción transcurre en toda

Europa y dura cien años". Y para decir verdad, este tipo de teatro, tanto en el XVlIl como en

el Romanticismo era el que en verdad gozaba del favor del público, tanto como hoy pueden

hacerlo las películas de Steven Spielberg. Mesonero Romanos tiene la habilidad de lograr en

cuatro pinceladas crear la obra romántica prototipo, reuniendo elementos de todas las obras

de tales características y que eran lo suficientemente reconocibles por sus contemporáneos

como para que la sátira fuese lo suficientemente efectiva, se libra con ello, además de la

engorrosa y por otra parte imposible papeleta de tener que reproducirla entera, aludiendo

a que se ha perdido, muy a pesar suyo, pues que más quisiera él que poder hacerle a sus

lectores "el mayor de los regalos posibles dándoles in interrum esta composición sublime,

práctica explicación del sistema romántico, en que según la medicina homeopática, que

consiste en curar las enfermedades con sus semejantes, se intenta a fuerza de crímenes,

corregir el crimen mismo".

Solamente nos da el título e interlocutores de este drama "Emblemático, Sublime,

Anónimo, Sinónimo, Tétrico y Espasmódico", "original en diferentes prosas y versos en seis

actos y catorce cuadros". y desde luego la cosa no tiene desperdicio pr ningún sitio, porque

no se puede concebir un batiburrillo mayor de personajes, del tipo de lo que ya comenzamos

al principio; como tampoco se puede concebir mayor disparate en los títulos de los actos y

en sus escenarios, a saber: "1 ª Un crimen, 2ª El veneno, 3ª Ya es tarde, 4ª El panteón, Sª jElla!,

6ª jEI!" , que se desarrollaban en "Salón de baile, Bosque, Capilla, Un subteffáneo, La alcoba

y El cementerio.

En cambio Ponte, más moderado él orienta sus preferencias teatrales, bien hacia las más

modernas derivaciones de la comedia postrromántica y sentimentaloide, como Florde un día

de Camprodón o La Trenza de sus cabellos de Rodríguez Rubí, 188429• O lo que tampoco

conviene olvidar hacia la ópera, cuyos libretos están inspirados en obras románticas y

muchas de ellas precisamente españolas. Pues como cita Nimetz Galdós en El Doctor Centeno

afirma que la estructura dramática romántica "Ya interesa poco y ha pasado a las Operas"30.

En cuanto a las preferencias narrativas de Ponte y Obdulia se orientan hacia el folletín.

Citando obras clásicas del género como Los misterios de París de Sué, que por cierto la pobre

Obdulia dada su ignorancia proverbial confunde con Nuestra Señora de París, novela que

muy bien podría haber leído el sobrino de Mesonero, al contrario que las derivaciones

folletinescas y sentimentaloides como María o la hija de unjornalero de Ayguals de Ixco,

que tanto deleitaba a los personajes de Galdós, que aunque anclados en el pasado leen obras

de un romanticismo más tardío y no como el sobrino de Mesonero que recurre a las fuentes.

Esto es perfectamente comprensible, porque Galdós acerca algo más la sátira a su tiempo.

Las relaciones entre Galdós y la literatura folletinesca han sido muy estudiadas, a ellas nos

referiremos en breve cuando abordemos en profundidad el personaje de Obdulia Zapata y

fragmento en el que aparece la historia del declive de su familia (caps. VII-IX).

Hemos visto como el sobrino de Mesonero Romanos corresponde a esa imagen del héroe

romántico, pasemos a ver ahora como se refleja el tipo de la heroína romántica en ambos

textos. Esta heroína romántica, cuya iconografía tiene muchos puntos en contacto con la

Ofelia de Shakespeare que no en vano inspiró e incluso obsesionó a los prerrafaelistas y que

Espronceda recoge en El estudiante de Salamanca a través de la figura de Elvira, está

_ BIBLIOTECA GALDOSIANA

perfectamente representada en el texto de Mesonero por el personaje de Melisendra, nombre

que por lo demás como ya hemos comentado está lleno de reminiscencias medievales y

"góticas". Esta Melisendra es:

..... de dieciocho abriles, más pálida que una noche de luna y más mortecina que la

lámpara sepulcral; con sus luengos cabellos trenzados a la veneciana, y sus mangas a

la María Tudor, y su blanquísimo vestido aéreo a la Straniera, y su cinturón a la

Esmeralda, y su cruz de oro al cuello a la huérfana de Underlach.

