SESIÓN PLENARIA
ESTRUCTURA SIGNIFICATIVA
EN UNA TRAGICOMEDIA
DEL ÚLTIMO TEATRO
GALDOSIANO
Sebastián de la Nuez
•
"El noventa y ocho es la fórmula finisecular
de la castellanidad y el Modernismo
es la proyección contemporánea de la
Mediterraneidad» l.
GUILLERMO DíAZ-PLAJA
ALCESTES, UNA PIEZA CLAVE DE LA MÍTICA MODERNISTA
Se podrían estudiar paralelamente las dos últimas tragicomedias de
Galdós: Alcestes (1914) Y Santa Juana de Castilla (1918), porque se nos
antojan, desde el punto de vista literario e histórico, las obras dramáticas
de más amplia síntesis y de más riqueza significativa de esta época
que abarca la ética y la estética de fin de siglo, y de paso también del
que ahora termina, donde todavía están por cumplirse algunos de los
postulados que en ellas se plantean. No obstante, nos limitaremos al
estudio de la primera, pues Alcestes corresponde, estética y formalmente,
a lo que Díaz-Plaja llama la Mediterraneidad, con su estética mitológica
y simbólica, con su declarado sentido fuera de la realidad, fuera del
espacio y del tiempo. Y Santa Juana de Castilla se refiere, sin embargo,
a un período, espacio y tiempo reales en la España castellana y en el
reinado de Carlos V. Ambas se gestaron en la mente y en el espíritu de
Benito Pérez Galdós también en un momento crítico tanto en la vida y
en la obra de su creador como en la historia contemporánea y las circunstancias
sociales y políticas de nuestra nación, como veremos en el
análisis que vamos a hacer aquí.
Don Benito nos dice en el prefacio de Alcestes que hacia tiempo que
se había sentido cautivado por la tradición de la mítica reina de Tesalia,
«ejemplo y cifra de abnegación sublime, alma candorosa y poética que
ilumina las edades remotas en que la Historia se confunde con la Mitolo-
1 Vid. Modernismo frente a noventa y ocho, Ed. Espasa-Calpe, 1951, pág. 223.
D BIBLIOTECA GALDOSIANA
gía» 2. Como veremos en seguida, esta obra deriva, en lo fundamentaL
de la Alcestes de Eurípides, que Galdós sometió a una transformación
para adaptarla a la «contemporaneidad». Estas modificaciones las explica
el propio autor en el mencionado prefacio a su obra, que estudiaremos
en su momento, que además su idea original coincide con el apogeo de
un movimiento literario de repercusiones en todo el mundo hispánico,
pero también con una crisis social y política donde se enfrentan los
movimientos obreros y los republicanos con los conservadores de tradición
católico-monárquica que ostentan el poder.
Lo mismo ocurre con Santa Juana de Castilla, pues los críticos modernos
han demostrado -como veremos- que el interés de Galdós por
la desgraciada reina castellana databa desde que los temas históricos
estuvieron de moda en la Literatura y la Plástica en el último tercio del
siglo pasado. Es señaladamente hacia 1892 cuando acaso se produjo la
gestación de esta obra al comienzo precisamente de su carrera dramática,
pero que tuvo que esperar hasta el final para nacer, precisamente
también, en una crisis de los valores estéticos, que marcaban el final de
una época histórica europea y mundiaL el fin de la primera guerra y el
principio del sistema comunista, pero que dejaban al margen a España,
ahora como en la época de Carlos V, expulsando a su madre fuera de la
Historia.
Pero estas dos obras fueron gestadas y creadas en la época en que la
vida y la obra de Galdós llegaban a su culminación. A su último esfuerzo
creativo y tensión emocional, pero también a sufrir la crisis en su propia
integridad física (la ceguera) y la violencia solapada de las fuerzas retrógradas
y conservadoras, contrarrestadas por el gozo ardiente de un gran
amor terreno, ya la vez sublime, que le sirvió de apoyo y de deleite, pero
también de motivo doloroso por la separación y el silencio desolado de
sus últimos años. Finalmente, las protagonistas de estos dramas son dos
modelos de sacrificio: Alcestes por amor a su esposo, pero también por
su reino, la Federación de Tesalia, que representaba la unidad de su
pueblo, y Juana de Castilla, por el reino de su loco amor, pero también
para purgar las culpas del pueblo llano tan necesitado de justicia y de
paz; ambas santas mujeres, la pagana y la cristiana, van al sacrificio por
estar convencidas de que lo hacen porque con ello dan sentido a sus
vidas, y también obtienen la redención de la humanidad y su propia resurrección
para la Historia, sea mítica o sea real.
A) Proceso generatriz de AJcestes (Burípides y Oaldós)
«Cuando se trata de abarcar la literatura del siglo XIX, la crítica considera
-según dice el escritor francés E. Sallenave- que las dos influencias
más poderosas en la formación de la España contemporánea son la
visión objetiva de la vida española de la novela (además del teatro gal-
2 Vid. B. PÉREZ GALDÓS, Obras Completas, Ed. Aguilar, a. 1951, vol. VI, pág. 1248.
V CONGRESO GALDOSIANO _
dosiano) por una parte y el espíritu renovador e investigador de los krausistas
».3. Observa este mismo crítico que Pérez de Ayala en su obra Las
máscaras 4 «hace una lectura casi exclusivamente política de Galdós, y
dedica su atención al teatro, porque el profesor Angel del Río dice que
en el teatro "se transparenta" con mayor claridad las ideas del autor».
Añade que «Galdós busca una armonía sociaL política y humana que esté
basada en la justicia, en una distribución más equilibrada de las riquezas
y en la libertad para que cada uno pueda ser lo que es, con todas
sus limitaciones, y con todos sus sueños, en tanto que no perjudique a
los demás» 5; bien se ve en Pedro Minio (1908) o en Celia en los infiernos
(1913). Ramón Pérez de Ayala dice en el articulo de Sallenave que
«después de excluir el amor del instinto y el amor de la razón, define este
"amor conciliador" como el amor por el amor, o sea, la caridad, y
ese amor hecho carne es Sor Simona», pero nosotros pensamos que ese
amor sacrificado fue hecho historia del pueblo griego en el mito de Alcestes,
y en la historia de Castilla se hizo mito el amor sacrificado por
su pueblo la historia de Santa Juana. Del Río y Ayala coinciden en que la
esencia del pensamiento y del arte galdosiano «es la comprensión,
la tolerancia y el amor, único terreno donde sea posible la conciliación
de las clases» 6, según nos dice el crítico más arriba citado.
