EL PAPEL DE LA MUJER EN 10 OBRAS
DEL SIGLO XX DE GALDÓS
Masae Kochiwa
Introducción
Los estudios sobre la mujer en las obras de Galdós son interesantes. Tienen observaciones
minuciosas y agudas, especialmente de la clase media. Sus obras siempre tienen que ver algo
con su época, pero creo que al final del siglo XIX Galdós sigue escribiendo sobre las mujeres
de su tiempo y a la vez pone un deseo en las figuras novelísticas.
En estas últimas obras hay simbolismo, pero el autor no representa una figura de su idea
abstracta. Dice, “eso de que las figuras de una obra dramática sean personificación de ideas
abstractas, no me ha gustado nunca. Reniego de tal sistema, que deshumaniza los caracteres.”1
Por esto puedo tranquilamente analizar los personajes pensando en su contexto histórico.
“Durante los dos primeros tercios del siglo XIX tiene lugar el proceso de disolución de la
antigua sociedad clasista.”2
En este tiempo va naciendo la clase media y el decoro de la clase alta es modelo para la
gente de la clase naciente. La clase alta con el deseo de conservar sus títulos y la clase media
con su poder económico se van fundiendo y se va modificando la sociedad. “En el último
tercio del siglo se consolidan las nuevas estructuras de la sociedad.”3 Entonces en las obras de
Galdós se ve más la clase alta degenerada especialmente a finales del siglo XIX y aparecen
personajes del pueblo que animan la sociedad.
En las dos últimas novelas del siglo XIX se destaca la fuerza natural y humana del pueblo.
Leemos estas obras con ojos críticos pensando en el papel de la mujer principal de cada obra.
Primero vamos a ver las dos últimas novelas del siglo XIX y las comparamos con 10 obras del
siglo XX.
Misericordia (Escrita en 1897)
La familia de doña Paca no puede pensarse sin Benina. En aquélla “apenas existen hábitos
de orden”,4 después de casarse con don Antonio María Zapata “hombre ordenadísimo”,5 “pero
de tal modo le dominaba su esposa, que hasta le hizo perder sus cualidades eminentes.”6 “En
esta época desastrosa entró a su servicio Benina.”7 Por el carácter voluble de la vda. de Zapata
y por el asunto económico la familia iba a peor, lo cual se ve en los distintos traslados de casa.
En este ambiente los dos hijos salieron raquíticos espiritualmente: Antonio muy listo para
hacer el mal y Obdulia, soñadora de la grandeza. Con doña Paca se hundió la casa, y los hijos
la ponían peor. La única salvación de la familia era Benina, la sirvienta. Tenía poca educación
y sisaba. Sin embargo con las relaciones con doña Paca algo de educación se le pegaba. Era
muy práctica. Las relaciones de doña Paca y Benina eran casi como de hermanas. Benina la
quería y también a sus hijos, pues se perdonaban mutuamente sus faltas. Para mantener a doña
Paca al final Nina tuvo que mendigar sin que se enterase ésta. Por eso inventó un personaje
imaginativo, don Romualdo porque ella soñaba “una vida mejor para la familia de su ama.(...)
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Benina sueña para que exista un mundo de justicia, en su sueño obsesionante se halla creando
la verdadera realidad.”8
Juliana, la nuera de doña Paca conquistaba y controlaba al desgraciado Antonio Zapata y le
hacía hombre laborioso y honrado. Ésta es también del pueblo. Desde la noticia de la herencia
de don Rafael a doña Paca, Juliana frecuentaba el trato con su suegra. “Era mujer garbosa,
simpática, viva de genio.”9 Así salvada estaba la herencia, y Juliana plantó a Benina en la
calle sólo con el compromiso de dar la comida diaria para Benina y Almudena. La ingratitud
fue tanta que Benina exclamó, “¡Ingrata, ingrata, ingrata!”10 Sin embargo “no tardó en
rehacerse de la profunda turbación que ingratitud tan notoria le produjo; su conciencia le dio
inefables consuelos: miró la vida desde la altura en que su desprecio de la humana vanidad la
ponía, vió en ridícula pequeñez a los seres que la rodeaban, y su espíritu se hizo fuerte y
grande,”11 y puso sus ojos en la necesidad inmediata. Dice doña Paca a Nina, “Es que tú no
tienes vergüenza, Nina; (...) decoro; (...) dignidad.” – “Yo no sé si tengo eso; pero tengo boca
y estómago natural, y sé también que Dios me ha puesto en el mundo para que viva, y no para
que me deje morir de hambre.”12
Pero cuando Benina vió a su señora tan arreada por Juliana, le daba pena y compasión.
