UNA GLORIA NACIONALf •

EPISODIO DRAMÁTICO INSPIRADO

EN LA VIDA DE GALDÓS

Benito Madariaga de la Campa

En 1947, el escritor Gonzalo Torrente

Ballester escribía una pieza dramática titulada Una gloria nacional,

que permaneció inédita hasta su publicación el 26 de noviembre de

1990 l. El autor la subtitula Episodio dramático de la {(belle epoquell y

consta de un prólogo, tres actos, dos entreactos y un epílogo. En uno de

sus libros, a modo de Memorias 2, cuando todavía no la había dado a la

imprenta, sintetiza Torrente el argumento y aclara la identidad de algunos

de los personajes que aparecen en esta obra, inspirada en la candidatura

de Pérez Galdós al Premio Nobel: "El tema, más o menos, está

tomado de ese acontecimiento que me preocupa tanto desde hace algún

tiempo, el comportamiento de los españoles con don Benito Pérez Galdós

cuando se dijo que le iban a dar el Premio Nobel. Entonces, yo quiero

pintar un escritor de edad madura, con una gran obra detrás, en mala

situación económica, y de no muy buenas costumbres» (pág. 51). Al tratarse

de una ficción, el argumento no se ajusta al hecho histórico, tal vez

por el deseo de evitar cualquier identidad conflictiva ante la pintura de

los personajes citados en ella.

El protagonista es, por esta razón, diferente en parte al modelo: un

hombre amante de las mujeres, viudo, con un hijo y una hija. Aparecen,

además, el marido de ésta y la mujer o novia del hijo. Y añade: "Más o

menos, el argumento será: se anuncia que a este hombre le van a dar el

Premio Nobel, se organiza una campaña en contra y acaban, naturalmente,

no dándole el Premio. Personajes saldrá don Marcelino (se refiere a

Menéndez Pelayo, luego llamado en la obra don Benjamín), los hijos, el

yerno y la futura nuera; la portera de la casa, que le arma un escándalo

porque ha recibido a una prostituta aquella noche, algunos amigos escritores,

amigos y amigas. Situación, hacia 1910» (pág. 51). Sin embargo,

1 Gonzalo TORRENTE BALLESTER, "Una Gloria Nacional (Episodio dramático de la "belle

époque") .. , en Gonzalo Torrente Ballester. Exposición bibliográfica. A Coruña, 1990, págs.

I-LXIX. las citas del texto en números romanos corresponden a esta obra.

2 Gonzalo TORRENTE BALLESTER, "Una Gloria Nacional .. , en Los cuadernos de un vate

vago, Barcelona: Plaza Janés, 1982, págs. 51-52.

_ BIBLIOTECA GALDOSIANA

al publicar luego la obra, Torrente fijó la fecha en 1913, aunque fue el

año anterior cuando tuvo lugar, con mayor fuerza, la campaña a favor y

en contra del Premio Nobel.

Al tratarse de una comedia de acusación a la sociedad española, lo

que intenta el autor es censurar aquella maquinación montada contra un

escritor, Gloria nacional, al que no se le reconoce su formidable contribución

literaria y se encuentra, a la postre, "con la ingratitud de su patria

». Por ser "una acusación seria y vibrante», como dice el autor, los

personajes los presenta como "tipos», aunque inspirados, como veremos,

en personas reales de la época.

El suceso biográfico de la candidatura y la acción de la tragicomedia

no se adaptan tampoco, ni por la fecha ni por las circunstancias, al hecho

histórico y biográfico del personaje que inspira la obra, cuando tuvo

lugar la campaña para la concesión del Premio a Pérez Galdós. Como es

sabido, la Academia sueca invitaba a presentar a diversas entidades culturales

y académicos, mediante el oportuno envío de la solicitud, las

propuestas para el premio Nobel del año siguiente.

La Academia de la Lengua, a través de algunos académicos, propuso

en 1905 a Menéndez Pelayo. Al año siguiente, se inicia en firme la campaña

a favor de Galdós, que toma fuerza en España, sobre todo, en

1912. Determinados grupos y periódicos liberales y republicanos y Academias,

como la de Medicina, propusieron al autor de Marianela. Por su

parte, Menéndez Pelayo contó con el apoyo de la Real Academia y de

entidades religiosas y prensa católica, como BI Siglo futuro, BI Correo

Español, BI Diario Montañés, etc. La división de propuestas era normaL

pero no parecia ético, ni patriótico, que se levantara una campaña contra

Galdós, que adquirió unas proporciones inusuales al recomendarse el

envío de telegramas en contra suya a la Academia Sueca de Estocolmo e

intervenir también, oponiéndose, L'Osservatore Romano. Como consecuencia,

la candidatura de Galdós no tuvo fortuna y España, aparte de

quedarse sin el Premio NobeL ofreció una imagen de intolerancia y conflicto

ideológico:3.

