CARTAS DE CARMEN DE BURGOS Y BENITO PÉREZ
GALDÓS: UNA CORRESPONDENCIA LIBERAL
Ramón NavarreteGaliano
Rodríguez
Quizás uno de los mayores pecados de la humanidad sea el de la omisión, es decir, el dejar
de asistir, ayudar, socorrer, amparar o proteger a alguien, y quizás la desmemoria, la caída en
el olvido de determinados nombres, también sea pecado de omisión. En nuestro país, por
desgracia, hay muchos nombres, destacados en su día, pero sobre los que cae una gran losa
de olvido.
Un ejemplo, Mercedes Formica, escritora, intelectual, abogada. Reivindicó los derechos de
la mujer, consiguió incluir una reforma en el código penal español para paliar la condena que se
le imponía a la mujer adultera por los años 50, que no al varón, como así sucedía por aquel
tiempo. Aquella reforma del Código, fue definida como la “Reformica”, por el abogado
Garrigues DíazCañabate,
cabeza de la conocida saga de políticos y abogados, dado que
aquello supuso un hito en la vida española de los años 50. Gentes de la talla de Ana María
Matute, me han destacado lo que supuso aquel hecho y la importancia de Formica en la vida de
entonces.
Yo tuve la oportunidad de entrevistar a Mercedes Formica, en sus últimos años, cuando ya
había pasado de los 80. Elegante, ilustrada y sobre todo generosa, y nada rencorosa con el
olvido al que se le había sometido, me recibió en su casa madrileña, con esa elegancia, que dan
los años y el asumir determinados sinsabores.
Pues bien, algo similar sucede con Carmen de Burgos, “Colombine”, apenas nadie puede
decir algo sobre ella, quizás que era escritora, quizás que era periodista, poco más. Pues sí, fue
ambas cosas, pero además la primera mujer corresponsal de guerra en España, escribió libros
docentes para educar a la mujer, cómo alimentar a los españoles o unas normas básicas de
higiene. Dio ejemplo de libertad con su separación y con una vida sin trabas de ningún tipo,
que la llevó a tener amores con Ramón Gómez de la Serna, mucho más joven que ella, relación
que se rompió cuando la hija de “Colombine” sedujo a Ramón y el hecho fue descubierto por
la escritora.
Con esta comunicación pongo de manifiesto algunas de las inquietudes de esta mujer y
cómo las mismas eran recibidas y apoyadas por don Benito Pérez Galdós, tal y como se
comprueba en la correspondencia que el escritor guardó.
A través de estas cartas, comprenderemos como el novelista apoyó muchas de los intereses
y anhelos de esta mujer, que a principios de siglo fue una voz que tuvo mucho que decir. Es
decir, observaremos como el escritor apoyó y refrendó las inquietudes de esta feminista de pro.
Ahora que estamos en el año del Quijote, viene a colación una cita del libro cervantino que
justifica un tanto esta correspondencia:
los buenos amigos han de probar a sus amigos y avalarse de ellos (Cap. 33, 1ª parte)
Cartas de Carmen de Burgos y Benito Pérez Galdós…
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Carmen de Burgos nació en la localidad almeriense de Níjar, en la pedanía de Rodalquilar, el
10 de diciembre de 1867 y allí pasó su infancia y juventud, tras lo que se traslada con sus
padres y hermana a la capital almeriense. En esta ciudad conoció al que fue su marido, el
periodista Arturo Álvarez Bustos, que editaba su propia publicación Almería bufa. Será el
matrimonio el que le acerque al periodismo, ya que la propia “Colombine” llegó a editar la
publicación. Además aquella nueva situación le anima a tener más conocimientos y formación,
por lo que estudia magisterio. Tras acabar sus estudios, comienza a trabajar como maestra y
acaba dirigiendo el colegio donde trabaja, y además se vincula al krausismo, conexión que
posteriormente también le aproxima a Galdós.
