LA BELLA AURORA

Una comedia mitológica

de Lope de Vega

Editorial

1999-2004, cinco años de Cuyás

Lo primero que el Teatro Cuyás quiere hacer

desde esta tribuna es felicitarles a todos

ustedes el año 2004. Y desearnos para todos

un año lleno de cosas buenas y de éxitos, y

de entre esos éxitos, cómo no, los teatrales.

Parece mentira que el tiempo pase tan

deprisa cuando sucede algo gozoso.

Francisco Rabal inauguró esta casa en mayo

de 1999 con un recital titulado Queridos

poetas. Desde aquel emotivo acto hasta

ahora han pasado cinco años; cinco

temporadas tan llenas de actividad y de

brega que se han ido en un suspiro, señal

de que han estado plagadas de cosas buenas.

Compartir esta sensación plenamente con

ustedes, con el público de Gran Canaria, es

lo mejor a lo que tenemos que aspirar.

La mejor celebración de esos años Cuyás

en el 2004 es la de seguir estando cerca de

ustedes. Mantener una programación

multidisciplinar y de calidad con la que se

sientan identificados, que sea de su interés

por los valores de los textos, de los artistas

y de las puestas en escena. Que sea de su

gusto porque, sea drama o comedia, van a

sentir, a disfrutar y a participar. Que sea de

su atención porque incorpore nuevas

estructuras de creación con propuestas

estéticas y de lenguaje que nos hagan

respirar aire fresco. En pocas palabras hacer

más suyo, si cabe, el Cuyás. Y eso pasa

también por mantener y mejorar el espacio:

desde el patio hasta el escenario pasando

por el vestíbulo, la sala, los accesos, los

camerinos, la cafetería, etc. etc.

A través de esta revista ustedes reciben

información periódica de la actividad del

teatro. Existen otros cauces de información

igualmente importantes, unos más

generales, como la página web, los anuncios

en prensa, los dípticos trimestrales, los

avances de programación, otros más

específicos como las cuñas de radio, la

cartelera y los programas de mano. Para

todos ellos, incluida la revista, sería muy

saludable conocer cómo les gustaría a

ustedes recibir la información y qué

información valoran más; en el caso de la

revista por ejemplo, si tenemos que hacer

más hincapié en la información literaria o

histórica o por el contrario si les interesan

más detalles del proceso de creación o

recibir más información de los actores y

director. Desde esta página les pedimos que

nos den su parecer. Pueden utilizar nuestro

e-mail, info@teatrocuyas.com, o el fax del

teatro 928 432182 o cualquier medio que

esté a su disposición, desde una carta hasta

una visita a nuestras oficinas para conocer

personalmente lo que tengan que

sugerirnos. El Teatro Cuyás quiere saber

cómo quieren ustedes estar informados y

cómo quieren recibir esa información.

Por último, pero no por ello menos

importante, resaltar una actividad que inicia

el año 2004 y que tiene especial relevancia

en la celebración del quinto aniversario del

Teatro Cuyás. Zalakadula El laberinto de los

sueños es un espectáculo que se retoma

después de dos años en los que no tuvimos

la suerte de poder continuar una tradición

que ha hecho y hará felices a todos los

públicos, en especial los más jóvenes, en la

primera semana del año antes de la festividad

de los Reyes Magos. Pero no sólo es especial

porque se recupera y mejora el espectáculo,

sino porque se hace en colaboración entre

el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran

Canaria y el Cabildo de Gran Canaria.

Iniciamos el año y la celebración del periodo

pasado logrando la coordinación y

colaboración de dos instituciones sin cuyo

esfuerzo, pasión y entendimiento no se

hubiera logrado alcanzar el resultado que

todos los peques están esperando. Desde

aquí el agradecimiento al Ayuntamiento de

la capital por la generosidad y la visión que

ha demostrado.

Al cerrar estas líneas sólo nos queda desear

que lo que aquí les transmitimos siga

creciendo y manteniéndose como objetivo

prioritarios de un teatro, el Cuyás, de todos

ustedes.

