APORTACIONES •

A LA BIOGRAFÍA GALDOSIANA

A TRAVÉS DE LAS CARTAS

DE LÓPEZ PINILLOS A PÉREZ

GALDÓS: PRIMERA ÉPOCA

Corina Alonso García

Estudiar las cartas de José López

Pinillos es entrar en contacto con el ambiente madrileño finisecular l.

Vivenciamos en estas cartas el mundo periodístico, y con él las costumbres

y usos de los políticos. Reflejan todas ellas a un Galdós en pleno

apogeo de fama y poder, y también al Galdós comprometido políticamente.

Paralelamente contemplamos a un López Pinillos que lucha por

sobrevivir principalmente, y que, como tantos otros escritores de su época,

busca en el periodismo su medio de subsistencia.

Recordamos brevemente a nuestro escritor como un gran novelista,

de gran temple literario, originalidad y audacia, que destaca por su gran

valoración del léxico castellano y especialmente por la gran representatividad

que en sus obras encuentran el Naturalismo-Tremendismo y el

Modernismo-Expresionismo. Siguió el teatro de Echegaray en su primera

obra Bl vencedor de sí mismo, y, según los críticos, mejoró su calidad

dramática a medida que se alejó de esta influencia echegaresca. Pero sus

mejores logros se encuentran en la obra narrativa 2. En ella se refleja su

gran influencia galdosiana, como lo confirman, por ejemplo, Federico

Sainz de Robles en su Bnsayo de un Diccionario de Literatura (1966:

645) :3, que habla de la influencia de Galdós en López Pinillos con Celia

en los Infiernos, Bl abuelo y Los Condenados. Sergio Beser (1974) 4 que

agrupa las tres novelas de Pinillos: Doña Mesalina (1910), Las AguiJas

(1911) y Bl Luchador (1916), en la línea de Doña Perfecta (1876), por

su temática y actitud crítica y regeneracionista.

José López Pinillos nació en Sevilla en 1875 y, aunque estudia Leyes

en su ciudad natal, va a Madrid en 1900 con un destino burocrático bajo

1 Cartas de José López Pinillos a Pérez Galdós. Archivo de la Casa Museo Pérez

Galdós de las Palmas de Gran Canaria.

2 MAINER, José Carlos, Literatura y pequeña burguesía en España. José López Pinillos

en sus dramas rurales, Madrid, 1972, Cuadernos para el Diálogo.

3 SAINZ DE ROBLES, Federico, Ensayo de un Diccionario de la Literatura, Madrid, Aguilar,

1964.

4 BESER, Sergio, Novelas cortas andaluzas de José López Pini111os, Barcelona,

Laia, 1974.

mm BIBLIOTECA GALDOSIANA

la protección de Romero Robledo (fue ministro de Gracia y Justicia con

Cánovas y en 1902 fue elegido presidente del Congreso). A los nueve

meses de su llegada a Madrid se enfrenta con Romero Robledo por sus

«ideas avanzadas». Por este motivo pierde su destino y con él sus recursos

económicos, y además le cierran las puertas los empresarios

teatrales 5.

En estas circunstancias comienza la correspondencia con Galdós del

5 de julio de 1901 hasta el 29 de enero de 1914, fecha de la carta XVII

y última.

Sólo comentaremos aquÍ las cinco primeras cartas:

Carta 1: 5 de julio de 190 l.

Carta 11: 20 de julio de 190 l.

Carta 111: 25 de marzo de 1902.

Carta IV: 1 de enero de 1906.

Carta V: 9 de enero de 1906.

Engloban la misma temática: la aspiración de Pinillos a entrar en El

heraldo, La Prensa, y la situación de extrema pobreza de nuestro escritor.

Destacamos las muchas amistades establecidas al año siguiente de su

llegada a Madrid y su profundo conocimiento del ambiente cultural madrileño.

Con Galdós tenía amistad, aprecio, admiración. Galdós responde con

prontitud a las peticiones de ayuda de Pinillos, acudiendo a sus amigos

y manejando la gran red, tan conocida, de favores y recomendaciones.