Tras publicar algún libro en la capital almeriense, abandona a su esposo y se marcha a
Madrid, con su hija. Al poco tiempo llegará su hermana para acompañarla, hermana de la que
también sabremos por las cartas.
Será muy al poco de llegar a la capital cuando se inicie la relación epistolar que nos ocupa.
“Colombine”, periodista y escritora, realizó muchas publicaciones entre las que destacan
algunas como fue la novela corta Puñal de Claveles, que narra los mismos hechos que
Federico García Lorca en Bodas de Sangre. No en balde ambas están inspiradas en un hecho
real que sucedió en Rodalquilar, de donde era “Colombine” y que el poeta granadino conocía
bien, dado que cursó algún año de bachiller en Almería. La diferencia básica entre ambas
creaciones es que la escritora deja escapar a la pareja de amantes, apuesta por el amor,
mientras que Lorca los condena a muerte.
Su vinculación con la izquierda progresista (falleció de un ataque al corazón dando vivas a
la República), y sus anhelos e inquietudes le llevaron a tomar contacto con lo más granado de
la sociedad española de finales del XIX e inicios del XX. La escritora almeriense se erigió en un
símbolo de la defensa de los derechos de las mujeres, a principios de siglo, y se codeó con lo
más ilustre de la sociedad de aquel entonces. Formaba parte de la intelectualidad de aquel
entonces y hasta llegó a posar para Julio Romero de Torres, en un retrato que muestra a una
mujer directa y clara.
Por ello estas cartas a Pérez Galdós, a quien desde el primer momento muestra su respeto y
veneración.
“Colombine” fue una feminista avanzada, que buscaba una equiparación con el hombre,
pero que debía estar sustentada por la educación y la formación. Evidentemente trataba de
lograr una mayor formación para la mujer, que le permitiera poder tener disposición libre de su
persona, tal y como ella había hecho a lo largo de su vida. En este conjunto de misivas
comprenderemos la posición vital de esta mujer y de como Galdós responde a sus necesidades.
El grupo de esta correspondencia está formado por un conjunto de 21 cartas y 7 tarjetas,
que se escriben durante un periodo de casi 10 años, concretamente entre el 18 de enero de
1904 y el 16 de junio de 1913, momento en el que la escritora parte hacia América, en
concreto Argentina.
Muchas de las cartas, en concreto los tarjetones llevan el membrete del Heraldo de Madrid,
Diario Universal, ya que ella era redactora de éstos. Se utilizan estos membretes, ya que en
VIII Congreso Galdosiano
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alguna ocasión, sobre todo en las primeras, “Colombine” se dirige a Galdós por motivos
meramente profesionales.
La correspondencia aborda diversas cuestiones y temas, muestra las dudas de la escritora
ante el camino a tomar en algún momento, problemas del ámbito familiar, como una
recomendación para su hermana, su posicionamiento feminista o la veneración que siente por el
trabajo del novelista.
Son casi una década, por lo que las cuestiones van variando, aunque, es cierto que abordan
temas determinados que se repiten periódicamente. Por ello sus contenidos se pueden agrupar
por diversas temáticas, que yo he dividido en los siguientes bloques:
Vida social y cultural
Vida política
Cuestiones personales o del ámbito doméstico
Reflexiones sobre la obra de “Colombine”
Reflexiones sobre la obra de Galdós
No hay una que aborde sólo un tema, quizás son más ajustadas las primeras, por ser
motivos profesionales y además porque se observa que todavía no hay confianza, no hay un
trato cercano entre Carmen de Burgos y Benito Pérez Galdós, pero poco a poco esa cuestión
se diluye y hay ya una calidez y proximidad que permiten abordar múltiples cuestiones en cada
una de las misivas.
Así “Colombine” le pedirá apoyo para homenajes que van a dar a algún escritor, o para
otras de distinta índole como es la de una asociación pro-judía, dado que saben de las ideas de
Galdós sobre esta cuestión por su novela Gloria.
