DOÑA EMILIA PARDO BAZAN 11
y BENITO PEREZ GALDOS EN 1889.
FECUNDA COMPENETRACION ESPIRITUAL
y LITERARIA
Julián Avila Arellano
Introducción
En los resultados de la investigación realizada para este trabajo pretendo señalar algo
que es de sobra conocido y aceptado dentro de la historia literaria, la fuerza que tienen ciertas
experiencias vitales intensas de los dos escritores en la evolución de sus formas expresivas.
Es, pues, un estudio sin más pretensiones que las de analizar y exponer las circunstancias
-el medio según señaló ya hace un siglo Hyppolite Taine1, yen la línea histórico filológica
de Gustave Lanson2-, biográficas y socioculturales que empujan a ambos escritores fuera
de la retórica naturalista y en el sentido de la introspección psicológica y espiritualista que
les domina de un modo intenso y coincidente al menos hasta 1891. Es una investigación de
tipo positivista, tan import~nte para el encuadramiento histórico-objetivo de los textos, del
que aun hoy día están bastante desatendidas ciertas épocas de la historia literaria española,
debido a las tan particulares circunstancias de nuestro desarrollo socioculturaP.
Resumiendo el contenido de estos resultados, se puede adelantar la consideración de que
las íntimas relaciones afectivas que mantuvieron los dos escritores entre la primavera de
1887 Y la de 1890 provocaron en ellos experiencias tan extremadas y situaciones éticas tan
nuevas que vienen a resultar de conocimiento imprescindible para explicar la evolución
estilística indicada. Es talla intensidad de estas vivencias que por sí mismas explican el tono
de fuerte modernidad expresiva que caracteriza las creaciones de ambos en estos años,
modernidad señalada reiteradamente por los críticos de ambos para obras como Insolación
y Morn·ña, La incógnita y Realidad, Una cristiana y La prueba, Angel Guerra, Tristana o
Memorias de un solterón. Y, en mi forma de ver, lo más significativo de esta modernidad es
precisamente esa salida de los convencionalismos naturalistas, aceptados casi como una
especie de reto científico, para conseguir una inesperada autonomía artística en la que
desaparecen las fronteras entre lé}. forma y el contenido, o como bien dice el profesor don
Ricardo Gullón4 al definir el estilo epistolar de la obra de Galdós,
"se comprueba hasta qué punto la forma es el contenido; al escoger este modo de
presentación, el novelista opta por consentir al narrador escribir su novela, que va
mm BIBLIOTECA GALDOSIANA
haciéndose conforme la escritura adelanta. Se crea una ilusión de realidad; las cartas
están ahí, las leemos, sentimos en ellas un pulso, una pasión, una persona a quien nos
figuramos, y no sólo por lo que tengan de confesionales, sino porque los juicios sobre
hechos y personas, las reflexiones, comentarios y anticipaciones son otros tantos
modos de revelación".
Una desviación estilística similar reconocen los críticos en la escritora. D. Benito Varela
Jácome5, por ejemplo, distingue varios estilos, y este, al que llama "realismo moderado" lo
caracteriza así:
"Entre la publicación de La madre naturaleza (1887) Y La piedra angular (1891), la
novelística pardobazaniana se remansa en un equilibrio realista. Vuelve a reaparecer
el contraste [existente en Pascual López, Un viqje de novios y El cisne de Vi/amorta]
entre la idealización y el subjetivismo y la directa visión de la realidad. Sin una
eliminación total de los recursos naturalistas, se descubre la asimilación de motivos de
la novela rusa, la orientación hacia un idealismo cristiano, en el ensayo de recursos que
anuncian una nueva estética. "
Son, pues, dos escritores que en estos pocos años evolucionan juntos en sus modos
expresivos estimulados por compartidas vivencias afectivas de liberación moral. Así se lo
dice doña Emilia a Galdós desde París el 28 de septiembre de 18898, tres días después de
concluir su amoroso recorrido por la ruta turística del Rin:
"Hemos realizado un sueño, miquiño adorado: un sueño bonito, un sueño fantástico
que a los 30 años yo no creía posible. Le hemos hecho la manola al mundo necio que
prohibe estas cosas; a Moisés que las prohibe también, con igual éxito, a la realidad que
nos encadena; a la vida que huye; a los angelitos del cielo, que se creen los únicos felices,
porque están en el Empíreo con cara de bobos tocando el violín ... Felices nosotros [ ... ]
ciertas escapatorias en que burlamos a la sociedad impía y a sus mamarrachos de
representantes "7.
Sin embargo, lógica consecuencia de tan dispares temperamentos artísticos como son los
de ambos -mucho más apasionado e intuitivo doña Emilia frente al más mimético, artesanal
y analítico de Galdós-, es preciso reconocer con toda justicia que es doña Emilia la que lleva
la inciativa y la que saca más partido literario de estas experiencias. Como veremos en la
documentación que sigue, ella, más joven y aprendiza casi cuando Galdós ya ha publicado
una docena de obras, es la que busca la amistad de Galdós8; ella es la que sufre, de modo
fecundo para la creación literaria, las servidumbres de la pasión en aquel verano de 1888 ante
el constante y delicado acoso del joven -entonces empleado de la Compañía Trasatlántica
en Barcelona-don José Lázaro Galdeano, experiencia que, sin duda, quedará reelaborada en
Insolaciórz8; ella es la que va a sufrir unos remordimientos no del todo justificados, cuando
Galdós viene a pedirle fidelidades y cuentas sobre su comportamiento en lo que no tenía
ningún derecho y que, por otro lado, hasta que no tuvo noticias de la infidelidad parece que
no le había preocupado demasiado; finalmente ella es la que confiesa y analiza sus
sentimientos de modo más sincero dentro de sus obras, en especial Insolación y Morriña
IV CONGRESO GALDOSIANO _
(1889), mientras que Galdós, rasgo constante en la conformación de sus ficciones, asimila
estas experiencias dentro de los soportes psicológicos de sus personajes y las subordina así
a los objetivos pedagógicos transcendentes que pretende como finalidad principal de sus
creaciones.
Amistad y respetuosa intimidad
Indudablemente son las preocupaciones intelectuales de la escritora10 y su fuerte
personaidad sociocultural lo que fortalece una simpatía cada vez más profunda entre
ellos 11
•
La adhesión de doña Emilia a Galdós es constante, casi filial. Las declaraciones más
explícitas se encuentran en el epistolario de doña Emilia, pero también he podido recoger
otros documentos directos hasta ahora desconocidos. Por ejemplo, de finales de 1886 es una
nota manuscrita de doña Emilia que se encuentra ahora en la sección de manuscritos de la
Biblioteca Nacional de Madrid en la que dice "1886. Hotel d'Orient. Rue Dannon. Le quiere
muy de veras su amiga. E" 12. Unos meses más tarde, seguramente a raíz de las conferencias
de doña Emilia en el Ateneo de Madrid entre el 14 y el28 de abril de 188713, estas relaciones
parecen ganar en intimidad l4• Galdós escribe sus breves pero casi apasionados elogios a las
conferencias de doña Emilia 15. De este año, seguramente de septiembre, es otra nota un tanto
más cálida de doña Emilia que dice: "1887. Plazuela de Santa Ana. ¿Cuándo viene? No
quisiera tardar en verle". Galdós ha pasado unos días del mes de julio en Toledo, y hasta
septiembre con su amigo Pepe Alcalá Galiana en Centroeuropa. La nota, pues, de doña Emilia
debió producirse poco antes de que volviera a Madrid a mediados de septiembre o a principios
de octubre.
De todos modos las referencias más importantes a este periodo que va desde la primavera
de 1887 hasta finales de mayo de 1888, se encuentran en el epistolario. De ellas se puede
deducir fácilmente esa relación casi paternal que debía existir entre el novelista y la estudiosa
de la literatura por estas fechas. Una relación tan distante que coge a doña Emilia realmente
desprevenida la reacción de apasionada de don Benito en estas fechas de febrero de 1889.
y Galdós, como veremos cuando reinicie estas relaciones apasionadas de 1889, sin duda no
se encuentra muy lejos de los sentimientos que expresa Manuel Infante a su prima Augusta
Cisne ros, transcritos en la carta del día 21 de febrero al final de La incógnita:
"Quiéreme -le dije tratando de estrecharla en mis brazos-, quiéreme y ocúltame tu
falta, tu crimen o lo que sea. No te haré más preguntas; no deseo informarme de nada.
Pensé adorarte sincera, y callada te adoro más. Pero no me mates con esa amistad fría;
estoy loco por ti, y me muero si no me amas. Rota la ley, Augusta; rota la ley, condénate
conmigo que ya no tengo salvación ... No se me oculta que tu corazón está lastimado,
que está muy fresca la herida para que puedas quererme; pero dame esperanzas,
dámelas o yo no viviré ... "I!!.
y esto es justamente lo que ocurría entre Galdós y Emilia por esas fechas del mes de
febrero de 1889. Así se lo recuerda la escritora el sábado 27 de abril desde La Coruña a Galdós:
_ BIBLIOTECA GALDOSIANA
"Ahora conozco que no había frialdad en ti durante aquella época en que se me figuró
verte un poco desaborío; pero también yo he de reconocer la verdad de los hechos:
cuando adquirí el convencimiento de que te inspiro verdadera pasión, con todos los
caracteres de tal, ha sido de dos meses acá; mejor dicho, desde que me escribiste aquellas
epístolas que te restituí. Entonces pude cerciorarme de que ese amor moderno, nervioso
y hasta con sus ribetes idealistas (que es el misticismo que hoy puede gustarse) lo tenías
tú por esta princesa galaica. Ya ves que analizo y que te estudio como estudiaría un caso
novelesco. Aquellas cartasl7
, el encuentro a dos pasos del candelerol7
, junto a aquellos
bancos en que yo creía buenamente que nos sentaríamos; tu actitud en el coche, en fin,
todas las circunstancias del paseíto, me demostraron que eras para mí, que me
pertenecía esa alma tan de primo cartello. En quererme antes no hacías nada de
extraordinario; pero en quererme así después ... "18
La coincidencia de estas fechas plantea, además, problemas cronológicos muy interesantes.