Doña Paca no podía vivir sin ella. Ponte, caballero elegante protocursi antes de su muerte
trágica, descubrió la mendicidad de Nina para salvar a la familia de Zapata y acusó su
ingratitud. A Juliana también le inquietaban los malos tratos que había hecho a Benina. Así
sus nervios se incomodaban y quería pedir perdón a Benina y acudió a ella. Necesitaba la
palabra de perdón de Nina porque su conciencia no estaba tranquila. Nina con sus 60 años a la
espalda, conservaba su agilidad y viveza que es la virtud del pueblo que también tiene Juliana.
El comportamiento de Benina era siempre: hacer “lo que su conciencia le dictaba.”13 Sin
contrariar la naturaleza y sin quejarse de su situación Benina salvaba a todos con el amor
humano y natural y con la confianza en la voluntad de Dios.
Benina y Juliana eran del pueblo. Sus actividades fueron incansables y tenían un orden
práctico. Sólo que a Juliana le faltaba la caridad con los cercanos, lo cual inquietaba sus
nervios. El pueblo capta su fallo de un modo natural.
El Abuelo (Escrita la novela en 1897 y el teatro en 1904)
Desde que el conde don Rafael se casó con Lucrecia, “la casa empezó a hundirse”.14 El
conde Albrit llegó a los escalones más bajos del poblado y, a pesar de todo quería salvar el
honor de su familia aclarando cuál era la intrusa entre las dos nietas. Incluso los antiguos
colonos le despreciaban por su exaltación del orgullo aristocrático y la monomanía de la
sutileza del honor y de la moral rígida.
Las dos nietas crecidas en el campo querían a su abuelo, pero la señora condesa decidió
presentar a sus niñas en sociedad. Entonces la gente quería encerrar al conde de Albrit en un
convento. La que no consintió y quiso vivir con él fue Dolly, la falsa nieta. Dolly poseía “el
género de dos artes muy difíciles:la pintura y la culinaria.”15 Su cariño ablandó al conde de
Albrit. El despreciado don Pío le mostró al conde la importancia del amor más que el honor.
Dolly es activa y práctica. De pronto busca una casa pobre donde podría estar ella con su
“abuelo”. El diálogo del conde con Dolly; “No te llamaré Albrit, sino <Abuelo>. El conde--
Sí,sí, me gusta ese nombre...¡Es tan dulce! Puedes darle el sentido que quieras.”16 Dolly le
quitó el nombre de Albrit, pero le daba el título de <abuelo> que es muy cariñoso. Después de
luchar por las leyes rígidas Albrit llegaba al final de sus días a “un estado de cosas presidido
por la libertad, la bondad y el humanismo amoroso.”17
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En estas dos obras se ve “una <España que bosteza>, pero junto a la cual otra España
quiere vivir <y a vivir empieza>.”18 Esto se ve en las figuras sencillas de Benina y de Dolly.
Las dos quieren vivir y son tan vivaces y tan humanas que arrojan fuera el estancamiento
mental en la historia. Las dos mujeres tenían que ayudar a las familias nobles que venían a
menos, pero éstas tenían su orgullo. El amor, el sentido práctico y la agilidad de estos dos
personajes ven la necesidad inmediata y se acercan con cariño a los nobles caídos y la
mentalidad de la nobleza rígida, se rinde y se queda a gusto acogida en Benina y Dolly. En
estas dos obras ya no aparece la clase media y más bien se destacan las virtudes prácticas del
pueblo. A ellas no les importa el qué dirán. Actuan según su conciencia. Benina y Dolly
escuchan a su conciencia y con su actividad incansable socorren a los desdichados más
cercanos por la compasión que emana “del Amor, la Libertad y el Perdón.”19 Un individuo
cambia su entorno con su amor y su actividad.
Después de estas dos obras veremos 10 obras del siglo XX. He elegido sólo las 10 primeras
obras según el orden cronológico sin contar los Episodios Nacionales.
Electra (Escrita en 1901)
Electra como su nombre indica es viva y misteriosa. “Se crió junto a su madre hasta los
cinco años. Después la llevaron a las Ursulinas de Bayona.”20 A los 18 años sus tíos la
recogieron para pensar en su futuro. Fanático Pantoja también quiere arreglar su vida
encerrando a Electra en un convento con una falsa excusa para apartar a Electra del científico.