Por ello con estas misivas comprenderemos la vida de ese momento y la posición que ante
determinadas cuestiones culturales, políticas o sociales adoptaron tanto Galdós como
“Colombine”.
La primera de las cartas es enviada por motivos laborales de “Colombine”, ya que necesita
la colaboración del novelista. De este tono protocolario habrá una gran distancia en el tono
más cálido y cordial de la última. Veamos el contenido de la primera:
Sr. D. Benito Pérez Galdós.
Mi respetable Sr. Como redactora del Diario Universal me atrevo a molestar su
atención confiada en su bondad.
Este periódico ha comenzado a tratar una cuestión que, no por ser vieja, deja de ser
siempre nueva, lo que lleva consigo un problema social: la cuestión del planteamiento
del divorcio en España.
No es este asunto de fácil resolución, y por eso me propongo acudir a los eminentes
hombres de mi país, pidiéndoles su opinión para ser publicada, y en este sentido me
permito dirigirme a usted suplicándole tenga la amabilidad de darme esa opinión suya
autorizadísima, pudiendo tratar el asunto con toda la independencia que guste en sus
múltiples aspectos.
Con el testimonio de infructuosa consideración, queda muy suya agradecida.
Cartas de Carmen de Burgos y Benito Pérez Galdós…
361
Carmen de Burgos
(Colombine)
c/ Aguilar, 5 — bajo
18- Enero. 904
Como vemos se trata de una carta formal que no tiene nada que ver con la última, donde
hay una gran complicidad:
Sr. Don Benito Pérez Galdós
Mi ilustre amigo, le agradezco de todo corazón la carta que me envía para el Sr.
Calzada y los términos cariñosos en que la ha escrito.
Lamento no verlo y me despido con todo mi afecto y admiración. Su amiga
Carmen de Burgos.
Entre medias un conjunto de misivas donde la escritora muestra y refleja lo acontecido en
aquellos momentos en la vida cultural y literaria.
Así vemos como lo invita a un homenaje que se organiza al escritor Antonio de Hoyos:
CARMEN DE BURGOS
REDACTORA DEL —HERALDO DE MADRID— (COLOMBINE)
SR. DON BENITO PEREZ GALDÓS.
Admirado maestro y amigo. Usted sabrá dispensar mi atrevimiento rogándole que
tenga la bondad de asistir al banquete que celebramos mañana 29 a las 8 de la noche
casa de Fournié en obsequio de
D. Antonio de Hoyos.
Será digno del gran maestro alentar, a los que empiezan, con su presencia y honor
inmenso estar en su compañía para los que no reconocemos otra soberanía que la del
talento.
Ruego a usted se sirva decirme si me concede este favor para en tal caso enviarle la
tarjeta de invitación y que usted no se moleste.
Siempre su devotísima admiradora.
Carmen de Burgos.
O también le invita al homenaje que en Revista Crítica (publicación que lidera Carmen de
Burgos) se le va a ofrecer a Sofía Casanova:
Sr. Don Benito Pérez Galdós
Muy distinguido señor y amigo. Con objeto de obsequiar a la ilustre poetisa Doña
Sofía Casanova nos reuniremos en esta redacción (manda la carta con membrete de
Revista Crítica) el domingo 27 del actual desde las cinco de las tarde en adelante y
tendríamos un gran placer en que usted nos acompañase.
O para formar parte de un jurado junto a Blasco Ibáñez:
Mi admirado maestro y amigo. Le ruego a usted me autorice para poner su nombre
con el de Blasco Ibáñez en el jurado para premiar una novela del concurso que anima
VIII Congreso Galdosiano
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esta Revista, y también para figurar como miembro ilustre de “ La Alianza Hispano-
Israelita” con Vicenti, Francos, Pulido, Canals, Canalejas, etc.
Si nada dice usted en contrario antes del 30 me creeré autorizada ¿Cuándo le voy a
ver?