En la introducción de la obra, que Galdós titula «A los espectadores y
lectores de Alcestes» 7, se explica suficientemente cómo este «asunto tan
bello parecióme muy adecuado para presentarlo en forma teatraL con
procedimiento y estilo modernos». Y moderno, o mejor modernista, era
efectivamente llevar a escena una obra fuera del tiempo real y colocarla
en un mundo exótico como el mundo helénico; tales evocaciones llevadas
a cabo por los parnasianos y luego por Rubén Darío y sus seguidores
hispanoamericanos y españoles (Lugones, Freyre y G. Valencia, entre
los primeros, y Villaespesa, Tomás Morales y M. Machado). Así se explican
las investigaciones de Galdós en la llíada y la Odisea para situar
mejor, y sobre todo hacer más inteligible, el mito de su heroína a los
espectadores de nuestro siglo, si se tiene en cuenta que esta leyenda se
remonta a la época arcaica, entre los años 950 y 980 antes de la era
cristiana. La primera noticia que tenemos que pueda estar relacionada
con la idea de realizar una obra sobre este mito es por el texto de una
carta del mismo Galdós dirigida a María Guerrero, fechada el 3-VI-95,
donde le dice: «Dentro de algún tiempo, vamos, no sé cuándo es posible
que le escriba a usted una obra romana (?) no tragedia, sino comedia,
.3 Véase .. Notas sobre una lectura política de Galdós», Cuadernos Hispanoamericanos,
octubre 1970 y enero 1951.
4 Véase Obras Completas, Ed. M. Aguilar, 1964-69, vol. III.
5 Véase Historia de la Literatura española, Holt, Rinehart and Winston, New York, t. 11,
a. 1963.
6 Vid. arto cito en Cuadernos Hispanoamericanos.
7 No fue recogido por William H. SCHOEMAKER en los Prólogos de Oaldós, México, 1962.
Véase el texto en las o. c., vol. VI, págs. 1248 y 49.
l1li BIBLIOTECA GALDOSIANA
para que salga usted con sandalias, túnica... Estará usted pa comérsela.
Pero antes hemos de salir bien de (Voluntad) y luego dejar pasar mucho
tiempo» 8.
Nueve años más tarde tenemos el testimonio de que Galdós seguía
pensando en realizar esta obra, pues su amigo el catedrático de literatura
Francisco Navarro Ledesma le pregunta: ,,¿Por qué escamoteó lo de
Alcestes. Eurípides anda por dentro de la obra, pero hay que tener en
cuenta que los críticos y el público serio-cursi confunden a Eurípides con
Sardou 9, que es a quien conocen» 10. Pero como veremos por el epistolario
que seguiremos en un próximo apartado de este estudio, que
todavía la Compañía Guerrero-Mendoza tuvo que esperar para que don
Benito terminara la obra que como vieron muy bien los hermanos Ledesma
Ramos 10, tenía que consistir en una readaptación moderna de la tragicomedia
de Eurípides del mismo título. Veamos, aunque sea brevemente,
las modificaciones o reformas que hizo Galdós a la obra del gran trágico
griego, basándonos en las declaraciones del dramaturgo y novelista
canario, después de haber recibido "la opinión de José Ramón Mérida II
y las expresivas observaciones de María Guerrero» 12 que le movieron: 1.°)
"a trasladar la acción al tiempo de Pericles»; 2.°) "sustituir el personaje de
Apolo por Mercurio, pues esta divinidad más en contacto con los mortales
me facilitaba la modernización de mi tragicomedia)); 3.°) "sacar a escena
a la madre de Admento, con el nombre imaginario de Erectea»; 4.°)
añade "la presentación de los parásitos agasajados en el palacio y mesa
de los reyes: el historiador Gorgias, el filósofo Aristipo, Cleón el astrónomo
y el citarista Polícrates», y junto a éstos figuran también los hijos de
Admeto y Alcestes, Eumelo (que aparece en el drama de Galdós como
niño de ocho años y en el de Eurípides como un joven) y su hermana
Diomeda; y a Hiperión, especie de archivero; Demofonte, sacerdote de
8 Véase MENÉNDEZ ONRUBIA, Introducción al teatro de B. Pérez Galdós, Ed. C.S.I.C.,
Madrid, 1983, pág. 314.
9 Se refiere a Victorien Sardou (1831-1908), dramaturgo francés, autor de numerosas
obras superficiales, como Fedora, La Tosca, El Dante, etc., muy populares y traducidas.
lO Francisco Navarro Ledesma (1869-1905), archivero, escritor y critico, investigador
y ensayista, dejó una de las más importantes biografías y estudio de Miguel de Cervantes.
Véase Carmen DE ZULUETA, Navarro Ledesma, Madrid, Ed. Alfaguara, 1968.
11 José Maria Mélida (1849-1932?) fue archivero, catedrático, arqueólogo, arquitecto
y restaurador; llegó a ser muy amigo de don Benito y colaboró, muy estrechamente, en
la edición de los Episodios nacionales ilustrados (1881-1885) . Véase mi colaboración
en el tomo Homenaje a José Manuel Blecua, Ed. Gredos, Madrid, 1983, que contiene la
correspondencia cruzada entre ambos amigos en ese período, y el articulo "Notas al
Alcestes)), de Orlando Gountiñas Tuñón (publicado en las Actas del primer congreso internacional
de estudios galdosianos, Ed. Cabildo Insular de Gran Canaria, 1977, págs.
470-478); en la nota núm. 19 hay una referencia a la correspondencia cruzada entre
Galdós y Mélida, donde se dice que éste está leyendo Alcestes para la preparación del
decorado.
12 Véase C. MENÉNDEZ ONRUBIA, El dramaturgo y los autores. Epistolario de B. Pérez
Galdós, María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza, C.S.I.C., Madrid, 1984.