Los tíos y el marqués van entendiendo más a Electra aceptando como es ella, dejando su
moralidad rígida. Electra se encariña con los niños de Maxi y los mayores la reprenden por
haber permanecido una señorita en casa de un hombre. Sin embargo Máximo toma su
responsabilidad sobre el acto de Electra en su casa y se la explica a Pantoja y a Electra con
razonamiento. El cariño de Electra a los niños “traía la alegría, la luz, al escondrijo de la
ciencia.”21 Dice Maxi “ha venido a sacar de su abstracción a este pobre Fausto, envejecido a
los 36 años, y a decirle: “No se vive solo de verdad”.22 Después de la aclaración del falso
rumor del parentesco de los dos jóvenes:Electra y Máximo, el marqués dice a Electra, “Tu
amor juvenil necesita un amor viudo; tu imaginación lozana, una razón fría. Al lado de este
hombre, será mi niña una gran mujer.”23 La espontaneidad y el cariño de Electra a los
pequeños abren los ojos del científico y le animan a vivir con alegría. También es trabajadora
y está atenta a las necesidades de Máximo y de los pequeños.
Alma y Vida (Escrita en 1902)
La obra fue escrita en 1902, pero el tiempo de la acción es junio de 1780. Entonces aún no
existía la clase media. Solo había dos clases: la aristocracia y el pueblo. A pesar de la
diferencia del tiempo había algo de la cuestión social y del Estado.
La duquesa de Ruydíaz es una persona noble, bella, pero enferma. Ante todo la duquesa
quiere que haya paz en su reino. Sin embargo los servidores astutos la engañan y no puede
vivir con paz. Entonces un hidalgo enamorado de ella y de su pensamiento justiciero quiere
traer la paz al reino de Ruydíaz. Lo consigue Juan Pablo por amor a la duquesa, pero ella no
puede permanecer con vida en su reino pacificado. Su deseo de paz y justicia fue conseguido,
pero no puede disfrutar este bienestar terreno. Aún no ha llegado el tiempo, pero en el
momento que fue escrita esta obra el pueblo reclamaba esta virtud. Así se conjugan el tiempo
actual y el tiempo de acción y el ideal que espera el autor al comienzo del siglo XX. Dice
Laura a Juan Pablo, “Tú me has revelado las ideas de lo justo y lo bueno.”24 La duquesa no
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podía arreglar la situación de su reino, pero con la ayuda del hidalgo se despierta su
responsabilidad y manda que haya justicia en su reino.
Su ideal se hará después de su muerte. No pueden realizar su ideal entre ellos, su ideal en
la vida terrena, pero sus relaciones son muy humanas. Como dice en el prólogo, la
espontaneidad del simbolismo y su observación realista, no quisiera decirlo categóricamente,
es la interpretación de los moldes dramáticos.25
Mariucha (Escrita en 1903)
La familia de Mariucha se hundió ya hace más de 20 años y huyó de Madrid a la vida
provinciana. Mariucha tapaba la miseria, que “eso es nobleza”,26 pero llegó un momento que
no podía más y pidió un préstamo a León (Era de una familia noble y se llamaba Antonio
Sanfelices), pero éste no consintió dar préstamos para que Mariucha saliera de su miserable
situación trabajando. La humillación le enseñó a ganarse la vida por su cuenta. Su hermano
mantenía a sus padres con engaño, pero su amigo León se puso de “un maestro inflexible”.27
Decía León, “Desdichada víctima social, lucha, padece, y vencerás.”28 Así nació “la mujer
nueva”29 rompiendo la barrera del tabú de “compra y vende de una señorita noble.”30 Siguió
adelante con el negocio a pesar de un pretendiente rico que proponía el casorio. Mariucha vió
la realidad bien clara y dijo a sus padres, “El noble arruinado no debe obstinarse en aparentar
la posición perdida. Hágase cuenta de que se ha caido de la altura social, (...) en el pueblo”31 y
considere que “es pueblo porque es pobre.”32
El cura se brindó a casar a los dos jóvenes y dijo, “Yo siento el pie sobre la cabeza del
feudalismo... cierto que no podré aplastarle; pero (...) hago rabiar al poderoso y le trastorno
sus placeres.”33 Sin embargo su hermano Cesáreo aceptó la propuesta de casarse con
Teodolinda, ricachona americana. Así se juntaron el título y el dinero, por tanto Cesáreo salió
adelante y quiso llevar a sus padres y a Mariucha. Él sólo “mira por el decoro de la familia,
por el lustre de su nombre”34 y quería salir con el modo fácil y corriente del siglo anterior.
Mariucha dijo a los padres que eligiesen vivir con ella o con su hermano como “parásitos”.
Mariucha y León veían en la laboriosidad la conciencia tranquila, pues antes en los apuros
Mariucha siempre tenía “el ahogo continuo”35 para tapar la miseria. El vivir honradamente
con su trabajo asiduo les daba tranquilidad y ánimo viendo la clara realidad en el camino de la
regeneración. Así María consiguió “la salud, la fe, la esperanza y el amor.”36 Pero se quedó
“muerta” en la sociedad de aristocracia como dijo su hermano.
