LA VIDA Y LA OBRA DE GALDÓS EN LUCES DE BOHEMIA
Rosario de la Nuez Torres
DON BENITO EL GARBANCERO
Luces de Bohemia, primer esperpento de don Ramón Mª del Valle-Inclán, apareció por vez primera en la revista España, en 1920 (del 31 de julio al 23 de octubre). En libro, con significativas variantes apareció en 1924. Con esta obra se acuñó para la vida literaria el término esperpento, voz traída del habla popular que sirve para designar lo feo, lo ridículo, lo grotesco o monstruoso.
Por distintas razones, casi cincuenta años después de su primera publicación Luces de Bohemia fue reconocida como la obra que renovaba el panorama teatral español de principios del siglo XX. Las primeras representaciones todavía tuvieron que esperar algunos años más.
En la Escena IV se produce el encuentro del protagonista Max Estrella con los jóvenes modernistas, quienes lamentan la situación en la que se encuentra el primer poeta del España y creen que éste tiene méritos suficientes para ocupar un sillón en la Real Academia de la Lengua Española.
CLARINITO.— Maestro, nosotros los jóvenes impondremos la candidatura de usted para un sillón de la Academia.
DORIO DE GADEX.— Precisamente ahora está vacante el sillón de Don Benito el Garbancero.
MAX.— Nombrarán al Sargento Basallo.1
Esta cita ha sido objeto de muchas polémicas acerca de las verdaderas intenciones de Valle-Inclán al referirse a Galdós por medio de Dorio de Gadex, uno de sus personajes. Con el sobrenombre de Garbancero fue conocido Don Benito Pérez Galdós entre los jóvenes noventayochistas y no parece tener nada de ofensivo, sólo demuestra el conocimiento que Valle y sus compañeros de Generación tenían de la obra del maestro. Galdós había muerto precisamente el 4 de enero de 1920, y su entierro había sido una manifestación de duelo nacional.
Para un conocedor de la obra galdosiana no es nada sorprendente el apelativo, y no porque el autor canario tuviera una afición desmedida a los garbanzos, sino porque dejó constancia en algunas de sus novelas de la forma de comer de las distintas clases sociales madrileñas de la época. En La Cocina en Galdós2 de José Esteban se recogen algunos ejemplos que ilustran esta afirmación. El protagonista de El amigo Manso, Máximo Manso en una autopresentación hace un elogio del garbanzo:
y en punto a preferencias, sólo tengo una, que declaro sinceramente, aunque se refiere a cosa ordinaria, el cícer arietinum, que en romance llamamos garbanzo, y que según enfadosos higienistas, es comida indigesta.
Por otro lado Galdós deja también constancia de la forma de vivir de una clase media que se mueve en torno a la corte, ya sea en la época isabelina o en la Restauración, la cual marca su estatus mediante la comida. En Fortunata y Jacinta encontramos numerosos ejemplos, por
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un lado tenemos a Barbarita la madre de Juanito Santacruz, quien a través de Estupiñá va y viene a los mercados y compra los mejores productos, y así se pone de manifiesto su desahogada posición económica. El polo opuesto se produce en el entorno de Fortunata. Las familias pobres cocinan legumbres, guisantes cuando es la época o garbanzos.
En el capítulo V de Fortunata y Jacinta titulado La otra restauración se alude a que doña Lupe la de los pavos ―...descascaraba los guisantes en la cocina (cuando era tiempo de guisantes) o cuando ponìa los garbanzos de remojo...‖. Alguna vez Fortunata olvidó los garbanzos en el fuego ―... parece que los garbanzos se quemaron y cuando fueron a comerlos amargaban como demonios…‖
Las alusiones a nuestro cocido son infinitas, en Tormento se dice:
Amparo comía poco de aquel pobre, insustancial cocido.
Por lo tanto es más que evidente que el apelativo el garbancero no es despectivo, sino una referencia a la frecuencia con la que aparece en la obra galdosiana las alusiones a la comida castiza madrileña, pero también es el garbanzo un componente del puchero canario, parece que también muy estimado por don Benito.
Este punto es muy polémico y en el supuesto caso que fuera despectivo, cuestión que sólo el propio Valle podría confirmar o desmentir, ha conseguido el efecto contrario, es decir, hacer que nos fijemos mucho más en la obra de don Benito.
Sin embargo no se ha reparado tanto en el diálogo siguiente a la mención del el Garbancero.
MAX.— Nombrarán al Sargento Basallo.
