o c:
Hace ya mucho, muchísimo tiempo que no recibimos nada mas que malas noticias. En todos los
medios de comunicación, en las conversaciones entre amigos, en casa en las comidas, a todas horas
surgen referencias de catástrofes y barbaridades Desde La Luna producidas las mas de las veces, siempre si se está
en fase pesimista, por el ser humano.
La distancia entre civilizaciones, el cu lto al dinero y la dictadura de las leyes del mercado, la
globalización como yugo que esclaviza y la pérdida de referencias culturales se convierten enseguida,
si no nos protejemos, en cantos de sirena que atrapan a cualquier individuo, por inteligente que
sea. Barbaridades como el racismo y la xenofobia, el tancredismo ante los millones de muertos
producidos por el SIDA en los países subdesarrollados, la hambruna que ya llega hasta nuestros
hermanos argentinos, la guerra "inteligente", el terrorismo, la intolerancia, las hecatombes ecológicas
como la que estamos padeciendo todos y en especial nuestros vecinos gallegos, y la TELEVISiÓN
con mayúsculas, son claros ejemplos de donde estamos y adonde podemos llegar.
Antiguamente, y ahora también aunque con menos éxito y menor frecuencia -recordemos el
amparo que tuvieron algunos palestinos en la basilica de Belén en la última intifada- cuando
comunidades estigmatizadas y perseguidas tenían que huir de las racias cristianas se protegían
acogiéndose a sagrado. Los espacios dedicados al culto servían de refugio y de seguro ante la
barbarie, la incomprensión, la intolerancia, el racismo, el miedo al otro, al diferente, la defensa del
dios verdadero, el odio y la insolidaridad.Yamos, como ahora. Poco hemos avanzado.
Aquellos que trabajamos por y para el teatro, con todos nuestros problemas, tenemos la sensación,
no sé si fatua, de que desde la escena y con todos ustedes como público - si no el esfuerzo sería
estéril-, se puede continuar una tarea un poco revolucionaria: la revolución de la palabra. El teatro
no es una religión, por supuesto, pero si consiguiéramos crear una adoración por la palabra desde
el escenario, cada representación teatral se acercaría mucho a una nueva iglesia.
¿Desde dónde podemos ser conmovidos reflexivamente? Desde las pantal las de televisión no
parece probable, en la confusión de gritos y pasiones del nuevo circo romano futbolero parece
que tampoco.Yo confío en la palabra engrandecida desde el escenario como una nueva religión
con minúsculas y por ella postulo. En breve tendremos títulos como Las criadas de Genet, La
guerra de nuestros antepasados de Delibes, El señor Badanas de Arniches, La gaviota de Chejov,
Un marido de ida y vuelta de Jardiel Poncela, que además de entretener y divertir servirán para
iniciarnos en esta nueva y moderna religión. Les esperamos en nuestra tierra sagrada.