Surge la tentación de pensar que La incógnita se ha escrito no en el momento de las
fechas de las cartas, como normalmente se ha aceptado sin ningun prueba exterior al texto
literario, sino precisamente a partir del mes de febrero, cuando dan comienzo estas nuevas
y más intensas relaciones. No quisiera yo caer en esta posición extremada, a pesar de que
existen referencias de que Galdós solía utilizar estas confidencias para elaborar sus obras20
.
Pero lo que sí resulta fácilmente aceptable es que Galdós o escribió esta obra en la primavera
de 1889 o, por lo menos, la reelaboró al calor de esta experiencia con doña Emilia, entre otros
motivos, además de las importantes concomitancias léxicas y actitudinales que se pueden
rastrear en sus páginas, porque no la terminó ni la entregó a la imprenta por lo menos hasta
el mes de Agosto de 1889. Esto se deduce de la correspondencia de Galdós con sus amigos
Narciso Oller, "Clarín" y Pereda21 , los cuales no saben nada de la obra hasta el mes de octubre
en que se pone a la venta (el día 9 de octubre, junto aMorriña de Emilia Pardo Bazán22
). Y
sobre todo por la misma ausencia de testimonio de la propia Pardo Bazán, con quien Galdós
comentaba sus proyectos literarios23 y la propia sorpresa de la escritora al leer la obra:
"Me he reconocido en aquella señora más amada por infiel y por trapacera. ¡Válgame
Dios, alma mía! Puedo asegurarte que yo misma no me doy cuenta de como he llegado
a esto. Se ha hecho ello solo; se ha arreglado como se arregla la realidad, por sí y ante
sí, sin intervención de nuestra voluntad, o al menos por mera obra del sentimiento, que
todo lo añasca"24.
Emilia Pardo Bazán y José Lázaro Galdeano
Las relaciones afectivas que mantiene la escritora con este joven a partir del último mes
de la primavera de 1888 son tan ciertas como el definitivo impulso que él recibe de Emilia
hacia lo que va a ser la importante carrera como publicista y difusor cultural dentro de las
dos décadas de entre siglos hasta concluir en el magnífico museo-fundación que hoy lleva
su nombrec5 . Ambos detentan el honor, no debidamente reconocido aún hoy por el gran
público. de haber fundado -en el caso de doña Emilia. estimulado- empresas publicistas
IV CONGRESO GALDOSIANO _
como la ya citada, la Revista Internacional, La Nueva Ciencia Jurídica, y colecciones como
la Biblioteca de la Junsprudencia, Filosqfía e HIstoria, además de las promociones cul turales
como el premio de 5.000 pts. en el Centenario de la publicación de la primera parte del Quijote
o las 10.000 para el concurso con motivo de la guerra de Melilla o la cátedra de Historia del
Arte que sigue funcionando en su Fundación de la calle Serrano; todo lo cual ha estado en
el centro del desarrollo artístico-literario y cultural de aquellos años28 •
El testimonio más claro y objetivo del comienzo de estas relaciones lo aporta Narciso Oller
de un modo reivindicativo en sus Memories. Es un testimonio fidedigno que se viene a
corroborar después con las propias palabras de la escritora tanto en el epistolario sobre el
que estoy recomponiendo estos datos como en otras cartas del momento. Al ser, pues, una
prueba tan evidente resulta necesario incluirla aquí a pesar de su extensión:
.. Acabats els Jocs, pujarem al primer pis perveure l' eposició de pintura. Visitant estavem
la tercera o quarta sala, quan En Josep Lázaro Galdiano, conegut meu, castella ~ue jo
crec catala-, alleshores collocat a la Transatlántica o bé al Blanc Colonial i que era un
jove illustrat y molt aficionat a les arts i a les bones lletres, em crida un moment a part
per suplicar-me que el presentés a 1'exímia novellista gallega, de qui era admirador
fervorosíssim. Vaig fer-ho ben volonter i tots tres plegats seguírem la visita molt
entretinguts.
En sortir, vaig invitar-lo a pujar alcotxe per acompanyar aquella senyora a 1'hotel. Un
cop sois ell i jo, En Lázaro va dir-me que si algun cop, agobiat de feina, necessitava
suplent per acompanyar aquella senyora que tan simpática acabava de ser-li, podia
disposar d'ell amb tota seguretat que no faria mes que procurar-li un gran placer.
Aquesta preferta [ ... ] atrapatn-me un xic fatigat d' anar tants dies ha, fent de cavalier
serven te i a més a més amb molta feina endarrerida al despatx, em vingué com l' anell
al dit. Per tant vaig demanar-li que si em podia fer aquell favor ja l' endema, li ho agrairia
molt.
Aixó acordat, l' endema no em vig atansar a I'hotel on posava la Sra. Pardo, fins al
vespre; pero ella no hi era. Vaig tornar-hi el midgia següent i tampoco A la nit va dirme
que amb En Lázaro havien fet una excursió a Arenys de Mar d' on tornava encisada.
(Alguns volgueren su posar després que Insolación n'és un reflex). Ho sigui o no, la
veritat és que la nova amistat a que jo generosament havia ajudat, ana augmentant tan
de pressa i fins a punt tan gran, que la cosagrada al meu cosi i a mi queda ben aviat
postergada per la sobrevinguada; mai trobavem la meya amiga al' hote; els amics sarda,
Guimera Matheu, Verdaguer, Vilanova, etc. etc., que jo li havia fet coneixer i que anaven
sovint a visitar-la, tampoco Sempre havia sortit amb el senyor Lázaro, i els decasa i jo
quasi no veiéren la nostra amiga fins que ella tingué la cortesia de venira acomiadarse.
Anarem a l'estació a donar-li adéu un bon estol d'escriptors de totes edats, i fins de
senyores; i unes setmanes després d'esser ella fora, En Lázaro m'invita a veurer una
reproducció en bronze del buidat directe que havia aconseguit fer-li treure aquí, de la
seva grassoneta ma en actitud d' escriure, i que li anava a enviar junt amb una allegoria
en terra cotta, que en sembla que contenia en baix reHeu els retrats del fillets d' ella, de
tot el que li feia eH galant present.
No vull significar amb aixo dit fa poco que la bondadosa Emilia se n'anés d'aquí quíxosa
deis nostre tracte. No es despren pas aixi. almenys de les sews lIerres del 4 de julit11 i
_ BIBLIOTECA GALDOSIANA
20 d'agost que també lim copio; pero que sobrevingué molt aviat un gran refredanent
d' amistat pel seu cantó, res no ho prova tan com que, d' aleshores en<;a, no he trobat
ja més que tres epistoles espaiadíssimes; una del 24 de desembre del máteix 88,
excusant la seva tardan<;a a contestar-me i a no haver complert la seva promesa de
tornar a Barcelona per veure millor l'Exposicio; anunciant-me el proxim envio del seu
nou llivre De mi tierra i dient-me que es proposava treballar tan per la revista "La
España Moderna" que funda Lázaro Galdiano; la del 19 d' avril de 1890 (en respuesta
al pésame que Oller le envía con motivo de la muerte de su padre); i la del 23 de
novembre del propi any [ ... ].
¿Per que, sense el més petit dissentiment en la nostra correspondéncia, ni la menor
incorreccio de cavaller de que jo pugui acusar-me, trenca amb el seu silenci, aquella
senyora, abans tan afectuosa amb mi com vo,ste ha vist, la nostra bona amistat? .. Es
un mistri aquest que, per curtedat degeni o per un excés potser, de delicadesa, no em
vaig empeynar a escal tir; pero jo sempre he temut que hagi ballant en aixo alguna
sugestió malintencionada d'En Lázaro. Vagi a saber si, perque pel temor de fer-ho
malament en castella, vaig excusar-me de collaborara La España Moderna, empresa en
la qua!, segons deien a Madrid, tenia per aquells temps molts diners ficats la illustre
gallega, o si potser, per haver-se permes aquell repetir a la interessada, ingerint-li un
verí que jo li juro que no duia, la brometa inofensiva que vaig fer-li en sentir-li dir que,
aquell estiu, s'havien ambdós topat casualment a Portugal"27.
Doña Emilia y Lázaro pasaron juntos en Barcelona los dos últimos días del mes de junio
y la primera semana de julio. Emilia volvió a La Coruña pasando por Madrid, y desde allí
escribía en un tono respetuoso y cálido a la vez a Lázaro el día 10 de julio casi proponiendo
un viaje veraniego. Viaje que el abogado debió aceptar enseguida y encantado, según se
deduce de los regalos que a mediados de julio tiene preparados para la escritora, según el
testimonio de OHer que acabo de incluir.
