UNA VACANTE EN LA REAL

ACADEMIA DE LA LENGUA.

EN EL OTOÑO DE 1904

Juan Antonio Marrero Cabrera

El duelo nacional por la prematura

muerte, a los 24 años, de la Princesa de Asturias hace que pase desapercibida

la noticia de la inmediata puesta en circulación de los nuevos y

casi inalcanzables billetes de 100 pesetas.

También en estos primeros días del otoño de 1904, un artículo aparecido

en El Socialista cuesta un mes y veintiún días de arresto mayor y

125 pesetas de multa a Pablo Iglesias.

Sin embargo, nadie parece condenar al autor de la publicidad de (CLa

Parrilla Argentina., (asador moderno privilegiado, indispensable en

toda cocina) que aturde a los lectores de El Globo con unos ripios como

éstos:

(CEsta parrilla, jamás

echa a perder un asado;

pruébala y exclamarás

ante su efecto admirado:

¡No se puede pedir más!

¿Y hay quien compre otras parrillas

venidas del extranjero

para asar con poco esmero

y convertir en astillas

la carne del matadero?

Claro que, en el extranjero, están muy ocupados leyendo las últimas

traducciones de los libros de Palacio Valdés, Galdós y del propio Blasco

Ibáñez que acaba de recibir una edición esmeradísima y lujosa de su

novela Entre Naranjos en versión holandesa.

Pero los que están de enhorabuena son los amigos y admiradores de

Pérez Galdós por el éxito del Electra que está a punto de alcanzar las

doscientas representaciones en el teatro de la Porte Saint Martin.

y entre los principales seguidores de D. Benito destaca un joven lanzaroteño,

José Betancourt Cabrera que ha llevado su devoción por el

_ BIBLIOTECA GALDOSIANA

1. D. Benito Pérez Galdós, El Teatro, 1900-1901.

V CONGRESO GALDOSIANO _

maestro a utilizar como seudónimo literario el nombre de uno de sus

más famosos personajes: Angel Guerra.

Ferviente admirador y discípulo, amigo, paisano y protegido del genial

autor grancanario, José Betancourt-Angel Guerra, que acaba de cumplir

los treinta años, ha pasado de colaborar en la prensa insular a convertirse

en una fecundísima pluma de los grandes periódicos nacíonales.

Angel Guerra llega a Madrid con el nuevo siglo y trae, como éL un

bagaje de ilusiones. Y la suprema es llegar a tener un nombre como escritor.

Atrás deja su «isla seca»: Lanzarote, y un «viejo pueblo ruinoso y polvoriento

rendido al paso de los siglos)): la villa de Teguise. «Un olvidado

pueblo de esa bellísima tierra)).

Su gran trabajo en Gran Canaria en el Defensor de la Patria, en la Crónica

y en el Cronista le ha proporcíonado «oficío». Un «oficío)) de periodista

que, sin embargo, en los primeros tiempos de su llegada a Madrid

no le sirve para introducírse en el dificil y saturado mundillo político-periodístico

y literario de la «capital de las Españas».

Una lucha que se traduce en sus articulo s enviados al Diario de Las

Palmas: «Muchas de las tertulias literarias no son más que pagodas índi-

2. Interior de un café de la Puerta del Sol.

_ BIBLIOTECA GALDOSIANA

cas de conjuraciones y chismorreo, y mesas de disección en que anatómicamente

se analizan las obras y las personalidades con habilidades de

cirujano y con brutalidades de enterrador».

Es el choque

de lo que él explica

como: «su

alma virgen de

provinciano franco

y honradote,

todavía con la

ruda corteza de

mi nativa tierra»,

con la dura realidad

capitalina.

Pero muy pronto

su fecundísima

pluma, su ilusión

inagotable, su ingenio

y sencillez

de hombre de

bien y las orientaciones

de su

maestro Oaldós,

le abren las páginas

de los periódicos

madrileños

en los que empieza

a destacar con

luz propia.

Primero será

el Heraldo de Madt1

y luego El

Liberal, hasta formar

parte de la

redacción de La

Época. En 1903

figura en el equipo

que echa a andar

la revista España

y Ortega

Munilla, por recomendación

de

Oaldós, le incluye

entre los colaboradores

de El Imparcial.

3. José Ortega Munilla.

"Sus obras le han dado honores

y fama de novelista.

Mezcla sueños, dicha, amores,

pájaros, brisas y flores ...

y cátate la revista.»

V CONGRESO GALDOSIANO 1m

En 1904, poco antes de hacer las críticas del triunfo de los hermanos

Alvarez Quintero en el teatro Lara con El amor que pasa, del éxito de la

Zarzuela de Maximiliano Thous y José Serrano, La Casita Blanca, y el fracaso

de Fernández Shaw y Chapí en La Puñalada, Angel Guerra iba a iniciar,

en las páginas de El Globo, una memorable «campaña de prensa».

4. José Betancourt Cabrera (<<Ángel Guerra .. ). Hombre de amistad sincera

y maestro sencillo, llano y amable.

_ BIBLIOTECA GALDOSIANA

Pero dejemos que sea el propio Angel Guerra, desde la primera página

de El Olobo del 25 de octubre de 1904, quien lance la proclama de

la más justa candidatura a un puesto de la Real Academia, bajo el título:

UN CANDIDATO

ARMANDO PALACIO VALDÉS

Hay un sillón vacante en la Academia Española. Respondiendo á devociones

de admiración muy hondas, con toda clase de respetos y con humilde

voz, yo me adelanto á dar nombre para una candidatura, que tengo

la evidencia que apoyará toda la gente de letras: Palacio Valdés.

Novelista singular, cuya pluma ha sabido reflejar en admirables páginas

literarias, con delicado arte de creción, lo más pintoresco é íntimo de la

vida de nuestro pueblo, añadiendo á sus méritos de colorista en el paisaje,

un grato tcsprit.. de costumbrista magistraL Palacio Valdés representa,

en las letras españolas, una de las figuras más sobresalientes de la novela

contemporánea ...

... Ha tiempo que está pendiente esa deuda de honrar al ilustre escritor.

No tengo certidumbre de ello, pero quiero recordar que, hace años, el

insigne Cavia, maestro celebrado, habló de la necesidad de un agasajo

público que testimoniase la admiración silenciosa que se consagra á Palacio

Valdés en España. No falla mi memoria, porque la lectura ha sido más

reciente, al decir que Galdós, en un prólogo, aún con la tinta húmeda, que

pusiera á un libro del malogrado «Clarín .. , declaraba la urgencia de pagar

la deuda pendiente con el autor de La Hermana San Sulpicio, y, sinceramente,

como mandato de un deber literario, manifestaba su opinión de

que no era posible retardar por más tiempo el ingreso de Palacio Valdés

en la Academia Española, en homenaje a los talentos singulares del escritor

consagrado, con laboriosidad de benedictino, en soledad y sin buscar

aplausos, á engrandecer y magnificar la novela española contemporánea,

que, con su plenitud de arte, enaltece y honra.