La Luna del Cuyás
Edita Teatro Cuyás . calle Viera y Clavijo s/n' 35002 Las Palmas de Gran Canaria Tel 928 43 21 80 Fax 928
43 21 82 E-mail info@teatrocuyas.com Web www.teatrocuyas.com Director Manuel Gutiérrez Director
Adjunto Gonzalo Ubani Cordinadora de Redacción Yolanda Saavedra Jefe de Redacción Francisco
M. Lezcano Fotografía Txefe Betancort, Productores de espectáculos y Archivo del Teatro
Depósito Legal G.C.880-200 Dirección de arte y Maquetación ~ Imprenta San Nicolás
d,l)
Cabildo de
Gran Canaria IfBIR~ _ ORQUESTA
FILARMÓNICA
DE GRAN CANARIA
Sumario
04 Fábula del insomnio Nadie duerme en la Corte
de la Espuma OS Longina, emigrante en La Habana
Regresa el musical canario 06 Las criadas Confuso
juego de identidades 08 Fashion , Feeling, Music
Repaso a la sociedad con acento joven 10 Las
guerras de nuestros antepasados Los últimos días
de Pacífico Pérez 12 El Señor Badanas La humanidad
y la comicidad en Arniches 14 La gaviota Poca acción
y kilos de am~r 16 Un marido de ida y vuelta Un
viaje al otro mundo 18 Músicas del Mundo/Argelia
Las sonoridades de las nubas 19 Las músicas que
vienen Pakistán, Azerbaiyán y Ba luchistán
Las criadas
un peligroso juego de
falsas identidades que
acaba en desgracia
Mario Gas dirige la
desgarradora obra de Jean
Genet que interpretan
magistralmente Enma Suárez,
Mónica López y Maru Valdivielso
A juicio de Mario Gas, Jean Genet habla
en su impactante relato Los criados, de
las estrechas fronteras existentes entre
dominados y dominadores, entre el exilio
interior y exterior, convirtiendo el
celebérrimo caso de las hermanas Papin,
en una fascinante indagación por la vía
poética sobre la condición humana y
sus oscuros recovecos. Del texto de
Genet se desprende un ritual siempre
inacabado sobre la búsqueda obsesiva
de la identidad, que Gas define como
un vómito maravilloso sobre tres seres
dolientes: la fría y cobarde Solange, la
frágil y alucinada Claire, y la falsa y
adinerada señora para la que ambas
trabajan.
Enma Suárez, Mónica López y Maru
Valdivielso son las tres actrices que
interpretan este drama que Genet, uno
de tantos escritores malditos que acaban
convirtiéndose en mito después de
haber tocado el infierno, estrenó en
1947, inspirándose en un hecho real que
conmocionó a la opinión pública francesa:
el brutal asesinato y descuartizamiento
de una acaudalada señora a manos de
sus empleadas de hogar, las hermanas
Christine y Lea Papin, de 28 y 21 años.
En Los criados todo comienza como
un juego inocuo; como una ceremonia
inofensiva sobre la búsqueda del
sentido de la realidad en una realidad
sin sentido, pero que lentamente se
adentra en un laberinto de confusiones
y de complicados juegos de identidad
interpersonales en el que se mezcla
lo real con lo irreal. Ninguno de los
tres personajes se desenvuelve en un
plano de realidad consistente y tangible
en la espiral de autodestrucción en la
que se desarrolla y crece el relato de
Genet. Viven en la profunda desdicha
y en la amargura; en la violencia, la
locura y la angustia. Pero también
desean ser ellas mismas, ser amadas y
no sentirse solas.
Las criadas, la segunda de las obras
dramáticas de Jean Genet y la primera
en ser llevada a la escena (fue estrenada
en París en 1947), no es un remedo de
la realidad, ni mucho menos un alegato
sobre la suerte de las domésticas. Solange
(Mónica López) es fría, pero se muestra
más cobarde que Claire (Enma Suárez),
más sumisa, pero más valiente. Las dos
hermanas odian a su señora, pero a la
vez se sienten fascinadas por su poder,
y juegan entonces entre ellas a ser
también señora y sirvienta, en una confusa
espiral sin fin de dominación y sumisión
que acaba finalmente arrastrándolas a la
locura y el asesinato. En Las criadas se
superponen las identidades y las
frustraciones íntimas. Claire y Solange se
aman y se odian. La señora humilla
valiéndose de su poder y sus criadas se
sienten humilladas sin motivo, pero ¿se
concibe acaso la existencia de ambas sin
el ejercicio totalitario del poder de su
señora? La obra avanza con dureza, con
las dos mujeres como topos en una
madriguera, amándose y odiándose, y
alimentando el ritual secreto de
representar siempre el papel de su señora
Fashion
Feeling
Music
la esencia de la sociedad en la que estamos
Esteve Ferrer dirige un musical para todos los públicos que no pretende
ser ni el retrato de una generación, ni un ensayo más o menos certero
de la juventud de hoy
Llega al Cuyás otro de los espectáculos
que ha levantado entre el público joven
todo tipo de pasiones, Fashion, Feeling,
Music, una atrevida y ácida radiografía
tragicómica que dirige Esteve Ferrer,
ganador de un premio Max en 200 I al
mejor musical por Te quiero, eres perfecto,
yo te cambiaré. Dirigido musicalmente
por el músico y compositor catalán
Manuel Gas, Premio Max a la dirección
musical en 1999 por Guys and dol/s, el
montaje de dos horas de duración no
pretende ser uno etiqueto, ni el retrato
de uno generación, ni un ensayo más o
menos certero de lo juventud de hoy. Se
hablo de sexo, de lo importancia de lo
imagen, de los teléfonos móviles, de lo
publicidad y del salto o lo fama, pero
también de los drogas, del poro, de lo
inmigración y de otros cuestiones como lo
político, señala Esteve Ferrer.