En la carta aludida, Emilia, después de algunas noticias familiares y elogios a Cataluña, concluye:
"Si algún día logro cumplir el propósito de verlos [Tarragona, Baleares, Poblet, Ripoll],
espero que V., sacrificando sus sibaritismos y sus aficiones al confort28, y resignado de
antemano a camas duras y palanganas tamañas como soperas, se determine a
acompañarme. Dice Teófilo Gautier que sólo debemos acordarnos del bienestar corporal
cuando no nos arrebata la fantasía. Aplíquese V. la máxima del excelso artista que tan
maravillosamente describió España. ¿No es una vergüenza que sea V. más exigente y
remilgado que yo en punto a comidas y alojamientos? Si va V. en la Romería29, llega
a Roma difunto. Escríbame V. pronto, aunque yo no le haya dado el ejemplo, pues en
lo sucesivo seré más puntua1"30.
Galdós JI Emilia Pardo Bazán
Galdós y Emilia no se encuentran durante este verano de 1888. De las cartas que
transcribe OHer en sus Memories se deduce que la escritora debió pasar medio mes de agosto
en Portugal con Lázaro para detenerse un tiempo a tomar las aguas de Mondáriz antes de
IV CONGRESO GALDOSIANO mi
volver a La Coruña. Galdós, que había firmado el final de Miau en el mes de abril, prepara
su edición que ya está en la calle a mediados de juni031
• Desde Santander sale para Newcastle
el 2 de septiembre y no vuelve a Madrid, también desde Santander, hasta el día 12 de
noviembre32 • Desde noviembre de 1888 haGta enero de 1889 Emilia se encuentra en La
Coruña cuidando a su hijo mayor Jaime de unas fiebres tifoideas que le volverán a repetir en
noviembre de 1889. Por la correspondencia con Yxart sabemos que ya en el mes de enero
de 1889 la escritora tiene entregada Morriña, a los impresores catalanes y acaba de poner
casa en Madrid, en la calle Ancha de San Bernardo junto a la Universidad Central donde se
va a dar la ambientación argumental de esa novela, también corta y de formas similares a
Insolación. En esta situación, y seguramente tras el desencadenante de la aparición en
Madrid de Insolación, se produce la reacción de romanticismo desesperado de Galdós, que
ya se ha indicado más atrás, y recomienzan con este tono tan humano y moderno las
relaciones amorosas que van a durar hasta la primavera de 1890, no sin antes dejar las
fuertes influencias indicadas en las obras de ambos, yen especial en esas dos novelas puente
de Galdós desde el Naturalismo al conductismo característico de su teatro.
Es doña Emilia la que resume en varias ocasiones el proceso por el que han pasado su
sentimientos hacia Galdós durante los años que llevo reseñados:
"Cuando vuelvo los ojos a lo que sucedía antes del Corpus de sangre, deduzco que era
absurdo que tú no me quisieses muchísimo, porque lógicamente era difícil que para ti
hubiera otra mujer adecuada; pero estas lógicas que descubre la razón estableciendo un
juicio de ciertas oposiciones y constrastes llamados a resolverse en simpatía profunda.
en la realidad fallan muy a menudo. y por cualquier quisicosa, por una deficiencia de
ajuste en un terreno insignificante, no se realiza la íntima fusión de los corazones. Soy
exigente y donde entro aspiro a llenarlo todo; y te confieso que muchas veces di en creer
que a pesar de nuestras similitudes, y con toda la estimación que hacías de mí,yo no
te llenaba. al menos pasado cierto tiempo. Parecía me que habías querido de otra manera
más apasionada. y que ahora sólo experimentabas necesidad de afecto y comunicación
femenina. lo cual conmigo se unía a la santa amistad y al trato literario, formando un
todo gratísimo. pero no indispensable"33.
"Ahora conozco que no había frialdad en ti durante aquella época en que se me figuró
verte un poco desaborío; pero también yo he de reconocer la verdad de los hechos:
cuando adquirí el convencimiento de que te inspiro verdadera pasión. con todos los
caracteres de tal, ha sido de dos meses acá; mejor dicho, desde que me escribiste aquellas
epístolas que te restituí. Entonces pude cerciorarme de que ese amor moderno, nervioso
y hasta con sus ribetes idealistas (que es el misticismo que hoy puede gustarse) lo tenías
tú por esta princesa galaica"34.
"Antes de que me conocieses, cuando no nos unía sino ensoñadora amistad. ya me
figuraba yo (con pureza absdoluta, que ahí está lo más sabroso de la figuración) las
delicias de un paseíto ensemble por Alemania [ ... ] pensaba yo para mí: "Qué bonito será
emigrar con este individuo. Me tratará como a una hermana, o mejor dicho, colllo a un
amigo de confianza entera [ ... ]". Después del sillar [sic}. mayor deseo de viaje.
Calculaba así: "Este pícaro que no me concede ahora sino tres o cuatro horas, entonces
me dará por fuerza el día todo. y la noche también. Dormiremos juntitos y pasaremos
las horas de la mañana, esas horas tan íntimas. en brazos el uno del otro"~:;.
_ BIBLIOTECA GALDOSIANA
Las cartas de Emilia a Galdós
Las 38 cartas que publica Carmen Bravo Villasante en el epistolario reiteradamente
citado, cubren el periodo que va desde el día 22 de febrero de 1889 hasta el 24 de abril de
1890. Se trata de un epistolario muy amplio y complejo. Walter T. Pattison38 estudia e
identifica cronológicamente tres cartas más que fueron publicadas en el Excelsior, periódico
mejicano, el 14 de noviembre de 1971. El mismo crítico galdosiano añade a este estudio
alguna carta más que permanecía inédita en la Casa-Museo Galdós de Las Palmas. En 1983
aparecieron, como ya he adelantad037
, otras 6 cartas de doña Emilia de las que las tres más
importantes pertenecen al otoño-invierno de 1891. Es, pues, un epistolario, el que
mantienen los dos escritores, que cubre, por lo menos, el periodo que va desde 1883 hasta
1894. Fueron unas relaciones que en circunstancias normales debieran haberse consolidado,
pero no fue así, a pesar de la extraordinaria adhesión y generosidad de doña Emilia. El
motivo, sin duda, se encuentra en las graves malformaciones psicológicas de Galdós en lo
que toca al tema afectivo y a las relaciones con el sexo contrario -trata muy común, por otro
lado, en la eduación sexual de entonces-o Para doña Emilia la experiencia debió terminar en
un doloroso sinsentido que ella respeta, a pesar de todo, como se puede ver en estas palabras
de una de sus últimas cartas al escritor:
"De Lydia a Horacio sobre el tema Eheu fugaces! Mi caro Venusino, estoy en estos baños
por prescripción del arte de Esculapio. Ya me voy encontrando sobradamente sulfurada,
por lo cual el sábado pienso salir para Sancti AnderiL Estaré en esta ciudad lo
estrictamente preciso para no quedarme sin verla, puesto que me interesan los
pueblecillos donde hay antiguallas y los valles floridos como el de Toranzo.
Los montañeses que ya conozco por aquí, suponen a priori que no veré a Pereda, y
también que no omitiré visitar su palacete de V. (Villa Venusiana), desde luego declaro
que han acertado en sus presunciones y que mi deseo es darle a V. esta señal de afecto
y consideración profunda (qué tal?). Pero, cher Horace, la metamorfosis sufrida por mí
y algo provocada quizás por los sabios consejos de V., es causa de que antes de poner
por obra mi propósito, quiera enterarme de las disposiciones con que V., lo recibirá, y
si ve V. en él el más breve motivo de contrariedad por cualquier concepto, en cuyo caso
yo declaro que renuncio a él, y que haré de modo que, sin extrañeza de nadie, no se realice.
Este espíritu de precaución que hoy guía todos mis pasos, acusa ¡oh Póstumo! la obra
triste de los años, que todo lo muestra al través de un prisma distinto. Sólo la
experiencia, y su comitiva de amargas lecciones, puede haber logrado modificar hasta
este punto mi nativa y quizás nociva espontaneidad. Mi sexo y mi situación me obligan
a estudiar siempre el modo de no exponerme a que parezca inconsiderado ningún acto
de mi vida social. En plata, si V. no me contesta y no se adelanta a visitarme en
Santander, yo me abstendré de ir al Palacete.
Si V. no me contesta, entenderé que Lydia no debe hacerse presente a Horado ... Y sqfidt
Proceda V. con absoluta libertad y según sus propósitos y deseos.
Ya sabe V. que de todos modos le quiere mucho y no le admira menos Lydia-Porcia38•
Volviendo al conjunto de las cartas publicadas por Carmen Bravo Villasante, lo primero
que llama la atención es la gran cantidad de resonancias humanas, directas de doña Emilia
IV CONGRESO GALDOSIANO 1m
e indirectas, pero muy presentes, del propio Galdós y de todo el conjunto sociocultural del
momento. Las cartas contienen sobre todo un hermoso proceso de liberación espiritual a
través del profundo análisis al que Galdós obliga a Emilia con sus consideraciones, liberación
de prejuicios morales propios y de formalismos sociales hasta llegar al pleno equilibrio
espiritual de esa semana central del mes de septiembre de 1889 que pudieron pasar ambos
en plena libertad afectiva por las bellas ciudades de las orillas del Rin. Después de entonces,
el alejamiento, la presencia de las respectivas familias, los incómodos y cercanos testigos de
la reducida sociedad madrileña, el propio temperamento personal -sobre todo en lo que se
refiere a Galdós-, todo se confabula para irlos alejando hasta la situación que se muestra
en la carta de Emilia citada más arriba.