Hallábase a la sazón meditabunda, los ojos elevados al cielo, la mano derecha en la

apagada mejilla, yen la izquierda sosteniendo débilmente un libro abierto ... , libro que,

según el forro amarillo, su tamaño y demás proporciones no podía ser otro que, a mi

entender, el Han de Islandia o el Bug -]argal"31 .

En efecto entre Melisendra y el sobrino de Mesonero surge el amor, esa "chispa

electrorromántica" de la que habla Mesonero. Dada la atracción romántica hacia lo tétrico

y lo sepulcral que a éste personaje le lleva a recorrer de "día y noche los cementerios y

escuelas anatómicas" "trabar amistad con los enterradores y fisiólogos" y otras lindezas por

el estilo, se puede considerar que los calificativos que Mesonero emplea para definir a su

heroína son plena o intencionadamente satíricos, ya que la califica de "mortecina",

comparándola con la "lámpara sepulcral". No había duda pues de que tenía que surgir el amor

entre ellos. Ocasión que no desaprovecha Mesonero para parodiar esos flechazos románticos

que preconizaba la literatura, pero que en la vida real deberían tener unos resultados

espantosos. Este tema es uno de los más satirizados en el propio romanticismo, lo que

muestra que debía preocupar bastante en la época. Basta citar el título de otra celebérrima

sátira romántica sobre el propio romanticismo como es El casarse pronto y mal de Larra,

1832 o de otras menos conocidas como la de Eduardo Gorostiza, Contigo pany cebolla del

año 33. Sin embargo creo sinceramente que la sátira mencionada de Larra hunde sus raíces

en la Ilustración de un modo más profundo aún que la de Mesonero pues critica el que se

copien de un modo superficial las costumbres de Francia y se refiere a los tiempos del tuerto

Pepe Botella, que por lo demás "tenía dos ojos muy hermosos y nunca bebía vino". Critica

en efecto las malas consecuencias de estos matrimonios favorecidos por la literatura sin

ningún sentido práctico y critica el que los contrayentes no están preparados para ellos, así

de ella dice que era:

"una personita muy educada, la cual es verdad que no sabía gobernar una casa, pero

se embaulaba en el cuerpo en sus ratos perdidos que para ella eran todo, una novela

sentimental, con la más desatinada afición que en el mundo se ha visto: tocaba su poco

de piano y cantaba su poco de aria, de vez en cuando porque tenía una bonita voz de

contralto "32.

Realmente no podemos evitar leyendo esta descripción el acordarnos de la sátira que

Moratín ejerce contra la educación de las mujeres, nos recuerda por ejemplo a Agustina,

esposa de Eleuterio en La comedia nueva o el cqfé que en vez de cuidar de la casa ayuda a

su marido a escribir comedias.

IV CONGRESO GALDOSIANO 1m

En cuanto a él, dice Larra que no se molestaba en encontrar empleo ya que:

"Los matrimonios por amor eran lo primero, y que en cuanto al comer, ni eso le hacía

falta a los enamorados, porque en ninguna novela se dice que coman las Amandas y

los Mortimers, ni nunca les habían de faltar unas sopas de ajo";;;;.

En fin en el artículo se plantean problemas totalmente Ilustrados como la tiranía de los

padres sobre los hijos, el libre albedrío de éstos, el derecho a elegir marido, etc. El matrimonio

es desastroso, acaba con la infidelidad de ella ante las pocas atenciones y el abandono que

recibe por parte de él, la muerte de los amantes a manos del marido y el suicidio de éste no

sin antes recomendar a su madre que cuide de sus hijos y les eduque mejor de lo que les habían

educado a ellos para evitar este tipo de desgracias en el futuro. Como podemos ver no puede

ser más Ilustrado y moralista y resulta mucho más cargante y sombría que la obra de

Mesonero, claro que no era el talante de Larra como el de Mesonero y para bien o para mal

cada uno era como era y no podemos imaginarnos a Mesonero pegándose un tiro ni a Larra

convertido en el viejecito amable y de sonrisa encantadora que todos aseguran que llegó a

ser Mesonero.