Le admira nuevamente su amiga
Carmen de Burgos
Lo cierto es que ambos creadores sintonizan en muchos aspectos. Así Galdós es proclive a
colaborar en un proyecto de apoyo al pueblo judío, dado que además el escritor se había
mostrado partidario de los israelitas en una de sus novelas:
Sr. D. Benito Pérez Galdós
Querido y admirado amigo. ¡Que alegría me ha dado su carta! Poder llamar amigo al
maestro que tantas veces supo conmover el espíritu con la magia de su pensamiento,
amplio, grande, libertado y con su exquisito sentimiento del arte, es una dicha que
sólo una enamorada del arte como yo puede saborear en toda su grandeza.
No quiero que me crea aduladora ni sensiblera. Sin ser una cosa ni otra puedo
manifestar la admiración a su artista soberano y sentir muy de veras la religión del
arte. Es en lo único que creo. Mil gracias por haber aceptado el cargo de jurado
honrando así esta Revista. El autor de “Gloria” ha probado bien su amor a la raza
judía, ¡qué Daniel Morton! En ese libro aprendí yo rebeldía contra las injusticias y
amor a los oprimidos. Tal vez el génesis de toda la mi labor por los judíos pudiera
encontrarse en la lectura. Le agradezco que figure en nuestra sociedad, tiene mucho
de romántica pero sostener un ideal siempre consuela.
Hago presencia de su palabra para verlo a su regreso. Avíseme con tiempo porque
este dichoso Rodríguez Sampedro me hace ir a Toledo de cuya normal soy profesora
y paso muchos días fuera de Madrid. ¿Habré tenido el honor de que usted lea el libro
de cuentos que le envié? Me voy atrever a publicar mi primera novela grande (en
tamaño) tengo miedo, la novela es la diosa de la literatura.
Le he escrito pidiéndole un retrato firmado para el álbum de escritores ibéricos,
figurara en la Exposición de Paris.
Galdós respondió afirmativamente a su inclusión en esta alianza hispano-israelita, como
apunta la siguiente misiva:
Sr. D. Benito Pérez Galdós:
Querido maestro el jueves 21 a la seis de la tarde nos reunimos en esta su casa para la
constitución de la sociedad de Alianza Hispano Israelita a la que usted tuvo la bondad
de adherirse. Le ruego asista por si o por su representación ya sabe cuanto se lo
agradecerá su ferviente admiradora y amiga.
Carmen de Burgos
Madera 5 y 7
14 Marzo
Apuntar también que Rodríguez Sanpedro, citado en la anterior carta, era el ministro del
que dependían los maestros nacionales. Por su trabajo como maestra “Colombine” pasaba días
fuera de Madrid, ya que residió en Toledo y Guadalajara, y eso le creaba bastantes sinsabores,
como apunta en otras cartas:
Cartas de Carmen de Burgos y Benito Pérez Galdós…
363
Sr. D. Benito Pérez Galdós:
Mi admirado maestro ayer recibí su carta y no motivos de dispensarlo sino de
agradecerle mucho su bondad encuentro en ella.
Lo esperaré el domingo en Madrid ya que esta semana he de pasarla presa en esta. Yo
siento molestarlo, pero se cumple uno de mis fervientes deseos de verlo a usted.
Honrar mi casa y poder estrechar su mano digna de veneración por haber servido de
instrumento al cerebro que tanto ha hecho en pro de las ideas grandes y del arte.
Perdone pues mi insistencia en gracia de mi admiración sincera.
Hasta el domingo.
Su amiga.
Carmen de Burgos
Toledo 18 mayo
SR. D. Benito Pérez Galdós:
Mi admirado maestro si el aplauso modesto de una mujer entusiasta sirve de algo
reciba usted uno muy sincero para el incomparable autor de España Trágica y otro
para el honrado patriota de esta España... desdichada. Pues sigo siempre su labor con
todo interés.