En esta obra hay otra mujer que tiene un papel diferente al de Mariucha. Es Teodolinda. Es
viuda, millonaria y se casa con Cesáreo y así salva la familia de los marqueses de Alto-Rey.
Es un caso típico de salvar a una familia noble arruinada, pero es “una cursi estrepitosa.”37
Cesáreo defiende a su pretendiente y dice, “Teodolinda no es toda vanidad: tiene inteligencia,
sentido práctico, que aprendió de los yanquis”.38 Este sentido práctico se puede entender por
el modo de conseguir el título noble.
Bárbara (Escrita en 1905)
La escena es del año 1815 en Siracusa. Los padres de Bárbara, sin consultar con ella la
casaron con un hombre odioso Lotario Paleólogo. Por un arrebato mató a su marido. Ella está
enamorada del capitán español, Leonardo. Éste quiere considerar el crimen de Bárbara como
suyo. La realidad sale de la boca de Bárbara. “El destino manda que muera él, que muera yo...
El y yo somos culpables. Homicida fue aquel día el amor moviendo la voluntad de Leonardo
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y el brazo mío. Hoy es el amor y justiciero, condenándonos a morir juntos.”39 Por la época que
es, los dos no pueden casarse. Cada uno tiene que seguir su camino, Leonardo como caballero
y Bárbara tiene que aceptar la boda con el hermano de Lotario que hacía años que estaba
enamorado de ella. Ésta pide a Dios conformidad y fortaleza para aceptar su destino que no
puede cambiar. El único consuelo para ella es el librito de Leandro, su enamorado, que lo
“estrecha contra su seno”40 rindiéndose a su trágica suerte. Pero en Demetrio hay algo
humano; adora a su mujer a pesar de su rudeza y fealdad. Bárbara con el consuelo de que vive
su Leandro acepta su destino, pero por lo menos Demetrio la ama y el sentido humano de
Bárbara se respeta. El autor habría querido dejar a Bárbara algo humano, pues sería única cosa
posible pensando en la época de la obra. Los dos enamorados llegan al altar del sacrificio, y
esperan en la conformidad.
Amor y Ciencia (Escrita en 1905)
El matrimonio de Paulina y Guillermo fracasó porque Guillermo como científico la quería
modelar a su estilo y Paulina con la educación en el mundo burgués era voluble. Por la
desgracia con su cómplice y por su maternidad se iba cambiando. A pesar de la irregularidad
de relaciones con el marqués aprendió el orden y la virtud. Por el fatal reencuentro con
Guillermo, el marqués la dejó para que volviera a su hogar diciendo que el tiempo, el buen
corazón y el buen juicio arreglarían las relaciones de los dos. Además la tía de Paulina, Sor
Elisea con su ayuda asidua a la sobrina iba trasformando a Paulina. Guillermo lo apreciaba y
esperaba que su mujer se convirtiera en “una existencia nueva.”41
A la huida de Paulina, Guillermo en su desesperación encontró en la calle un ser
monstruoso, y al ver aquello se despertó en el corazón del científico el sentido más humano.
Allí vió la degeneración humana con su forma clara y le dió compasión y el deseo de seguir
viviendo. A este ser monstruoso y débil debía la vida y a la vez tenía gozo de regenerar aquel
mezquino ser. Guillermo siempre quería ajustar a su mujer al modelo que tenía él en su
mente, pero le faltaba el cariño. Esto con la humillación que había recibido de su mujer y
conocer la pequeñez humana le abrió un sentimiento compasivo. El fracaso del plan de
Guillermo con Paulina dió la clave de su cambio. Puso un asilo para regenerar a pobres
mujeres que sufrían trastornos. Éstas se transformaron en mujeres alegres que servían a los
pequeños.
Hay otra mujer en esta obra que es Natalia. Es finchada y adusta. Controlaba a toda su
familia. A la espalda su marido dijo a Paulina, “Aborrezco a mi mujer, que es un monstruo
apocalíptico.”42Al retirarse el marqués Abdalá de su amante Paulina, Varona, padre e hijo
Adolfito propusieron su amor a Paulina. La idea de Natalia se resume en estas palabras que
decía a su hijo, “Eres nuestro hijo único: te adoramos, somos ricos, debes lucir y dar ejemplo
de grandeza.(...) Que sea cortés con todo el mundo, fino con los demás, reverente con los
sacerdotes, y siempre cometido en la palabra.”43 Es la educación del siglo pasado el
formulismo.