La Luna del Cuyás

Edita Teatro Cuyás

Calle Viera y Clavijo s/n

35002 Las Palmas de Gran Canaria

Tel 928 43 21 80 Fax 928 43 21 82

Email: info@teatrocuyas.com

Web: www.teatrocuyas.com

Director

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Director Adjunto

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Coordinadora de Redacción

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Jefe de Redacción

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y Archivo del Teatro

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La Peluquería

Imprenta

San Nicolás

El Teatro Cuyás no se hace responsable de los contenidos ajenos a la programación, ni de la opinión de sus colaboradores. Publicación de distribución gratuita.

Cartel de la obra La bella Aurora

04 El laberinto de los sueños

La Compañía Zalakadula entusiasma a los niños con su mágica fantasía

06 ¡Se quieren!

Controversias matrimoniales para todos los gustos

08 La tienda de la esquina

Una foto de humanidad que nos reconcilia con la vida

10 Ñaque o de piojos y de actores

Visiones de Sanchís Sinisterra sobre el teatro del Siglo de Oro

12 Compañía Nacional de Danza

Nacho Duato: un coreógrafo en plenitud

14 La cena de los idiotas

Un eficaz mecanismo cómico

18 La bella Aurora

Versos deliciosos de Lope de Vega para una historia mítica

20 Best Before

Coreografías de Martín Padrón entre lo figurativo y lo radical

22 Por amor al arte

Una comedia contemporánea sobre el amor

24 El libertino

Diderot se debate entre el sentimiento y la razón

26 El Teatro Cuyás: historias de un espacio centenario

María Dolores de la Fe rememora a Pepe Romeu

30 Avance Marzo-Abril 2004

Sumario

EL LABERINTO DE LOS SUEÑOS

Compañía Zalakadula

Dirección: Luifer Rodríguez

Días 2, 3 y 4 (a las 17.00 h. y 19.30 h.)

de enero

Precios

Patio de butacas Adultos 15 euros

Niños hasta 14 años 12 euros

1er Anfiteatro Adultos 12 euros

Niños hasta 14 años 10 euros

2do Anfiteatro Adultos 8 euros

Niños hasta 14 años 6 euros

La Compañía Zalakadula regresa al

escenario por Reyes tras dos años de

ausencia con una nueva edición de su ya

aclamado musical infantil. La propuesta

para esta ocasión, que será estrenada en el

Teatro Cuyás en vísperas del Día de Reyes,

tiene por nombre El laberinto de los sueños,

y ha sido coproducida por el citado teatro

dependiente de la Consejería de Cultura y

Patrimonio Histórico del Cabildo

grancanario y el Ayuntamiento capitalino,

a través de la Sociedad de Promoción de

Las Palmas de Gran Canaria. El montaje

que dirige el actor Luifer Rodríguez,

propone a los más pequeños cerrar los ojos

para dormir y poder llegar a un país en el

que todo puede ocurrir; un lugar en el que

nada es verdad y en cuyo mar de nubes

habita un dragón con cara de ratón.

El laberinto de los sueños viene a ser la última

aportación de Zalakadula al panorama de

las producciones musicales orientadas a los

niños. Desde hace ya ocho años, la idea (que

surge a partir del espectáculo Fantasías

musicales de ayer y hoy en el que tomó parte

Sonia Santana, la cantante del grupo Olé-

Olé) se ha venido repitiendo con rotundo

éxito por las mágicas y emblemáticas fechas

navideñas. Casi 40 mil personas han

disfrutado de los sucesivos montajes

(Fantasías musicales de ayer y hoy II, Había

una vez otro circo, Érase una vez el bosque

animado y Magia Potagia) que hasta la fecha

han puesto en marcha los componentes de

esta extensa trouppe de actores, músicos y

bailarines, con una fórmula que convierte

cada teatro en el que actúan en una auténtica

guardería. Son muchos los niños canarios que

han crecido al son de las divertidas canciones

de Disney, explica Antonio Lorenzo,

productor ejecutivo de esta propuesta cuya

dirección musical asume Germán Arias. Las

estampas familiares se repiten desde 1996...