Comienza la obra con un prólogo donde conversan don CIernen y don

Celes y el primero le comunica a su interlocutor que van a conceder el

Premio NobeL según recoge la prensa, al novelista Fuentes Peralta, alter

ego de Galdós, pero a través del diálogo se aprecia la indiferencia de ambos

ante la noticia y sus únicas preocupaciones son la subida de los

impuestos y la marcha de la Bolsa. Es en el primer acto donde tiene lugar

la presentación del protagonista: Francisco Fuentes Peralta, que está

en su casa con Charo, una cupletista. Es un hombre de 52 años y le

describe el autor con un pañuelo al cuello, atuendo muy típico del novelista

grancanario. De él nos dirá que es académico, viudo y con dos hi-

.3 Sobre la campaña del Premio Nobel puede verse: Benito MADARIAGA, Pérez Oaldós.

Biografía santanderina, Santander: Institución Cultural de Cantabria, 1979, págs. 24.3-

250.

V CONGRESO GALDOSIANO _

jos, como ya hemos dicho. En la comedia aparece como melómano y

mujeriego.

Cuando está en casa le viene a ver don Benjamín, personaje que recuerda

a Menéndez pelayo. Se trata de un hombre erudito, desaseado y

con afición a la bebida. Su propósito es comunicarle que "la Academia

sueca, como es costumbre, ha consultado al Gobierno, y el Gobierno me

envía -le dice- para sondearle a usted» (pág. XVI).

En la pieza teatral este personaje no aparece como contrincante, tal

como lo fue en realidad Menéndez Pelayo. Por el contrario, don Benjamín

le dice a su amigo: "jEs usted el mejor novelista entre los viejos,

y uno de los más grandes de todos los tiempos! Tiene usted la

talla de Balzac... Lo dije cuando le recibimos en la Academia; lo dije,

entonces, públicamente, y, diez años después, lo sigo sosteniendo»

(pág. XVII). Cuando están conversando entran en escena otros dos

personajes que vienen a ver a don Paco: Doña Lola Taboada, inspirado

en Emilia Pardo Bazán, "una sesentona distinguida y metida en

carnes, aristócrata y baronesa» y José Velasco, "cuarentón, alto, fornido

», que representa a Vicente Blasco Ibáñez y aparece como especie

de fuerza de la naturaleza, presumido y orgulloso de las tiradas de sus

libros, leídos, según dice, en el extranjero. En un momento reconoce

la protección que le prestó doña Lola para triunfar como escritor. Esta

comunica al candidato al Premio las acusaciones de un sector de la

prensa que le tilda de libre pensador, republicano y de no ser buen

novelista.

En el primer entreacto, el espectador recoge, a través del diálogo de

don CIernen y don Celes, las manifestaciones en la calle en contra de la

candidatura de Fuentes Peralta al premio Nobel y la existencia de carteles

de protesta.

Cuando se llega al segundo acto hacen presencia cuatro personajes,

escritores de otra generación: Almadén, que usa monóculo y dirige una

revista literaria; Irureta, vasco, con barba puntiaguda, que viste con desaliño

y es librepensador y republicano; don Reinaldo, "violento, barbudo,

melenudo», el más distinguido de los cuatro, quien llama a don Paco "el

garbancero» y por último Vargas, bohemio, anarquista y nietzscheano.

Los cuatro visitan a Fuentes Peralta y opinan sobre él y el Premio. A su

vez, don Paco les va definiendo. La identificación no es difícil. El grupo

está inspirado, respectivamente, en "Azorín», Pío Baroja, Valle Inclán y

Ramiro de Maeztu. Don Reinaldo les dice a sus compañeros:

Imaginen ustedes, si pueden, lo que haria un verdadero poeta en la situación

de don Paco. ¡Por primera vez en la Historia de España, un escritor

es verdaderamente popular! ¡Por primera vez todo el país, unánime, se ha

puesto en contra de un hombre! ¡Qué enorme farsa, caballeros! Sin embargo,

la vida nacional se manifiesta al desnudo y se pone ante un espejo.

¿Qué imagen vemos en él? Una caricatura, algo que yo llamaría ...

esperpento! Si Paco Fuentes Peralta tuviera verdadero talento poético, sin

salir de su casa podría escribir el gigantesco esperpento de la vida espa_

BIBLIOTECA GALDOSIANA

ñola! Pero a su caletre le faltan, como a esa chimenea, los leños que dan

llamas, no esa ceniza oscura que da frío (pág. XXXV).

Don Paco no obtiene el apoyo de la Academia, aunque reconoce que

un obispo había salido en su defensa. Su hija le pide entonces que escriba

una carta pública renunciando al Premio Nobel. Pero don Paco le

contesta: "Yo no he pedido el Premio Nobel. Yo no he movido un dedo

para conseguirlo. No tengo, entonces, por qué renunciar a él» (pág. XLIV).