Reproducimos la l. a carta en su totalidad, por considerarla muy significativa

para el comentario que haremos de ella. Dice aSÍ:

Sr. D. Benito Pérez Galdós:

Mi querido maestro: Desde que fui a pedirle a usted la recomendación

para D. Segis, mi situación en vez de mejorar se ha agrabado. Romero

sigue prometiendo, pero da menos que una piedra. Yo le digo que no

puedo resistir ni un día más, que no tengo para comer, que mi familia es

la primera víctima de estos bandidos fusionistas qu~ me dejaron sin credencial.

.. y él aparenta interesarse por mí, me da unas cuantas palmaditas

cariñosas, me asegura que le hablaria enseguida a Moret, el francés ... ,

y efectivamente, olvida al infeliz Pinillos en cuanto vuelve la espalda. Y no

puedo seguir así D. Benito. Algunos días, no como. No comer, teniendo

25 años, y buenos puños, y alguna inteligencia y muchas ganas de trabajar;

tener las tripas vacías, cuando tanto bruto, tanto gandul y tanto sinvergüenza

revienta de hartura, es cosa capaz de desesperar al más santo.

Usted, mi querido D. benito, puede hacer mucho por mí... ¿Cómo? Del

siguiente modo: ayer, después de mi acostumbrada visita al casino, me

encontré a Saint-Aubín; y desesperado como iba porque Romero, entretenido

comentando la última salida del iracundo prócer Vega Armijo, ni si-

5 CEJADOR y FRAGUA, Julio, Historia de la Lengua y Literatura castellana, LXII, Año 1907,

Madrid, Tip. de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1920.

V CONGRESO GALDOSIANO lImJ

quiera me dio las buenas tardes, desesperado, repito, me encaré con el

cuñado de Canalejas, recordando que tenía influencia en el Heraldo, y le

pedí un puesto en el periódico. Saint-Aubín me prometió recomendarme

a D. José, e interesándose por mí, me aconsejó que le escribiera a usted,

pidiéndole una carta para su cuñado, y afirmando que, si la conseguía, mi

entrada en el periódico seria un hecho, porque su amistad de usted pesa

mucho en el ánimo del orador demócrata. Yeso es lo que deseo, maestro.

Que me envía usted la carta, lo más pronto que pueda, para presentarme

a D. José.

No creo que esta petición le disguste a usted. No se trata de molestar

a un político; la cosa es menos antipática ... Además, creo que dándome

Canalejas 25 duros hará un buen negocio porque trabajaré más y mejor

que la mayor parte de los alcornoques que pedescriben en El lIeraldo.

y nada más, Perdóneme usted la molestia que le ocasiono. Le respeta

y le quiere, su amigo y admirador, q b s m.

Vemos que ya mantenían cierta relación Galdós y Pinillos antes del 5

de julio de 1901 Y que le había recomendado a don Segismundo Moret

por mediación de Romero. Esta recomendación no había sido la eficaz

que Pinillos precisaba, sobre todo por la urgencia y angustia que parecia

tener, pues la recomendación era muy buena: Moret ocupaba la cartera

de Gobernación en 1901 bajo la presidencia de Sagasta, con el que había

sido seis veces ministro.

Don Segismundo mantenía excelentes relaciones con Galdós. Exponemos

parcialmente la relación epistolar de Moret a Galdós en un texto

muy significativo 6:

Excmo. Sr. D. Benito Pérez Galdós:

Mi ilustre y admirado amigo: También yo vengo a pedir a V. algo, pero

muy modesto y muy sencillo: que lea V. o haga leer con atención una de

las novelas presentadas al concurso de «El Liberal" ... ( ) Perdone y mande

a su affmo. amigo, q b s m.

y en otra carta:

¡Cuanto sentí no verle ayer, insigne maestro! La opinión de V. que me trajeron

Aguilera y Moya, vale un tesoro.

Llama la atención que sea esta recomendación mediante Romero.

Creemos que sea Tomás Romero, gran amigo de Galdós, compañero en

sus campañas políticas y diputado con Galdós de la minoría republicana,

y que está en El Liberal por esas fechas.