Los niños crecen y los adultos se hacen cada

vez más niños, dejándose llevar por sus instintos

más inocentes, explica Lorenzo, que define

El laberinto de los sueños como un mágico

espectáculo de música, humor, luz y color, en

el que el espíritu de Peter Pan siempre está

presente. En realidad pretendemos impulsar

la idea de que es posible un mundo mejor; un

mundo en el que la sonrisas sean capaces de

vencer a la fuerza y la amistad consiga hacer

girar el planeta. Ese es nuestro principal

objetivo.

Luifer Rodríguez se ha rodeado de una banda

integrada por cuatro cantantes y ocho

músicos experimentados del panorama

canario, así como por seis bailarinas, cinco

actores y diez figurantes. Las marionetas de

Hooka y los vistosos vestuarios diseñados

por Chari Álvarez y Julio Vicente Artiles,

completan el nutrido elenco artístico de El

laberinto de los sueños.

La infancia no tiene tregua. ¿Qué lugar

guarda mejor que ésta la memoria de los

sentimientos que esa época que ha

escuchado nuestros anhelos y miedos? La

infancia retiene y devuelve casi siempre

imágenes, sonidos y emociones que son la

huella de lo pasado y que siguen sonando

con una melodía de lo que fuimos. Sólo el

que reinterpreta esos ecos puede entender

las dudas y sueños que guardan los días de

adulto.

EL LABERINTO DE LOS SUEÑOS

04 ARRIBA TELÓN / TEATRO

De Peter Pan a Bart Simpson

La Compañía Zalakadula estrena una nueva entrega de su esperado musical navideño,

coproducido en esta ocasión por el Teatro Cuyás y el Ayuntamiento capitalino

La historia de El laberinto de los sueños narra

la desdichada vida de una anciana mendiga,

que en el transcurso de una noche se

convierte en niña. Felicia entrará entonces

en un mundo fantástico poblado por el

duende de los grillos, la maga de la luna,

Bart Simpson, Campanilla, Peter Pan o

Micky Mouse.

Luifer Rodríguez, director del montaje El

laberinto de los sueños de la Compañía

Zalakadula, asegura que éste es un

espectáculo para todos los públicos, aunque

con dos niveles de lectura, uno para los adultos

y otro para los niños. Genera ilusiones

colectivas porque está lleno de fantasía,

ternura e intimismo. Recuperamos el espíritu

musical de otros años con nuevos temas de

los años 60, a través de la idea original de un

cuento escrito entre Carmen Sánchez, Alexis

Ravelo y yo. Este montaje aglutina los

personajes ligados a la infancia y al bagaje

cultural de los adultos, desde los papagüevos

a los gigantes y cabezudos.

Partimos de una amplia selección de

canciones de dibujos animados, comenta

Rodríguez. Las músicas de la factoría

Disney tienen un peso importante, pero

el repertorio es muy variado y va desde

Hay un amigo en mí, Mañana (del musical

Annie), Over the rainbow, Es una lata el

trabajar, El baúl de los recuerdos, Bajo del

mar al propio tema original del montaje

escrito por Alexis Ravelo, El laberinto de

los sueños. El espacio escénico, diseñado

por Hamid Blell, es sencillo y respeta el

concepto inicial de esta producción que

no deja de ser un concierto animado. Por

ello la banda se mantendrá sobre el

escenario que estará ocupado por tres

grandes escaleras. Los cambios escénicos

son constantes y rápidos, lo que propicia

según el director, el planteamiento onírico

de la obra. Los espectadores pasan del espacio

al mar sideral sin ninguna explicación

aparente, como sucede en los sueños.

Fantasía y música se unen al baile, a las

luces y al color para convertirse en un puzzle

mágico donde las escenas nos presentan todo

el universo de Zalakadula.

Unas treinta personas participan en El

laberinto de los sueños. Entre todas ellas

destaca la figura de la niña de diez años

Rocío Ruano, que desde hace tres años

figura en el elenco artístico de la compañía.

UN PAIS DONDE TODO

PUEDE OCURRIR

(Letra de la canción principal escrita por Alexis Ravelo para el espectáculo El laberinto de los sueños)

Si tú cierras los ojos

y te echas a dormir

y nadie te pellizca

llegarás hasta un país donde todo puede ocurrir

(no me despiertes, para poder verte)

Allí los grillos hablan

todo cambia de faz

y un hada despistada

de la luna se caerá

para empezar a jugar

(y con navegantes que durmieron antes)

Brillará

por ti una estrella

alumbrando tu corazón.