Paulina pecó, pero con las circunstancias y equivocaciones encontró su hogar y también su
tragedia dió la ocasión de conocer la miseria humana al orgulloso científico que se ablandó y
se hizo más humano y con su ciencia ayudó a regenerar a otras mujeres que estaban
sumergidas en la fragilidad humana.
Paulina y Natalia con sus tratos completamente opuestos hacían infelices a los de la
familia, pero Guillermo en su desesperación se da cuenta de la importancia de los
sentimientos humanos, por otra parte Natalia con su rigidez ahogaba a su marido y al hijo y
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éstos buscaban algo más humano, dulce en la persona de Paulina. La educación pasada en la
rigidez y con poco fundamento se tenía que cambiar por algo más humano, en este sentido Sor
Elisea irradiaba con su actividad la paz a su alrededor.
Pedro Minio (Escrita en 1908)
La marquesa de los Perdones dejó su asilo para el amparo a la vejez desvalida. Su esposo
se encargó de él. Allí todos vivían con paz, la tranquilidad y el santo amor a la vida. Vivían en
la verdad como decía Ladislada “los viejos parecen lo que son.”44 La que llevaba la pauta es
Ladislada que fue cocinera de casa grande y aún en las ocasiones mostraba su capacidad y
agilidad organizando banquetes.
Hortensia con su aparatosa religiosidad quería hacer asilo “clásico” con sus millones, pero
se veía que era poco humano, así incluso su esposo Abelardo con su prematura vejez prefería
quedarse en el asilo de la marquesa con su tío Pedro Minio. Ladislada era activa, simpática y
también muy humana y daba alegría, orden y paz a los demás. Es del pueblo.
El Caballero Encantado (Escrita en 1909)
Es una novela simbólica que refleja la España de aquel tiempo, como “Galdós prosigue su
afición de alternar lo simbólico con el realismo,”45 podemos ver la realidad del tiempo.
La madre que es la España y su historia, mira a su hijo Carlos de Tarsis que “era un
señorito muy galán y de hacienda copiosa, criado con mimo y regalo,”46 y la educación de su
tío es “un cumplimiento exacto de fórmulas y reglas del honor, la cortesía y el decoro en las
apariencias,”47 en suma, no ser cursi en nada. Pero por su mala conducta perdió la ocasión de
casamiento y se quedó castigado. En ese estado iba viendo la realidad de España.
“Aristocracia es la política, y todo lo que tome formas aristocráticas no lleva en sí más que
figuración y vanas apariencias. Nobles y políticos somos lo mismo, es decir nada”.48 Y “la
agricultura (...) será siempre servidumbre. (...) La poca industria que hay es extranjera, y la
española, en funciones mezquinas busca beneficio pronto, feudal y, naturalmente, usurero,”49
por la inercia hispánica. La Madre reprendía a los hijos por la relajación de su voluntad y por
la abundancia de palabras y falta de acciones. A Carlos se le iban abriendo los ojos y le llamó
la atención de la actividad de una maestra con sus pobres niños. Era sincera, honesta, activa y
con su alegría se conformaba esperando la mejoría.50 Carlos cuando quería raptar a Cincia
(Pascuala) pidió ayuda a la Madre, pero incluso ésta no podía hacer nada. Ahí se ve que “los
niños mandan. Son la generación que ha de venir, son mi salud de futuro; son mi fuerza de
mañana. Les he visto agarrados a su maestra (Pascuala),”51 la dama ideal de Carlos. El
holgazán del pasado vió su futuro en la vida activa y alegre de una maestra, que tenía que dar
las primeras luces del conocimiento a los niños de futuro. Así comprendió Carlos también,
que su trabajo en el futuro sería construir 20.000 escuelas para educar. “Galdós cree en el
poder de la educación para cambiar las sociedades; toda su obra es una afirmación continua de
tal pensamiento.”52 En 1900 “permanecía todavía sin escolarizar un 60% de la población
infantil en edad escolar.”53 Y el analfabetismo real se totalizaba alrededor del 50% de la
población.54 En este trabajo de la enseñanza primaria Galdós muchas veces muestra la
importancia de la maestra, no del maestro. En la historia de España en esas fechas van
saliendo escuelas de institutrices, pues es la señal de que dan la importancia a la enseñanza
primaria. Cincia(Pascuala) es del pueblo y por su actividad daba alegría a los pequeños, e
incluso al antiguo noble Carlos le puso en orden.
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Casandra (Escrita la novela dialogada en 1905 y el teatro en 1910)
En esta obra hay tres tipos de mujeres: doña Juana y Clementina, Rosaura y Casandra. Las
dos primeras recibieron la educación religiosa antigua del siglo pasado. Además doña Juana
tenía celos de su infiel marido, de su ilegítimo hijo y de Casandra que es madre de dos hijos.