Melisendra también es vecina de la sobrina de Mesonero como lo eran, Augusto el sobrino

de Larra en el cuadro y su mujer, por cierto aquí la que no tiene nombre es ella, pronto se

dan cuenta de que su matrimonio es imposible pues, el tampoco tiene trabajo, como dice

escandalizado el padre de Melisendra "nada de boda ni nada de solicitar un empleo para

mantenerla", sólo se dedica, ante el escándalo del pobre hombre, que es un respetabilísimo

"procurador del número clásico por todas sus coyunturas", a dedicarle versos en los que la

convence de que para ser felices la única solución es morir juntos" que se matara ella, y luego

iría él a derramar flores sobre su tumba, y luego se mataría él también y les enterrarían bajo

la misma losa". Además la maldice por haberle hecho probar la ponzoña del amor". Ante ésto

el pobre procurador no puede más y le dice a Mesonero que:

"la muchacha se ha vuelto tan loca como él y ya habla de féretros y letanías y dice que

está deshojada y que es un tronco carcomido, con otras mil barbaridades que no se como

no la mato ... y a lo mejor nos asusta por las noches, despertando despavorida y

corriendo por toda la casa, diciendo que la persigue la sombra de no sé que Astolfo o

Ingolfo el exterminador y nos llama tiranos a su madre y a mí; y dice que tiene un

veneno, no se bien si para ella o para nosotros, y entretanto las camisas no se cosen

y la casa no se barre, y los libros malditos me consumen todo el caudal";;4.

Esta es la primera vez que asistimos a un diálogo dentro del cuadro. Podemos considerar

que se trata usando la terminología, ya convertida en clásica, propuesta por Percy Lubbock

en su libro The Crqft qf Fiction, de una" escena" es decir un fragmento narrativo en el que

la velocidad es normal, ya que el tiempo transcurre más o menos al ritmo real y además

podemos ver como los personajes hablan, actúan, etc. El resto del cuadro había estado

contado por un narrador y sólo conocíamos lo que nos decía él. (Aprovecho la coyuntura para

explicar que he venido identificando al narrador con Mesonero, aunque soy consciente de

que el narrador y el autor no tiene porqué ser la misma persona; pero Crel) que la estructura

_ BIBLIOTECA GALDOSIANA

narrativa de esta obrita tampoco da para sutilezas, y por otra parte no me he propuesto ni

mucho menos hacer un análisis narratológico de la obra. Además dado el carácter

moralizante del género no es descabellado identificar al autor con el narrador. Aún siendo

muy consciente de la gran diferencia que presenta al respecto Misericordia, también he

venido identificando la voz del narrador con Galdós aunque esta obra sí se presta a un mínimo

esbozo de estudio narratológico como veremos más adelante). Volviendo al cuadro de

Mesonero, después del diálogo entre éste y el procurador, que para más señas se llama don

Cleto, digamos que se produce otra escena y esta además recibe esa calificación por parte de

Mesonero, "pero he aquí que me esperaba otra escena de contraste, que por lo singular

tampoco dudo en apellidar romántica" 35 • Y es la que tiene lugar en la habitación de su sobrino

entre éste y una típica y tópica criada gallega: '

"Con más bellaquería que cuartos ( ... ) y que hacía ya días que intentaba entablar

relaciones clásicas con el señorito".

En efecto está desconcertada ante los versos que le lee el señorito plagados de toda la

retórica romántica a la que ya estamos acostumbrados y desde luego no entiende nada de

todas, como diría Benina, la criada de Obdulia en Misericordia, "esas cosas de muertos,

cipreses y cementerios". Así que acaba mandándole "con mil demonios al cementerio o a su

cuarto", ya que Mesonero transcribe la forma de hablar la moza. Por tierto que resulta de

10 más apropiado que uno de los versos que le dedica, diga precisamente: "¿No ves que tu

aliento mata?", cuando poco antes Mesonero nos había indicado que la moza respondía "a

vuelta de correo" los suspiros del preocupado galán:

.. con otros descomunales, aderezados con aceite y vinagre, ajos crudos y cominos, parte

del mecanismo de la ensalada que acababa de cenar"36.