Si á la Academia Española, por costumbre ya establecida, van los escritores

ilustres que merecen señalados honores; si los sillones académicos

deben ocuparlos los artistas literarios, que trabajan y pulen el habla

castellana haciéndola viva y ágil, flexible y gráfica, llevando a ella la sangre

nueva de las expresiones populares que recogen en el ambiente de la

calle, para que no se fosilice, ni se corrompa en manos de secos lingüistas,

como carne muerta en pudridero; si en el seno de la Academia Española

deben recibir consagración de inmortales los que á ella tienen

derecho, y para conseguirla basta solamente á la petición presentar una

brillante historia artística, abolengo de gloria, blasón de altos hechos,

«grandeza de España .. en la república de las letras que han ennoblecido,

allende los siglos, peregrinos ingenios y andantes caballeros del ideaL

vengamos todos á un común acuerdo, y abramos paso, descubriendo las

cabezas en señal de respeto, para que, con el aplauso de todos los cultivadores

del arte, haga su ingreso solemnemente en la Academia Española

don Armando Palacio Valdés.

Como maestros de la novela española, lo recibirán con abrazo de hermanos

en letras y en glorias, Valera, Galdós, Pereda, Ortega Munilla y Picón.

¿No entraron ellos en calidad de novelistas?

Justo es que ellos sean los que abran las puertas de la Academia al

compañero y amigo, cuya ausencia, desde ha tiempo, deben lamentar. Si

en espera de ocasión se impacientaban por la tardanza en ingresar PalaV

CONGRESO GALDOSIANO _

EL GLOBO

5. El Globo. 25 de octubre de 1904. La convocatoria, en primera página: "Un candidato".

_ BIBLIOTECA GALDOSIANA

cio Valdés, pueden en estos momentos llamarlo á su compañía. Y así

será.

Por mi parte, no es mi empeño otro que recordar la deuda pendiente,

y salir al encuentro de la preterición ó el olvido. Ni quito ni pongo rey. A la

fecha ignoro quiénes pretenden la investidura académica; pero añado, con

lealtad, que al repasar la lista de nombres que honran la literatura patria,

no encuentro uno siquiera que, con osada arrogancia, pueda disputar al

maestro de maestros, con mejores títulos, ese honor que por derecho y

en justicia, le corresponde.

A plumas de más brio y fama entrego la propuesta de candidato para

que, al poner al pie las firmas, pongan también la autoridad que á este

articulo le falta. Y queda en paz mi conciencia con este respiro de mis

simpatías y de mis devociones artísticas, muy hondas y efusivamente sinceras.

Angel GUERRA

La polémica está magistralmente servida, empieza el turno de «los

maestros ya consagrados y los jóvenes escritores que ahora batallan con

la pluma».

A pesar de que: «las galas retóricas ... me parecen adornos de cementerio,

cosas rancias que huelen a muerto», uno de los primeros en contestar

es Pío Baroja. Yeso que no es, precisamente, un admirador de

Palacio Valdés. De paso, con su racional indiferencia, deja caer la debatida

cuestión de D. a Bmilia Pardo Bazán:

Querido amigo: Yo todavía no he llegado a comprender bien la utilidad

de la Academia. Por ahora, me parece una de las muchas entidades, Corporaciones,

Asociaciones ó lo que sea que no sirve para nada.

El lengmije es una cosa viva que degenerándose y cambiando y descomponiéndose,

va marchando y enriqueciéndose, y el querer sujetarlo y

reducirlo, me parece una simpleza.

Ahora hay la costumbre de llevar a la Academia á los hombres ilustres

por las letras, y entre éstos, entre los de ahora, entre los que no han entrado

todavía en la docta Corporación, los de más méritos y prestigios me

parecen la Pardo Bazán y Palacio Valdés. Doña Emilia no puede entrar por

razón de su sexo; entre don Armando Palacio Valdés.-Pío Baraja.

Nicolás Bstévanez y Murphy, el viejo político, escritor y brigadier canario,

que a veces usaba el pseudónimo de «Bstevanillo», responde con

socarroneria isleña a la pregunta de su paisano:

«¿A mí me consulta usted sobre candidaturas de académicos? ¿A mí? ..

Vaya, pues evacuaremos la consulta.

¿Que qué pienso de la candidatura de Palacio Valdés?

Que me parece mal y voto en contra, si Palacio Valdés, al entrar en la

Academia, cuelga la pluma, como tantos otros.

Pero si no considera la Academia como cuartel de inválidos, y prosigue

la tarea que le ha valido su envidiable fama, entonces ¡ah!..., como

dicen algunos diputados, voto en pro.

De todos modos, no ha de faltar vacante para él, pues los académicos,

igual que los senadores vitalicios, van a tener un invierno desastroso.

Estévanez. »

V CONGRESO GALDOSIANO _

6. La tertulia de Pío Baroja (1924).

Un periodista, el «doctor Fausto» se «extraña» de que aún no sea académico

Palacio Valdés.

Otro periodista, Luis López Ballesteros, antiguo directo de El Imparcial

y gobernador de Málaga, se adhiere resaltando que allí «debiera estar

hace mucho tiempo, si en aquella casa se entrara siempre por las

puertas del mérito y de la justicia».

Un buen novelista, el director de la revista La Lectura, contesta, también,

inmediatamente:

«Si por sufragio popular se eligiesen académicos, es seguro que la vacante

de hoy no correspondería á Palacio Valdés, ni á la Pardo Bazán, ni á

Blasco Ibáñez, porque ya los tres estarían dentro, al lado de Valera, de

Galdós y de Picón.-Francisco Acebal. ..

Zeda, el crítico teatral de Epoca, apoya la propuesta de su compañero

firmando con su nombre completo, Francisco Fernández Villegas.

Antonio Palomero, también conocido como Gil Parrado, el viejo poeta

y escritor que, con sus bigotes a lo «kaiser» popularizara en El País la

sección en verso uLa Comedia Humana», apoyó la candidatura desde

la redacción de ABe.

El célebre crítico uAndrenio» contestó así a la convocatoria:

Sr. D. José Betancourt:

Estimado compañero: La iniciativa de usted á favor de la candidatura

de Palacio Valdés, para la plaza vacante en la Academia Española, me

parece muy bien y la deseo mejor fortuna de la que tuvieron las campañas

de «Clarín.. en el mismo sentido. El autor de Maximina debía ser

académico hace mucho tiempo. Esperemos que «quieran .. ahora los que

_ BIBLIOTECA GALDOSIANA

pueden hacerlo. Y como no se trata de hacer, con tal motivo, literatura,

sino de decir cada uno su parecer y yo ya lo he dicho, se despide de usted

su afectísimo seguro servidor, q. b. s. m., E. Gómez de Baquero.

Con toda justicia apoya la candidatura el sincero y sencillo poeta Vicente

Medina que escribe y defiende el .. murciano.. de su terruño como

.. un castellano claro, flexible y musical, matizado con algunos provincialismos

de carácter árabe, catalán y aragonés.

Otro periodista, José León, opina que la futura elección .. no será más

que el "visto bueno" puesto debajo de la opinión literarian.

Uno de los autores cuya biografía hubiera sido, sin duda, su mejor

novela, que él mismo reconocia diciendo: .. Soy un hombre que vive, y,

además cuando le queda tiempo para ello, escriben, encabezaba las columnas

de El Globo el 27 de octubre de 1904:

Sr. D. Angel Guerra.

Querido amigo y compañero: Apenas si tengo una vaga noción de lo

que pueda ser la Academia Española.

Sólo sé que los señores que en ella figuran (y de los cuales apenas si

el público conoce el nombre de una docena), rezan un Padrenuestro al

principio de sus reuniones.