La religiosidad de ellas era aparatosa. Clementina educaba a sus dos hijas en la beatería
considerando la herencia de su tía. Así las hijas no podían respirar. No sólo en la cuestión
religiosa, la familia de Clementina era de las que pensaba que “Los ricos aparentan mayor
riqueza, y los de un mediano pasar decoramos con talco nuestra medianía para parecer
opulentos.”55 Clementina se dió cuenta de las estúpidas adulaciones y rectifió la educación de
sus hijas. Sin embargo a la muerte de su tía en su funeral dijo a Alfonso, “No podemos
desconocer que los ricos, por el hecho de serlo, están obligados a vigorizar las creencias, que
sirven de (...) que son la base..., el núcleo de la sociedad.”56 Y éste dijo a sus amigos, “La
iglesia es aristocrática y ceremoniosa, y no nos perdonaría que celebraramos honras inferiores
a nuestra clase.”57 Pero a la salida del funeral, “las clases sociales se rozan, se enzarzan como
pólipos que cruzan sus tentáculos enmarañando revoltijo.”58 Estas costumbres iban
terminando como doña Juana.
Doña Juana se enfrentó con el brío del pueblo, con Casandra que tenía todo lo que no tenía
doña Juana. Esta humilló la dignidad de Casandra, que en un arrebato mató a la superviviente
del siglo pasado. La mujer del pueblo es sincera y activa. Casandra además era “maestra,
educadora del pueblo”59 para Rogelio. El arrepentimiento de Casandra fue rápido. Muchos
estaban a favor de ella por el odio al farisaico trato de doña Juana. El pueblo remató la
farisaica religiosidad del pasado.
La figura más dulce que aparece en esta obra es Rosaura, que era madre de ocho hijos. Era
cristiana con sus deberes. “Su regla, el deber para con los suyos, para con todo prójimo.”60 Era
incansable, pero “con la conciencia bien tranquila, (...) esperando lo bueno y lo malo que Dios
quiera mandarle.”61 Ella veía la necesidad de los suyos y acudía a socorrerles; era madre para
todos. La figura final sale como la imagen de la Virgen con el Niño ayudando a los más
débiles, obediente a sus deberes.
El formulismo y la rigidez destruyen la sociedad, pero el amor ve la necesidad de los
demás y acude a servirles con agilidad y paz.
Celia en los Infiernos (Escrita en 1913)
En esta obra salen dos mujeres: una de la aristocracia y otra del pueblo. Celia con su
mayoría de edad toma responsabilidad. Ella está enamorada de Guzmán, su súbdito y quiere
hacer justicia casándose con él. Ante esta propuesta descubre el amor de Ester, hermana de
leche de Celia. Ésta les despidió con furia. Ester se fue diciendo a Celia que no le envidiaba,
pues aquélla hizo “del joven de imaginación ardiente, voluntarioso, tornadizo, un hombre
formal, atento no más que a sus obligaciones.”62 Le enseñó “la resignación y la constancia en
el trabajo, siempre con miras al porvenir.”63
Celia salió de peregrina con Pastor para pedir perdón a los dos jóvenes. Al encontrarse con
la miseria Celia quería socorrer pero Leoncio dijo, “la caridad (...) no resuelve el problema.
(...) La plebe laboriosa necesita la justicia.”64 Celia se encargó de la situación y se hizo señora
y compañera de obreros prometiendo “dar participación en los beneficios de la industria a
todos los obreros y a establecer pensiones para que los que por su avanzada edad, se retiran
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del trabajo.”65 Dijo Leoncio a Celia, “Sois la gloriosa iniciadora de una feliz concordia entre
las clases altas y las clases humildes.”66 Ella quería ser “la gran industrial y la gran obrera.”67
La mujer del pueblo despertó a una mujer noble para la justicia social con su orden y
dulzura. La justicia “la cuestión social” salió en esta obra por la “propia acción de los
obreros,”68 reclamando “la redención social”69 porque “alrededor del 1891 se percibía la
modificación que se opera en la mentalidad gobernante con respecto a la cuestión social.”70 La
publicación de la encíclica “Rerum Novarum” también fue una gran llamada.
Ester con su orden corregía a Guzmán y le hacía hombre y también despertó a Celia y le
hizo ver la realidad y la necesidad de justicia en el pueblo, pero Celia también puso en orden
de legalización del matrimonio para todos que estaban unidos fuera de la iglesia. Esto es el
papel de la mujer noble.