Me decía usted algo, algo que no quiero perdonar. Reclamo su promesa de honrar mi
casa o la canjeo para que me dé hora para yo visitarlo.
Ha de ser en Domingo, único día que puedo pasar en Madrid. Tengo mi apeadero en
la calle de Serrano, 112 estudio (con ascensor) Dígame, si usted viene o yo voy. No
consiente mi admiración que para ya más tiempo sin estrechar esa mano que besa.
Carmen de Burgos.
28 abril
Admirado amigo. Cuando se espera algo que se desea mucho el tiempo parece muy
largo. ¿Cuándo se va a realizar nuestra entrevista? ¿Está usted ya en Madrid? Yo paso
en Toledo lunes, martes y miércoles de todas las semanas. Los demás días estoy aquí.
Por otra parte también vimos más arriba que para “Colombine” la figura de Galdós novelista
cuenta con todo el respeto y consideración debida. Así sus misivas siempre las encabeza con un
admirado maestro, como hemos podido observar.
Además Galdós era proclive a atender sus inquietudes feministas, como vemos en estas
cartas, lo cual hacía que hubiera una estrecha conexión entre ambos:
Apuntar que esta misiva es una carta mecanografiada en donde le pide su opinión sobre el
voto de la mujer, a través de un cuestionario que ella manda a varios intelectuales:
Debe o no concederse voto a las mujeres
En caso afirmativo ¿Ha de ser sufragio universal o sólo para las que reúnan
determinadas condiciones?
¿La mujer puede ser además de electora elegible?
En la carta siguiente, ya personal, insiste en la misma cuestión y vuelve a mostrar la
admiración por la obra galdosiana:
Sr. D. Benito Pérez Galdós:
VIII Congreso Galdosiano
364
Mi admirado maestro y amigo. Muy sinceramente agradezco su atención de enviarme
un ejemplar de “Casandra” que hace un año leí con deleite en los jardines de Niza.
Al mismo tiempo me complace enviarle mi modesta enhorabuena por la publicación
de “Prim” hermosa joya que viene a enriquecer el tesoro que a usted debe nuestra
literatura.
¿Me atrevería a rogarle quisiera dos líneas para el “voto de la mujer”?
Se lo agradeceremos mucho tanto el Heraldo como yo.
Su afectuosa amiga y admiradora.
Carmen de Burgos
También es cierto que en esos momentos don Benito ya es un respetable anciano, y como
dice Cervantes en su Quijote:
no se escribe con las canas, sino con el entendimiento, el cual suele mejorarse con los
años
Además de ser lectora de Galdós, también acude a las representaciones de sus obras
teatrales en Madrid, eso sí, invitada por el autor:
Mi ilustre amigo.
Mucho tiempo hace que no tengo el placer de verlo. Somos Ahora mas vecinos, pues
tiene su casa en Divino pastor nº1 piso primero y espero que tendré pronto la dicha de
saludarlo.
Tengo que molestar a usted rogándole que me envíe un palco para la función de
pasado mañana, sábado, pues tengo un compromiso de acompañar a una escritora
extranjera.
Perdóneme esta molestia, esa noche si usted, está en el teatro, iré a verlo y le pediré
su ultima hermosa novela, de la que deseo ocuparme. Yo le remito mi último
engendro que usted mirará bondadosamente en gracia de cuanto le admira su buena
amiga.
Lo cierto es que hubo una cierta confianza entre ambos, que se inició muy pronto, ya que
sobre 1905 le solicita una recomendación para su hermana:
Sr. D. Benito Pérez Galdós:
Mi ilustre maestro lo voy a molestar a usted en un asunto de un vital interés para mí
aunque usted me tiene olvidada...
Hay, en el centro republicano de la calle de Alcalá, vacante, una plaza de profesora
que pretende mi hermana Catalina de Burgos, de abolengo tan liberal como el nuestro
y que tiene el título de profesora y los conocimientos necesarios.