Si el entrar en esta Corporación significa algo de homenaje público y

de una nueva gloria para el maestro Palacio Valdés, sea en buena hora.

Palacio Valdés fue el ídolo de los mayores entusiasmos de mi juventud,

y es hoy una de mis admiraciones más arraigadas. Sólo le conozco

por sus libros; pero los que le tratan personalmente, me dicen que vive

junto al Retiro, trabajando en su estudio ó paseando por las solitarias

avenidas del vecino parque, en ese altivo aislamiento del artista que, acostumbrado

al continuo contacto con la severa belleza de la vida universal,

no siente el hambre de las jerarquías y los honores oficiales.

No me interesa gran cosa que Palacio Valdés sea académico, desde que

veo que lo son los jefes de los grupos parlamentarios, y la Academia parece

un rabo del Congreso. El Palacio Valdés de mis adoraciones es el de

"Marta y María .. , el artista vigoroso, el enemigo de esa España decrépita y

fanática, que aún se mantiene en pie.-V. Blasco Ibáñez.

Antonio Garrido y ViIlazán, redactor-jefe de la Ilustración Española y

Americana, sostiene el .. derecho propion del candidato a sentarse entre

los inmortales.

Desde sus venerables barbas blancas, Antonio Sánchez Pérez, periodista

y catedrático de matemáticas, apoya al excelente novelador que es

el autor de El Señorito Octavio.

Aunque el perseguido republicano no es, desde luego, partidario de

las Reales Academias, .. en cuyos estatutos y en cuyos procederes veo

mucho de arcaico, incompatible con mi manera de sentir y de pensarn.

Más profético resultó el barbudo político y periodista Salvador Canals

y Vilaró, no en vano Secretario de Prensa de don Antonio Maura y fundador

de una de las mejores revistas en su género de España: el Diario del

Teatro, al afirmar: "Ya verá usted, sin embargo, como se atraviesa en su

V CONGRESO GALDOSIANO IBD

7. Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928). Retrato

camino algún fabricante de discursos que anda rondando la Academia, y

a quien apadrinan ¡precisamente! académicos literatosu.

Un historiador de la autoridad de Rafael Altamira alega que «digan lo

que quieran algunos Aristarcos, Palacio Valdés es un escritor consagrado

por numerosos éxitos y querido y admirado sin interrupción por un púmm

BIBLIOTECA GALDOSIANA

blico que representa todas las formas de aprobación que un literato puede

desear».

El Rector de la Universidad de Salamanca, que no puede ocultar su

aborrecimiento por la politiqueria y el parlamentarismo, muestra su eterno

espíritu de contradicción y su inconmovible espíritu de independencia

en este auténtico ensayo sobre la Academia que constituye su contestación:

Amigo Betancourt: Contesto á su carta apenas la recibo. Es que toca

usted un punto sobre el que he pensado escribir más de una vez, desde

que, con motivo de aquello de haber elegido á Commelerán, y no a D.

Benito, armó la Prensa una zapatiesta, embrollándolo todo y confundiendo

las cosas.

8. Don Miguel de Unamuno. Retrato

V CONGRESO GALDOSIANO 1&

Me pregunta usted si creo que deben elegir a Palacio Valdés para académico

de la Lengua. Y dejando de lado el que no doy importancia alguna

á lo de ser académico, y fuera de las dietas, maldito lo que la cosa

vale, he de decirle que eso depende de cómo queramos considerar a la

Academia Española de la Lengua. Distingo, pues.

Si la Academia ha de ser un panteón de escritores ilustres, una especie

de Legión de Honor de publicistas, novelistas, dramaturgos, poetas,

etc., residentes en Madrid, entonces santo y muy bueno; nadie con más

derechos que Palacio Valdés.

Pero en este caso no se le pidan á la Academia informes técnicos, ni

que haga gramáticas y diccionarios; y si los hace, no se ensañe nadie con

ella por las enormidades que pueda cometer, como las del último Diccionario,

cuya parte etimológica es un baldón de ignominia y un anatema de

la más supina ignorancia.

Pero si se quiere que la Academia haga trabétios científicos sobre la lengua

y hasta legisle sobre ella -lo cual es una barbaridad- entonces no

sé qué hacen en la Academia los más de los ilustres escritores que la

componen, que pueden escribir admirablemente bien y no saben una palabra

de cosas de lingüística.

Tanto valdria llevar á la Academia de Medicina á un acróbata que dé

saltos prodigiosos para que les ilustre sobre la fisiología de los músculos,

ó á uno que digiere filetes de patrona, para que informe sobre las funciones

de la digestión.

Cualquier latinista moderno de alguna ciencia, sabe muchísimo más

sobre la estructura y vida de la lengua latina, que sabía Cicerón.

Si la Academia ha de ser un Centro que regule y rija el proceso de la

lengua -y ello es absurdo- los más de los castizos hablistas (los supongo

tales) que la forman, pueden ser hasta nocivos. No hay espíritus más

estrechos ni más llenos de prejuicios respecto al idioma, que los que pasan

por grandes cultivadores de él.

Entre enhorabuena Palacio Valdés en la Academia -aunque esto no

añada un ápice a su gloria- pero si luego resulta que no sabe de achaques

de lingüística, y vuelve a salir un Epítome de gramática, v. gr., como

el que tengo aquí aliado, y que es la más ridícula mamarrachada, no se

culpe a la Academia.

También le diré, en honor a la verdad, que los más que han entrado

en ella en concepto de lingüistas o filólogos, no son menos dañinos que

los otros, porque creen saber y no saben. Allí está el de la "harmonía."

que carece de sentido científico en cosas de lengua, y se contrae á labor

de trapero, recogiendo modismos de librotes viejos, y escribiendo el castellano

como los humanistas del Renacimiento el latín, como lengua muerta

y en labor de taracea; y por allí cerca anda el desdíchadísimo autor de

la disparatadísima etimología del último Díccionario. No hay palabras con

que expresar lo vergonzosa que es esta parte de ese esperpento vergonzoso.

Si la Academia fuera lo que deberia ser, haria más en ella un Menéndez

Pidal -este sabe lo que trae entre manos- que veinte ilustres escritores,

por primorosamente que escriban éstos. Pero ... no; si la Academia

fuera lo que deberia ser, no seria nada, es decir, no existiria.

Si, pues, usted, al proponer á Palacio Valdés para académíco de la

Lengua, quiere rendir á este nuestro admirado novelista un tributo de admiración,

está bien, uno mi voto al de usted. Pero no lo uno en lo substancial

de la proposición, en pedir que entre en la Academia, porque ni

mm BIBLIOTECA GALDOSIANA

esto añade un ápice á su prestigio, ni creo que á D. Armando le importen

las dietas.

Es menester que no demos importancia alguna á las cosas de la Academia,

y que nadie se ocupe, fuera de los mismos académicos, de quién

ha de ocupar las vacantes que ocurran. La Lengua seguirá la marcha que

haya de seguir, lo mismo sin Academia que con ella; y el estudio científico

de la lengua se continuará también sin ella, tan bien o mejor que con

ella: Eso es cosa que no debe importarnos.