Pinillos está desesperado y, según la carta, pide él mismo recomendación

a Saint-Aubín (cuñado de Canalejas) para entrar en El Heraldo,

aconsejándole éste una recomendación de Galdós para Canalejas. Testimonio

de esta amistad es la carta del 5 de junio de 1906 7:

6 Cartas de don Segismundo Moret a Pérez Galdós. Archivo de la Casa Museo Pérez

galdós de Las Palmas de Gran Canaria.

7 Cartas de don José Canalejas a Pérez Galdós. Archivo de la Casa Museo de Las

Palmas de Gran Canaria.

mm BIBLIOTECA GALDOSIANA

El Presidente del Congreso de los Diputados

Particular

Excmo. Sr. D. Benito Pérez Galdós:

Mi ilustre y querido amigo: Quiere V. dispensarme el honor de comer

conmigo y mis cuñados el próximo jueves, a las ocho y media en esta su

casa?

Mucho gusto tendrá en ello su affmo, amigo y admirador. J. Canalejas.

En la carta II del 20 de julio de 1901 le comunica Pinillos a Galdós el

resultado de la recomendación que le había dado para Canalejas:

Querido maestro: No le he contestado antes, por esperar el resultado de

la recomendación ... que ha sido malo, desgraciadamente ... Muy amable,

muy cariñoso ... eso sí, ha estado d. José pero nada más. Promesas, muchas:

que le debe a usted muchas atenciones, que le estima mucho, que

desea servirle ... y para usted la jaca, amigo.

Fui a su casa con Benavente, que también me recomendó ... y ya se lo

he dicho: palabras, palabras, y palabras. Puede que por servirle a usted,

me coloque en el Heraldo. Pero ¿Cuándo? Cuando vuelva el genial de su

excursión veraniega; es decir, cuando Pinillos haya reventado. Irá mi sombra

a la redacción, si mi sombra dura.

Vaya molestar, por última vez, al otro conspicuo, a Romero. si no me

sirve, le pediré a Barnun-Berriatúa que me haga copista de sus teatros, o

corredor del Frontón, o peón de albañil en una de sus obras ... y veremos.

Creo que mi pellejo resistirá mucho.

Le quiere a usted con toda el alma, su admirador y respetuoso amigo.

En la carta III del 25 de marzo de 1902 sigue Pinillos insistiendo entrar

en El Heraldo:

... Y como no puedo perder tiempo porque, según me dice Ballesteros, lo

que ahora es muy fácil, dentro de 15 días seria dificilísimo, le escribo a

usted confiando en que me atenderá con su bondad de siempre.

Se trata... de mi pleito, mi querido maestro ... Me parece que ha llegado

la ocasión de que yo asegure los garbanzos. Canalejas me recibió muy

bien cuando le llevé su carta a usted y de usted y me prometió la primera

plaza que vacara el Heraldo ... En su modo de hablar de usted, comprendí

que deseaba servirle. No he entrado en el periódico porque en estos meses

no ha salido nadie. Está, por lo mismo, obligado a hacer lo primero

que usted le pida y sé de muy buena tinta que le gustaría mucho complacerle.

Porque, mi querido D. Benito, no le pide usted un destino para mí? A

su Secretaria no ha llevado a nadie. López Ballesteros me asegura que allí

entrarán los que lleven mejores recomendaciones, y que, para el jaleador

de Blectra, no hay recomendación mejor que la de usted. Además me

advierte, para que se lo diga a usted, que acudiendo pronto es muy fácil

coger el destinejo.

Pese a todas estas peticiones no entrará Pinillos de redactor en el

Heraldo de Madrid hasta 1908, y estará en él en 1920 cuando escribe

su biografía Julio Cejador (1920). Aunque no figuren en el Epistolario

sino tres cartas con membrete, de Redacción del Heraldo de Madrid: 16

I

~ r

V CONGRESO GALDOSIANO mil

de enero de 1909,20 de diciembre de 1910 y 29 de enero de 1914, que

es su última carta a Pérez Galdós 8.

Este periódico fue fundado por don Felipe Ducazcal en 1890. Fue

primordialmente informativo, con servicio telegráfico en Londres, Berlín,

París, Bruselas, Nueva York, Roma, Lisboa, capitales y pueblos de provincias.