Las cartas del epistolario vienen en su mayoría a cubrir las distancias que eventualmente
les separan. Doña Emilia está lejos de Galdós durante todo el mes de abril que pasa en La
Coruña (7 cartas); el mes de junio y parte de julio se encuentra haciendo su primera visita
a la Exposición Universal de París. De entonces son 4 cartas. En el mes de marzo y abril de
1890 permance en La Coruña con motivo de la muerte de su padre. De entonces son 8 cartas.
Galdós, a su vez, se encuentra lejos de Emilia desde finales de septiembre hasta el día 2S de
noviembre39• Durante este tiempo Emilia escribe 10 cartas. Hasta las 38 faltan 9 cartas que
corresponden a envíos por el interior correspondientes a los meses de febrero y marzo, los
primeros en la renovación apasionada de sus relaciones afectivas que hasta este momento,
según declaraciones ya citadas de doña Emilia, habían sido bastante frías y distantes. En
estas cartas se produce la valiente, sincera y generosa confesión de doña Emilia sobre su
debilidad del verano anterior sobre el fondo del intenso apasionamiento de Galdós.
Compenetración literan'a
En las obras literarias de ambos escritores se pueden distinguir dos tipos de reflejos
producidos en estas relaciones afectivas. Se produce una especie de contagio inconsciente,
como por ejemplo el que rezuma de este epistolario y de Insolación a La incógnita de Galdós,
según he indicado, quizás demasiado brevemente, antes40
•
En el paso de La incógnita a Realidad se produce la transmisión de parte del interés
indagatorio de Manuel Infante hacia la personalidad del marido de Augusta, Tomás Orozco.
Realidad, a su vez, es una novela que se reelabora, según las noticias que se filtran a través
del epistolario de Emilia, desde el mes de octubre hasta diciembre de 1889 y justo al principio
de este periodo nos encontramos con estas palabras de Emilia en una carta del 25 de
septiembre41 : "Hoy le dijo no sé quién [seguramente alguien relacionado de alguna manera
con el matrimonio Pepe Alcalá Galiano y su mujer Mary] , ni dónde, que tú andabas por el
Rhin y que no se tenían noticias tuyas. Al participármelo añadió en broma diciendo que sin
duda seguías mis huellas. Te lo advierto, para que haya, cuando del caso se trate, cuidado
en retrasar la fecha tuya y en variar el itinerario. Creo que muchas cosas son fáciles con un
poco de habilidad. También sería conveniente, para prevenir toda contingencia, que al enviar
las pruebas de Realidad, pienses una carta maquiavélica, contando el viaje por Colonia y
Shaffhouse y pidiendo consejos reservados sobre Realidad".
U BIBLIOTECA GALDOSIANA
Emilia de hecho lleva varios años separada de su marido. Es posible que ahora se halle
éste accidental o temporalmente en París, donde se ha quedado Emilia tras la reciente
separación después del viaje por el Rin, sin embargo, se puede vislumbrar aquí una actitud
real que en gran parte se va a reproducir en Realidad, mientras que estaba ausente en La
incógnita. Este es hecho, sin saber si Galdós lo utilizó de modo consciente, si ya estaba en
el ambiente de sus relaciones con Emilia o si surgió de modo espontáneo dentro del
crecimiento propio del argumento narrativo.
Otras referencias son más conscientes, producto directo de sus conversaciones en la
intimidad. Pueden verse alusiones a ello en las páginas anteriores42 • Véase también esta que
le hace en carta desde La Coruña el día 30 de marzo de 1889:
"Por el camino he pensado una novela; pero no se titula El Hombre; se tiene que titular
(a ver si te gusta) Tití Carmen. Es la historia de una señora virtuosa e intachable; hay
que variar la nota. no se canse el público de tanta cascabelera. El Hombre de todos
modos es muy buen título. He pensado también hacer una novela sobre el Verdugo; el
verdugo actual. ¿Qué opinas?"
Ya apunta Carmen Bravo Villasante en el "Prólogo" a la edición de las cartas43 que estos
proyectos acabarán en Una cristiana y La prueba, por un lado, y La piedra angular, un poco
más tarde, en 1890 y 1891 respectivamenteH
• A estas tres hay que añadir Memorias de un
solterón (1891) Y el manuscrito del boceto dramático ("Diálogo dramático" lo llama la
escritora) de El sacrificio para completar el grupo de las creaciones pardobazanianas que se
cuecen en el horno espiritual de esta experiencia sentimental. Son cinco obras en las que se
mantieneun acusado grado de parentesco con las de Galdós del mismo periodo, es decir,
Realidad, Angel Gueffa, Tristana, La de San Quintín, La loca de la casa, y el respeto de la
serie de tono espiritualista hasta finales de la década de los 90. Se puede distinguir, además,
un cierto viavén en el sentido predominante que llevan las influencias. Ya hemos visto, por
ejemplo, que al principio es Insolación de doña Emilia y las cartas del epistolario que he
estudiado para este trabajo motivos importantes en la desviación artística galdosiana que
se produce en La incógnita y gran parte de Realidad,. pero después, a partir de mediados del
mes de febrero de 1889, con la aparición de Torquemada en la hoguera, es Galdós el que toma
la delantera45• Este personaje debió acompañarles en sus primeros apasionados encuentros
durahte el mes de marzo de este año y en ellos debió adquirir el gran potencial expresivo que
se va a realizar después en la mayor parte de las obras de ambos. Es un personaje que ha
nacido, como es fácil de comprender, desde los propios agobios financieron del escritor y sus
crónicos desarreglos económicos. Suyo es este texto manuscrito inserto en su cuadernillo
de notas al final de las anotaciones correspondientes al itinerario de su largo periplo de dos
meses por las ciudades turísticas italianas del otoño de 1888: "Difícil por todo extremo es
mi situación en este momento. No voy a [pasar] un día más" . Y estos reproches de16 de mayo
de 1893, aunque referidos a este periodo:
"Piense Vd. un poco en ello y recuerde todos sus propósitos del 90 acá, todos sus
ofrecimientos de hacer cinco obras por año, lo de las canteras (résmas de papel.
cuartillas), que a Vd. le tocaba explotar para atender desahogadamente al pago de la
I
IV CONGRESO GALDOSIANO _
casa [la finca y hotelito de San Quintín en el Sardinero santanderino], y véngase a la
realidad y anote en papel negro lo producido con tal objeto, a lo que añadiré las
reimpresiones hechas y que constantemente me veo obligado a hacer tanto para que no
falten libros cuanto para entretener la imprenta ...
En fin, todo eso lo sabrá Vd. porque indudablemente habrá pensado en ello cuando se
le ocurrió los caminos que quería abrirse para salir de pobre. El 12 el teatro; los miles
deduros que le iban a producir las obras puestas en escenas no deben haber resultado
sino en la imaginación de vd., a no ser que sea eso lo que tenga que percibir de
Hidalgo"46.
Es, pues, en la primavera de este año -recordemos que el traspaso de poderes desde Doña
Lupe a Torquemada (primer capítulo de Torquemada en la Cruz) se produce el día de San
Isidro, 15 de mayo, de este año de 1889- cuando Galdós configura la serie de los cuatro
Torquemada y también cuando compone su primera obra dramática teatral, La de San
Quintín47
• Enseguida la presencia de este personaje se hace evidente. La motivación
económica se intensifica en la versión del conflicto de Federico Viera que proporciona
Realidad frente a La incógnita anterior, y con Torquemada aparecen otros personajes como
Joaquín Viera o César Buendía de La de San Quintín, Pepet Cruz de La loca de la casa, los
administradores de las propiedades de Angel Guerra, el don Juan López Garrido de Tristana.
También aparecen en las obras de doña Emilia, aunque, sin lugar a dudas, con una función
mucho más secundaria dentro de un argumento que se centra más en el desarrollo espiritual
y psicológico de los personajes, sobre todo de los femeninos. La realización más inmediata
se encuentra en su primera creación posterior a este momento, el judío Felipe Unceta Cardoso
de Una cn'stiana y La prueba, personaje despreciable que mantiene un gran parecido
constitucional y funcional con el César Moneada de Galdós (La de San Quintín). El segundo
personaje de este tipo está traído desde La Tribuna de 1882, porlo tanto es 10años más viejo.
Se trata de Baltasar Sobrado, el que sedujo y abandonó a la que como consecuencia de esta
desgracia se convirtió en la Tribuna48• Baltasar Sobrado en las Memorias de un solterón
(1891) ahora se encuentra entreteniendo a una de las hijas de Benicio Neira, el padre de Feíta,
la protagonista. Ella es ahora la que acabará rechazando al compañero Ramón Sobrado, el
hijo nacido de aquellas relaciones, el violento anarquista, primero, reeducado e integrado
socialmente al final, en favor del sensato solterón Mauro Pareja en un argumento que se
encuentra a medio camino entre La de San Quintín y Los condenados de Galdós. Coincide
con el primero en el sordo enfrentamiento por Rosario entre César Buendía y su falso hijo,
el joven Víctor Barinaga, y con el segundo en la bondad y sensatez del personaje maduro,
Santiago Paternoy, pero la solución que plantea Emilia para Feíta no se realiza en ninguno
de ellos. Lo que en Emilia es una salida digna de Feíta a sus propósitos de realización
personal, Galdós, fundamentado en la experiencia de sus relaciones con Concha Morell y en
el fracaso personal de esta mujer, lo convertirá en fracaso para el personaje de Tristana en
la novela de este nombre, compuesta en la segunda mitad del año 1891 48 • El solterón
acomodado Mauro Pareja, a su vez, viene a reproducir las violencias pasionales del propio
Galdós o de Manolo Infante, cuando se siente apasionadamente motivado ante la aparición
de un contrincante dentro del campo de sus expectativas amorosas, en este caso, la presencia
del compañero Ramón Sobrado y las primeras atenciones que Feíta tiene hacia él.