V CONGRESO GALDOSIANO 1m
Delfos; Periandro, mayordomo, y a las servidoras de la reina, Tisbe, nodriza,
y Friné, esclava; y finalmente un elenco silencioso precedido por
El genio de la muerte, formado por «esclavas, doncellas, guerreros, próceres,
magnates, patricios y dignatarios de la Corte .. , especie de fantasmal
coro que en el drama moderno ya no existe. Otras modificaciones
corresponden al propio sentido de la obra y su adaptación histórica,
política y pensamiento de la sociedad de nuestro tiempo que tendremos
ocasión de ver en el apartado dedicado al significado propiamente dicho
de la tragicomedia galdosiana.
B) Proceso creador de Alcestes (Epistolario)
Sin duda podemos seguir el proceso creador formal o exterior de Alcestes
a través de las referencias que a esta obra se hacen en los Epistolarios
que conocemos hasta ahora. Hemos visto cómo Galdós ya le había
escrito a su amigo Navarro Ledesma y a la Guerrero sobre una obra
relacionada con la tragedia de Eurípides, pero la primera noticia epistolar
donde se habla de que don Benito está trabajando en su nuevo drama
es por una carta dirigida a Teodosia Gandarias, y firmada por Pablo
Nougués y Lidya, amigos del escritor, fecha 8-VIII-ll, donde, entre otros
interesantes detalles de la vida privada de Galdós, le dicen: "María Guerrero
y Fernando Díaz de Mendoza que han estado en el Teatro Principal,
visitaron a don Benito. A requerimientos de ambos, el maestro respondió
con la promesa de hacer Alcestes para la Compañía Guerrero-Mendoza,
y esto les ha entusiasmado de tal modo que constantemente hablan
de la obra. Todas las tardes, cuando venían a "San Quintín .. , doña María
preguntaba a don Benito acerca de la prometida obra, y en ella cifraban
halagadoras esperanzas. Todo esto ha de traducirse en que don Benito
no tenga más remedio que cumplir su promesa, y trabaje, ayudado por
usted, cuando vuelva a Madrid, que no será muy tarde. Prepárese usted,
pues, a poner su talento a contribución de AJcestes, dando a don Benito
alientos y ayuda para terminar esta obra .. 1:3. A continuación tenemos una
carta de Díaz de Mendoza, que supone Carmen Menéndez, o sea, de
enero de 1912, en la que por el texto también hay que suponer que
Galdós le había entregado su drama a don Fernando, aún sin terminar,
pues en esta carta le comunica su opinión sobre los dos primeros actos
de AJcestes con estas palabras: "Hemos leído con todo cariño e interés,
que para nosotros tiene cuanto con usted se relaciona, los dos actos de
Alcestes. Me ordena usted en su carta que emplee con usted la entera
sinceridad que me merece, y es orden que debo acatar por lo mucho que
le quiero, admiro y respeto. / Que la obra literariamente considerada es
l:3 Benito Madariaga fue el primero en transcribir esta carta en su obra Biografía santanderina
de B. Pérez Oaldós, Santander, 1979, pág. 358; luego toma unos párrafos Menéndez
Onrubia en su obra Introducción ... , ya citada, pág. 315, Y nosotros volvemos a
transcribirla del manuscrito completo, Ultimo gran amor de Oaldós ... , págs. 244-45.
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bellísima, excusado es decirlo, y no soy yo el llamado a juzgarla desde
ese punto de vista. Sólo me toca decirle mi opinión sobre la teatralidad
de la obra; en tal concepto el primer acto me parece hermoso y de efecto
seguro en el público; el segundo, en cambio, lo creo peligroso por la
dificil mezcla que hay en él de cómico y de sentimental, que puede despertar
al público. Pero me parece dificil juzgar a la obra en su efecto de
conjunto sin conocer el tercer acto, que puede ser tal que explique y
justifique el segundo. / Para darle a usted una opinión completa y definitiva
de la obra completa en lo que a mi juicio de actor atañe, por supuesto,
necesitaría conocer la acción, por lo menos del tercer acto y su tono
general. / ¿Debe usted, por lo que le digo, desistir de terminar la obra?
Creo que no, por lo que le repito que un acto tercero acertado puede
no sólo justificar el segundo, sino asegurar el éxito definitivo de la obra
teatral» 14.
Por las cartas que hoy conocemos de la correspondencia de Galdós
con Teodosia Gandarias, recientemente publicadas por nosotros 15, podemos
seguir un poco mejor el proceso de la creación de Alcestes. Así el
mismo día 8 de agosto de 1911, fecha de la carta de Pablo Nogués citada
más arriba, el propio don Benito le escribía a su amada Teo, la que
transcribimos a continuación en su totalidad porque nos refleja exactamente
lo que trabajaba en ese momento: «recibí tu carta, que, como todas,
me han colmado de alegría. De mis ojos no te digo más, sino que
el gran Madrazo está muy contento: (faltan unas líneas). Buena noticia es
ésta. Yo, aunque vea poco, siento que esto va mejorando. / y luego con
la ayuda de Pablito, empezando el episodio De Cartago a Sagunto, llegaremos
hasta donde (?), y luego lo continuaré más tarde en Madrid. / Las
golondrinas tienen ya la segunda puesta de crías. Yo no las veo, pero me
divierto por las tardes oyendo la algazara y bullicio que arman dándoles
de comer a los polluelos. / Ahí van todos mis pensamientos mujer incomparable.
Pronto continuaremos El Alcestes que espero con fatigas
María Guerrero. / Del estado general estoy muy bien. Que tú estés bien y
contenta desea también con júbilo tu amantísimo B.».
Sin embargo, la referencia que Madariaga 16 hace de una carta escrita
por Nougués el 11 de agosto del mismo año, no la conocemos, sino otra
de la misma fecha escrita por el propio Galdós, en la que, al final, le dice
brevemente: «Sí, sí, en cuanto llegue a Madrid reanudaremos el trabajo
de Alcestes 17. Terminado el penúltimo Episodio nacional de la V serie,
14 Esta carta fue publicada por primera vez por Ela Maria Martínez en su comunicación
titulada «Epistolario: el problema de la transformación de la novela en drama a través
de algunas cartas de D. Benito», en las Actas del primer congreso internacional de
estudios galdosianos, Ed. Cabildo Insular de Gran Canaria, 1977, págs. 113-14, y en
segundo lugar, Menéndez Onrubia la publica completa en la ob. cit., págs. 174-76.