Nació como diario independiente y desde un principio fue de un

liberalismo templado, más partidario de Sagasta que de Cánovas (siguiendo

a Gómez Aparicio -1971-). Al morir don Felipe en 1891 entra

Canalejas en tratos para adquirir el Heraldo de Madrid. Constituyó una

Sociedad en sesenta acciones, de las que se reservó seis, y el resto pasó

a un grupo de seguidores y amigos del ilustre estadista. Reunió este periódico

una de las mejores redacciones de la época. Comenzó a publicar

todos los meses un suplemento literario y artístico, desfilando por ellos

los más destacados escritores y dibujantes de entonces 9.

No sólo era don José Canalejas el inspirador doctrinal del periódico

sino que quería intervenir en todos los pormenores: todas las noches

escribía a Suárez Figueroa, director, una carta llena de advertencias y

consejos, además de mantener relación directa con los editorialistas

como López Ballesteros, Luis Morote .

... Y debido al proyecto de Ley de Asociaciones que el Gobierno no

presentaba a las Cortes, Canalejas dimite el 27 de mayo de 1902, rompe

con el Partido Liberal y funda su propio partido: el Demócrata.

López Pinillos entra como un pobrete en el periodismo, según narra

Julio Cejador (1920), y trabaja en El Globo de 1902 a 1903, cobrando

35 pesetas de sueldo.

Por la carta lB sabemos que tiene un trabajo que le ocupa tres horas

diarias.

En 1904 entra en el diario España cobrando doscientas pesetas mensuales.

Y con él, procedentes también de el Globo, figuran su director

Manuel Troyano, diputado a Cortes, Ramiro de Maeztu, Luis Bello Trompeta

(nombrado corresponsal en París), Martínez Ruiz (que utiliza por

primera vez el seudónimo Azorín en este diario, el 28 de enero de 1904,

para inaugurar las «Impresiones parlamentarias»). Como compañero del

diario España, Azorín califica a López Pinillos de muy «imaginativo, ardoroso,

buen poeta de Andalucia» 10.

El diario España fue fundado por una Sociedad Anónima para proporcionar

un periódico a Maura, que formó su primer gobierno en diciembre

de 1903. Este periódico tuvo que cerrar a la caída de Maura en 1905.

En diciembre de 1905 es Pinillos redactor de El Liberal de Madrid,

pero antes figuraba director de El Liberal de Bilbao, creado en 1901.

8 LóPEZ DE ZUAZO y ALGAR, Antonio, Catálogo de periodistas españoles del siglo XX,

Madrid, Universidad Complutense, 1981.

9 GÓMEZ APARICIO, Pedro, Historia del Periodismo. De la Revolución de septiembre al

desastre coloniaL Madrid, Editora Nacional 1971, pág. 520.

10 GÓMEZ APARICIO, Pedro, De las guerras coloniales a la Dictadura, Madrid, Editora

NacionaL 1974, pág. 189.

mm BIBLIOTECA GALDOSIANA

Desde la carta IV de 1 de enero de 1906 hasta la carta XIII escribe 8

cartas a Pérez Galdós con membrete de El Liberal de Madrid. Redacción.

Sabemos que El Liberal nació en 1879 de una escisión de El Imparcial

porque no soportaban su moderación algunos periodistas como

Isidoro Fernández y Miguel Moya. Desde el principio adoptó El Liberal

cierto republicanismo y se mostró anticlerical. El éxito fue grande y sus

dirigentes invierten el dinero ganado en crear en 1901 tres diarios con

el título de el Libera], en Barcelona, Sevilla y Bilbao. Compraron también

el diario Las Provincias de Levante que se convierte en 1902 en El Liberal

de Murcia.

En esta época fueron redactores: Luis Araquistain, el canario Manuel

Delgado Barreta, Enrique Gómez Carrillo, Luis Morote, Pedro de Répide,

Antonio Zozoya, entre otros.

Este periódico tenía a principios de siglo 4 páginas de gran formato:

en la l. a se daban el editorial y las noticias más importantes de política

y sucesos; la 2. a y 3. a encerraban noticias y comentarios diversos, y el

folletín; la 4.a estaba dedicada a anuncios y esquelas (el único donde se

publican esquelas sin cruz). Su público podía ser de la pequeña burguesía

o de la clase obrera. Era un diario verdaderamente popular, serio,

ameno, y siempre defensor de la libertad de la Prensa.