La respuesta del protagonista de Luces de Bohemia puede interpretarse como que nombrarán a un cualquiera que no tenga mérito alguno. En este punto la cita puede relacionarse con las circunstancias que rodearon el ingreso de Galdós en la Academia. La primera vez que Galdós fue propuesto para ocupar un sillón de la Academia, a pesar de ser ya un autor con numerosas obras publicadas, y con éxito, fue derrotado por un oscuro personaje, al que hoy nadie conoce. Galdós tuvo que esperar un año más y por fin ingresó con un brillante discurso en 1897.
El objetivo de esta comunicación es demostrar otras coincidencias entre situaciones que aparecen en Luces de Bohemia, que pudieran relacionarse con la biografía de Galdós o bien con las vividas por los personajes de sus novelas o de su teatro.
Pudiera pensarse que Valle-Inclán profundamente impresionado por las penurias económicas que padecía Galdós en los últimos años de su vida, a las que se unía su ceguera, quisiera denunciar mediante la parodia de la vida de Max Estrella, la indiferencia de los gobernantes de la época, en pleno reinado de Alfonso XIII, por el mundo de la cultura, y por la situación de los escritores, sobre todo si como en el caso de Galdós manifestaban su oposición a la monarquía.
LA RELACIÓN DE VALLE-INCLÁN CON GALDÓS
La relación de Valle-Inclán con Galdós fue muy estrecha sobre todo cuando Valle era un joven que intentaba introducirse en el mundo del teatro. También es cierto que hubo un incidente entre ambos, cuando Galdós a la sazón director del Teatro Español le rechazó su obra El Embrujado en 1909, pero no parece que pasados los años el autor gallego le guardara rencor y quisiera ridiculizarlo en esta cita.
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Con motivo de las primeras representaciones de Luces de Bohemia y por la sorpresa que producía entre el público la cita de la Escena IV ya mencionada, aparecieron en la prensa del momento artículos que trataban de esclarecer la relación de Valle-Inclán con don Benito. Uno de estos artículos lo firmaba don Pedro Ortiz Armengol y fue publicado en la Revista de Occidente en el número correspondiente a agosto-septiembre de 1976 y reproducido recientemente por la revista de estudios galdosianos Isidora.3 En el mencionado artículo se demuestra no sólo la admiración y respeto que Valle sentía por Galdós, al que consideraba un maestro, sino su etapa de trabajo en común en varios montajes teatrales y el empeño que ambos tenían por renovar el teatro español, anquilosado en el costumbrismo.
La admiración de Valle-Inclán hacia Galdós debió ser temprana, pues éste era un mito nacional desde la Restauración. En 1892 se estrena en Madrid Realidad pieza que elogiara Valle-Inclán veinticinco años más tarde como ―preludio de una renovación gloriosa‖ del teatro español.
La carta enviada por Valle-Inclán a Galdós el 5 de septiembre de 1989 y publicada por Sebastián de la Nuez, demuestra que se dirige a Galdós como amigo y maestro y le pide que le recomiende ante Carmen Cobeña, Emilio Thruiller y Donato Giménez, empresarios de una compañía de teatro, a fin de que le consiga algún trabajo como actor. Según los estudiosos de la correspondencia de Galdós unas semanas más tarde Valle se encontraba representando un papel que Jacinto Benavente había escrito para él. No sabemos si la recomendación surtió su efecto.
Hacia 1900 la relación se estrecha y el joven Valle consulta al maestro en todo lo que se refiere a sus trabajos teatrales, pero hay más, Galdós lo ha convertido en su colaborador en el minucioso montaje de Alma y vida. Valle-Inclán se ocupa de los decorados y de los figurines de los trajes, además entre las actrices preferidas de Galdós se encuentra Josefina Blanco que encarna a una de las brujas de Alma y vida y que unos años más tarde va a convertirse en la esposa de Valle.
Valle-Inclán se encuentra entre los jóvenes del noventayocho que presenciaron la apoteosis del estreno de Electra en 1901. Se dice de él que lloró de emoción, mientras otros gritaban ―abajo los jesuìtas‖ y sacaban del teatro al maestro en hombros. Es curioso que algunos se convirtieran años más tardes en detractores de Galdós.
A Galdós se le ha venido negando el papel de renovador del teatro español, que sin embargo le reconoce Francisco Ruiz Ramón en su Historia del Teatro Español. Este mérito se le ha venido atribuyendo a Valle-Inclán, ignorando quizás que en la formación teatral de Valle tiene algo que ver Galdós.