Después de esto el final del cuadro es todo aceleración y el uso del "panorama", sigo

usando terminología de Lubbock, en el que nos cuenta la conversión de su sobrino en un

militar "robusto y alegre" y semianalfabeto diría yo a juzgar por sus lecturas "por toda

biblioteca en la maleta La Ordenanza militar y La Guía del Qficial en Campaña", no hace

sino aumentar la sensación de torpeza y apresuramiento de algo que ya era de por sí bastante

increíble. No hay quien se crea que estando su sobrino en la situación de delirio romántico

y al borde del suicidio en el que le había puesto en buena parte el rechazo amoroso, Mesonero

sea capaz de hacerle entrar en razón para que reflexione y se aparte de todo aquello,

orientándole hacia la carrera militar, aunque Mesonero nos dice, lo que viene muy oportuno

al caso y que nosotros no sabíamos hasta ahora que su sobrino también mostraba alguna

inclinación hacia la carrera militar así que "hízole poner una charretera al hombro izquierdo

y le vió partir con alegría a reunirse a sus banderas". Como hemos visto se convierte en un

ser de provecho para la sociedad, pues no sólo lee las joyas mencionadas sino que también

cultiva el bonito arte de cantar "perpetuamente zorzicos y rondeñas".

En fin que el cuadro de Mesoneros es un cuadro lOad hoc" escrito con la intención de

combatir un vicio en el mismo momento que se daba éste, y muy de acuerdo con el prólogo

IV CONGRESO GALDOSIANO lID]

que luego Hartzenbusch le hizo a sus Escenas Matritenses y en el que decía que Mesonero

pretendía "Pintar, pues las costumbres españolas de nuestra época, llevando el objeto de

corregirlas"37.

La clave del artículo está en la "Nota del autor a la última edición" incluída al final del

artículo en la que Mesonero en forma de "captatio benevolentia" nos informa, refiriéndose

al autor en tercera persona de las circunstancias y la intención del artículo, nos

dice que:

"El mérito de este artículo (si es que alguno tiene) fue sin duda la oportunidad, y el osado

atrevimiento del autor en darle a la luz, en los momentos en que la nueva secta

Hugólatra dominaba en toda la línea del uno al otro extremo de la república literé\ria"38.

Insiste en que se decidió a leer su obra en el Liceo, centro romántico por excelencia porque

"Aquella exaltación rayó breves momentos en un punto ridículo" y aclarar muy bien que "a

pesar de algunos pérfidos instigadores de mala ley", se entendió bien que se trataba no de

ningún ataque personal, sino de una recreación de "los rasgos generales del poeta

romántico". Además lo que es muy importante reconoce que:

"Algo cree haber contribuído a fijar la opinión hacia un término justo entre ambas

exageraciones clásicas y románticas"39.

Hace notar también como finalmente su obra está inmersa dentro de una tradición de

sátiras sobre el Romanticismo de la que ya hemos dicho algo:

"además dió la señal de otros ataques semejantes, en el teatro y en la prensa, que

minando sucesivamente aquel ridículo de bandería acabó por hacerle desaparecer y que

fructificasen en el verdadero terreno de la razón y del estudio talentos privilegiados, que

han llegado a adquirir en nuestro Parnaso inmortal corona"40.

Diríase que después de ésto solamente le quedara ya aMesonero solicitar el gentil aplauso

del respetable.

Centrémonos ahora en el texto de Galdós comprendido entre los caps. VII-IX de

Misericordia en el que aparece la figura de Obdulia que es desde luego una heroína romántica

muy poco al uso. Este texto para mí se convierte en una riquísima reflexión metaliteraria

y en una autoparodia sobre todo lo que pudiera quedar de romántico y de folletinesco en la

obra de Gadós.

El personaje de Obdulia Zapata aparece inmerso en un pasaje de la novela que es un

"flashback" con respecto a la acción de la misma. Este pasaje comprende desde el cap. VII

al IX, aunque Obdulia no aparece hasta el cap. VIII. En este pasaje se nos cuenta la decadencia

del linaje de los Zapata-}uárez y Obdulia es una excelente prueba de tal decadencia desde

luego. Veamos su descripción:

"Era Obdulia bonita, de facciones delicadas, tez opalina, cabello castaño, talle sutil y

esbelto, ojos dulces, habla modos ita y dengosa cuando no estaba de morros. No puede

lB BIBLIOTECA GALDOSIANA

imaginarse ambiente menos adecuado a semejante criatura, mañosa y enfermiza que

la miseria en que había crecido y vivía"41.