Pero, por desgracia, aún se la atiende -sobre todo, cuando manda

desatinos; y buena prueba da la Prensa, que ha adoptado servilmente la

disparatada ortografia impuesta por esa Corporación. Y no logra uno escaparse

de los regentes y correctores de pruebas, pues á mí mismo me

largan cada «septiembre» y cada «subscriptor», que tiembla el credo. y,

francamente, por oscuro que pueda algunas veces escribir, nunca escribo

con «obscuridad» académica. Eso queda para «escriptores» académicos.

Es cuanto se le ocurre al respecto á su amigo, Miguel de Unamuno.

Otro testimonio de admiración al talento de un gran literato es el del

periodista Carlos Solsona.

En el exaltado, demoledor e iconoclasta temperamento juvenil del

futuro fundador de Acción Española asoma ya la transformación regeneracionista,

en su apoyo decidido a Palacio Valdés:

Para Angel Guerra.

Su artículo y su carta me llenan de sorpresa. Pero ¡cómo! ¿No es académico

Palacio Valdés? No me lo explico, no lo entiendo. Sólo en fuerza

de pensar, llego a la hipótesis de que el gran novelista no pertenece á la

Academia por no haberlo pretendido. Pero esta suposición me pone melancólico.

Es bien triste que para ir a la Academia de la Lengua, necesite

llamar á sus puertas un Palacio Valdés, cual si fuera un político intruso,

cuando lo digno y lo correcto seria que la Academia le llamase. Ramiro

de Maeztu.

El escritor y militar valenciano José Ibáñez Marin, que pocos años después

moriria en Mrica, en el ataque del Atalayón, se manifiesta en una

forma muy adecuadamente castrense: "Creo yo que Palacio Valdés es

todo un general de nuestra literatura contemporánea, acreedor, ¿quién

puede dudarlo?, a ocupar un puesto en la Academia, especie de gran

Estado Mayor de los que dicen bien manejado el habla nuestra con bizarrías

artísticas".

El dramaturgo y futuro académico (a partir de 1921) Manuel Linares

Rivas une su voto a «la indiscutible candidatura del autor de La Hermana

San Sulpicio".

El 29 de octubre de 1904 la «campaña" es un auténtico éxito periodístico.

La primera página de Bl Globo está dominada por los testimonios

de las más importantes plumas del momento. Angel Guerra encabeza la

portada con una carta «abierta •• :

V CONGRESO GALDOSIANO _

---'~'~_ _E_____L______ ___GD _i_8_r¡~ inLdepen~d=i~Oen~~~._ ___B~ ==~O ______ _~ ___ . _-__-_. ___ ~__

__ -:..e..:¡::; :.:L-=::-.. e. ~='-.. ~ .. I h •

•• ""m.,.o .. h. ; ....... ,~.:: .: .' ;:. :';; . -:··F>·:7:\.7~~';~:·~'

;~;~~i: ;i':i~;~:X<>W,X ': .. ·";:E':::i.~ .",;h~~~~~¿~Z~~~~~~~~

~:~/d'" :": :.:: .. :~,.~.::;,~:;>;~ •'..: ~!.'.~.~.'~.:.'.'~"':J':.~ .•. ~"' •. ~.~.~.",.~,~-~.;.-.t"';~J~ .•.: •. :.. ·.. . r:1~: ,..:. f.·.~ . ;.. ;·,.~ ..~. ~.~.:,~.: ~;:\\;}~;0;;~J;~~~~/~~t~i ~#Ei~~¿~~rE.';!~ .. ::.:I~·~:.~;~:.~:·I':.I·~::~¡:~~:t ~ .. ~_~.~ - .r - :.-M _. .f.,.:,:·,:,:.~·" .. ~.: •. ~.,:.,;.,:.:.·,;~.t.:{.·.:.:.~.~: .'. ;.:... ~.1.·.:i,:~.~,:.{.~.·.r;~.'2.:~.!1.~,:,: §~;~:tt~~;;:~:~:~;~~;fi~;~ª~¡;~;5. ~1~;0f~~~?~~~~'#.:~~ tí."':':~::".:': .. !~:':.;;;~~: - .. - - ;.~7:~:':'::;·i·~:::~'::::~':·:·2~E;~; ¿:§l:':§~í?g.:§;:.~~~ª

~~:~n~:f:"~~7~::r:;2';~~~~~:;:;:"i ~w.;.~~~u.':ü/;:~~'~!-.~~r.rnr:.

r"Y_·II"·~"'·"'·It"'.""···J.j .. • ... ·-.<.. ...-.

=r::;,...,.. ........~.. ... ......................... ,.. .......... _1 -1 ................... 0...... ¡,.raIos.'...... ":-' .......... ;J: ........ :.r:.:a •• "'. ~_

:t..!~. .: ::. . :-~:.: $=~:=a~ ...;= .. O~ ..... T~'I·I=:;:n.,.:;~ .'. :~'hip:U •. i!r~-.:_~~: l·