La Razón de la Sinrazón (Escrita en 1915)
Atenaida es el símbolo de la razón. Vive de un trabajo constante, “conoce los secretos de la
existencia humana y de la proyección de lo divino sobre lo humano.”71 Alejandro, marqués de
Rodas, que quería lanzarse al reino de la sinrazón. Atenaida le sacó del “pantano de la mentira
y de los convencionalismos sociales... (...) a la paz.”72 Es una novela de sueño, pero el autor
sueña con la figura de Atenaida,la maestra del porvenir prometedor. La maestra da “la
enseñanza elemental y el conocimiento práctico de cuanto constituye la vida humana.”73 En su
escuela “aprenden los chiquillos la Aritmética, nociones de Física, Historia Natural,
Geografía, y cuanto es menester para la preparación de los distintos oficios o carreras a que
han de dedicarse, según la vocación de cada cual.”74 Los dos jóvenes quieren ser “los
creadores del bienestar humano,”75 con el trabajo constante y a través de la educación de los
niños.
Conclusiones
1) En las dos últimas novelas del siglo XIX ya se ve la caída de la aristocracia y las mujeres
del pueblo llevan la pauta de la vida:Benina y Dolly. Son prácticas, ordenadas, de conciencia
tranquila; tienen “libertad frente a los convencionalismos.”76 También tienen “una postura
humana flexible y auténtica.”77 Esto afirma lo que dice Mora, “en 1892, consideran que los
valores morales están en posesión de la aristocracia y el trabajo en el poder del pueblo;
mientras, en 1897, se piensa que ambos pertenecen al pueblo.”78
2) En las diez obras del siglo XX casi no figuran las mujeres de la clase media, en cambio
hay un contraste entre las mujeres de la clase alta y las del pueblo. Las de la clase alta se
dividen en dos grupos: mayores y jóvenes. Aquéllas como doña Juana, Clementina (de
Casandra) y Natalia (de Amor y Ciencia) son formadas en la educación del siglo XIX, por tanto
rígidas en la religión y dan importancia a la apariencia por eso chocan con la fuerza del
pueblo. Así tuvo que pagar doña Juana con su vida; Clementina…, los millones para quedarse
bien y Natalia se quedó incomprendida de su familia.
En el segundo grupo, el de las jóvenes, están Electra, Mariucha, Paulina, Rosaura, Celia y
Atenaida, y la duquesa y Bárbara. Las dos últimas tienen una situación distinta de las otras,
pues la acción no es contemporánea o fuera del ambiente español. Las dos por lo menos
tienen un sentido humano y se conforman con su suerte.
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Electra, Mariucha, Paulina, Celia y Atenaida, menos la última, son alegres y atractivas. Les
falta la experiencia, pero con la ayuda de un cerebro equilibrado, honrado se despiertan en su
papel. Electra y Mariucha se hacen mujeres nuevas rompiendo el esquema antiguo y llevan la
familia adelante con laboriosidad y con naturalidad pensando en el porvenir gozoso.
Paulina y Celia fallan en su amor, pero con la ayuda de los hombres encuentran la verdad
especialmente en el caso de Celia y avanzado el siglo XX se ve la cuestión social y quieren
hacer justicia. Rosaura por ser madre de tantos hijos, a pesar de su categoría, sabe bien sus
obligaciones y actividades para los demás. Atenaida es la mujer simbólica de la razón. El
autor da importancia a la figura de la maestra que educará a la generación nueva.
3) Tenemos otro grupo de mujeres, las del pueblo, como Ladislada, Cincia(Pascuala),
Casandra, Ester. Son del pueblo. Son muy trabajadoras, prácticas, sinceras. No aceptan lo
falso y abren los ojos de las personas principales. Piden la justicia hasta lo extremo como
Casandra y Ester. Además en su ambiente son educadoras para con los desviados a fin de
poner en orden las cosas. Es decir los valores morales están en el pueblo.
4) La importancia de la educación primaria es grande, en esto no hay barrera de clases y
más bien ahí ve el autor el porvenir de la sociedad, pues a través de la educación consiguen la
regeneración de las personas.
5) Por supuesto hay clases, pero ya desde las últimas novelas del siglo pasado se da más
importancia al individuo y a su comportamiento humano, lo cual sale por la necesidad, por el
amor a los más cercanos y transforma la sociedad. Además al avanzar el nuevo siglo la
caridad que sale del corazón de las mujeres, que llevan la pauta empieza a tocar la cuestión
social y se encamina hacia la justicia.