Le está dando importancia a algo fundamental en la novela realista y aún más en la

naturalista, y esto es el ambiente, la está contrastando con él, Obdulia es definitivamente

una inadaptada. Además Obdulia presenta una característica muy común en las heroínas

románticas, la locura, o más apropiado para ella: "El neurosismo" según palabras de Gadós,

pero veamos cuales son sus causas:

"Según la opinión de un médico que por lástima las visitaba, y de otros que tenían

consulta gratuita, todo el desorden nervioso y psicológico de la niña era cuestión de

anemia, y contra esto no había más terapeútica que el tratamiento ferruginoso, los

buenos filetes y los baños fríos".

Como vemos su locura está originada por causas fisiológicas y del ambiente, está mal de

los nervios porque vive en condiciones infrahumanas, pero curiosamente esa misma locura

le va a servir para evadirse de ese mundo miserable. Acerca de Ponte y ella se dicen que

poseían una riqueza inagotable dentro de su penuria:

"Consistía pues esta riqueza, en la facultad preciosa de desprenderse de la realidad cuando

querían, trasladándose a un mundo imaginario, todo bienandanzas, placeres y dichas ... "42.

En una heroína romántica al uso no se podrían concebir todos estos rasgos y es cómo

Michael Imetz ha visto muy bien:

"Galdós tries to rid himself of any tendency to romantize the appearance of his

personages. He does this in one of three ways: by poking fun at the romantic physique,

by reporting a flaw in an otherwise attractive physique or by offsetting outward beauty

with sorne inner defect"43.

Creo que la sátira más genial sobre la inclinación que siente el romántico hacia lo tétrico

y lo sepulcral, la podemos encontrar en este texto de Galdós. Obdulia rizando el rizo de esa

inclinación que al personaje de Mesonero le había llevado a enamorarse de una joven "más

mortecina que la lámpara sepulcral" se enamora de quien mejor puede satisfacer esa

inclinación, ¡del hijo del dueño de una casa de pompas fúnebres, que, cómo no, es su vecino.

Por él desdeña a su primo que sin duda era mejor partido. Obdulia es ingenua, ignorante y

se contenta con poco, Galdós nos lo hace notar de un modo muy sutil, dice que está

enamorada de él porque "sabía mil cosas que ella ignoraba", pero el narrador califica estos

conocimientos de "baratijas del saber humano":

"Literatura y poesía, versitos, mil baratijas del saber humano pasaron de él a ella en

cartitas entrevistas y honestos encuentros "44.

Claro está el drama estalla cuando la madre se opone y a Obdulia empiezan a darle

ataques epilépticos. '\'iéndose contrariada en su espiritual querencia". AqUÍ el narrador es

IV CONGRESO GALDOSIANO l1li

muy sutil y creo que logra un efecto hilarante en el párrafo al mezclar distintos registros

lingüísticos que bien podrían pertenecer a puntos de vista de distintos personajes:

" ... pero la niña que tomado había en aquellos tratos no pocas lecciones de romanticismo

elemental, se puso como loca viendose contrariada en su espiritual querencia. Le daban

por la mañana y tarde furiosos ataques epilépticos, en los que se golpeaba la cabeza y

se arañaba las manos; y por fin Benina un día la sorprendió preparándose una ración

de cabezas de fósforos con aguardiente para ponérsela entre pecho y espalda. La

marimorena que se armó no era para referirla. Doña Paca era un mar de lágrimas; la

niña bailaba el zapateado tocando el techo con las manos y Benina pensaba dar parte

al administrador de entierros, para que mediante una buena paliza u otra medicina

eficaz, le quitase a su hijo aquella pasión de cosas de muertos, cipreses y cementen'os

de que había contagiado a la pobre señorita"4s.

Lo que está claro es que las palabras subrayadas por mí, en el libro aparecen en

bastardilla, son una transcripción de las palabras de Benina. Además cuadran muy bien, es

lo que diría el personaje, persona ignorante. Se nota un cambio. Al principio es un tono

elevado y solemne, pero desde el momento en que Benina descubre el intento de suicidio el

punto de vista parece pasar a ella, así se entienden expresiones como lo de la "marimorena"

o lo de que la "niña bailaba el zapateado tocando el techo con las manos" forma hilarante

de describir un ataque que en sí mismo debía tener bien poca gracia. Creo que esto es sólo

una muestra de lo complejo y rico que puede llegar a ser a nivel narratológico el texto

analizado.