D BIBLIOTECA GALDOSIANA
La experiencia compartida del desorbitado crimen de la calle de Fuencarral es presentada
primero por Galdós en La incógnita, de un modo casi inmediato a las diligencias judiciales
primeras, y en el momento de la sentencia final, al principio de Realidad. Emilia es más
sensible hacia el cumplimiento de la sentencia un año más tarde, en 1890 con la ejecución
de la principal inculpada Higinia Balaguer, ambientación siniestra de la pena de muerte que
va a quedar reflejada en el ambiente marinediano de La piedra angular (1891). En esta obra,
además de la fuerte crítica de una sociedad que siente profundo desprecio hacia la función
del verdugo cuando es él precisamente el fundamento, la piedra angular en que se asienta
la seguridad social, debido al respeto y temor que su existencia, la existencia de la pena de
muerte, impone a los posibles delincuentes, reproduce Emilia el ambiente de partidismo y
de controversia social que se formó en torno al proceso judicial de los delincuentes, aunque
la escritora, mucho más motivada que Galdós por los temas intelectuales, reduce estos
acaloramientos al enfrentamiento de las conciencias positivistas y tradicionales en el
enjuiciamiento de estos temas jurídicos y morales, las circunstancias, móviles y actitudes a
tomar ante el sangriento crimen de Erbeda, pequeña localidad cercana de Marineda.
Resta, en fin, tratar con cierta brevedad el último tema importante compartido por ambos
escritores, procedente de sus íntimos "consentimientos" mutuos: la actitud espiritualista
que caracteriza el comportamiento de Carmiña Aldao en Una cristiana y La prueba, Leonor
"La Peri" , Federico Viera y Tomás Orozco en Realidad, Leré y Angel Guerra en Angel Guerra,
Victoria Moncada enLa loca de la casa, Santiago Paternoy y Santamona en Los condenados,
por no seguir con Nazarín, Halma, El abuelo y Misericordia, todas ellas de Galdós. La
tendencia de Emilia hacia este espiritualismo es mucho más breve y, puede ser, subsidiaria
de los planteamientos simbólicos y transcendentales del propio Galdós. El es el que se ha
sentido especialmente tocado por las actitudes de las santas modernas, en palabras de Denah
Lida50, y de otros santos como el médico amigo, el dr. Manuel Tolosa Latour, fundador del
asilo para niños de Chipiona, proyecto sobre el que debían estar tramando en estos años y
que de alguna manera está presente en la fundación toledana de Angel Guerra; Galdós es
sensible al sentido espiritualista que se va imponiendo durante estos últimos años de siglo.
Véase el ejemplo de Jacinto Verdaguer, la fundación posterior y santanderina del doctor
Enrique Diego Madrazo, gran amigo de Galdós. Recuérdese, además, la nueva actitud de la
Iglesia a través de León XIII en relación con los problemas sociales reflejada en la celebración
del Congreso Católico Español, inaugurado el24 de abril de 1889 en Madrid al mismo tiempo
que en Oporto y en Viena. De pronto, en fin, toda la atmósfera moral y cultural del momento
-recuérdese el éxito de la narrativa de Leon Tolstoi- se va impregnando de espiritualismo
redentor, como otra posible alternativa para la solución de los problemas que el positivismo
se ve incapaz de remediar. En esta nueva posibilidad de regeneración social debe insertarse
el esfuerzo creativo de Galdós en la línea espiritualistaS I
• Y es precisamente este compromiso
sociocultural, esta extroversión y altruismo de sus personajes, los efectos transcendentes
de sus comportamientos, lo que viene a establecer la diferencia más fuerte con las creaciones
de Emilia, mucho más personales y encerrados en su propia ascesis y mística interior.
De este modo, y para terminar, nos encontramos que el argumento de este breve diálogo
dramático, El sacrjficiO'~~, nunca lo podría haber trazado Galdós. Se trata del reencuentro
espiritual de dos hermanas, Carlota y Victoria, que se han visto separadas y alteradas por
IV CONGRESO GALDOSIANO _
la presencia de un hombre, Rafael. Este hombre amaba apasionadamente a Victoria y, sin
embargo, se casó con Carlota, quien, a su vez, le amaba del mismo modo. Error trágico en
la elección que le lleva a la muerte a él mismo, a Victoria al convento y a Carlota al engaño.
Al fin, muerto Rafael y descubierto espectacularmente el engaño de sus existencias, las dos
hermanas recuperan el equilibrio haciendo confluir sus amores en el descendiente de Rafael
que pronto ha de nacer. Al fin, como suele ocurrir en la obra de Bazán, el personajes supera
la realidad confictiva y logra una nueva situación personal. Galdós no puede reducir tanto
el ámbito de influencia de sus personajes. Como él mismo le confesaba al periodista Luis
BELLO, sin duda por los años finales del siglo XIX, cuando los modernistas le acusaban de
poco cuidado estilísticamente. "Yo sé que mi estilo no parece estilo a mucho que buscan
-también- buscan otra cosa. Creen que lo mío es fácil. Yo les entiendo; comprendo que
trabajen. Pero sería demasiada inocencia si yo me entretuviera en esos perfiles con tantas
cosas como tengo que contar. Para mí el estilo empieza en el plan"53.
Es un tipo, pues, de argumento que no cuadra con ninguno de los muchos argumentos
galdosianos, y que, por el contrario, viene a encajar perfectamente con el prototipo de los
argumentos de la escritora gallega. Como ya expuso en el estudio citado, el modelo
argumental ideal al que se pueden reducir las 8 creaciones teatrales de doña Emilia es el
siguiente: 1.- La presencia de un hombre, relacionado o no con una situación problemática
previa, que desencadena el enfrentamiento más o menos abierto entre dos mujeres; 2.- La
equivocada y más o menos trágica decisión de este hombre, el cual, amando a una de ellas,
viene a casarse con la otra; 3.- La progresiva destrucción del personaje masculino víctima
de su propia equivocación; 4.- El sacrificio y fracaso personal que supone el error masculino
en las mujeres implicadas; 5.- Posible salida hacia la esperanza bien por la reconciliación de
ambas, por su regeneración espiritual o su realización afectiva en el descendiente que
sobrevive.
Todos estos pasos se cumplen en El sacrificio, el cual, además, viene a ser el boceto o
primer desarrollo de otro drama de doña Emilia, Las raíces. Es evidente la autoría, pues, de
la escritora gallega. Que lo tuviera Galdós entre sus papeles, así como resonancias nominales
en otras obras de Galdós, sólo viene a confirmar la evidencia de la comunidad espiritual y
literaria en que vivieron ambos escritores durante estos meses de íntimas relaciones
afectivas del año 1889. Esta obra dramática de doña Emilia apunta también a la evolución
común de ambos hacia el conductismo que era la salida normal para el agotado naturalismo
anterior54
• Galdós lo consiguió ayudado por el entusiasmo de su amiga55. Emilia, a pesar de
este primer intento, fue mucho más recatada. Estuvo mucho más condicionada por su nunca
tranquila situación sociocultural, yen los años que nos ocupan debió ser determinante la
breve polémica que en el mes de mayo de 1892 sostiene con el periodista Pedro Bofill acerca
de si había o no anunciado que pensaba presentar una obra para el teatroS6• Doña Emilia,
como "Clarín", ni tenía el necesario temperamento exhibicionista que precisa la creación
teatral ni tampoco se encontraba en posición sociocultural adecuada para que el público,
sobre todo el "todo Madrid" pudiera contemplar desinteresadamente sus obras. Su presencia
en los escenarios fue mínima. Un par de veces a partir de los años finales del siglo. Pero el
deseo, como en "Clarín" fue muy fuerte y ahí están sus 8 dramas para demostrarlo:".
l1li BIBLIOTECA GALDOSIANA
Notas
1 Histoire de la littérature anglaise, vol. 1. París, Hachette, 1895, p. XXVI.
2 Essais de méthode de cn'tique et d'histoire littéraire. Paris, Hachette, 1965.
3 Son notables y conocidas las reiteradas denuncias que se han hecho en este sentido. Recuérdese,
por citar un grupo ilustre a los intelectuales de la Escuela de Madrid de José Ortega y Gasset. Y por citar
unas palabras relativamente recientes, las de nuestro biblioógrafo y profesor don José Simón Díaz en
"Fuentes de la Literatura. Bibliotecas. Archivos. Bibliografía General. Peculiaridades de la literatura
española" , AA VV, Histon'a de la literatura española. Volumen 1: EdadMediay Renacimiento, planeada
y coordinada por José María Díez Borque. Madrid, Universitaria Guadiana, [1974], pp. 11-12.
4 "Introducción" a Benito Pérez Galdós, La incógnita. [Madrid], Taurus, 1976, p. 9.