=.':iC:t" .". 'iIwo' ... ::.: ..... . :::......~=:'-.. - - EIITEllIl. I lÉIIID I l. D. ......~ . ...~- ....... \I..... .. ... '~.::.·~,'·== ...c .r..:\=~=--::.~ 1.:.~~=·~III"::::';! .....! .i~ ~,:·~··. .~ ' ........ "I ... .........

~~~~:; ~~~ ~it~¿;;:g ~~g~; ~;~~;~; ....... '.1 ... ' .................. ,,·_ .,.,." ....... I" ...... "" •• 1 .. 4tl.7'. 1 .... 't.II .......... Cel"' ...... W'O. -=JI .. =:~ .. ~':1=: " ............ &t.:~ ... ~,. .. .,

I~ 1"

...

9. EIOlobo. 29 de octubre de 1904. "Carta sin sobre».

_ BIBLIOTECA GALDOSIANA

Carta sin sobre.

Sres. D. Juan Valera, D. José Maria de Pereda y D. Benito Pérez Galdós.

Maestros y amigos: Llevan estas letras encargo de testimoniar a ustedes,

en primer término, mis devociones de lector. Quiere á la vez que ellas

avisen á ustedes del vivo ímpetu de simpatía con que la gente de pluma

pide honores académicos para D. Armando Palacio Valdés, maestro, como

ustedes, de la novela española contemporánea, y como hermano de letras

en vuestra estima y cariño. La glorificación popular, que conocéis por

haberla merecido largamente, también él con vosotros la comparte á escote.

Justa es la merced de ese lector anónimo, cuyos favores muchos

buscan y pocos alcanzan, y es pago al arte recio en creación y bello en el

gentil hablar. Falta al compañero y amigo, con abolengo que acreditan sus

méritos literarios como .. Marta y Maria .. , la consagración oficial de aposentarlo

hidalgamente en la Academia Española, que para este linaje de varones

con peregrino ingenio, y no para los caballeros cruzados en la política,

la regia admiración mandará estatuir.

Fía y confía la gente de letras en que ustedes harán la presentación del

candidato, más atentos á la voz de la sangre artística que blandos en complacer

solicitaciones de extraños.

y explicada la visita de esta carta, reverentemente se despide de ustedes,

besándoles las manos, Angel Guerra.

y las cartas de contestación se acumulan en las columnas de El

Globo.

Uno de los mejores especialistas en los matices del idioma, justa y

dignamente recordado por el periódico ABC, el periodista Mariano de

Cavia se une también a la convocatoria.

Imperturbable bajo su monóculo, el novelista Antonio de Hoyos y Vineut

(marqués de Vineut) describe a la perfección con su brillante y sencilla

prosa la obra de Palacio Valdés:

Era yo casi un niño cuando por vez primera saboreé con deleite los libros

del maestro, y en mucho contribuyeron á mi amor por las bellas letras.

Más tarde, cuando volví a leerlos, sentí acrecentarse mi admiración

por el novelista insigne, por el cuentista ameno que, en su prosa fácil,

sincera, gráfica, limpia de falsos preciosismos y de vulgares chabacanerías,

prosa que tiene el frescor gentil de una conversación familiar, nos

contó bellas historias que unen á la amenidad y al interés una cualidad

inestimable: la de ser humanas.

El novelista gallego Francisco Rovira Pita, que hace unos meses ha

abandonado el periodismo activo para dedicarse plenamente al partido

conservador en la Secretaria Política de Don Antonio Maura, explica, de

modo práctico, los entresijos de la Academia:

Soy en literatura .. ministerial» ferviente de Palacio Valdés. Cualquier

honor que alcance este escritor excelso, tendrá mi aquiescencia, y con

ella mi aplauso y mi voto ... Es lástima, sin embargo, que no haya mejor

consagración del talento que la gloria académica. Una recepción aparatosa,

una medalla al pecho, un sillón con una letra en el respaldo y unas

prosaicas dietas, deben ser, para los que han llegado á las cimas luminoV

CONGRESO GALDOSIANO mB

sas de la fama, rutinarias parvedades. Pero, en fin, no será Palacio Valdés

el primero con quien se cometa la honrosa injusticia de hacerle académicO.-

Prudencio Rovira.

Claro que otros, como el catalán Ricardo J. Catarineu, que publica sus

críticas teatrales en la Correspondencia de España, bajo el pseudónimo

de ccCaramanchel», tratan a la Academia más ccenérgicamente .. :

Palacio Valdés anda divorciado de la Prensa. Los periodistas, que alabamos

frecuentemente á algunos m~aderos, no recordamos al gran novelista

todo lo debido. ¿Qué opino yo de él? Que, si fuera necesario matar

á algún académico para que él ingresara en la Academia, no podía

menos de absolver el jurado al matador.

Esto sería justo y plausible.-Caramanchel.

Menos cclapidario .. , el sencillo y bondadoso poeta malagueño Arturo

Reyes Aguilar se ccsuma gustosísimo .. al homenaje de quienes son ccgloria

y orgullo de la nación en que han nacido ...

Una de las escasas voces discrepante s es la del abogado y periodista

Baldomero Argente. Pero su disgresión es porque él mismo defiende la

candidatura de uno de los ccsuyos .. , Julio Burell, en las páginas del Diario

Universal, donde colabora desde 1903.

El burgalés Angel Maria Castell, subdirector de ABC desde su fundación

se une a la convocatoria con un lamento literario:

Zola murió sin ser académico en Francia. Pí y Margall murió sin serlo

en España. ¿Qué puede perjudicar á Armando Palacio Valdés, ni en qué

mermar su legítima reputación literaria, el ser victima de una injusticia

como la cometida con aquellos dos grandes pensadores?-Angel María

Castell.

El periodista y político donostiarra, colaborador de Bl Pueblo con BIasco

Ibáñez y diputado por Valencia, acomete con su vehemencia acostumbrada:

Honra mucho á usted proponer cuanto venga en honra y gloria de un

artista nacional; lo natural sería que pusiera usted su esfuerzo en rebajar

y empobrecer á los pocos héroes que aún trabajan en la redacción de este

casuco grietado por la envidia, que se llama España.

Ahora bien, el hosco ccleón de Albrit .. de la novela española, el Palacio

Valdés torvo y nebuloso, ¿aceptará el uniforme de académico? Yo creo

que no y me alegraría de ello.

¡Perderia su patina de intensa melancolía, su costra de fiereza, de admirable

desprecio por el mundo!

Para mí fue grande Daudet por no haber querido nunca ser académico.

Zola tuvo un lunar en su vida: el de querer serlo.

Palacio Valdés, trasplantado al Refectorio Académico, me recordaría al

león de Tartario, desdentado y ciego, que pide limosna á la puerta de una

mezquita argelina.

Organice usted otro agasajo que sea digno del gran artista, pero ... académico

¡nunca! ¡Antes moroL-Rodrigo Soriano.

H:!:1 BIBLIOTECA GALDOSIANA

El escritor y fino humorista Luis Taboada, que es de los primeros en

unirse a la iniciativa, le dedica uno de sus preciosos relatos en las pági~

nas de ABC (el .3 de noviembre de 1904):

LA VIDA EN BROMA. PELLEJIN, POETA Y CUASI ACADEMICO.

Puede decirse que Pellejín cuenta ya con el cariño entrañable de Maura.

Nuestro joven diputado es uno de los que más se distinguen como

jaleador del Presidente del Consejo. En cuanto éste se levanta para pronunciar

una de sus grandilocuentes oraciones, Pellejín se dispone a intercalar

"bravos» en el teatro, exclamando a toda voz para que le oiga el jefe:

,,¡Qué hombre! ¡Qué inteligencia! ¡Qué figura!».

Noches pasadas fue, como de costumbre, a visitar a su jefe, y el efecto

que causó entre todos los allí reunidos, no ha podido ser más grato.

-y ahola que ha salido la convelsación, ¿puedo contal con el voto de

usted, señol Plesidente?

-¿Mi voto? ¿Para qué?

-Pala la Academia Española. Quisiela plesental mi candidatula enflente

de la de Canalejas.