Galdós manifiesta en el prólogo que le pone a Alma y vida después de su estreno que después del éxito de Electra puede permitirse el lujo de hacer una obra verdaderamente innovadora, en la que va a recurrir al simbolismo, y en la que ha cuidado mucho el vestuario y la puesta en escena. También en este prólogo elogia Galdós el trabajo de Josefina Blanco en el papel de la bruja Zafrana. Al lado de Galdós se encuentra Valle, y cuando la obra sale a provincias será Valle quien se encargue de montarla. En una carta que Valle-Inclán le envía desde Granada le dice que lamenta no tener los decorados con los que la obra se ha representado en Madrid, y que ahora el papel de la duquesa de Ruydíaz lo desempeña Josefina Blanco.
En el acto segundo de Alma y vida durante la representación de la pastorela se produce una situación precursora del esperpento. La acción se ve interrumpida por la entrada en escena de unos pastores de verdad, analfabetos que viene a pedir clemencia a la duquesa ante los atropellos que sufren por parte del cacique-tirano Dámaso Monegro. En el tercer acto de Alma y vida los diálogos de las brujas Perojila y Zafrana, unidos a las superticiones de la vaquera Toribia, expresados en un leguaje cargado de expresiones populares y pertenecientes a un
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léxico dialectal, son un claro precedente de esos personajes histriónicos que aparecen el Luces de Bohemia.
Valle-Inclán ha recibido por parte de Galdós en 1904 el encargo de adaptar Marianela al teatro, algo que finalmente no consigue, aunque en 1906 escribe a Galdós desde Granada y le dice que la tiene casi terminada. Valle se encuentra en Granada porque allí se está representando Alma y vida, en la que él se encarga de los decorados y del vestuario, máxime cuando Josefina Blanco es ya su esposa. Es posible que a Galdós no le gustase la adaptación, pues quienes finalmente llevaron a la escena la novela Marianela fueron los hermanos Álvarez Quintero.
En noviembre de 1912 es cuando se produce el incidente entre ambos. Valle-Inclán ha enviado a Galdós la que él califica de comedia bárbara El Embrujado y le pide que le dé su opinión. Galdós parece no contestar porque no puede darle una opinión elogiosa y la comedia no se estrena en el Teatro Español que dirige Galdós en ese momento. El hecho debió de molestar a Valle-Inclán y se produjo un cierto distanciamiento pero no hasta el punto de dejar de admirarle.
En 1915 Valle-Inclán accede a una entrevista que le hace el periodista López Núñez para la revista Por esos mundo en las que se recogen manifestaciones admirativas aunque matizadas:
De Benavente pasamos a Galdós. Valle-Inclán cree que don Benito es más pintoresco que intenso. La misma exuberancia de sus obras cree que ha perjudicado el valor intrínseco de las mismas. A pesar de eso, afirma que Galdós ha sido el redentor de nuestro Teatro. Nadie antes que él había traído a la escena los vastos problemas que el autor de los Episodios. Realidad fue el preludio de una renovación gloriosa. Reinando Echegaray, todo era arbitrariedad, ampulosa y vana retórica. Y he aquí que surge el viejo maestro con aquellas obras verdaderamente geniales que prepararon el reconocimiento de nuestro Teatro.
....//..
—Lo que tendría que luchar Galdós con las cómicas— dice Valle-Inclán. Recuerde usted Alma y vida, tan fresca, tan lozana, tan juvenil, tan delicada, verdaderamente escarnecida por los actores que la representaron.
En estas manifestaciones de 1915 está claramente expresada la admiración de Valle-Inclán hacia Galdós. Por extraño que hoy nos parezca, sus contemporáneos veían en Galdós, antes al autor teatral que al novelista, y que el propio Galdós se consideraba también como hombre de teatro antes que autor de novelas.
Ambos escritores se sintieron atraídos por la Historia de España y coincidieron en contar las Guerras Carlistas y el convulso reinado de Isabel II, cada uno a su manera y en su peculiar estilo.
También ha sido señalado por los estudiosos de la obra galdosiana la frecuencia de la palabra ―esperpento‖ en la obra de Galdós, aunque no podemos negarle a Valle-Inclán la consagración del término como una deformación de la realidad, no exenta de amargura. Cuando la realidad es absurda no queda más remedio que ridiculizarla hasta el absurdo y reírnos de ella.
El empleo que Galdós hace de la palabra ―esperpento‖ es notable y ha sido estudiado por Smich y Varey quienes la han registrado en La desheredada, La de Bringas, Lo prohibido, Ángel Guerra, Los condenados y en la serie de Torquemada. Rodríguez Puértolas añade que también se encuentra en algunos Episodios Nacionales como Cádiz y España sin rey. También se registra el término en Fortunata y Jacinta y en Miau.