5 "Introducción" a Emilia Pardo Bazán, La Tribuna. Madrid, Cátedra, 1989, pp. 20-30, en especial,
p. 25. Similares rasgos encuentran otros importantes investigadores como Claudio GUILLÉN, "Entre
la distancia y la ironía. De Los Pazos de Ulloa a Insolación" en AAVV, Estudios sobre "Los Pazos de
Ulloa". Madrid, Edcs. Cátedra/Ministerio de Cultura, 1989, pp. 103-128, en especial pp. 120-128;
Marina MAYORAL, "Introducción" a la edición de Insolación. Madrid, EspasaCalpe, col. Austral, 1987,
pp. 21 Y ss.; Maurice HEMINGWAY, Emilia Pardo Bazán, The making qf a novelist Cambridge,
University Press, 1983, pp. 52; José HESSE, "Introducción" a Insolación. Madrid, Taurus, 1970. Más
trabajos en este sentido se pueden rastrear en la bibliografía comentada de Robert M. SCARI
(Bibliogrqfia descnptiva de estudios críticos sobre la obra de Emilia Pardo Bazán. valencia, AlbatrosHispanófila,
1982).
6 La localización de estas fechas ha sido posible a partir de los excelentes y curiosos datos
aportados por el profesor Walter T. PATTISON en "Two women in the life of Galdos" en Anales
Galdosianos, VIII, 1973, pp. 23-31, en especial p. 24; Y con la referencia de las fechas de las cartas del
epistolario de la escritora a Galdós publicada por Carmen BRAVO VILLASANTE, cuya cronología he
podido recomponer.
7 Véase Emilia Pardo Bazán, Cartas a Benito Pérez Galdós (1889-1890), prólogo y edición de
Carmen BRAVO VILLASANTE, Madrid, Turner, [1975], pp. 17 Y 50. Vuelve sobre estas mismas
valoraciones en la p. 82.
8 Es Carmen BRAva VILLASANTE en su interesante estudio biográfico sobre Galdós la que recoge
las referencias más antiguas de esta amistad que se encuentran en la correspondencia inédita en la CasaIV
CONGRESO GALDOSIANO _
Museo de Galdós del amigo de Galdós Pepe Alcalá Galiano. Este. cónsul español en la ciudad inglesa
de Newcastle. le dice el2 de marzo de 1884 (fecha equivocada en la edición de las cartas de Emilia a
Galdós. op. cit., p. 1) "Si te comunicas aún con la Pardo Bazán de quien recordarás que hablamos en
Londres [ .. .]" y el28 de marzo siguiente. "Si te sigues carteando con la Bazán. mándala un ejemplar
de los versos de su primer admirador." (Galdós visto por si mismo, segunda edición. Madrid. Novelas
y Cuentos. [1970]. pp. 168-169).
Esta fue una opinión bastante generalizada en Barcelona a partir de principios de 1889 cuando salió
la novela. Esta opinión fue la que debió motivar el injusto enfrentamiento de las amistades entre la
escritora y Narciso Ollero porque debió atribuirlo a indiscreciones de este escritor que fue el testigo más
cercano e indirecto de estas relaciones. Pero. como el mismo Oller sugiere con razón en sus Memón'es,
las prolongadas e injustificadas ausencias de Emilia en plena Exposición cuando era el centro de interés
de los principales escritores catalanes del momento, y la inmediata aparición del manuscrito de la novela
en la imprenta de los Sucesores de N. Ramírez de Barcelona, fueron motivos más que suficientes para
suscitar las sospechas. Véase Narcis OLLER. Memóries Literáries. Histón'a del/s meus l/ivres. Barcelona,
Aedos, 1962, pp. 108-110. Las cartas aludidas, en notas 8 y 9. pp. 122-123. Más datos sobre la llegada de Emilia
y Galdós a la Exposición en nota 4. pp. 115-118. Más adelante también pp. 12-14 de este trabajo.
10 Puede verse esta actitud claramente expresada por ella en" Apuntes biográficos" edición de Harry
L. KIRBY, Obras Completas, Cuentos/Critica /iteran·a. Madrid, Aguilar, 1973. pp. 698-732, en especial,
p. 711. Es un rasgo de intelectualismo además que viene a compartir con "Clarín" y con Armando Palacio
Valdés, como escritores que son los más jóvenes de la Generación de 1868, mucho menos afectados que
Pereda y Galdós por los principios ideológicos y socio políticos de aquella Revolución. Es también una
faceta destacada normalmente por todos sus estudiosos, pero de un modo especial, aunque breve, por
la profesora Pilar PALOMO V AZQUEZ en "Curiosidad intelectual y eclecticismo crítico en Emilia Pardo
Bazán", en Estudios sobre "Los Pazos de Ul/oa': op. cit., pp. 149-162.
11 No olvidemos lo que se deduce de las acertadas consideraciones de H. Chonon BERKOWITZ sobre
la psicología afectiva de Galdós. De los contenidos de la extensa correspondencia que mantuvo con
numerosas mujeres se puede concluir que es principalmente atraído por dos tipos muy característicos,
o las varoniles, al estilo de su propia madre, actuando frente a ellas como contraste juicioso y pacificador,
o, por el contrario es compañero sentimental y comprensivo de otras inseguras e indefensas para
quienes es un sacerdote-confesor. Así lo cuenta Berkowitz: "The idea seems to be that they wish to
confide in Galdós, to convert him into a sort of glorified father confessor. Frequently these women speak
with ardent conviction of the intuitive insight into the innermost recesses of the feminine heart which
Galdós reveals in his novels; hence therir own desire to unburden their heavy heart before him, and,
by this very act, atteint to a species calm and a vague feeling that in him they have a vicarious spiritual
champion [ ... ]. In short. the most convincing comment on Galdós power to move the human heart is
contained in these "Cartas de mujeres desconocidas". They also constitute the documentary material
for the portrayal of feminine character in his works". (Véase en H. Chonon BERKOWITZ, "Gleannings
from Galdós' correspondence", Hispania, 16, 1933, pp. 260-261). Recordemos a la luz de estas
palabras la actitud de Francisca Asís de Taboada respeto a don Gabriel Pardo de la Lage en Insolación
yen especial la conversación mantenida en los capítulos XIII y XIV de la obra entre ambos personajes.
12 Pertenece, igual que la siguiente que cito, al grupo de documentos galdosianos que se entregó
a la subasta de la casa Durán de Madrid en la primavera de 1983. Ha sido un fondo galdosiano
maltratado por la crítica. publicado de modo apresurado. en medios, como la prensa diaria, poco o nada
adecuados y con múltiples errores tanto de trascripción como de contenido. Entre los manuscritos
existen varias cartas de Emilia a Galdós. Alguna de ellas. las más extensas. han sido ya publicadas.
Véase Adelina BATLLES GARRIDO. "Tres cartas inéditas de Emilia Pardo Bazán a Galdós" ¡nsula. 11"
447. 1984. p. 4. Y "Epistolario inédito. Galdós. padre cariñoso y caballero amantísimo" en Culturas.
_ BIBLIOTECA GALDOSIANA
Suplemento semanal de Dian'o 16, nQ
• 63,22 de junio de 1986, pp. I-VI. Del mismo depósito y con
similares características críticas apareció El sacrificio breve texto dramático atribuido erróneamente
a Galdós, cuando en realidad es obra de doña Emilia. Véase Maryellen BIEDER, "El sacrificio: un texto
inédito de Galdós" en Los domingos de ABC, 27 de noviembre de 1985, pp. 7, 10-19, Y Julián AVILA
ARELLANO, "Sobre la errónea atribución a Galdós de El sacnJicio" en Segismundo, nf'. 43-44, Madrid,
1986, pp. 209-221.
La nota debió ser enviada a finales de 1886, pues KASABAL en su articulo "Emilia Pardo Bazán.
Un banquete"EI Resumen, 12 de abril de 1887, cuenta que Emilia ha pasado todo el invierno en París
recogiendo información para la Historia de la Literatura española. El banquete se lo ofrece su amiga
la Sra. de Rute, también llamada princesa Rattazzi.
13 Puede verse en la prensa del momento KASABAL, "Emilia Pardo Bazán. Un banquete", El
Resumen, 12 de abril de 1887, "La señora Pardo Bazán en La Correspondencia de España, 14 de abril
de 1887, "Emilia Pardo Bazán en el Ateneo", La Epoca, 14/04/87, "En el Ateneo. La revolución y la
literatura en Rusia. Conferencia por doña Emilia Pardo Bazán", El Resumen, 14 de abril de 1887, "La
señora Pardo Bazán en el Ateneo (Segunda conferencia)" La Epoca, 21 de abril de 1887, "En el Ateneo.
Tercera conferencia de la Sra. Pardo Bazán", El resumen, 28 de abril de 1887.
14 Ahora aparece por primera vez el personaje don Gabriel Pardo de la Lage enLa madre naturaleza.
Novela. Segunda parte de Los Pazos de Ulloa. Barcelona, Daniel Cortezo y Cª., 1887,2 tomos (Novelistas
Españoles Contemporáneos), tomada esta referencia de María del Carmen SIMON PALMER, "Aportación
a la bibliografía de doña Emilia Pardo Bazán" en Documentación de las ciencias de la ilJ!ormación,
x, Ed. Universidad Complutense. Madrid, 1986, pp. 45-67. La referencia en p. 52. Véase especialmente
el cap. VIII de La madre naturaleza.