15 Véase Sebastián DE LA NUEZ, El último gran amor de Oaldós. Cartas a Teodosia
Oandarias desde Santander (1907-1915), Ed. de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento
de Santander, 1993.
16 Ob. cit., pág. 93.
17 Idem, S. DE LA NUEZ, carta núm. 115, pág. 227.
V CONGRESO GALDOSIANO 1m
De Cartago a Sagunto, que se publicó en noviembre de 1911, ya don
Benito puede dedicarse a terminar la tragicomedia que tiene entre manos,
y por eso hace una temeraria y sorprendente afirmación a su Teodosia,
en una carta fechada el 3 de enero de 1912, escrita desde Madrid,
donde le dice: "Hoy acabaremos la Alcestesll • Pero lejos de ello, durante
sus vacaciones santanderinas, de este año, le vemos, por las cartas a
Teodosia, que no sólo ha abandonado su labor teatral, sino que ha terminado
de redactar otro nuevo Episodio. Y así el día 13 de agosto le
escribe: "Ya he mandado a la imprenta el final de Cánovas, lo que ha sido
un gran descanso para mi cerebro. Faltan las pruebas que despacharé
con toda la prontitud posiblell • Pero a continuación vemos que aún se
ocupa de su obra dramática, pues añade: «Luego repasaré Alcestes para
enmendar y puntualizar algunas casillas tocantes a la vida helénica)). Más
aún, en esta misma carta le dice a su amada que ya está pensando empezar
otra obra sin terminar Alcestes. «No empezaré -le escribe- nuevos
trabajos, pues ya no puedo entretenerme. Unicamente planearé, en
horas, la obrita dramática que enjaretaremos tú y yo en el sacro recinto
donde mis retratos hacen el papel de dioses penantes)) 18. Dos días después
vuelve a referirse a esa obra non nata, que piensa realizar con su
ayuda, y le escribe en el último párrafo, presa de una gran tensión emocional
y hasta de unción religiosa: «Teo sin par, Arca de la alianza, Torre
de David, viviremos muchos años, y conservaremos en ellos nuestra serenidad
y alegría; haremos en paz y gracia de Dios nuestra obra dramática,
que me parece resultará muy bonita, y vivamos y hagamos la
felicidad de los demás, sin olvidar la nuestra, que siempre ha de ir por
delante)) 19. El día 19 del mismo mes y año parece hacer, a su amada, un
resumen de las últimas cartas, cuando le dice que «terminado Cánovas,
sólo faltan unas pruebas por corregir. Estoy trazando el plan de una de
las obras que hemos de enjaretar en nuestro delicioso apartamientoll • Es
interesante lo que excepcionalmente le dice sobre la técnica de componer
comedias: "El teatro es un arte de triquiñuelas y malicia. En ese arte,
el autor tiene algo de prestidigitador que escapotea la ilusión del público
y se apodera de él por sorpresas bien preparadas y acciones rápidas.
Ya veremos lo que salell 20. Como lo que está diciendo a Teodosia es la
planificación de una obra teatral, ésta no puede referirse a Alcestes, que
estaba casi terminada, pendiente sólo de algunos retoques técnicos, probablemente
se refiere al drama que le sigue en el tiempo de la creación,
pero no en el estreno; Celia en los infiernos lo fue el 9 de diciembre de
1913 y Alcestes el 21 de abril de 1914. Pocos días después, Galdós recibió
una carta del crítico teatral J. Macias del Real preguntándole:
«¿ Cuándo se estrena Alcestes?)) 21. En la carta del 31 de agosto que le
escribe a Teodosia, parece querer contestar ese interrogante, cuando
18 Id., op. cit., carta núm. 161, pág. 271.
19 Ibídem, ob. cit., carta núm. 163, págs. 272-73.
20 lb., ob. cit., carta núm. 167, pág. 275.
21 Vid. obra de MENÉNDEZ ONRUBIA, Introducción ... , pág. 317.
mm BIBLIOTECA GALDOSIANA
le cuenta que .. Han llegado aquí María Guerrero y Fernando Mendoza (sic)
con quienes hablé ayer. Harán este año AJcestes. Ya te hablaré mañana
de estos simpáticos amigos que ahora están conmigo a partir un piñón ..
(31-VIII-1912). Al parecer, en estos días se produce un interés por parte
de la pareja Guerrero-Mendoza, por llevar a la escena la Alcestes como
se refleja en las misivas siguientes. Así, el día primero de septiembre le
dice a su amada: .. Todas las tardes viene a mi casa Pedro de Répide, cronista
del Liberal 22, Y me acompaña. María Guerrero y su marido estuvieron
ayer, y se llevaron la Alcestes para irla estudiando. ( ... ) ... Ante esta
afirmación de Galdós, que acaba de entregar a sus amigos la citada obra,
se nos plantean dos soluciones: a) que ésta fue una segunda entrega de
Alcestes después de añadido el acto tercero, o b) que la carta de fecha,
no comprobada, de don Fernando a don Benito (copiada más arriba)
estuviera equivocada, pues para mayor confusión en otra carta del día 5
del mismo mes y año, transcrita por Menéndez Onrubia, Galdós le dice
escuetamente a su amada: .. Estoy bien de salud. Se acabó el veraneo
gracias a Dios. El martes trabajaremos en Alcestes... Pero las cartas que
Galdós le escribe, casi seguidamente, en este último mes de su veraneo
en San Quintín, a Teodosia Gandarias, confirman lo que hemos dicho
antes, o sea, que la Compañía Guerrero-Mendoza estaba preparando una
próxima puesta en escena de Alcestes. Así, en la carta del día 2 le escribe:
.. En estos días menudea tanto las visitas en mi casa que no sé qué
hacer para zafarme de ellas. Doña María y don Fernando vienen todas las
tardes, y se nos va el tiempo hablando de Alcestes y del sinnúmero de
requilorios y embelecos que son precisos para ponerla en escena. ¿Cuándo
se pondrá? Calculo que no podrá ser hasta Enero .. 23. Y en la carta del
día 9, poco tiempo antes de regresar a Madrid y a los brazos de su amada
Teo, sin par, como le dice en el encabezamiento de esta misiva, le
comunica que .. Ayer estuvo aquí María Guerrero, que hoy se va para Salamanca,
tratando extensamente de los trajes de Alcestes. De estas cosas
sabe ella más que yo y más que nadie ... Y en el párrafo final le dice
que .. Cerca está el día en que te escriba esta lacónica frase: "Adorada
Teo, ya no me escribas más", lo que significa que no te visitará el cartero,
sino yo en persona .. 24. Aquí terminan las referencias que don Benito
hace a su amada en el Epistolario que conocemos en relación con Alcestes.