6) En estas obras hay unos comentarios curiosos sobre “el cursi”, el cual había bastante
cuando empezó a salir la clase media, a mediados del siglo anterior y hacia los años 70. Hasta
entonces la aristocracia tenía su autoridad moral y el poder en la sociedad. Pero al salir otra
clase rompiendo el molde de la sociedad en que estaban las dos clases tradicionales, entonces
la gente se preocupaba de resultar cursi, lo cual aparece cuando uno no tiene seguridad en lo
que hace, o por algún motivo ya no puede conservar sus costumbres antiguas. Es decir la
persona tiene inseguridad en lo que hace o no puede aparentarse como lo que debe ser. Aún
en algunas obras sale este tipo y en “El Caballero Encantado” el tío de Carlos le pone como
tema de no resultar cursi. Sin embargo estas preocupaciones superficiales ya casi se han
acabado y la sinceridad va por delante para enfrentarse con la vida, y es la virtud del pueblo y
esa virtud se necesita pulir por la educación. En el cursi no hay orden ni armonía, hay algo
raro que no encaja en el ambiente, sin embargo en las mujeres que llevan adelante la vida hay
una naturalidad con el entorno como la mayoría de las mujeres de las cuales he comentado en
esta comunicación.
408
BIBLIOGRAFÍA
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1971.
SHAW, D. L., Historia de la Literatura Española, El Siglo XIX, Ariel, Barcelona, 1987.
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NOTAS
1 Pérez Galdós, Benito. “Obras Completas”: Cuento, teatro y censo (Abreviada CT) Aguilar. Madrid, 1971.
p. 314.
2 Palacio Atard, Vicente. Espasa Calpe. Madrid, 1978. p. 575
3 Ídem.
4 Pérez Galdós, Benito. “Obras Completas”:Novelas III (Abreviada N III) Aguilar. Madrid, 1971. p. 700.
5 Ídem. p. 701.
6 Ídem.
7 Ídem.
8 Correa, Gustavo. “Realidad, ficción y símbolo en las novelas de Pérez Galdós”. Ed. Gredos. Madrid, 1977.
p. 202.
9 Pérez Galdós, Benito. Ob. Comp. N III. p. 783.
10 Ídem. p. 790.
11 Ídem. p. 793.
12 Ídem. p. 700.
13 Ídem. p. 766.
14 Ídem. p. 804.
15 Ídem. p. 864.
16 Ídem. p. 903.
17 Mora García, José Luis. “Hombre, sociedad y religión en la novelística Galdosiana” Ed. Universidad de
Salamanca. Salamanca, 1981. p. 84.
18 Mora García, J.L. Ob. Cit. p. 209.
19 Mora García, J.L. Ob. Cit. p. 209.
20 P.G.B. Ob. Comp. CT. p. 471.
21 Ídem. p. 496.
22 Ídem.
23 Ídem. p. 504.
24 Ídem. p. 581.
25 cf. Ídem. p. 522.
26 Ídem. p. 588.
410
27 Ídem. p. 606.
28 Ídem.
29 Ídem. p.. 608.
30 Ídem. p. 612.
31 Ídem. p. 616.
32 cf. Ídem. p. 621.
33 Ídem. p. 634.
34 Ídem. p. 628.
35 Ídem. p. 599.
36 cf. Ídem. p. 634.
37 Ídem.p. 594.
38 Ídem. Pág 597.
39 Ídem. p. 710.
40 Ídem. p. 712.
41 Ídem. p. 745.
42 Ídem. p. 743
43 Ídem. p. 719.
44 cf. Ídem. p. 780.
45 P.G.B.Ob. Comp. N III. p. 1012.
46 Ídem. p. 1013.
47 Ídem.
48 Ídem. p. 1022.
49 Ídem. p. 1023.
50 cf. Ídem. p. 1075.
51 Ídem. p. 1082.
52 Blanco Aguinaga, Carlos. Historia Social de la Literatura Española Castalia. Madrid, 1987. p.187.
53 Palacio Atard, Vicente. Ob. Cit. p. 584.
54 cf. Ídem.
411
55 Pérez Galdós, Benito. Obras Completas. N.III. p.947.
56 Ídem. p. 992.
57 Ídem. p. 980.
58 Ídem. p. 981.
59 Ídem. p. 921.
60 Ídem. p. 916.
61 cf. Ídem. p. 956.
62 cf. Pérez Galdós, Benito. Obras Completas. CT p. 874.
63 Ídem. p. 875.
64 cf. Ídem. p.877.
65 Ídem. p. 878.
66 Ídem.
67 Ídem.
68 Palacio Atard, Vicente. Ob. Cit. p. 552.
69 Ídem.
70 Ídem. p. 553.
71 Pérez Galdós, Benito. Obras Completas. CT. p. 1152
72 Ídem. p. 1181.
73 Ídem. p. 1183.
74 Ídem
75 Ídem.
76 cf. Ídem. Mora García, J.L. Ob. Cit. p. 43.
77 cf.Ídem . p. 33.
78 Ídem. p. 205.
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