En efecto Obdulia llega a casarse con "el chico de laJunebridad", también es una

transcripción del habla vulgar de Benina; se casan después de haberse fugado juntos con idea

del suicidio, pero precisamente y al verse en posesión de dinero que Lucas ha cobrado gracias

a una 'Jactara deJéretro de zinc doble y otra de un servicio completo de cama impen'a/ y

conducción con seis caballos, etc ... " deciden ir en vez de suicidarse a merendar ya consumar

su amor en una casa cercana.

Sin embargo una vez que se casan todo va mal y Obdulia aparece más patética que nunca.

Así vemos que:

"Al año del casorio, los hijos, que habían entrado en la vida matrimonial con regular

desahogo, empezaron a recibir golpes de la suerte. como si heredaran la maldición

recaída sobre la pobre madre. Obdulia que no pudo habituarse a vivir entre cajas de

muerto, malparió; sus nervios se desataron; la pobreza y las negligencias de su marido

que de ella no se cuidaba, agravaron sus males constitutivos. Mezquinamente socorrida

por sus suegros, vivía en un sotabanco de la calle de la Cabeza, mal abrigada y peor

comida, indiferente a su esposo. consumiéndose en letal ociosidad. que fomentaba los

desvaríos de su imaginación"4é>.

Vemos que se habla de "herencia", inadaptación al ambiente. "males constitutivos", es

decir, esto es Naturalismo puro dentro de una de las novelas más espirituales e idealistas de

Galdós. Como vemos la riqueza de matices en su narrati\'a es interminable. Y la riqueza de

matices en su narrativa se puede notar en que en esta no\'ela hay una clara par('Idia de la~

__ BIBLIOTECA GALDOSIANA

novelas de folletín a las que tan aficionada es Obdulia, pero es que Galdós adecúa forma y

fondo en su parodia haciendo de la historia de la decadencia de los Zapata-Juárez un pequeño

folletín en sí, es como una "novela" dentro de la "novela", de modo que cuando acaba este

flashback enlaza con lo que estaba contando antes "Pues señor, atando ahora el cabo de esta

narración sigo diciendo ... " Este aspecto ha sido muy bien estudiado por Germán GullÓn47.

De su trabajo son especialmente interesantes las consideraciones que hace sobre un tipo de

narrador que aparece con frecuencia en este pasaje comentado y que narra en términos tales

como, y este es el ejemplo que pone Gullón, referido a la ruina de doña Paca:

"La situación era pues, desesperada, de naufragio irremediable, flotando los cuerpos

entre las bravas olas, sin tabla o madera a la que poder agarrarse"48.

Gullón piensa que tales excesos verbales que abundan en estas páginas y cuyo tono no

coincide con el general de la novela se debe a que "la perspectiva del narrador es sustituída

aquí por la de los personajes empobrecidos ... "Al narrador "no le espanta la pobreza de doña

Paca, pero a ella sí y es precisamente su espanto lo que nos comunican esas

hipérboles"49.

Es una observación muy aguda, es constatar la presencia de un narrador al que me

permitiré llamarle folletinesco y que no sé si inclinarme a pensar como Gullón, que adopta

el punto de vista de estos personajes o a decir simplemente que es una actitud que toma para

burlarse precisamente de los narradores folletinescos que tanto gustan a estos personajes.

Desde luego los excesos verbales existen, no hay más que ver el comienzo del cap. VII y el

del VIII.

VII: ..... Ved aquí en que paran las glorias y altezas de este mundo, y que pendiente hubo

de recorrer la señora, rodando hacia la profunda miseria, desde que ataba los perros con

longaniza, hasta que la encontramos viviendo inconscientemente de limosna entre

agonías, dolores y vergüenzas mil( ... ) Bien miradas estas cosas y el subir y bajar mismo

de las personas en la vida social, resulta gran tontería echar la culpa al destino de lo que

es obra exclusiva de los propios caracteres y temperamentos de las personas, y buena

muestra de ello es doña Paca, que en su propio ser llevaba desde el nacimiento el

desbarajuste de todas las cosas materiales"50.