Te guiará

hasta el niño que estaba ahí,

oculto en tu interior.

Estribillo

En el laberinto de los sueños

donde todo puede ocurrir,

en el laberinto de los sueños

donde habita el niño que hay en ti.

Si la aurora nos deja

pintaremos tú y yo

un nuevo universo

un arco iris de color

que sea escenario del amor

(porque la noche tiene otros colores)

Descubrir

en un mar de nubes

un dragón con cara de ratón.

Saber que

el día no será nunca el fin,

que todo empieza ahí.

¡SE QUIEREN!

de Muriel Robin y Pierre Palmade

Con Amparo Larrañaga e Iñaki Miramón

Dirección: Esteve Ferrer

Días 9 y 10 (20.30 h.) y

11 (19.00 h.) de enero

Precios en euros Inicial T. Verde T. Azul T. Blanca

Patio de butacas 17 14 12 8.50

1er Anfiteatro bajo 14 11 10 7

1er Anfiteatro alto 12 10 8 6

2do Anfiteatro 10 8 7 5

Donde hay una pareja hay conflicto, y donde hay conflicto hay teatro

¡SE QUIEREN!

Amparo Larrañaga e Iñaki Miramón protagonizan las discusiones de ocho parejas distintas en

esta divertida comedia que llega a España precedida por su rotundo éxito en Francia

06 ARRIBA TELÓN / TEATRO

Interpretada por los actores Amparo

Larrañaga (Canción de cuna, Mi nombre es

sombra, Media naranja y Periodistas) e Iñaki

Miramón (You are the one, El mar y el

tiempo, Hotel Danubio, Siete vidas), llega al

escenario del Teatro Cuyás la comedia de

los autores franceses Pierre Palmade y

Muriel Robin, ¡Se quieren!, cuya versión

española dirige Esteve Ferrer. Estrenada en

Francia en 1996 y protagonizada por el

propio Palmade y la actriz Michelle Laroque

(acaba ahora de estrenarse en París la

segunda entrega con el título de ¡Ellos se

quisieron!), la obra permaneció en las

carteleras teatrales francesas tres años. ¡Se

quieren! aborda de manera recurrente e

irónica una docena de historias distintas

desde la perspectiva de ocho matrimonios

diferentes. El hilo conductor de las diversas

historias planteadas en la obra es la

discusión, y su moraleja nos conduce a

preguntarnos si existe para cada uno de los

cónyuges una vida llevadera después de la

ruptura matrimonial.

¡Viva la novia!, El permiso de conducir,

Los padres, Estocolmo, Pareja gay, ¿Te

imaginas?, la canción Amores de

aeropuerto, Entrevista de María Teresa

Campos, Acento catalán, Nada que decir,

Gerardo y María Antonia y Reconciliación,

son los títulos de los hilarantes sketches

que se irán sucediendo a lo largo de la

hora y media en la que Larrañaga y

Miramón no cesan de discutir desde el

mismo día de su boda. Esta comedia que

ya han visto en España más de cien mil

espectadores, contiene innumerables

referencias y giros que permiten a su

adaptador, Miguel del Arco, no sólo

acercarla a nuestra realidad cultural y

social nacional, sino globalizarla en el

ámbito de un amplio sector social y

profesional de parejas. Esteve Ferrer,

director del que los espectadores del

Teatro Cuyás pudieron disfrutar Atraco a

las tres y Fashion, Feeling, Music, ha

apostado por un montaje dinámico y de

ritmo vivo, cuya neutra escenografía ha

diseñado Antonio Belart.

Ambos actores vienen a demostrarnos que

las controversias matrimoniales no tienen

diferencias de clase, que lo mismo las

sufren las parejas de hecho que las de

derecho, de izquierdas o de derechas, y que

las polémicas hay que resolverlas dentro

de casa. Como mandan los cánones del

manual de supervivencia marital, las

situaciones de ¡Se quieren! están sometidas

al pulso de la caricatura, al extremo de la

ironía encubierta al que las apariencias

obligan. Casi nadie duda de que las broncas

dejan en evidencia nuestros propios

comportamientos y capacidades para

resolver conflictos en el seno de la pareja,

problemillas cotidianos y desencuentros,

pero también es cierto que nadie desea

perder la razón en cualquier litigio en el

que esté en entredicho nuestra dignidad

como individuos. En los actores y

espectadores, la discusión despierta y

ejercita las cualidades propias y la

conciencia de la condición humana: desde

la ira a la comprensión, pasando por la

vanidad o la compasión.