No sabemos bien por qué el estreno de AJcestes se dilató después del
verano de este año, como se deduce de una carta conocida por la doctora
Menéndez Onrubia, escrita por Galdós (con los ojos y la mano de
su secretario Francisco Menéndez), dirigida a los hermanos Alvarez Quintero,
donde le decia: .. Hace dos años entregué AJcestes a María Guerre-
22 Pedro de Répide (1882-1948) fue poeta y novelista, colaborador de importantes
revistas, como Blanco y Negro, La Esfera, etc. Fue cronista de Madrid y un buen costumbrista
de su época.
23 Vid. S. DE LA NUEZ, ob. cit., carta núm. 181, pág. 288.
24 Id., carta núm. 189, págs. 292-93.
V CONGRESO GALDOSIANO lID]
ro. Ahora lo anuncia en su cartel; pero tengo entendido que antes de
Alcestes dará otras obras nuevas que no se han escrito todavía .. (19-IX-
1913) 25. Partiendo de esta afirmación de que hacia dos años de la entrega,
sería en septiembre de 1911, la contestación de don Fernando en
enero de 1912, y la segunda entrega el primero de septiembre del mismo
año, y finalmente, como veremos, la entrega del III acto y versión
definitiva en enero de 1914, para llegar al día del estreno, el 21 de abril
de este año. Aunque hay que suponer que montar una obra como AJcestes
necesitaba una «mise en escene .. complicada tanto en la decoración
como en la indumentaria y ambientación, sin contar con el movimiento
del crecido número de personajes, tenemos que reconocer que gran
culpa del retraso la tuvo el propio autor, que en ese tiempo escribió y
publicó los dos últimos Episodios de la serie final, en unas condiciones
de casi total ceguera, y compuso una nueva obra teatral, que se estrenó
antes que AJcestes, Celia en los infiernos, puesta en escena por Ricardo
Calvo, y no por la Compañía Guerrero-Mendoza, que después de la tragicomedia
de AJcestes no volvieron a representar ninguna obra de Galdós.
Finalmente, gracias a la correspondencia cruzada entre don Benito
Pérez Galdós y el matrimonio Guerrero-Díaz de Mendoza, publicada por
la investigadora Menéndez Onrubia 26, podemos reconstruir lo acontecido
con Alcestes unos meses antes de su representación. Partiendo del
mismo mes de enero del 14, todavía don Fernando le reclama a don
Benito el último acto de esta obra: «Queridísimo don Benito: quedamos
esperando el tercer acto. ¡Qué alegría y qué orgullo para nosotros si podemos
pasear en triunfo su ALCESTES por España y por América. Si el tercer
acto es como el primero y acierta usted en la reforma del segundo,
que sí acertará usted (no sé cómo, pero acertará) bien se puede asegurar
el éxito. / y nada más tengo que decirle. Venga ese acto y con él sus
mandatos siempre gratos para quien tanto como el que más le quiere y
le admira ... Transcurrido el mes de febrero debió haber entregado el acto
que le reclamaban, pues el día 8 de marzo (domingo), don Fernando le
reprocha en otra carta el «no haber venido usted hoy, y como mañana
lunes a las dos tenemos que hacer la lectura de Alcestes le mando ese
reparto preventivo 27 que hemos hecho para que usted haga las modificaciones
que quiera. / Contésteme con el que lleva esta carta para que
pueda yo citar a ensayo mañana a las dos. / Le esperamos para la lectura
que haré yo si a usted le parece bien ... El día siguiente don Fernando
le escribe a don Benito la última carta referente al estreno de esta obra,
donde le decia: «a las siete cuando llego a casa me entregan su carta y a
las dos hemos hecho la lectura de Alcestes que ha tenido un éxito enorme
que se repetirá en el estreno. / Pasado mañana miércoles a las dos
pasaremos los papeles y sería muy conveniente que usted estuviera por
25 Vid. ob. cito Introducción al teatro ... , pág. 316.
26 Ob. cito B1 dramaturgo y los actores ... , págs. 174-183.
27 Id. carta núm. 100, donde se incluye el reparto de A1cestes, págs. 177-78.
11m] BIBLIOTECA GALDOSIANA
si hay algo que corregir. / Siento que no haya usted estado en la lectura
porque hubiera usted tenido alegría como la hemos tenido nosotros». Al
final doña Mariquita, como ella se firma, le añade una posdata, donde se
congratula, en cierto modo, de las modificaciones que su marido le había
sugerido: "Estoy muy contenta; la única duda que era el efecto que
pudiera producir el cambio de lo cómico a lo trágico ya que para mí ni
existe: estoy muy contenta" 28. Para completar la génesis de esta obra
sería necesario hacer un esquema comparativo entre el "Alcestis" de EUrÍpides
y el Alcestes de Galdós; pero, precisamente, en una de las comunicaciones
del "Primer Congreso internacional de estudios galdosianos» 29
que se titulaba "Notas al AJcestes" preparada por Orlando Goutiñas Tuñón,
sobre dicha comparación donde hay una referencia concreta al
tema de las modificaciones que don Fernando le había pedido a Galdós
que pensara en la mezcla de lo cómico y trágico del acto 11, pero el autor
de la AJcestes moderna, según el ponente, "conserva este carácter
mixto y la titula en consonancia tragicomedia». Finalmente, de dicha minuciosa
comparación, nuestro investigador saca, entre otras, la siguiente
conclusión: "En Eurípides hay más lírica y menos acción. No sólo es
la intervención del coro que impone unas reglas, sino que las partes
narrativas en boca de actores de hechos que ocurren fuera de la escena:
la criada que habla de la reina, el siervo que explica la conducta de
Heracles, el héroe mismo que cuenta la lucha con la muerte etc. / En
Galdós se puede decir que casi todo es acción. No se narra, se realiza
en la escena, naturalmente, faltan los cantos, lírica del coro" 30. En suma,
que la obra de Galdós tiene una estructura más propiamente dramática
que la del trágico griego.