Podemos observar que desde los puntos suspensivos en adelante la actitud del narrador

ha cambiado, pues se burla claramente "es tontería pensar" de lo que ha dicho antes y de

como lo ha dicho, como si primero le hubiera la pluma el ímpetu narrativo y retórico que le

exigía la ocasión, pero luego reflexionara "bien pensado".

Cap. VIII: "Tantas desdichas, parecerá mentira, no eran más que el preámbulo del

infortunio, grande, aterrador, en que el infeliz linaje de los Juárez y Zapatas había de

caer, a la boca del abismo en que sumergido le hallamos al referir su historia"51.

o al final del cap. IX, cuando alude a que Benina tenía que sustentar la casa de doña Paca

y la de Obdulia:

IV CONGRESO GALDOSIANO _

"¡Qué vida. qué fatigas honrosas. que pugilato con el destino. en la sombras tétricas de

la miseria vergonzante. que tiene que guardar el crédito. mirar por el decoro ... "52.

Lo que parece confirmar mi teoría de que no es que el narrador adopte el punto de vista

de los empobrecidos personajes, sino que se burla enteramente de los procedimientos del

folletín ya que Benina desde luego no habla así, en cuanto a doña Paca no la creo consciente

de esa situación, pues es una inconsciente, que además tampoco habla en tono coloquial.

Obdulia tampoco es consciente de la situación de miseria de su madre, pues en el mismo

párrafo algo más arriba se dice que le pedía dinero a su madre.

Lo que está claro es que Galdós se burla del folletín, un género por el que estuvo muy

influído en su juventud. Francisco Yndurain, analiza la novela El audaz, como si de un

folletín se tratara. Alicia Andreu también ha analizado la relación entre Galdós y el folletín

y todos ellos, junto con Michael Nimetz coinciden en que Tormento es una parodia del folletín

en cuanto a tema y forma53 •

Vemos desde luego como el texto de Galdós es mucho más rico que el de Mesonero, está

lleno de infinidad de recursos que Mesonero no hubiera pensado siquiera, sobre todo, no está

condicionado por la oportunidad, es un texto maduro, autorreflexivo de su obra y que sirve

sólo a su arte.

Dice Navas Ruiz acerca de Mesonero:

"Desde nuestra perspectiva. Mesonero Romanos parece muy limitado muy a ras del

suelo. Uno lamenta la falta de vuelos. que no mirase alguna vez por encima de los

tejados de la villa. hacia el cielo lleno de estrellas. Uno lamenta que no fuera más

sensible hacia la miseria por lo material del pueblo, que sin embargo vió y describió ... "54.

En cambio Galdós cultivando la novela "la forma más adecuada para pintar la sociedad

y desplegar el ingenio" según palabras de Mesonero, nos demostró a lo largo de su vida que

reflejando los suelos e incluso aún las cloacas de Madrid, él sí que era capaz de mirar hacia

el cielo lleno de estrellas.

_ BIBLIOTECA GALDOSIANA

Notas

1 Cartas de Benito Pérez Galdós a Mesonero Romanos. Ed. de E. Varela Hevías. Madrid. Ayto. de

Madrid. 1943. Pág. 55. Carta n. 18.

2 De ahora en adelante para las citas de El Romanticismo y los Románticos usaré la edición con

prólogo y notas de Leonardo Romero Tobar sobre la selección de Ramón Gómez de la Serna, Madrid,

Espasa Calpe. Selecciones Austral. 1986. 5ª ed. La presente procede de la pág. 85.

3 Ricardo Navas Ruiz. El Romanticismo Español. Madrid. Cátedra. 1982 3ª ed. renovada. pág 87.

4 Ricardo Navas Ruiz, op. cit., pág. 143-145.

5 Ibid. págs. 87-88. Entre estos autores extranjeros cita a Sebastián Mercier con su Tableau de

París, que inspira el título de Panorama Matritense a Mesonero Romanos. A Jouy cuyo pseudónimo "El

solitario" fue aceptado por Estébanez Calderón ya Joseph Addison.

6 José Luis Varela. "Prólogo al costumbrismo romántico" en Lapalabray la llama. págs. 81-90.

Madrid. Prensa Española. 1967. Citado a través de la bibliografía final del artículo de Enrique Rubio

Cremades "Galdós y las colecciones costumbristas del XIX. (Ver nota 7).