Estos periodistas inician las negociaciones para hacer la Sociedad

Editorial de España, que nace en 1906 y que fue llamada el «trustll de la

Prensa. Negocian con El Imparcial y también entran en negociación con

el propietario del /feraldo de Madrid, don José Canalejas, a pesar de la

oposición de Francos Rodríguez que era el director.

Ya organizado el «trustll, la presencia en Andalucia oriental de la Sociedad

se encomendó a El Defensor de Granada, adquirido el 9 de diciembre

de 1907. En la correspondencia de Miguel Moya a Pérez Galdós

figura una carta en enero de 1908 en la que le comunica que han adquirido

la propiedad de este periódico, y le agradece envíe algo granadino

para las columnas de este periódico 11.

El último diario adquirido fue el Noroeste de Gijón en 1908. Y con él

queda completada la asociación con 9 periódicos durante diez años,

como se acordó en el contrato fundacionaL en abril de 1916.

En la carta IV de 1 de enero de 1906 escribe López Pinillos a don

Benito:

Mi querido maestro: Me permito recordarle a usted su promesa, porque la

falta de dinero me trae medio loco. ¿Querrá usted escribirle pronto al propietario

de La Prensa? Una colaboración fija en ese periódico me facilitaria

los medios de trabajar, asegurándome la bazofia diria. Tómelo usted

con interés, D. Benito.

Sabe que le quiere mucho y que le admira tanto como le quiere, su

amigo.

II Cartas de Miguel Moya a Pérez Galdós. Archivo de la Casa Museo Pérez Galdós de

Las Palmas de Gran Canaria.

V CONGRESO GALDOSIANO mI3

Repite la misma petición en la carta V del 9 de enero de 1906. Tanto

Desvois en La Prensa de España (1977: 31) 12 Y Gómez Aparicio (1974:

317) Nistoria del periodismo español 1.3 hablan de la fundación de La

Prensa. Nace el 12 de marzo como instrumento político de Moret el 23

de enero de 1913. Pero, según parece, Pinillos no entró en este periódico.

Lo que sí nos llama la atención de Pinillos es que después de estar

en El Globo, España y El Liberal aún sigue muy mal económicamente.

Por ello reflexionamos sobre el nivel de vida en España en 1900, del que

hablan Jean Desvois (1977), Zamacois y Quintana (1964), María Cruz

Seoane (1977), Gómez Aparicio (1974) y Tuñón de Lara (1978) 14.

Era muy bajo el nivel de vida. El salario medio diario oscilaba entre

2,90 y 3,50 pesetas en la empresa de la construcción, con un horario

de lOa 14 horas diarias. El Imparcial calculaba que una familia de clase

media necesitaba 292 pesetas mensuales para vivir sin distracciones, sin

cenar carne.

El periodista era poco remunerado. Un redactor de talento cobraba

entre 150 y 250 pesetas mensuales. Los honorarios más usuales eran de

50 a 100 pesetas cuando los periodistas formaban parte de una redacción.

Lo más usual era retribuirles por articulas escritos. Si eran famosos

daban de 15 a 25 pesetas por una colaboración.

Estaban incluso en desventaja con el proletariado, pues no tenían

contrato de trabajo, ni horario fijo, ni descanso dominicaL y podían ser

despedidos en cualquier momento sin indemnización.

¿Entra en el periodismo buscando un medio de vida López Pinillos?

Lo cierto es que destaca muy pronto como periodista y bajo el seudónimo

de Parmeno se convierte en una de las figuras principales del

momento, época en la que es extraordinaria la riqueza de autores

ilustres.

Destaca extraordinariamente en las entrevistas, que hace a diversos

personajes de la época, por la perspectiva desde la que contempla a los

entrevistados, aproximándolos a los seres ficticios de sus novelas.

Tanto es así que de 1917 a 1920 publicaron estas colecciones de

articulas diversas editoriales con los títulos tan significativos como: Nombres,

hombrecillos y animales (19179, Lo que confiesan los toreros,

pesetas, palmadas, cogidas y palos (1917), Los favoritos de la multitud.