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EL CONTEXTO HISTÓRICO DE LUCES DE BOHEMIA
Aunque Luces de Bohemia aparece unos meses después de la muerte de Galdós, al no ser representada, desconocemos si los lectores de la época pudieron relacionar al protagonista de la obra de teatro con el gran novelista, pero hay muchas coincidencias en el texto con aspectos de la vida de Galdós.
Una vez probada la amistad de ambos escritores no sería extraño que Valle-Inclán quisiera rendir homenaje al maestro con esta obra. ¿Quién podía ser el primer poeta de España en ese momento histórico? Recordemos que el término poeta se usa indistintamente para referirse a un escritor, y Galdós en sus tiempos juveniles hizo sus pinitos en poesía, al mismo tiempo que en el teatro.
Max Estrella es un personaje de ficción y como tal no tiene que reproducir exactamente la vida de un escritor real, más bien habría que entenderlo como una dura crítica a la desidia con la que en España se trataba y se trata a los escritores, y en general a los artistas, y no es extraño que muy pocos hagan fortuna en vida, y muchos mueran en la indigencia. Como ejemplo baste citar a Cervantes, o al mismísimo Galdós, tampoco la situación de Valle-Inclán era boyante entonces.
El nombre del protagonista, Máximo Estrella, tiene un valor simbólico a todas luces, pero curiosamente dos personajes galdosianos muy queridos por Galdós llevan como nombre de pila, Máximo. Me refiero al protagonista del El amigo Manso, Máximo Manso y al protagonista del gran éxito teatral de Galdós, Máximo Yuste en Electra.
Máximo Estrella es un cesante, acaban de despedirlo del periódico en el cual colabora. Vuelve a leerme la carta del buey Apis, dice Max a Collette. En los últimos años de su vida Galdós vio rechazada la candidatura al Premio Nobel un par de veces. La concesión del Nobel hubiera servido para paliar sus problemas económicos
El protagonista de Luces de Bohemia se dedica al periodismo, también Galdós tuvo una intensa actividad periodística en otra época.
Valle-Inclán relaciona al protagonista Max Estrella con acontecimientos que han ocurrido a finales del XIX o en los primeros años del siglo XX, por ejemplo la alusiones a la revolución rusa, el movimiento obrero o la revueltas de la Semana Trágica de Cataluña.
ESCENAS QUE PUEDEN RELACIONARSE CON LA VIDA O CON LA OBRA DE GALDÓS
A) El empeño de los libros en la cueva de Zaratustra y la solución que se le da de querer deshacer el trato, nos podría hacer pensar en los problemas que tuvo Galdós al querer recuperar sus derechos de autor, y tener que ponerle un pleito.
B) En otras escenas se habla de la admiración que siente Max por Shakespeare.
C) Don Peregrino Gay elogia la vida y el sistema político inglés, lo cual nos hace recordar las palabras de un personaje de Fortunata, Manuel Moreno Isla, que curiosamente muere de forma súbita de un ataque al corazón.
D) Las escenas de la detención de Max, en las que presencia las torturas del anarquista catalán, pueden tener cierta analogía con el episodio de la detención del ciego Almudena a la novela Misericordia.
E) Las escenas del billete del lotería que Max compra a crédito, que le roban cuando le encuentran muerto, y que finalmente sale premiado, tienen su paralelismo en Misericodia.
F) La muerte en la calle de Max, nos recuerda a la de Francisco Ponte Delgado en Misericordia.
G) El entierro de Max, al que asiste un ministro, bien puede parecerse al entierro de Galdós. Las alusiones a la ausencia de representantes de la Academia, nos recuerdan a los
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desencuentros que tuvo Galdós en los últimos años de su vida con la Academia a propósito de la concesión del Nobel.
Para concluir quisiera recalcar que la creación de este personaje por parte de Valle-Inclán, aparte de las coincidencias que pueda tener con la biografía de algún otro escritor, por el momento en el que aparece la publicación, parece que Valle una vez superadas sus diferencias con Galdós, quisiera rendirle un homenaje póstumo denunciando la triste situación del hombre que había sido considerado una gloria nacional.
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1 Ramón del Valle-Inclán, Luces de Bohemia, Edición, introducción y notas de Alonso Zamora Vicente. Ed. Espasa Calpe S.A., Madrid 1983, p. 49
2 José Esteban, La cocina en Galdós, Editorial literario-gastronómica, Fortunata y Jacinta, Madrid 2006, pp.13-14; 17-18; 23
3 Pedro Ortiz Armengol, Isidora, Revista de estudios galdosianos nº 5, Madrid 2007, pp. 1111-121