7 Enrique Rubio Cremades. "Galdós y las colecciones costumbristas del XIX." en Actas del 11

Congreso Internacional de Estudios Galdosianos. Tomo 1. págs. 230-257. Ediciones del Excmo. Cabildo

Insular de Gran Canaria. 1978.

8 José Fernández Montesinos. Costumbrismo y Novela. Valencia. Castalia. 1960.

9 Ricardo Navas Ruiz, op. cit., pág. 73.

10 Para ver la nómina de personajes de la obra romántica escrita por el sobrino de Mesonero. Ver

la edición citada pág. 92.

11 José de Espronceda. Poesías Lin'cas y Jragmentos épicos. Edición de Robert Marrast. Madrid,

Castalia, 1985, pág. 230.

12 Ramón Mesonero Romanos. Escenas Matritenses. Ed. cit., pág. 84 Y 85.

13 Eugenio Trías. Lo bello y lo siniestro. 1982. Madrid 1 ª ed. en Ariel 1988, pág. 25.

14 Ramón de Mesonero Romanos. ed. cit., pág. 86.

15 Ibid.

16 Mesonero Romanos. Escenas Matritenses ed. cit., p. 87.

17 De ahora en adelante para las citas de Misericordia uso la edición de Luciano García Lorenzo.

Madrid Cátedra. 1982, pág. 158.

IV CONGRESO GALDOSIANO __

18 Michael Nimetz. Humor in Galdós. A study qf the Novelas Contemporáneas. New Haven. Yale

U.P. 1968, pág. 11.

19 Benito Pérez Galdós. Misericordia. Ed. cit., pág. 103.

20 Ed. cit., pág. 87 Y 88.

21 Ed. cit., pág. 157 Y 158.

22 Michael Nimetz. Op. cit., pág. 40.

23 Y 25 Ed. cit., págs. 162 y 164.

24 Ed. cit., pág. 99.

26 Ed. cit., pág. 163.

27 Ed.cit.,pág. 90 y 91.

28 Ed. cit., pág. 90-91 (para ver todo lo referente a la obra de teatro criticada ver hasta la 93).

29 Sobre las preferencias literarias de Ponte y Obdulia ver pags. 165-169 y sobre las del sobrino de

Mesonero ver pág. 89.

30 Michael Nimetz op. cit., pág. 65.

31 Ed. cit., pág. 93.

32 Mariano José de Larra. "El casarse pronto y mal". En Revista Satírica El pobrecito hablador.

Madrid Espasa Calpe 1979. Se trata de un libro que recoge 14 números de la Revista en edición facsímil.

También comprende "La Satírico-manía" y la "Carta panegírica". El artículo que nos interesa está en

el NI1 7. Noviembre de 1832. Cita de pág. 14.

33 Ibid pág. 17 Y 18.

34 Ed. cit., pág. 95 Y 96.

35 Ed. cit., pág. 96 Y 97.

36 Ed. cit., pág. 96.

37 Ramón Mesonero Romanos, Escenas Matritenses. Gaspar y Roig editor. Madrid. 1851,5.11 ed.

pág. 6.

38.3940 Ed. cit., págs. 100 y 101 respectivamente.

41 y42 Ed. cit., págs. 111 Y 157 respectivamente.

i3 Michael Nimetz. Op. cit., pág. 59.

Hy45 Ed. cit., págs. 112 y 113.

46 Ed. cit., pág. 117.

47 Germán Gullón, "Milagrerías del narrador" en El narrador en la novela del siglo XIX Madrid.

Taurus 1976, pág. 117-131.

48 Germán Gullón, op. cit., pág. 123.

49 Germán Gullón, Ibid.

50 Misericordia. Ed. cit., pág. 102.

52 Ed. cit., pág. 118.

53 Sobre Galdós y el folletín: Consultar la bibliografía incluída al final.

54 Ricardo Navas Ruiz, op. cit., pág. 211.

ss E. Varela HevÍas. Cartas ... págs. 31 y 32.

En efecto en contestación de Mesonero a Galdós en carta fechada el13 de diciembre de 18 77 le dice

aSÍ:

"No desmaye Vd. y ya que tan profunda vocación y tan relevantes medios tiene para cultivar la

novela que es hoy en día la forma más adecuada para pintar la sociedad y desplegar el ingenio, siga

adelante" .

lB BIBLIOTECA GALDOSIANA

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