La idea de producir Fashion, Fee/ing,
Music nació hace ya unos cuantos años,
cuando un grupo de jóvenes actores,
recién incorporados al medio
profesional, auspiciados por el Teatre
Lliure de Barcelona, iniciaron una
aventura teatral que pretendía dar un
repaso a la sociedad que les rodeaba,
pero desde su punto de mira, que no
era otro que el de la juventud. Para
eso tuvieron la acertada idea de
empezar a improvisar sobre todas las
vivencias, y todos los personajes que
se cruzaban con ellos durante el
periodo de ensayos.Todo ese material
que surgió de los actores, lo utilizaron
un director y un dramaturgo para crear
un texto teatral sin otra pretensión
que la de ser tan actual y cotidiano
como directo, para así, poder llegar
con frescura y contundencia al alma
del espectador.
Con esos objetivos crearon Fashion,
Feeling, Music, que Ferrer ha dirigido
con la intención de convertirlo en un
espectáculo rabiosamente
contemporáneo y emotivo, aunque
basado en el texto, las situaciones
originales y las propias experiencias
y realidades, tanto de los siete actores
que integran el reparto como del
equipo artístico. La hija de la actriz
Ángela Molina, Olivia Molina, Manu
Fullola, Octavi Pujades, Marta Solaz,
Alex Cueva, Fran Perea y Cristina
Castaño, todos ellos rostros frecuentes
de la teleserie Al salir de clase, son
los actores que mantienen en tensión
al público, bailando y cantando entre
la escenografía diseñada por Ana
Garay.
Estructurado en tres conceptos que
engloban la esencia de la sociedad a
la que pertenecemos: el mundo de la
moda, el espacio de los sentimientos
y el de la música, Ferrer traza una
especie de retrato que se decanta por
mirar con especial predilección, e
incluso ternura, o unos personajes que
se desmoronan, caen o han sido víctimas
de lo g/obalización económico, social y
cultural, añade el director. quien sostiene
que Fashion, Fee/ing, Music no está
destinado sólo 01 público joven. Los tipos
que desfilan son intemporales porque su
edad depende de los ojos del espectador,
concluye.
Las guerras de nuestros
un alegato contra la pena de muerte
José Sámano dirige a Manuel Galiana y
Juan Jesús Valverde en este drama de
ficción en el que Miguel Delibes reflexiona
sobre el papel de la violencia secular
en una sociedad envilecida
Las guerras de nuestros antepasados
- segunda producción de la trilogía
teatral de Miguel Delibes- se ha
planteado como una refiexión sobre
el papel de la violencia secular en la
sociedad y como una parábola crítica
sobre la vida española, que nos
acerca, con sutil humorismo y un
lenguaje absolutamente magistral, a
problemas esenciales como la
libertad y la responsabilidad humanas.
La obra, que se desarrolla en rigurosa
unidad de tiempo, espacio y acción,
es un profundo clamor antibelicista
y un definitivo alegato contra la pena
de muerte. Dirigido por José Sámano
e interpretado por Manuel Galiana
(Pacífico Pérez) y Juan Jesús Valverde
(Doctor Burgueño), el montaje se
adapta ejemplarmente al concepto
del teatro en Delibes, un teatro que
valora al máximo al actor y su texto,
alejado de excesos escenográficos,
testimonial y lleno de humor, pero
al mismo tiempo sujeto al drama y
al patetismo.