15 "Conferencias de Emilia Pardo Bazán en el Ateneo", Benito Pérez Galdós, Obras inéditas.
Volumen 11. Artey crítica. Ordenadas y prologadas por Alberto Ghiraldo. Madrid, Renacimiento, 1923,
pp. 203-208.
16 La incógnita. op. cit., p. 247.
17 La correspondencia comienza e126 de febrero. Desde entonces hasta esta del 27 de abril Galdós
le ha escrito 13 o 14 cartas, pero Emilia se refiere a la segunda y tercera de Galdós enviadas el1 de marzo-,
que ella se las devuelve el día 3 (Ver el epistolario p. 42).
18 El encuentro que inicia las relaciones más íntimas, ocurre el día 23 de marzo (Véase el concierto
de la cita en carta del día 21 de este mes, pp. 36-41).
19 Epistolario op. cit., p. 69.
20 Recuérdese la cita anterior número 11. También el estudio interesante de Gilbert SMITH, "Galdós,
Tnstana, and letters from Concha Ruth-Morell", en Anales Galdosianos, X, 1975, pp. 91-120.
21 Las cartas de "Clarín" y de Pereda están en Soledad ORTEGA, Cartas a Galdós, Madrid, Revista
de Occidente, [1964], pp. 207-296 Y 37-206 respectivamente. Puede verse especialmente en Pereda
quien el día 9 de febrero de 1889 le dice "Mucho celebro que se halle V. metido en harina. Sobre lo que
han de salir, no me apuro porque de un buen troquel no puede salir obra mala" (p. 137). El estuvo en
Madrid a finales del mes de agosto y el6 de septiembre le pregunta que cuando saldrá la obra al público.
Op. cit., pp. 146-148, exactamente en p. 147. Para Narciso Oller, véase William H. SHOEMAKER, "Una
amistad literaria: La correspondencia espistolar entre Galdós y Narciso Oller", en Boletín de la Real
Academia de Buenas Letras (Barcelona). pp. 247-306.
22 Véase el epistolario op. cit., pp. 22 Y 80, cartas de los días 10 y 12 de octubre de ese año.
23 "No deseo ciertamente que me hagas una infidelidad, no; pero aún concibo menos que te eches
una amiga espiritual a quien le cuentes tus argumentos de novelas." (Carta del día 30 de marzo de 1889,
p. 56), o cuando alude el27 de abril a "El Angel de la Muerte" y al "Mártir del Gólgota" (p. 70). claras
alusiones. a mi ver, al protagonista de la siguiente novela Angel Guerra.
IV CONGRESO GALDOSIANO _
241dem, p. 81.
25 Nacido en 1862, diez años más joven que doña Emilia, se dispone aún de muy pocos datos sobre
su vida anterior a la de publicista, actividad que comienza justo a partir de sus relaciones con la escritora.
Así se lo cuenta ella en carta del día 20 de abril (pp. 96-97) a Galdós, el único español que entonces supo
con certeza de las relaciones que habían existido entre ellos: "Dices que mi carta tiene busilis y hablas
de pactos y compromisos distintos de los lazos afectivos y que me sujetan con cierto carácter
matrimonial. Es preciso que yo ponga eso bien en claro, para que no haya entre nosotros malentendu,
ni desconozcas mi situación o te formes de ella una idea errónea.
Aunque no entiendo mucho de negocios, siempre me ha parecido que el fundar una Revista es por
lo menos problemático. El fundador [José Lázaro Galdeano], resuelto a marcharse de Barcelona y vivir
donde pudiese verme, me consultó varios empleos que pensaba dar a su capital y ocupaciones a que
pensaba dedicarse, dejando a mi arbitrio la resolución de su porvenir. Me negué a resolver en cosa tan
grave: y tocante a Revista, indiqué y señalé todas las dificultades, todos los obstáculos, todos los
problemas. Hablé de los repetidos fracasos. En fin, no omití nada de lo que podía ser advertencia y
saludable consejo.
A pesar de esto y habiéndole dejado en libertad total para elegir, él optó por lo mismo que yo le
presentaba tan dudoso, aceptando que eso acercaba las órbitas y creaba una comunidad de trabajos y
pensamientos. Respetó esta iniciativa y ofrecí mi cooperación decidida y completa, que no he
escatimado.
Respecto a intereses, ¡ni una palabra se habló! Creo firmemente que en el pensamiento de él hay
una cláusula no estipulada en el contrato, y que se alegraría mucho de ganar mucho también para poner
a mi disposición lo que ganase. Pero como yo no había de admitir sino el precio de mi trabajo, en concepto
de colaboradora, yen otro concepto las delicadezas y obsequios que prescribe la galantería tratándose
de una mujer, y nada más, de ahí que toda esta cuestión de la Revista sea aparte de la de mi emancipación
y no tenga nada que ver con ella.
Ignoro si es cierto lo que dices del fracaso de la Revista: mis noticias no son esas, pero sería para
mí un gravísimo disgusto que el tal fracaso se realizase, por lo mismo que sólo intereses morales
representa para mí. Sobre que me dolería que nadie resultase arruinado por una empresa acometida por
acercarse a mí, y sobre que a los ojos del público, que no está en interioridades, esto me dejaría en mal
lugar, hay otras razones de sentimiento y delicadeza que me llevan a pedir a Dios urgentemente cien
mil suscriptores para la revista".
Galdós se hace eco de la animadversión con que escritores como Pereda reciben La España
Moderna, acumulando sobre esta empresa de la escritora resentimientos literarios y humanos
acumulados con antelación. Puede verse en Soledad ORTEGA, op. cit., cartas del 29 de enero de 1889,
del6 de marzo siguiente, del 21 del mismo mes (pp. 136,141 Y 142). NarcisoOller (véase a continuación
su testimonio) afirma también en contra de lo que dice Emilia que en ella "segons deien a Madrid, tenia
per aquells temps molts diners ficats la illustre gallega".
26 Aunque no hay mucha bibliografía sobre el tema, se puede ver Antonio RODRIGUEZ MOÑINO,
"Nota preliminar" a Don/osé Lázaro (J 862-194 7) visto por Rubén Darlo (J 899) Y Miguel de Unamuno
(1909). Valencia, Castalia, 1951.
27 Narcís OLLER, Mémon'es Literáries, op. cit., pp. 108-110. Las cartas aludidas en notas 8 y 9, pp.
122-123. Más datos sobre la llegada de Emilia y Galdós a la Exposición en nota 4, pp. 115-118.
28 Recuérdese en relación a esta caracterización el porte refinado y selecto de Diego Pacheco en
Insolación.
29 Realizada a finales de 1887, acabó en la visita junto a José Ortega y Munilla al pretendiente don
Carlos VII en su palacio de Venecia, y fue recogido todo por la escritora en un libro de viajes Mi romería
(Recuerdos de un viqje). Madrid, Imp. fundo de M. Tello. 1888 (Referencia tomada de Carmen SIMO~
_ BIBLIOTECA GALDOSIANA
PALMER,Op. cit., p. 52) que suscitó grandes polémicas y deserciones importantes entre los carlistas
del momento.
30 Varia bibliographica. Homenqje a losé Simón Diaz. Zaragoza, Kassel Edition Reichenberger,
1988, pp. 521-524. Esta es una carta que tiene referencias cronológicas importantes, como por ejemplo,
las que se refieren a la composición de Insolación, novela de redacción rapidísima, pues se compone
casi al mismo tiempo que la experiencia sentimental. si aceptamos que existe tal motivación
extraliteraria y psicológica en estas relaciones. Entre las cosas que le encomienda existe esta: "si ha visto
ya alguna galerada de Insolación, por cuya salud debe V. interesarse a fuer de padrino [ ... r. (Véase
op. cit., p. 522).
Si esto es así, como parece que demuestran los hechos y como reconocerá después la escritora en
sus cartas a Galdós, queda demostrado que la vivencia del acoso afectivo de Lázaro y sus repercusiones
espirituales en la escritora fueron sumamente vivas y fecundas en lo que se refiere a la creación literaria.
Emilia escribió las 200 páginas que contienen los 32 capítulos de la obra en menos de una semana, la
primera del mes de julio de 1888. La novela, con ilulstraciones lo mismo que Morriña, no saldría sin
embargo al público hasta mediados de febrero de 1889. Datos precisos sobre las relaciones de Emilia
con los editores catalanes de sus obras se pueden encontrar, por ejemplo, en el epistolario de la escritora
con Jose Yxart. Puede verse editado por David TORRES, "Veinte cartas inéditas de Emilia Pardo Bazán
aJoséYxart (1883-1890)" enCuademosdeEstudiosGallegos, XXXI, 93-95,1978-1980, pp. 423-442,
en especial, pp. 435-441.