El Presidente guarda silencio; después, pretextando que se tenía que

acostar, porque le dolía una muela, saludó a sus súbditos y fuése, mientras

decia Pellejín con acento de profunda convicción:

-No cleo que sea un desatino lo que pletendo. ¡Cuantos hay en la Academia

que no tienen mis títulos!

La candidatura de Pellejín para la Española cuenta, hoy por hoy, con

gran número de probabilidades.

Luis Taboada."

El periodista albaceteño José Estrañí, director de La Voz del Cantábrico,

formaliza su voto en pro con una de sus habituales humoradas.

Al célebre médico, comediógrafo y poeta festivo asturiano Vital Aza,

la idea de reconocer los méritos de su amigo y paisano Palacio Valdés le

parece, naturalmente, oportunísima.

El "Sastre del Campillo)) está conforme con la candidatura aunque se

lamenta de que no hubiera, también, otro sillón vacante para el gran

sainetero Ricardo de la Vega.

Miss~Teriosa siente que la medalla académica sirva a los jefes de par~

tido para consolar a los candidatos derrotados en las elecciones y se ate~

rra ante la hipotética candidatura de Romero Robledo. (Político que,

como se sabe, se precia de no haber entrado jamás en el Museo de Pin~

turas y de no haber leído siquiera un tomo de la Biblioteca de Autores

Españoles).

El periodista Miguel Moya se pregunta a su vez si Armando Palacio

quiere ser académico.

V CONGRESO GALDOSIANO ij;Ji]

10. Vital Aza .

.. Escribiendo es el primero,

y es su fama colosal,

porque no hay un sainetero

con más gracia que Vital.)l

_ BIBLIOTECA GALDOSIANA

Los hermanos Serafín y Joaquín Alvarez Quintero, que llegaron a pertenecer

en su día a la Academia, se manifiestan dos apasionados y fervorosos

admiradores del autor de La alegria del capitán Ribot y aplauden,

naturalmente, la iniciativa.

El redactor político de La Esfera, ~l Imparcial, La Correspondencia de

España, etc., el toledano Fernando Solde villa Ruiz que, andando el tiempo,

sería gobernador de Segovia, opina que "no sólo debe ocuparle (el

sillón) en cuanto haya vacante, sino que debiera echarse de la docta casa

a algunos que no tienen títulos para pertenecer a ella».

En su adhesión, Alfredo Murga explica que "gracias a estos incansables

creadores, nos queda alguna identidad y, por consiguiente, algún

oro puro todavía».

Carmen de Burgos, que popularizó el pseudónimo literario "Colombine

», fue la única escritora que secundó el llamamiento:

Mi estimado compañero: Yo creo que no debe Armando Palacio Valdés

aspirar á ocupar un puesto en la Academia Española; es la Academia Española

la que debe aspirar á tener en su seno á Palacio Valdés.

De usted amiga y compañera, q.s.m.b., Carmen de Burgos Seguí.

El crítico Pedro Oonzález Blanco, que antes de que Azorin acuñara el

término de "generación del 98 .. en ABC englobaba a los mismos autores

en la "generación del desastre», no puede ser más claro y contundente

en su reacción contra la Academia en representación de los jóvenes:

Sr. D. Angel Guerra.

Estimadísimo compañero: En realidad yo no estoy muy al tanto de lo

que usted pretende. Creo haberle oído decir que se trata de arrastrar á

D. Armando Palacio Valdés -en nombrando á este novelista mi espíritu

se pone de rodillas- en el carromato de la sanción extraoficial hacia esa

casuca que hay yendo para Vallecas á la siniestra mano donde se alberga,

toda llagada y hecha una lástima, la lengua española.

Esto me parece una cosa absolutamente injustificada. ¿Para qué necesita

D. Armando la Academia? ¿Qué va á hacer él al lado de Catalina y de

Villaverde (no hay desolación comparable á eso), sino dormitar beatamente

en la calma de las tardes nubosas, bajo la monotonía de los informes y

de los actos y de los discursos?

Otra cosa sería si el alojamiento de nuestro Santo Padre el lenguaje

fuera, no un panteón, donde todos los ideales desfondados se recogen,

sino una Academia, en el verdadero, en el helénico sentido de la palabra.

Es más, creo que nosotros, los jóvenes, debemos abstenernos de exaltar

esa vana jerarquía, tan solo otorgada a unos cuantos señores innominados,

con quienes la fisiología está haciendo, á diario, prodigios de

equilibrio.

Ni la Academia significa nada, ni el estar atraillado con ciertos deleznabilísimos

personajes, vale gran cosa que digamos.

Hay ciertas reservas y ciertos silenciosos retiros, donde los espíritus

que admiran -y considere usted que la admiración es un gran poder intelectual-

saben levantar á los espíritus admirados, no edificios de ladrillo

y cascote, sino mágicos alcázares, que tienen por techumbre el cristal de

V CONGRESO GALDOSIANO EDD

los cielos y por columnas los pensamientos que se levantaron hacia Dios,

como el humo de una lámpara votiva.

Ahora bien, como D. Armando seguirá siendo, con ó sin Academia, tan

buen novelista como hasta ahora, que vaya y que se guarde de ciertos

peligrosos contactos, y que en el discurso de recepción demuestre, que

pruebas no le faltarán, la necesidad imperiosa de asesinar, artística y alevosamente,

á la mayoria de los actuales prebendados (prebendado académico),

por motivos de ornato y de saneamiento.

Es lo único que se me ocurre por ahora. Eso y desearle mucha salud y

pocos dramas de Echegaray en la temporada que nos amenaza.-Pedro

González Blanco.

Al excelente historiador del s. XIX, Alfonso Danvila, le parece acertadísima

la candidatura: «pues bueno es que vayan alternando en aquella

casa los literatos con los oradores y los políticos para que no se convierta

la Academia en tertulia de hombres de Estado».

El popular novelista Pedro Mata responde categóricamente que ningún

escritor debiera discutir la propuesta.

Marcos Rafael Blanco Belmonte, poeta y escritor cordobés, magnífico

«cuentista» y redactor de La Ilustración Española y Americana, se muestra

«conforme con toda conformidad».

Igualmente suma su voto el compañero Alejandro Larrubiera.

Un tanto desconcertante, pero llena de interés, es la contestación del

poeta colorista malagueño Salvador Rueda. Semianalfabeto hasta los

18 años su obra es un «caso notable de intuición poética», de hallazgos

rítmicos y de una estética basada en «adivinaciones fulgurantes». Por ello

no es de extrañar su curiosa crítica a Valdés y al propio Galdós de servirse

de la lengua castellana como de un instrumento exterior, de no estar

«amasados con el idioma)). He aquí su carta:

Mi admirado Angel Guerra:

Mi contestación á su amable consulta literaria es la siguiente: Merece

por su talento extraordinario Palacio Valdés que le elijan académico; pero

parece natural y lógico que, quienes como él, hace gala de despreciar la

forma literaria, no quiera ocupar el sillón vacante en la Academia. A Palacio

Valdés, no le sale el idioma de todo su ser como una esflorescencia

de su espíritu, y no está en él como la coloración en un mineral, ó como

la frescura en el agua, ó como el color en la luz: a Palacio Valdés no le

nace el idioma de su complexión y entrañas artísticas, como le nacia á

Zorrílla, á Castelar y como le nace á M. Pelayo, á Valera y á otros: Valdés,

"se sirve de la lengua castellana como de un instrumento exterior .. , lo contrario

de como ocurre en Bécquer que es una floración, y en Loti que es

una floración, y en Daudet, Goncourt, Maupasant, tIeredia, que es asimismo

una virtud y condición "ineludible .. de su alma de artistas. Tales Victor