SÍNTESIS DE LA ESTRUCTURA Y SIGNIFICADO DE ALCESTES
Estudiados, aunque sea someramente, diversos aspectos del origen y
el proceso creador de Alcestes, vamos a sintetizar, en lo posible, las estructuras
significativas de esta tragicomedia en las direcciones siguientes:
a) estructuras de espacio-tiempo; b) estudio socio-histórico en su doble
aspecto mítico clásico y de la realidad contemporánea; e) aspecto ideológico
y político, Y d) el tema humano en relación con el propio autor de
la obra. Si situamos esta tragicomedia en el punto central de las seis
piezas dramáticas estrenadas por Galdós entre 1908 y 1918, vemos que
la única que tiene situada la acción fuera del espacio y del tiempo contemporáneo,
pero tiene de común con las demás que hay una referencia
espacial a una colectividad social, expresión de su mundo, aunque con
una referencia a los problemas contemporáneos de la época de su autor,
proyectados a un sentido universal. Si en Pedro Minio (1908) es la
28 Id. posdata, carta 101, pág. 179.
29 Ed. Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaría, 1977, págs. 470-478 .
.30 Vid. "Notas" citadas, pág. 475.
V CONGRESO GALDOSIANO l1li
base el colectivo de un asilo de ancianos, marginados de la sociedad, y
en Celia en los infiernos (913) está formada por un doble colectivo, el
primero formado por los privilegiados de la clase alta, insolidaria y enfrentada
al colectivo solidario de los proletarios de un taller, de acuerdo
con el tiempo histórico donde el autor sitúa su obra, en cambio el colectivo
de Alcestes es el del real o corte de una confederación de estados,
que al mismo tiempo es un espacio más restringido y más amplio, porque
es el lugar de encuentro de los dioses y los humanos de un tiempo
mítico e histórico. Pero antes de seguir adelante con el análisis de los
diversos aspectos que hemos anunciado, conviene presentar, para su
mejor comprensión, cómo se estructura la colectividad de esta tragicomedia
en el espacio de la jerarquía histórica y social en la época del siglo
v antes de JC, época a donde el autor trasladó la trama mítica mucho
más antigua, por ser como él dice: "el tiempo de Pericles más apropiado
para dar esplendor a lo accesorio de la fábula teatrah 31.
ESQUEMA DE LAS ESTRUCTURAS SIGNIFICATIVAS DE ALCESTES
A) PLANO DE LOS
INMORTALES
B) PLANO DE LOS
MORTALES
Primer Plano
Superior
Los dioses
Poderes Supremos:
a) Júpiter, poder eterno
Juno, esposa
Poderes Inferiores:
b) Apolo (Euripides) (Relación entre dioses y
tlermes (Galdós) hombres)
Segundo Plano {
Los semidioses tleracles (Actante y protector de los hombres)
Primer subplano
Los reyes
Segundo sub plano
Los servidores
Tercer subplano
¡
Poderes transitorios:
(Tres generaciones)
El pasado: Pheres y Erectea (ancianos)
El presente: Admeto y ALCESTES (plenitud)
El futuro: Eumeo y Diodeda (infancia)
1) Los parásitos
(intelectuales) {
Gorgias (historiador)
Aristipo (filósofo)
Cleón (físico ... )
Polícrates (músico)
2) Administradores Delfos)
{
Demofonte (sacerdote de
tliperión (archivero)
3) Servidores
privados
4) "Coro de la
corte"
Periandro (mayordomo)
{
Tisbe (nodriza)
Friné (esclava favorita)
{
Doncellas, guerreros, próceres,
magnates, patricios
y dignatarios.
Esclavas.
31 Vid. O. C , vol. VI, pról., pág. 1248.
lB BIBLIOTECA GALDOSIANA
A través de este esquema podremos determinar las estructuras ideológicas,
religiosas, históricas y sociales, utilizadas por Galdós para dar
vida a su obra dramática y al mismo tiempo simbolizar ciertas ideas político-
sociales y humanistas de su propio tiempo. AsÍ, vemos cómo este
mundo en el momento histórico de los planos de los dioses y semi dioses,
que disfrutan de la inmortalidad y del poder omnímodo, sobre los
que no pesa el Genio de la muerte, en que creían los hombres en la
época áurea, es paralelo al mundo contemporáneo de Galdós, en que los
más creían en la región eterna donde reinaba un Ser Supremo y su corte
celestial (ángeles, arcángeles y santos que de cuando en cuando descendían
o ascendían del cielo a la tierra o de la tierra al cielo: o sea, Hermes
-mensajero como el arcángel San Gabriel- o Hércules -protector
de los hombres como Cristo en su papel humano o divino-). Por otro
lado, está el plano general formado por el mundo de los hombres, que
irremediablemente tenía que someterse a los designios y a las venganzas
de los dioses. Desde el principio de esta obra dramática vemos al rey
Admeto que protesta ante el padre Zeus: «Cesaría mi vida como una luz
que se apaga súbitamente. ¡Es horrible, horrible! El padre de los dioses,
el inexorable Júpiter, me ha condenado a perecer en la plenitud de la
vida ... H 32. En la estructura social y en el devenir del tiempo y de la historia,
tendremos (como se ve en el esquema) el primer subplano, dividido
en tres elementos temporales: el pasado, el presente y el porvenir, formado
por los padres del rey, los monarcas reinantes, y los príncipes futuros.