La obra, escrita por el novelista
vallisoletano en 1974, está ambientada
en 1961. Los dos únicos personajes
del montaje mantienen un diálogo que
planteará pronto al espectador algunas
de las grandes cuestiones del ser
humano. La historia de Pacífico Pérez
constituye el hilo conductor de esta
historia de ficción que fue por vez
primera llevada a los escenarios hace
trece años, interpretada por José
Sacristán y Juan José Otegui. Como ha
asegurado el propio Delibes, Las
guerras de nuestros antepasados no es
otra cosa que la imposibilidad de un tipo
hipersensible de seguir siendo eso,
sensible, en este mundo atroz, donde te
cercan por todas partes y te envilecen.
Pacífico Pérez -un hombre simbólicoprotagonista
de este drama, es un ser
que por mor de la violencia
circundante, en especial la de sus
belicosos familiares, acaba
convirtiéndose en un hombre
gratuitamente agresivo, inhibido y
escéptico.
A través de la magistral interpretación
de Galiana, el público percibirá el espíritu
de Pacífico Pérez, un personaje que
desconoce la culpa y mata sin culpa;
que actúa con unos códigos propios,
alejados de los comportamientos
sociales, y llenos de un sentido tan
común como aplastante.
El Señor Badanas
un relato lacerado sobre la realidad nacional
Carlos Arniches se propuso integrar en
El Señor Badanas caracteres dramáticos
y sociales que definen un ambiente moral,
social y polftico. Esta obra de 1930 reúne
dichos caracteres por medio de los cuales
se denuncia una realidad nacional
deforme y defectuosa, lacerada por la
ignorancia, la crueldad y el vacío espiritual
frente a la cual se opone la moral sana
y renovadora encarnada en personajes
como el protagonista que encarna
Fernando Conde.
Dirigida por Francisco Vida!' quien ha
trabajado como actor con los cineastas
Dirigida por Francisco Vidal e interpretada por
Fernando Conde, la obra de Arniches integra en
una sola pieza caracteres dramáticos y sociales que
definen un ambiente moral, social y político
Vicente Aranda, José Luis Cuerda, José
Luis Garci, Francisco Reguero, Juan
Antonio Bardem o Antonio Mercero,
entre otros, El Señor Badanas narra el
ascenso de la carrera de un político
tentado por las ansias de poder, dinero
y respetabilidad social, quien se olvida
de aquellas virtudes fundamentalmente
morales como la honradez y la
tolerancia que rigieron su vida
anteriormente. Arniches pretende con
esta obra, al igual que con otras como
La señorita de Trévelez, denunciar la
actualidad y alejarse de la fórmula
dramática estrictamente realista o
costumbrista de autores como
Benavente.vidal, profesor del laboratorio
de teatro William Layton, también ha
trabajado como actor teatral a las
órdenes de Nieva, y como director, con
anterioridad, ha dirigido Todo o nada,
de Bernhard; El embrujado, de Valle-
Inclán; Yonkis y yanquis, de Alonso de
Santos y Tierra de nadie, de Pinter, entre
otras.
Junto a Fernando Conde, conocido por
sus interpretaciones en filmes como El
perro del hortelano, de Pilar Miró, o Más
pena que gloria, de Víctor Garda León,
figuran en el elenco del montaje cuya
adaptación ha realizado José Ramón
Fernández, una larga lista de intérpretes
que encabeza Amparo Soto (Los zancos,
Calle Nueva, Los ladrones van a la oficina),
Alfonso Vallejo (ha trabajado bajo la
dirección de José Luis Gómez, Fernando
Fernán-Gómez, Guillermo Heras o
Francisco Nieva), Enrique Menéndez (Las
ratas, Periodistas o Petra delicado), Teresa
Cortés (ha trabajado junto a Alfonso
Zurro, Manuel Collado,José Luis Alonso
o Pérez de la Fuente y Zorion Eguileor
(A los cuatro vientos o Salto al vacío).