tIugo, Shakespeare, Lamartine, Muset (incorrecto y todo) y todos los que

en el mundo han sido "artistas literarios ...

Galdós, así como Valdés, y otros hombres de gran talento, no tienen,

en cambio, su intelecto, ni su espíritu, ni sus átomos corporales "amasados

con el idioma .. ; su alma "va fuera á buscarlo .. para vaciar en él su

potencialidad anímica. Melindroso y descontentadizo es Valera, cuya plumm

BIBLIOTECA GALDOSIANA

11. Salvador Rueda.

"Con la pluma hace primores

y tiene su poesía

el aroma y los colores

de la hermosa Andalucía ...

V CONGRESO GALDOSIANO _

ma parece un bruñidor, pero en él, como en Anatole France, eso no es

reflexión, no es acto consciente, sino instinto, modo estético de ser. Creo

que Zorrilla, "por instinto, por ceguera divina», dió nuevos modos melódicos

al idioma, enriqueciéndolo hasta elevarlo á orquesta: era un hombre

que, sin saber averiguar una etimología filológica, llevó dentro de sí, una

Academia literaria. Estos hombres, que son literatos, como son morenos

de color, ó rubios, próceres de estatura, ó bé\,jos, tristes ó alegres, son los

que yo creo que deben ser elegidos académicos (cuando sólo se trata de

escritores, y no de investigadores y filólogos, hombres admirables también

en las Academias).

A los Balzac, á los Tolstoy, á los Galdós, á los Valdés, creo yo que debe

dejarles impávidos que los hagan sentar en sillones inmortales. No así á

los Bauville, á los Flaubert, á los Gautier, á los Mendés y á todos aquellos

cuyo cuerpo y cuya alma están batidos y amasados mil veces con su idioma

nativo, el cual es en ellos (también Pereda y Alarcón) lo que es el óxido

y la coloración en el mineral; un don y no un vehículo exterior.

Sabe usted cuanto le admira y quiere, Salvador Rueda.

Muchas fueron las cartas que se quedaron sin publicar no sólo

de Madrid sino de periodistas de provincias honra de la Prensa española.

Buena muestra es el testimonio de J. A. Oalvarriato, director del importantísimo

Diario de Valladolid, publicado en El Olobo, el 9 de noviembre

de 1904, con su curiosa proposición de las dos Academias:

Yo creo que debiera haber dos Academias: una en que se velara por la

pureza del idioma, con sujeción á las prescripciones de la Etimología; otra

en la que se encauzara el desenvolvimiento y la transformación de la lengua,

que al decir del gran Bardón, "se gasta como la suela de los zapatos

».

A una Academia llevarla yo a los devotos del clasicismo, de la tradición,

á los sabios en viejos idiomas. A la otra llevarla á los oradores, á los

novelistas, á los poetas ...

No habría oposición entre ambas Academias: la nueva admitiría las

palabras, las frases, los giros que autorizaran con su uso escritores de indiscutible

valer, y luego pasarían al sancta sanctorum de la lengua.

Esto evitaría, entre muchas, estas dos faltas de lógica que algunos

novelistas, cuando escriben, no respetan los cánones que, como académicos,

dictan para todos; y que la Academia nos imponga, por puras razones

etimológicas, palabras como "subscripción», con la que nadie quiere

estropearse la garganta, y la cual nadie usa al escribir.

Por su parte, desde el Diario de la Marina, José Félix Huerta cita unas

palabras de Nicolás Fernández de Moratín:

"El sólido mérito debe hallar abierto el paso á las sillas académicas; no

ha de facilitarlo el favor ni la súplica. La Academia, si ha de valer algo,

necesita de los sabios, y éstos para nada necesitan la Academia.»

Lo que viene a demostrar que no hay tanta diferencia entre la situación

académica de finales del s. XVIII y la de comienzos del s. xx, por lo

que concluye el periodista contemporáneo:

mm BIBLIOTECA GALDOSIANA

12. Juan Valera.

"Escritor fino y correcto,

buen novelista y buen critico

no tiene más que un defecto

el de ser hombre político.»

V CONGRESO GALDOSIANO mm

Para ello se necesitan hombres de voluntad firme, de talento probado

y que sean verdaderamente literatos, como Palacio Valdés. Quédense los

.políticos y aristócratas -que no poseen méritos bastantes en la literatura-

en las gradas del Trono ó en los escaños de las Cámaras y vayan los

varones excelsos á ocupar el sillón para que les designan la opinión de

los aficionados a las letras.

A su vez, los grandes maestros convocados no eludieron la cita con

las columnas de El Globo.

El cordobés don Juan Valera, ya en sus últimos meses de vida, universal

y cariñosamente respetado por los jóvenes que le rodean, explica

que como académico no puede acudir al público sino hacerse valer en

el seno de la Academia.

Sin embargo, el autor de Pepita Jiménez y de Juanita la Larga, deja

expuesta clara y terminantemente su posición al decir:

"Entiendo yo además, que al elegir académico á esta o aquella persona,

el voto que se le da no implica la presuntuosa afirmación de que sea

el más digno quien la obtiene. Aunque la Academia está subvencionada

por el Gobierno, y en cierto modo dependa del Estado, conserva no poca

independencia; elige sin condiciones ni restricciones á quien más conveniente

le parece elegir; y dista mucho de entender que sea el que elige el

mejor entre todos los elegibles y que al elegirle le otorga algo a modo de

un diploma oficial, de mayor excelencia y mérito entre los millones

de personas que en el día de hoy cultivan las letras en España.»

Por su parte, el genial autor de Peñas Arriba, el santanderino José M. a

de Pereda, acudió también a la convocatoria de sus amigos:

Sr. D. José Betancourt.

Mi distinguido amigo: Aunque se trate, como se trata, en su carta del

30 del próximo pasado, de ejecutar un acto no sólo de justicia, sino de

debida reparación, con el nombramiento de mi amigo muy querido y admirado,

D. Armando Palacio Valdés, para ocupar un sillón, vacante en la

Real Academia Española, por mi desgracia nada puedo hacer personalmente

en el asunto, porque me lo impide el cruel padecimiento que me

esclaviza desde el mes de Mayo último y me tiene forzosamente retraído

en el más apartado rincón de mi casa.

Mande usted otra cosa más hacedera a su muy afectísimo amigo y servidor,

q.b.s.m., J. M. de Pereda.

Por supuesto, don Benito no podía faltar al gentil compromiso en que

le colocaba su discipulo, paisano, amigo y protegido Angel Guerra:

Mi querido Betancourt: Mi opinión sobre el caso extraño, incomprensible,

de que Palacio Valdés no haya ingresado ya en la Academia Española,

la sabe usted, y cuantos me conocen: tiempo hace que he

manifestado, de diferentes modos, mi deseo de tener en aquella casa al

amigo querido y admirado compañero. Puedo asegurar que muchos aca_

BIBLIOTECA GALDOSIANA

13. José María de Pereda .

.. Montañés sencillo y franco

que no cesa de correr

de Santander a Polanco,

de Polanco a Santander.

Con lápiz inteligente

dibuja del natural

y ha adquirido justamente

un renombre universal. ..

V CONGRESO GALDOSIANO mB

démicos piensan lo mismo. Falta la acción común, concertada y eficaz, la

cual creo firmemente que será un hecho antes de poco tiempo.

Suyo afectísimo, B. Pérez Galdós.

14. D. Benito Pérez Galdós.

"Benito Pérez Galdós

no hay que perderle de vista

porque hoyes un novelista

que vale lo menos dos ...

_ BIBLIOTECA GALDOSIANA

Claro que ésta y otras interesadas maniobras de la Academia bien

podían haber significado una premonición para el más grande de los

novelistas españoles. Porque ¿cómo se iba a imaginar don Benito que su