En torno a ellos se va a desarrollar el drama y el sentido de toda
la obra. Los dioses decretan, anuncian y los semidioses salvan, es decir,
se cumple la misma ley inexorable, inflexible de los estados teocráticos
(cuyos principios combatía Galdós). En dicha sociedad se tenía como
principio que toda culpa (fuera grande o pequeña) había que expiarla,
como en la religión cristiana, y como en ella y en la religión pagana había
la figura de un salvador. En el drama nos encontramos con un sacrificio
antes de Cristo. El rey de la humanidad (Adán-Admeto) ha cometido
un atentado contra el trono de Jehová, Deus, Zeus y para liberarse de esa
culpa debe sacrificarse a un cordero tierno y amoroso. Mas el rey Admeto
dice que ama a la vida: «Hoy quiero poseerla y conservarla, no por el
gusto de los valores fugaces, sino por la gloria, y la felicidad de mis estados.
Amo la vida por el poder, por el mando, amo el gobierno, porque la
unión y el concierto de los pueblos está bajo esta mano vigorosa. Mi
mayor goce es hacer justicia, castigar a los malos, premiar a los buenos,
distribuir entre mis súbditos los bienes de la tierra para que ninguno
carezca de ellos y ninguno los disfrute con excesoH 33. S. Finkenthal
interpreta estas palabras de Admeto como las ideas de un sistema socialista,
pero creo cuando Galdós escribía esta obra en 1913 había
renunciado ya a la vida política activa «para consagrarse por entero a la
32 Id., ¡b., acto L ese. L pág. 1250.
33 lb., íd., ese. 11, pág. 1253.
V CONGRESO GALDOSIANO (g
actividad literaria» 34, y aquí nos parece que, acaso como dice el mismo
crítico, «ensaya un rey como vehiculo de estos intereses sociales, parece
indicar un intento de reconciliar la monarquía con el socialismo» 35. Mas
los jueces divinos como los de los humanos que juzgan a la historia, y
necesitan que alguien inocente pague la culpa del rey hombre y de todos
sus herederos. No pueden ser los ancianos, padres (el Antiguo Testamento).
Así que no son tan descabelladas las razones que da Ferés
para no dar la vida por su hijo, pues como él dice: «Hijo, mío: yo te di el
ser mas no estoy obligado a prolongar tu existencia a costa de la mía ...
Cierto que soy viejo, pero todavía tengo salud, como, bebo, respiro bien,
entretengo las horas en grata conversación con mis amigos, paseo, gozo
de la frescura del ambiente, de la hermosura del cielo, y hago moderado
ejercicio para mantener la sutileza de mis miembros ... » 36. Esto es lo que
justificaba también el ansia de vivir que se refleja en las cartas de don
Benito a Teodosia. La victima expiatoria debía ser en primer lugar un ser
sin culpa, inocente para ser sacrificado, en este caso: Alcestes (¿o Teodosia?)
que sacrifica su vida y su amor para mantener el ansia vital y
prolongar la fuerza creativa de su amado, es decir, de su rey, de su hombre,
en suma, por la humanidad. Pero los semidioses son los únicos que
pueden hacer resucitar a la reina sacrificada, por amor y por su patria,
en este caso Heracles, el benefactor de los hombres. A Zeus le bastaba
para aplacar la cólera de su amada Juno, hacer este simulacro de sacrificio,
para devolver al pueblo de Tesalia la salvación de la paz y la concordia
propiciada por un buen gobierno, que impediría la formación de
una «Regencia trina»: «Alcestes, tú y yo», como propone el anciano Ferés,
que tiene, según Menéndez Onrubia, un claro paralelismo, con la época
del proyecto del gobierno trino que proponía Isabel 11 con el príncipe
consorte y la reina regente» 37, que en la obra equivaldría a la muerte del
rey Admeto (Alfonso XII), la anciana Erectea (Isabel 11) y el anciano Ferés
(el príncipe consorte) y Alcestes (la reina María Cristina) hasta que cumpliera
la mayoría de edad Eumelo (el joven príncipe, Alfonso XIII).
Para completar las estructuras significativas de esta obra tan rica en
elementos simbólicos e indiciales, como corresponde a una obra modernista,
Galdós nos ofrece, según el esquema señalado, dos subplanos,
correspondientes al segundo y tercero, formados, respectivamente, por
el de los servidores y el de los cortesanos sin voz, que merodean en el
palacio real, para recoger las migajas del poder: favores, riquezas, privilegios
y honores, como en cualquier corte de cualquier gobierno organizado
según estas estructuras jerárquicas, desde las congregaciones
eclesiásticas, gobernadores omnipotentes, especuladores enriquecidos
aterrados con las libertades democráticas, cortesanos disfrazados de po-
34 Véase "Carta de Galdós)) en Víctor FUENTES, Galdós demócrata y republicano, Ed.
Cabildo Insular de Gran Canaria y Universidad de La Laguna, 1982, págs. 112-13.
35 Vid. El teatro de Galdós, Ed. Fundamentos, Madrid, 1980, pág. 169.
36 Véase O. c., acto L ese. L pág. 251.
37 Vid. ob. cit. Introducción al teatro ... , pág. 179.
1111 BIBLIOTECA GALDOSIANA
líticos parlamentarios. Los servidores directos de las personas de la realeza
y del gobierno, los agrupa Galdós en tres estamentos: el de los parásitos,
el de los administradores y el de servidores privados. El primer
grupo lo forman un grupo de intelectuales que viven del erario del estado,
llevando una vida ociosa como los poetas de la República de Platón
o los bufones de las cortes medievales que con sus ingenios divertían al
rey y a las altas jerarquías, y a veces gastaban bromas o decían verdades
que no eran consentidas a otras personas. A veces adivinamos los
propios pensamientos del autor del drama, como la conversación que se
representa entre Admeto y Gorgias, el historiador, al inicio de esta obra
donde pretende justificar la presencia de este parásito. Oigámosles:
GORGIAS.-Por mi afición a esta ciencia (historia) y por el amor que pongo
en cultivarla, me has admitido en tu palacio. La divina Alcestes cree ilustrar
su corte, rodeándose de los que nos consagramos a las diferentes
artes y ciencias.
AoMETO.-Sí, sí, querido Gorgias. Y tú eres el primero en nuestras preferencias
... por tu ingenio, por tu afabilidad ... iAh, la Historia ... cosa muy
buena! Entiendo que es la poesía de los acontecimientos.
GORGlAs.-La poesía de la realidad, digo yo.
AoMETO.-¿Y no sería mejor decir la filosofía de los hechos humanos? 38.