Cómo se conquista la notoriedad (Pueyo, 1920), Vidas pintorescas. Gente

graciosa y gente rara (1920), En la pendiente. Los que suben y los que

ruedan (1920).

12 DESVOIS, Jean, La prensa en España 1900-1931, Madrid, Siglo XXI, 1977, pág. 31.

13 GÓMEZ APARICIO, Pedro, op. cit., 1974, pág,.317.

14 DESVOIS, jean, op. cit.; ZAMACOIS y QUINTANA, Eduardo, Un hombre que se va ... , Barcelona,

editorial AHR, 1964; SEOANE, Maria Cruz, Oratoria y Periodismo en la España del

siglo XIX, Madrid, Castalia, 1977; GÓMEZ APARICIO, Pedro, Historia del Periodismo español,

tomos L 11, III Y IV, Madrid, Editora Nacional, 1974; TUÑÓN DE LARA, Manuel, La España del

siglo XIX, Madrid, Editorial Tecnos, 1977.

mm BIBLIOTECA GALDOSIANA

Quizá ya más equilibrado económicamente y/o porque ya ha conseguido

un hombre y se ha hecho famoso en el periodismo, comienza a

publicar su obra literaria en 1907.

Para esta fecha la relación con Galdós ha variado. No habla ya el apasionado

Pinillos. El tono de la correspondencia es más nivelado y desprende

seguridad. El distanciamiento con don Benito se agudiza, y es

1914 la fecha de la última carta dirigida a Galdós (Pinillos muere en

1922), y es la única que tiene una nota de Pablo Nogués, secretario

de Galdós desde 1907, Y que dice: «Contestado en 8 de febrero de

1914. N.».

Se declara amigo de Galdós. Pero ¿era Galdós amigo de Pinillos?

Hemos visto por las cartas su situación de penuria, y de qué modo

recurre a amistades y conocidos en busca de buenas recomendaciones.

Pero también hemos de ver la forma de pedirlas usando los recursos

apropiados del lenguaje coloquial, dando el tono apasionado, ardoroso,

muy andaluz, que nos da la impresión de teatral aparatoso. Aunque donde

nos llama más la atención es en el reclamo que hace a la sensibilidad

de Galdós, cómo quiere llamarle a compasión y lástima.

Lo comprobamos en la Carta I cuando dice por ejemplo: « ... olvida al

infeliz Pinilllos en cuanto vuelve la espalda. Y no puede seguir así D.

Benito. Algunos días no como ... » O «tener las tripas vacias ... »

En la Carta II leemos:

... Puede que por servirle a usted, me coloque en El Heraldo. Pero ¿Cuándo?

Cuando Vuelva el genial de su excursión veraniega; es decir, cuando

Pinillos haya reventado. Irá mi sombra a la redacción, si mi sombra dura.

Vaya molestar, por última vez, al otro conspicuo, a Romero. Si no me

sirve, le pediré a Barnum-Berriatúa que me haga copista de sus teatros, o

corredor del Frontón, o peón de albañil en una de sus obras ... y veremos.

Creo que mi pellejo resistirá mucho.

Le quiere a usted con toda el alma, su admirador y respetuoso amigo.

y aunque su situación ha ido mejorando sigue llorándole a don Benito

del mismo modo. Lo vemos en la Carta III:

Conque ... en sus manos me pongo, D. Benito.

Ya estoy otra vez de vagabundo. Mi casera -una bestia feroz- me ha

despedido. Yeso que me aloja en una especie de jaula que hay sobre el

tejado. Una jaula con techo de cristal y zinc; ... un plomo veneciano.

No me queda más recurso que irme de Madrid con Fuentes, de representante

o de cómico: Y la idea de formar en la farándula me estremece

¡Horror!

En usted confío. Le quiere mucho su admirador y respetuoso amigo.

Deducimos que Pinillos sabía el modo de conseguir que don Benito

le socorriese con prontitud y eficacia. Galdós ayuda a la gente. Favores,

compromisos, era lo común de don Benito: contesta con rapidez, acude

a sus amigos, realiza gestiones para dar la mano al que lo necesita.