propia corporación y una gran parte de la España que bullía en sus Episodios,

se iban a oponer a la concesión del Premio Nobel para el que

había sido designado?

Pero, en fin, volvamos a 1904 y las páginas de Bl Globo.

La encuesta, la campaña, la convocatoria han llegado al final. El éxito

ha sido clamoroso en lo tocante a la concurrencia y a la unanimidad en

el sentir de escritores y periodistas.

Sin embargo, el voto de la Academia se mueve por otros derroteros.

García Alix, aludido por José Betancourt en su carta "de cierre», fue periodista

en su juventud, pero en su madurez llegó a Ministro de Instrucción

Pública, de Gobernación y de Hacienda y ... a qué seguir. Mejor quedan

aquí las líneas del joven periodista de Bl Globo que ya ha aprendido

a moverse entre la ilusión y los desalientos:

Sr. D. Armando Palacio Valdés:

Mi querido maestro y amigo: Doy remate, con esta carta, al empeño en

que entré con tanto entusiasmo y salgo con alegrías y desalientos que he

ido recogiendo al correr de los días.

Si no hubiese sido el respeto y la admiración que inspiran su nombre

literario, menguadas fueran, á la hora presente, mis esperanzas, y fallidos

quedaran mis propósitos generosos. Gracias que los méritos de usted

escudaron mi modestia y que, en ayuda de mi opinión, vinieron las muchas

y valiosísimas de la gente de letras, que aún no han vendido la primogenitura

artística por el mísero plato de lentejas. De esta casta soy, y

no es mi oficio, á Dios gracias, calzar espuelas á caballeros en son de

adulaciones que buscan provechos, y tan estrecha me viene la casaca lacayuna,

para muchos tal holgada, que si intentara ponérmela, se romperia

por las costuras.

Habrá usted extrañado el silencio hecho en torno a su candidatura. Por

ahí ha ido sonando un ¡chist! imponiendo calma, que hasta el ruido de

las plumas túvose por desconsiderado y molesto. A fe mía, que tomo nota

de este signo elocuente de los tiempos, y no seré yo el último en comentario

á mi sabor y antojo en otro lugar y en más oportuna ocasión, que

los cielos, siempre justos, han de deparar á mis ansias.

Nada se ha perdido. Por descontado, que si no entra usted ahora en la

Academia Española, la tardanza no será larga, y para fecha próxima he de

festejar ese nombramiento, si es que Garcia Alix no tercia con su candidatura

en un nuevo litigio.

Tengo para mí que habrá sido más de su agrado el testimonio de afecto

y admiración hacia usted hecho por los mejores escritores españoles,

que los honores oficiales, la glorificación académica, que insistentemente

hemos venido pidiendo. El voto de la literatura nacional ha sido en favor

de usted, y es notorio que el público ha tomado nota de ello.

Honra más la merced afectuosamente dada que la limosna con ahínco

pedida. Y usted no ha solicitado la consagración académica. Yo he metido

su nombre en estos trotes, y á la responsabilidad de mi culpa me

atengo. Algo provechoso, sin embargo, ha resultado de esta campaña.

Conjeturando bien, por ideas que he oído, casi puedo adelantar que en el

V CONGRESO GALDOSIANO _

primer sillón vacante irá á aposentarse en la Academia Española, llamado

usted á su seno por sus compañeros y amigos, y al honrar á usted, ellos

también serán honrados.

y pongo punto. Si culpa usted en mí la indiscreción, deje á salvo mis

devociones artísticas por el admirado maestro que engrandeciera la novela

española contemporánea. Aquí su nombre.

y es su siempre amigo, Angel Guerra.

Rebosante de cordialidad y honradez, el hombre que escribiera que

«el artista no debe abdicar jamás de su independencia y no se le debe

exigir más que sinceridad", muestra su emoción por este homenaje único,

por lo inesperado y por lo espontáneo.

Sr. D. José Betancourt.

Mi querido amigo: Razón tiene usted en suponer que me habrá lisonjeado

el favorable testimonio que han querido darme los mejores escritores

de nuestra patria, gracias á su generosa iniciativa. Me lisonjea y me

confunde. Los artistas son los que en definitiva otorgan la gloria a los artistas.

Mucho se habla de las pasiones que reinan en el mundo de la literatura.

En mi ya larga experiencia no he podido comprobar que sean más

tristes y censurables que las que surgen donde quiera que los hombres

se reúnen con cualquier propósito. Por el contrario, he llegado á persuadirme

de que son los literatos los que en nuestra sociedad conservan más

vivo el sentimiento de la justicia. Ha bastado que ilusoriamente me hayan

creído víctima de una injusticia, para que muchos grandes escritores, olvidando

en casa sus coronas, se hayan lanzado á la calle en mi defensa.

O será tal vez que aprovechando el pretexto de una vacante en la Academia,

se complazcan en resarcirme de un silencio que ha sido mi mejor

compañero y el más eficaz colaborador de mis humildes trabajos.

De todos modos, hay aquí una equivocación, hija de una excesiva generosidad.

Guardamos vivo, sí, en nuestros corazones el sentimiento de

la justicia; pero guardémoslo para ocasiones más altas. Quizá llegue un

día triste en que sea necesario. Entonces, cuando el egoísmo calle, cuando

los otros tiemblen que sea un literato como ha sido en Francia, como

es en Rusia, quien, despreciando su gloria, su tranquilidad y su vida se

arroje con celestial quijotismo, en defensa de la verdad ultrajada.

Reciba usted, amigo mío, y reciban esos insignes maestros y compañeros

que han querido honrar á este obscuro escritor, el testimonio de su

gratitud eterna.-A. Palacio Valdés.

D. Armando Palacio Valdés fue elegido, finalmente, Académico de la

Lengua en 1906 en la vacante producida por la muerte de José María de

Pereda.

_ BIBLIOTECA GALDOSIANA

15. D. Armando Palacio Valdés.

"Critica con arte y escribe novelas

que el público acoge con gran interés.

(temo que de feo le duelen las muelas

al buen D. Armando Palacio Valdés).»

V CONGRESO GALDOSIANO 1mB

INDICE DE AUTORES PARTICIPANTES EN LA CONVOCATORIA

ACEBAL, Francisco

ALTAMIRA, Rafael

ALVAREZ QUINTERO, Serafín y Joaquín

ARGENTE, Baldomero

AzA, Vital

BAROJA, Pío

BLANCO BELMONTE, M. E.

BLASCO IBÁÑEz, Vicente

BURGOS SEGUÍ, Carmen de

CANALS, Salvador

CARAMANCHEL

CASTELL, Angel María

CAVIA, Mariano de

DANVILA, Alfonso

DOCTOR FAUSTO, El

ESTÉVANEZ

ESTRAÑI, José

FERNÁNDEZ VILLEGAS, F.

GALVARRIATO, J. A.

GARRIDO, A.

GÓMEZ DE BAQUERO, F.

GONZÁLEZ BLANCO, Pedro

GUERRA, Angel

Hoyos y VINENT, Antonio de

HUERTA, José Félix

BIBLIOGRAFIA y FUENTES

Angel Guerra, Palacio Valdés.

IBÁÑEZ MARÍN, J.

LARRUBIERA, Alejandro

LINARES RIVAS, Manuel

LóPEZ BALLESTEROS, Luis

MAEZTU, Ramiro de

MATA, Pedro

MEDlNA, Vicente

MISS-TEruOSA

MOYA, Miguel

MURGA, Alfredo

NOGALES, José

PALACIO VALDÉS, Armando

PALOMERO, Antonio

PEREDA, José María

PÉREZ GALDÓS, Benito

REyES, Arturo

ROVIRA, Prudencio

RUEDA, Salvador

SÁNCHEZ PÉREZ, Antonio

SASTRE DEL CAMPILLO, El

SOLDEVILLA, Fernando

SORIANO, Rodrígo

TABOADA, Luis

UNAMUNO, Miguel de

VALERA, Juan

Antonio Cabrera Perera, Angel Guerra. Narrador canario.

Agustín de la Hoz, Lanzarote.

Pedro González Sosa, Bl Bco de Canarias.

Correa-Lázaro, Literatura española contemporánea.

Varíos, lfistoria del periodismo español.

Bl Globo. 1904.

La Bpoca.

ABe.

Bl Diario de Valladolid.

Bl Diario de la Marina.

La Ilustración Bspañola y Americana.

Caricatura.

Celebridades, etc.

Archivo del autor.