Creo que no hace falta recordar que estos conceptos, la Historia y la
realidad, son las bases fundamentales del pensamiento creador del propio
Galdós, a lo largo y a lo ancho de su trayectoria de escritor de su
tiempo, que, ahora precisamente, va a iniciar nuevos derroteros, sin
abandonar aquellas máximas. Gorgias, como conocedor de los resortes
que mueven el devenir de las generaciones, que son la base del transcurrir
de la Historia general, va derecho al meollo de la cuestión principal y
móvil del drama: el sacrificio impuesto por los dioses, añade en la anterior
escena: «Pues yo, que paso los días escribiendo lo que hicieron los
dioses y los mortales, para ejemplo y guía de las edades futuras, te aconsejo,
mi querido rey, que aceptes resignado la sentencia del orgulloso
Júpiter. Si te revelaras contra él, tú y tu descendencia sufriríais mayores
males» 39.
Partiendo de la idea expuesta por Carmen Menéndez, en su tan citada
obra Introducción al teatro de B. P. O., donde dice que «Lo humano del
arte nos remite al hombre, a su sensibilidad, a su intimidad, a sus ansiedades,
a su vida y a su época» 40, podemos encontrar, como ya hemos
anticipado, no sólo el rasgo humano, que siempre está presente en las
obras de Galdós, y más aún en las últimas, sino también la personalidad
del escritor, su sensibilidad y la intimidad, es decir, todo lo que se incluye
según lo dicho por nuestra investigadora. ¿Por qué no ver al propio
Galdós, descubriéndose, conversando con su yo, resistiéndose a aban-
38 Vid. O. c., vol. VI, acto 1, ese. 1, pág. 1251.
39 Id., cit. íd.
40 Véase ob. cit. Introducción ... , pág. 21.
V CONGRESO GALDOSIANO 11m
donar su obra cuando se siente más cerca de la verdad, el mundo con
todo lo que tiene de bello y de maravilloso, y más ahora que ha logrado,
al fin, encontrar y asegurar el amor de la mujer que estuvo buscando
durante toda su vida después de su frustrado amor juvenil? Acaso se
podría justificar así la resistencia de los ancianos reyes, a sacrificarse por
su hijo, aunque les quedara poco tiempo para disfrutar de sus vidas, y
acaso por eso precisamente tenían más valor. Estas ansias vitales se reflejan
muy bien en las últimas cartas que se conservan de las tantas que
le escribió a su amada Teo. En una de ellas, después de haber entregado]
a AJcestes a los Guerrero-Mendoza, le dice: «Adorada Teodosia:
Te escribo con mucha alegría porque estoy muy bien, pero muy bien. /
Mis piernas recobran su fuerza y mi cabeza funciona normalmente. Ya
me están dando masajes y noto la mejoría. Pronto podré salir. / Iniciaré
mis visitas, más adelante nos iremos juntos a Fuenterrabía, Ernani donde
pasaremos un verano delicioso. / Viva mi dueña. / Hasta mañana.
Tuyo ... B.» 41.
En la última escena del acto III de esta obra Galdós ha querido destacar
el significado humano y supremo del valor de la vida, el hecho de
que cada día resucitamos para trabajar por una Humanidad más bella y
más justa: en este sentido, vemos el dualismo entre Admeto, personificado
en un Galdós indeciso entre el milagro de la resurrección de su
amada Alcestes (Teodosia) y por otro a Hércules (el alter Cristo resucitando
a Lázaro por amor a sus amigos) que sería al Galdós que vuelve a
ofrecernos un alter ego idealizado como resumen de su vida de continuos
trabajos: «HÉRcuLES.-Mi padre me dio el ser y con el ser la energía
indomable y la tenaz fiereza para que con ella trabajara por el bien de la
Humanidad ... Yo, como sabes, no doy paz a la mano para consumar,
unas tras otras, las descomunales empresas que los dioses me encomendaron.
Apenas terminado un trabajo, emprende otro; no me doy descanso
ni respiro en mi formidable lucha contra el mal, cegando aquí los
abismos tenebrosos, abriendo allá caminos por donde los hombres
puedan correr libres y confiados, a la conquista de su bienestar» 42. Pensamos
que la figura de Hércules (Galdós) tiene dos lecturas: una representando
al Cristo salvando a la Humanidad con sus milagros y su
sacrificio, y por otro al formidable luchador que era el propio Galdós. Precisamente
no mucho antes había matado a doña Juana de Casandra
como Heracles a la hidra de Lerna. Pero sobre todo tiene la virtud, como
el mismo semidiós dice: «porque mi padre, Júpiter, me dio también poder
contra la misma muerte».
Y en fin, para culminar su obra, Hércules o Cristo, los dos semi dioses,
hijos de los Seres Supremos, Zeus o Deus, que se sacrifican con sus
trabajos y con sus milagros, como resucitar a Alcestes, síntesis de todas
las perfecciones, porque representa la vida y el amor que necesita la
41 Vid. ob. cit. El último gran amor de Qaldós ... , carta núm. 24 L pág. 325.
42 Véase O. c., cit. acto IlI, ese. IV, pág. 1275.
11m] BIBLIOTECA GALDOSIANA
Humanidad; por eso dirá el semidiós triunfante de las tinieblas, como
podría decir el propio Galdós, con las mismas palabras que tantas veces
le había escrito a Teodosia: "HÉRcuLEs.-¡Divina mujer, acógete a la vida
que te ofrezco; ven a la Humanidad, que te reclama, que te necesita
como ejemplo de inefables virtudes!» 43. Y al concluir la obra, Hércules,
como Galdós podría decir en ese momento, pensando en su amada: "Mi
destino es combatir por la vida humana, donde florece y fructifica el árbol
del amor» 44. Y la contestación de Alcestes (Teodosia), resucitada, a
su salvador: ,,¡Bendito sea el héroe que con su voz potente me restituye
al seno amoroso de la santa Humanidad!». Frase y bendición que es al
mismo tiempo sentido y significado de la obra y del personaje, que se
resume en un canto a la vida y al amor que Galdós pedía para él y para
toda la Humanidad.
43 Id., acto III, esc. V, pág. 1277.
44 Id., acto 111, esc. V, pág. 1278.