31 M. de C., "Plato del día. Miau", El liberal, 13 de junio de 1888.
32 Esta cronologia, de aceptar que comenzara a escribir La incógnita en las fechas reales que pone
a las cartas que la componen, querría decir que Galdós comenzaría a escribir la obra ya en Santander,
continuando el diálogo recientemente interrumpido con su amigo. Esto es muy creíble, si se tiene en
cuenta el tono de desenfadado compañerismo que destilan las cartas de Pepe Alcalá Galiano a Galdós
(véanse las referencias ya mencionadas de la biografia de Carmen Bravo Villasante o también la
selección que realiza Chonon H. Berkowitz en el artículo de los "Gleannings ... ") y las intensas relaciones
que acaban de mantener durante más de dos meses recorriendo las principales ciudades culturales
italianas con el interés que reflejará después el ya anciano Galdós de 1916 en sus "Memorias de un
desmemoriado" (O. C. Novelasy Miscelánea. Madrid, Aguilar, 1977, [ti ed., 21 reimpresión], pp. 1.442-
1.452.), Y que también recoge en una cronología casi minuciosa en el cuadernillo de notas que utilizó
durante todo este verano-otoño de 1888, existente ahora en la sección de manuscritos de la Biblioteca
Nacional de Madrid.
33 Emilia Pardo Bazán, Cartas ... op. cit., 95.
34/dem, p. 69.
3S ldem, p. 71-72.
36 "Two women in the life of Galdós". Anales Galdosianos, vm, 1973, pp. 23-31.
37 Puede verse en nota 12.
38 Walter T. PATIlSON, op. a·t., pp. 26-27.
39 "Noticias", "Finalizada su estancia en Santander, ha llegado Galdós a Madrid". El Globo, 25 de
noviembre de 1889. Noticia obtenida dentro del programa de documentación del Centro "Pérez Galdós" ,
Departamento de Filología m, Facultad de Ciencias de la Información. Universidad Complutense de
Madrid.
40 No quiero decir con esto que sea esta la única motivación exterior de la obra. Existen, como es
sabido, otras muy importantes: La propia situación de confusión en que se encuentra Galdós después
de dos años de actividad, vaivenes y fracasos en las reformas progresistas parlamentarias; sus
relaciones con Pepe Alcalá Galiano; muy importante también todo el proceso parlamentario y popular
de la redacción y reformas del código de enjuiciamiento civil y penal. y los juicios por jurados; el intenso
IV CONGRESO GALDOSIANO lB
apasionamiento suscitado por el proceso judicial en torno al horrendo crimen de la calle Fuencarral
cometido el2 de julio de 1888. y listo para sentencia en mayo de 1889. SObre él se pueden consultar
los abundantes periódicos de la época. Benito PEREZ GAlDOS. Obras inéditas. Vol VIL Cronicón
(J 886-1890 J, op. cit.,; William H. SHOEMAKER. Las cartas desconocidas de Galdós en "La Prensa n
de Buenos Aires, Madrid. Edcs. Cultura Hispánica. 1973. pp. 323-345. Y los estudios de Denah lIDA.
"El crimen de la calle de Fuencarral". Homenqje a Casalduero. Madrid. 1972. pp. 275-283, Y "Galdós
entre la crónica y la novela" . Anales Galdosianos, VIII. 1973. pp. 63-77.
4\ Pueden verse en Walter T. PATTISON. op. cit., pp. 23-24.
42 Véase las páginas 16 y 17.
43 Op. cit., p. 11.
44 En el epistolario citado de Emilia y José Yxart podemos conocer que así como Insolación estaba
entregada a la imprenta en el mes de julio de 1888. Morriña. compuesta durante las primeras fiebres
palúdicas de Jaime en los dos últimos meses de 1888. no salió de la imprenta al público hasta el 9 de
octubre de 1890.
45 "leí Torquemada -le dice Emilia a Galdós el día 13 de marzo-. el final. digo. en galeradas. y creo
que lloré un poco porque me acordaba de la fiebre de mi Jaime. Si pienso en eso. lloro todavía. ¡Qué novela
tan sentida y tan hermosa! Con todo el desarrollo suyo (se me figura que no podría pasar de unas 200
a 300 págs.) sería una joya. la cosa más bonita y original del mundo. " (Emilia PARDO BAZAN. Cartas,
op. cit.,p. 33).
46 Véase María Isabel GARCIA BOlTA. "Galdós editor" en Cuadernos Bibliognificos, vol. 44.
Madrid. 1982. p. 4.
47 Esta afirmación parece algo atrevida. pero esta suficientemente documentada. Tenemos las
propias palabras de Galdós de 1904 o de los últimos años de su vida. recogidas por su paisano Domingo
NAVARRO y NAVARRO en Enaltecedores y detractores de Galdós. ¡Del brazo del "Abuelo n¡ Madrid.
Inmasa. 1965. p. 54): "A pesar de haber sido entre [Realidad] mi primer estreno [ ... ]. no fue mi primer
comedia. -Entonces. ¿cuál de ellas fue su primera obra teatral?-La de San Quintín [ ... ]. La postergué
en dos ocasiones. la primera para complacer a María Guerrero con Realidad [Esto es falso. Como
demuestran las cartas publicadas por Adelina BATLLES GARRIDO (véase nota 12 anterior). el estreno
de Realidad drama se debió sobre todo al entusiasmo de Emilia por la obra. Galdós no conocería
personalmente a la actriz hasta 1892 en los ensayos de la obra.]. y la segunda para complacer a Mario
con el precipitado estreno del dramaLa loca de la casa, obra por la que había demostrado extraordinario
interés. "
Doña Emilia en carta del día 27 de abril de este año de 1889 también se hace eco de estos proyectos
teatrales de Galdós y se refiere a ellos con estas palabra: "Tengo ganas de conocer esos planes literarios
y de ver ese arrastrado drama. en pruebas. cuartillas o como tú permitas a esta tu admiradora y
apasionada (con todo el rigor de la frase). " A todo lo cual se pueden añadir las tres versiones del drama
que se pueden distinguir entre las páginas de la fotocopia del manuscrito de la obra que se encuentra
en la Biblioteca Nacional de Madrid.
48 Emilia sigue preocupada en 1889 por este personaje de Amparo que tiene un muy concreto
referente histórico. Sobre ella le escribe al Galdós diputado del Congreso el20 de abril: "Te incluyo esta
carta para la Tribuna. a quien envié la de Salvador. Haz algo por ella. te lo ruego. las circunstancias
son favorables (Op. cit., p. 101) Y el día 27: "Sr. laplana. empleado de esta fábrica y amigo de la
Tribuna. irá a verte para hablarte del asunto.- Sortéale bien. con maquiavelismo transcendental [ ... ]
para que veas el estado del megocio cigarrerístico y la forma en que se hizo la recomendación al Jefe
de la Tabacalera por el Admor. de aquí. No dejes esto. mico" (Idem, p. 83).
49 Importante documentación sobre la génesis y el proceso de esta novela y del temperamento de
esta mujer se encuentran en Gilbert SMITH. "Galdós. Tristana, and letters from Concha Ruth Morell"
_ BIBLIOTECA GALDOSIANA
en Anales Galdosianos, X, 1975, pp. 91-120; A. F. LAMBERT, "Galdós and Concha-Ruth Morell".
Anales Galdosianos, VlIl, 1973, pp. 33-49. Carmen MENENDEZ ONRUBIA, "Benito Pérez Galdós,
Concha Morell y la llegada del escritor al periodo conductista" en Segismundo, nlls• 37-38, Madrid, 1983,
pp. 113-129; Benito MADARIAGA DE LA CAMPA, Pérez Galdós. Biogrqfía. Santander, Institución
Cultural de Cantabria, Instituto de Literatura "Jose María de Pereda", 1979, pp. 76-88. En este estudio
también se encuentran sugestivas consideraciones a propósito de las relaciones de Galdós con doña
Emilia (Véase en pp. 73-76). Otros estudios ya más puntuales son los de Maurice HEMINGWAY, op.
cit, p. 142; Marina MAYORAL, "Tristana y Feíta Neiras [sic], dos versiones de la mujer independiente"
en AA VV, Galdós. Centenario de "Fortunatay Jacinta" (1887-198 7), Actas (Congreso Internacional,
23-28 de noviembre. Madrid, Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de
Madrid, 1989, pp. 337-344; Benito VARELA JACOME, La Tribuna, op. cit, p. 27).
50 "Galdós y sus santas modernas", en Anales Galdosianos, X, 1975, pp. 19-31.
5\ Quizás el estudio más comprensivo y profundo del valor del espiritualismo dentro de la obra de
Galdós, en especial sobre este periodo y las obras mencionadas aquí se encuentre en el libro de don
Joaquín CASAlDUERO, Viday obra de Galdós (1843-1920). Madrid, Gredos, [1974], en especial el
capítulo V, pp. 111-134. Se puede ver también Walter T. PA TTISON, El Naturalismo español. Madrid,
Gredos, 1969. Sobre todo el capítulo IX, "Hacia un naturalismo espiritual".
52 Véase nota anterior n~ 12.
53 Luis BELLO, "Paréntesis. Aniversario de Galdós. Diálogo antiguo". El Sol, 4 de enero de 1928, p. 1.
54 Laureano BONET, De Galdós a Robbe-Grillet. Madrid, Taurus, 1972. Véase también Carmen
MENENDEZ ONRUBIA, "Galdós, Concha Morell ... ", op .. cit.
55 Véanse las cartas publicadas por Adelina BATllES GARRIDO, op. cit
56 PUede verse, por ejemplo, la respuesta de Bofill a la rectificación que Emilia había hecho de su
noticia en "Una rectificación", La Correspondencia de España, 8 de mayo de 1892.
Es un corpus literario apenas estudiado. Un agudo análisis muy reciente es el de Francisco NIEVA,
"Una mirada sobre el teatro de Emilia Pardo Bazán", en AAVV, Estudios sobre "Los Pazos de ulloa",
op. cit., pp. 189-201.