LA RISA QUE NO SOPORTAN LOS TIRANOS
José Ramón Fernández
Adaptador de El Señor Badanas
Arniches domina todos los resortes de la comedia para ofrecernos la risa mejor: la risa lúcida, la risa que rompe las
mentiras. La que no soportan las mentiras. La risa que no soportan los hipócritas ni los tiranos. Arniches nos ofrece
el drama verdadero de unos seres humanos, envueltos en unas risas que a veces se nos quiebra. Eso es lo que hace
Carlos Arniches, un clásico. Hay que recordar que esta obra tiene ya unos años; que el humor a veces, hace referencia
a la realidad del momento, y que al cabo del tiempo se pierde en el olvido; que es conveniente ajustar las obras a
las posibilidades de producción. Mi trabajo ha sido el de un restaurador, el de alguien que ha tratado de devolver a
una joya su lozanía. La obra original tenía, por ejemplo, seis personajes más. Lo que espero es que nadie note la mano
del restaurador; que ese trabajo pase desapercibido y sirva para que el público aprecie en toda su limpieza los colores
maravillosos de una gran artista, de un autor fundamental del siglo XX. Para ello la fórmula no es complicada: hay
que contar con un grupo de excelentes actores y con un director de escena inteligente y riguroso. Le felicito: va a
pasar usted dos horas de las buenas.
Un marido de ida y vuelta puede
considerarse como una obra
característica del teatro de lo inverosímil
jardielesco. Planteado su argumento
desde una situación de todo punto
absurda, aunque desarrollado luego con
perfecta lógica interna, la farsa estrenada
por Jardiel Poncela en 1939 en el Teatro
Infanta Isabel de Madrid, contiene por
primera vez un elemento de misterioso
y sombrío desengaño existencial de
fondo, que a veces conduce al
tratamiento de cuestiones psicológicas
y. en particular, a ese lema recunrente de
la locura que aparece por vez primera
en una de sus aportaciones maestras,
Eloísa está debajo de un almendro.
La ida y vuelta, ese viaje al otro mundo
y el retorno fantasmal, constituye el
eje en tomo al que gira toda esta obra
que coproduce el Teatro Cuyás, y que
dirigen Francisco Vidal y Joaquín Kremel.
Ese elemento se aborda desde un
tratamiento abierto y positivo del amor,
más allá de la misogini'a con que
Poncela presenta la frivolidad de Leticia,
la protagonista junto a Pepe Uoaquín
Kremel) y Paco (Enrique Simón) de
este peculiar triángulo amoroso. El
contraste de caracteres y lo insólito
de la situación rompen con lo habitual
en el teatro a la hora de presentar un
núcleo de abundantes conflictos y usual
en el teatro burgués de salón: los
problemas matrimoniales. Desde la
carnavalesca muerte entre disfraces
con que se termina el primero de los
tres actos, humorismo y poesía se unen
con perfecto equilibrio en esta pieza
que desarrolla un tratamiento unitario
del amor y la muerte como concepto.
A Jardiel le gusta jugar con los
personajes en situaciones anómalas,
por lo que no es extraño que los
muertos en esta comedia pierdan sus
condiciones terroríficas para adquirir
categoría humana y puedan luchar
incluso por su amor; aunque sin las
limitaciones en que nos movemos los
que aún no hemos pasada a la otra
orilla. Junto a Kremel, Julia Torres y
Enrique Simón, forman parte del
reparto de este montaje los actores
Maribel Ayuso, Esther del Prado, Pedro
Javier, Julián Navarro, Lola Velacoracho
y Mariano Venancio.