Doña Lola le propone llevarle públicamente a la ópera no como su

antiguo amante "sino como el novelista ofendido por una campaña inexplicable

» (pág. XLV).

El segundo entreacto tiene lugar en un pasillo del Teatro Real, donde

ocupan juntos un palco Lola Taboada y Fuentes Peralta. Don CIernen y

don Celes critican esa muestra en público de ambos escritores, que les

parece desvergonzada y comentan que los enemigos de la Patria y de la

Fe deben irse al extranjero.

El segundo cuadro del segundo acto se desarrolla de nuevo en casa

del novelista y vuelven a reunirse con él su hijo, don Benjamín, José

Velasco y doña Lola, entre otros. El erudito don Benjamín les dirá a los

asistentes que la campaña contra el candidato había adquirido dos formas

de expresión: la de los que reconociendo su talento le atacaban por

sus ideas y la de aquellos que, defendiendo éstas, les resultaba indiferente

su talento.

En un momento recoge la opinión, que atribuye a Unamuno de que

don Paco "no ha sido nunca más que un fabricante de novelas», si bien

añade: "Claro que a Unamuno no hay que hacerle caso. No entiende una

papa de literatura» (pág. LVII). Las tentativas de don Benjamín por reivindicar

a don Paco no dan resultado y le hace ver al decepcionado candidato

que otros españoles, glorias nacionales, también fueron humillados.

Un ministro, presente en la casa, posiblemente inspirado en Romanones,

dice a Fuentes Peralta que él impidió que el Rey fuera informado de la

presencia del escritor en el teatro.

Este detalle no se ajusta a la realidad, ya que Pérez Galdós saludó al

Rey en el Teatro Español con motivo del estreno de Celia en los infiernos,

en enero de 1914, gracias a la mediación del Conde de Romanones.

Prometió el novelista visitarle de nuevo en Santander y así lo hizo

el verano de 1915 en el Palacio de la Magdalena.

El Ministro que aparece en la obra les dice a los presentes: "Si mañana

acordáramos responder afirmativamente a la Academia sueca, perderíamos

el respeto de todo lo que en España cuenta, y, con él (se refiere

al Premio Nobel) las elecciones" (pág. LXI). En definitiva, don Paco no

se entrevista con el Rey y el Ministro, que hace de intermediario, le pide

una carta renunciando al Premio, pero doña Lola y don Benjamín disuaden

al escritor de dar este paso. Doña Lola le dirá a don Benjamín: "El

único consuelo de don Paco será el trabajo. Escribir novela tras novela,

hasta morirse» (pág. LXIII).

V CONGRESO GALDOSIANO _

La obra termina como al comienzo, con el encuentro de don Celes

con don CIernen. Un diálogo pleno de ironía cierra la pieza teatral. Este

último explica a su amigo quiénes son escritores de renombre y le dice:

"Entre ellos alguno habrá que merezca el Premio Nobel. Sin ir más allá,

ahí tiene usted a Fuentes Peralta. ¿O va a decirme que no es un gran

novelista? He oído decir que el mejor de Europa». A lo que responde don

Celes: "Ya lo creo que lo es. Pero ¡amigo mío!, nació en España y nadie

le hará caso» (pág. LXVI). Hay que echar la culpa a la envidia ya la leyenda

negra. Pero como los problemas de cultura no son lo suyo, hablan de

invertir su dinero en acciones industriales y dedicarse a la cría y explotación

del toro de lidia. Don CIernen decide, como una gran idea, bautizar

su negocio: "Dehesa ¡el Premio Nobel! Así, tendremos a los intelectuales

de nuestra parte» (pág. LXVII).

RESUMEN

Una Gloria Nacional (1990) es una pieza teatraL poco conocida, de

Gonzalo Torrente Ballester, que recoge con fina ironía la sensibilidad

del autor ante la injusticia y humillación cometida por España con motivo

de la candidatura al Premio Nobel de Benito Pérez Galdós. Si bien por

tratarse de una ficción no tiene especial interés biográfico en lo que respecta

al autor de Fortunata y Jacinta, sí lo tiene dentro de la obra menor

de Torrente, donde de una manera enmascarada refiere pormenores de

la vida y del carácter de ciertos escritores decimonónicos y apunta el

retrato y los defectos de algunos de ellos. El mismo cuando opinó sobre

esta comedia, en agosto de 1962, ofrecia este resumen del tema y su

objetivo al escribirla: "Yo creo que no es malo, y que con un poco de habilidad

puede resultar una comedia excelente. No muy moderna, tampoco,

no demasiado universaL pero importante para la vida de este

país, importante para lo que la sociedad española piensa de nosotros:

importante como desahogo de la actual situación» (pág. 52).