Sería de una gran importancia para mi, el que pudiera conseguirla y me atrevo a rogar
a usted que se interese por ella, segura de que lo obtendré de este modo.
Es siempre de usted la más entusiasta admiradora y leal amiga.
Carmen de Burgos.
Madera 7, 3º
8 Noviembre
D. Benito Pérez Galdós:
Cartas de Carmen de Burgos y Benito Pérez Galdós…
365
Mi buen amigo contando con su amabilidad le envío la nota de los señores a los cuales
le he rogado que recomiende a mi hermana Catalina de Burgos a fin de que pueda
obtener la plaza vacante en el centro Republicano de la calle de Alcalá, de profesora
de la escuela de niños.
Perdóneme, mi admirado maestro en gracia de lo mucho que le venera su amiga.
Carmen de Burgos.
Lo cierto es que Galdós siempre respondió a las inquietudes de “Colombine” incluso para
recomendarle en Sudamérica, donde la escritora viajó para divulgar su ideario:
Querido amigo, hubiera querido verlo antes de mi viaje a Buenos Aires, donde he de
dar 10 conferencias en las que me ocuparé de literatura española pero temiendo que
las ocupaciones no lo permitan tomo el partido de escribirle. ¿Quisiera darme una
presentación para el sr. Calzada? ¡Me la iba a dar nuestro pobre Morote! ¡Que pena!
Siempre de usted amiga y admiradora
Carmen de Burgos
Morote, que murió poco antes de escribirse esta carta, era compañero de “Colombine” en
El Heraldo y de aventuras políticas de Galdós:
SR. Don Benito Pérez Galdós
Mi ilustre amigo, le agradezco de todo corazón la carta que me envía para el Sr.
Calzada y los términos cariñosos en que la ha escrito.
Lamento no verlo y me despido con todo mi afecto y admiración. Su amiga.
Carmen de Burgos.
Tras estas misivas no hay ninguna más. “Colombine” está cerca de dos años fuera de
España, Galdós ya mayor entra en su declive.
“Colombine” mostró en la muerte de Galdós su pena y reconocimiento por este hombre que
la apoyó sin ningún tipo de dudas, como ella misma manifestaba espontáneamente en sus
cartas, pese a que las ocupaciones del canario dilataban sus encuentros:
SR. D. Benito Pérez Galdós:
Mi maestro y amigo queridísimo. Estos dos títulos me dan derecho a quejarme del
abandono en que me tiene. ¿Cuándo le voy a ver? Ahora somos más vecinos. Espero
impaciente una palabra suya. Siempre su más apasionada lectora.
Carmen de Burgos.
Madera 26
Madrid 17 Octubre
También durante las cartas también sabemos de los usos y costumbres de aquel momento:
Mi admirado amigo supongo que recibiría el libro que le envié. He esperado
impaciente el placer de verlo pero veo que me olvida usted entre tantas ocupaciones y
trabajos como le abruman. Sin embargo no me resigno a perder su dulce amistad y
van estas líneas para que me recuerde ¿Se marcha pronto de veraneo? Yo pasaré julio
en Madrid.
Su amiga que le admira.
VIII Congreso Galdosiano
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En conjunto, son una serie de misivas donde comprendemos como Galdós fue receptivo y
apoyó las inquietudes feministas y reivindicativas de “Colombine”. Es decir, estuvo conforme
con la incorporación de la mujer a determinados aspectos del ámbito social. Además alentó las
inquietudes creadoras de Carmen de Burgos, quien también vimos que veneraba y respetaba al
canario como uno de los más destacados novelistas de aquel entonces. Sería recomendable, en
otro ámbito, y con más espacio, analizar más detalladamente todas las misivas para conocer
mejor los aspectos, hechos y personas que detallan. Es por tanto este conjunto de
correspondencia un retrato de una determinada época de nuestro país y de las inquietudes y
reivindicaciones de dos nombres preclaros de la cultura española, como son la escritora
almeriense y Pérez Galdós.