El humor de situaciones sobre el que
basa Jardiel Poncela su estética escénica
no deja respiro al espectador. En el
primer acto las escenas se suceden sin
parar al ritmo sincopado de una música
de jazz. Todo el acto está planteado
desde una brillante estética camavalera,
llegando al final apoteósico con todos
los personajes sobre la escena riendo
las humoradas de Pepe mientras agoniza,
en la que se recuerda como una de las
mejores secuencias cómicas del teatro
español. En el segundo acto acontecen
los equívocos misteriosos, y en el tercero
y último, todos terminan aceptando la
presencia de los espectros, el de Pepe
y Leticia.
Curiosamente esta pieza se presentó
antes de su estreno en Madrid en
Barcelona con título diferente, Lo que
ocurrió a Pepe después de muerto,
coincidiendo con la realización de la
película Mauricio o una víctima del vicio,
una vez acabada la contienda nacional.
I'\ngelina o un drama en
, .. " . . ~ , ..
la rel na de la
La música arabo-andalusí es la heredera
de una tradición culta creada en Córdoba
en el siglo X por Zyriab, ilustre cantante
que abandonó Bagdad para hacer carrera
en la recientemente conquistada AIAndalus.
Tras siglos de convivencia entre
cristianos, musulmanes y judíos en AIAndalus,
las escuelas de música dieron
lugar a distintos géneros en las ciudades
magrebíes en las que se instalaron los
andalusíes tras la conquista de Granada
en 1492 y la expulsión de sus habitantes
musulmanes y judíos: Ala en Marruecos,
Sanaa en el centro de Argelia y Malouf
en el este de Argelia, Túnez y Libia.
El grupo que lidera Nassima (canto y
kuitra), integrado por Kamel Labassi
(flauta), Abdel-Ghani Belkaid (viola),
Noureddine Aliane (laúd) y Abderahman
Khalfa (darbuka), nos acercará a las
sonoridades de las nubos (cuerpo poético
y melódico de la música arabo-andalus0,
en la nueva entrega del ciclo Músicas
del Mundo previsto para el mes de
enero. Entendidas como una sucesión
de piezas vocales e instrumentales que
siguen un riguroso orden ritmico, puede
decirse que las nubas se corresponden
con la suite instrumental occidental.
Existen veinticuatro nubas y cada una
dura aproximadamente una hora, en
función de los fragmentos
improvisatorios. En Argelia se conservan
doce nubas completas. Podrían definirse
sanaa
otros caminos. En algunas nubas hay una
presentación o preludio que recoge los
diversos temas que después aparecerán
en la obra, con lo cual tenemos ya un
principio de unidad muy alejado del
esquema fragmentario y secuencias de
la música medieval anterior.
Por otra parte, los distintos fragmentos
cantados se encuentran enlazados por
interludios instrumentales, y presentan
una unidad estructural en toda la obra,
el ritmo pasa paulatinamente de ser
lento a ser prestísimo al final. Es como
un ciclo vital copiado de la rítmica de la
naturaleza, desde el nacimiento a la etapa
de mayor vigor y esplendor. es la propia
estructura física del movimiento que se
trunca en su momento más álgido. Se
distinguen a grandes rasgos, cinco partes
de la nuba: Besit -zakil (lento); -jafif
(rápido); Kaim o nusf. con forma única;
Betahihi -zakil; -jafif; Derch, forma única,
y Koddam -jafif.
Nassima interpreta el repertorio de
Sanaa, que se distingue de las otras
escuelas por una lentitud muy estética
de su tempo. Tranquila y sonriente, es
considerada la reina de la Sanaa de la
. región de Blida, de la que es originaria
y cercana a Argel. Formada desde muy
joven en asociaciones andalusíes, posee
una melodiosa voz de mezzosoprano y
una hermosa presencia escénica.
también como una alternativa islámica ..
a la problemática musical del \l(\~\tt"
Renacimiento, de búsqueda de una , ~ \\ ~~\) (;) u~)
unidad estructural, conseguida en t \ t \.~ de\ ~ú~t'~0-a~Qa'
Europa fundamentalmente p~r el '. ú~i(.~~ ¡ca~t0 a~a Irz.O:?'O'(\,
contrapunto y la I?ollfonla, y ~ ~e\I~' e~e~Ci" út0~
desarrollada en AI-Andalus por ~íá i;l\ ~~i(.0·. \,0 e
~~e~10 ú,
Azerbaiyán
cantos del gran Cáucaso
Agha Karim (canto)
Malik Mansurov (tar)
Elchan Mansurov (viela- ketmantché)
Marc Loopuyt (oud)
Baluchistán
tierra de contrastes sonoros
Ustad Omar (sorud)
Sacchu Khan (sorud)
Mohammad Khan mauta)
Mossa (canto)
Mula (tanburag)
Los pashtunes son un pueblo conocido por su independencia e irreductibilidad,
repartido en el sur de Afganistan y el noroeste de Pakistán, en una zona con
fronteras muy permeables. Peshawar,la capital de esta zona, es un animado centro
multiétnico donde la música y la poesía nunca ha dejado de sonar:
En uno se los barrios populares de esta ciudad vive una de las grandes cantantes
pashtunes, Zarzanga, una pequeña mujer llamada desde pequeña rama de oro. Su
voz, sublime, áspera y poderosa, hace que los hombres se inclinen de admiración.
Continuadora de la tradición pashtún, canta a la luna, la belleza de la naturaleza,
y el amor, pero también las epopeyas guerreras que marcan la historia mítica de
este pueblo. Su canto, desnudo de todo artificio y acompañado por la tabla y el
rebab (laúd afgano), produce una fuerza y emoción poco comunes.
El cantante Agha Karim, nacido en 1948, tiene desde pequeño dos pasiones: los
misterios de la naturaleza y los cantos amorosos de los trovadores populares
Achik, que fueron sus primeros maestros. Después estudia con los grandes maestros
de la tradición culta del mugam. Agha Karim es también un gran compositor y
poeta que ha compuesto más de doscientos teshnif (cantos clásicos rimados).
El arte del mugam requiere la participación de un grupo instrumental. Malik
Mansurov es uno de los mayores instrumentistas de taro laúd de mango largo, de
Azerbaiyán, con quien desean cantar los principales intérpretes. El chan Mansurov
toca la viela con arco (ketmanché) con excepcional maestría Juntos han interpretados
los más hermosos mugam.
Todos ellos interpretarán mugam nobles, herederos de las oraciones zoroástricas
y teshnif, cantos ligeros y rápidos de las tradiciones transcaucásicas.
Sólo algunos camiones de colores y ruidosos perturban el silencio de esta región
situada al sureste de Irán y al suroeste de Pakistán. Baluchistán, tierra árida y
desértica, pueblo seminómada había sido olvidado por el mundo hasta que un
suceso ha hecho saltar a la actualidad a la ciudad de Qetta, su capital. En estas
tierras de contrastes, el fusil puede imponer su ley así como la música imponer
su fuerza y frescura.
Dos grandes maestros, Ustad Omar y Sacchu Khan nos deleitarán con el instrumento
por excelencia de los baluches, una viella de cuatro cuerdas ampliada a seis u ocho
cuerdas simpáticas. Su toque rápido y preciosista se acompaña de la flauta de
Mohammad Khan y el canto de Mosa, próximo al qawwalí, así como del tamburag
(laúd). El toque de Mula está lleno de ritmos complejos que acompañan a estos
cantos populares con sus voces dulces y graves.
Horario de atención al público
De I 1:30 a 13:30 horas y de 17:00 a 20:30 horas
Tfno.: 928 432 I 8 I
Venta telefónica anticipada
Tfno.: 902 405 504
Entradas disponibles 90 minutos antes
del comienzo de cada función
Más información en:
www.teatrocuyas.com
Si usted recibe en su domicilio información del Teatro Cuyás, a partir de ahora también recibirá La Luna del Cuyás, revista
del Teatro Cuyás. Si no es así o ha cambiado de dirección, le rogamos cumplimente el siguiente formulario y lo entregue
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