¡Se quieren! es una obra en la que se ven

reflejados buena parte de los mecanismos

y comportamientos sociales.

Esta pieza posee un componente muy antiguo:

la discusión en pareja. Robin y Palmade se

ha amparado en los tópicos más tópicos que

son los que más se acercan a la realidad y a

la generalidad. Es una crítica superficial al

estamento de la pareja convencional en forma

de comedia llevada a cierto punto de comic.

¿Comedia pura y dura?

En efecto, y por ello conecta tanto con el

público, que se ve reconocido en muchas de

las situaciones que se abordan en la hora y

media que dura ¡Se quieren! En esta época

moderna de catarsis, donde la gente tiene

problemas, el público busca comedias.

Háblenos de los personajes que se suceden

en la obra

Paso de ser una chica ingenua a ser otra más

despistada, irónica o trastornada. Hay

distintos tipos de mujer reflejados en este

texto, que es el que te lleva a las situaciones

que se desencadenan sobre la escena. Al final

de la función existe un guiño: cualquier

situación que haya acontecido a estas parejas

ha podido haber pasado en la nuestra. Entre

Iñaki y yo nunca la sangre llega al río.

¿Se puede conceptuar como una radiografía

de las relaciones sentimentales?

Sí, pero muy tópica-típica. Que nadie espere

ver algo extraordinario ni con demasiada

carga profunda. Esto es un divertimento,

una gamberrada contemporánea en la que

se discute por la suegra, por el coche, los

hijos, las vacaciones, el trabajo... Los más

jóvenes se mueren de risa –aunque a ellos

no les sucedan las situaciones- porque

encuentran esas discusiones como algo

patético.

Según los expertos, el deporte nacional por excelencia es el fútbol.

Pero me gustaría precisar que el deporte nacional, en mi humilde

opinión, es discutir sobre fútbol.

La discusión forma parte de nuestros quehaceres cotidianos.

Discutimos sobre todo: política, teatro, deporte ... todo lo que

puede ser susceptible de llevarnos la contraria. Aunque si tenemos

en cuenta los antecedentes, no es de extrañar esta afición nuestra.

Con el primero con el que discutimos en esta vida es con el

ginecólogo que nos trae al mundo, para sustituirlo a los pocos

minutos con el pediatra. Luego vienen los compañeros de colegio

y los profesores. Y en la adolescencia, qué les voy a contar de las

míticas discusiones entre padres e hijos, para acto seguido pasar

a las más románticas de enamorados. Pero la madre de todas las

discusiones es, sin duda, la discusión de pareja.

Y en este caso, da igual que sean de hecho que de derecho. En

blanco y negro; de izquierdas o de derechas. La discusión despierta

y ejercita entre nosotros cualidades propias de nuestra condición

humana: la ironía, el sarcasmo, la indignación, la tozudez, la ira o,

resumiendo, cómo pasar de las más tierna de las conversaciones

al cabreo más intenso en dos segundos.

Una muestra de ello es el espectáculo ¡Se quieren!. Aunque para

espectáculo, el que hemos organizado durante los ensayos los

actores, productores y director, discutiendo cómo hacerles reír con

algo tan cotidiano y entrañable. Gracias por venir al teatro, aunque

ello les haya supuesto discutir en la elección.

EL EJERCICIO DE LA DISCUSIÓN

ESTEVE FERRER

Director de ¡Se quieren!

AMPARO LARRAÑAGA:

ENTREVISTA

Amparo Larrañaga regresa al Teatro

Cuyás tras su participación en el

montaje Las amistades peligrosas. Esta

vez con otro registro bien distinto, una

comedia en la que comparte escenario

con Iñaki Miramón, muy lejos de los

duros papeles afrontados en obras

como Defensa de dama, Cómo aprendí

a conducir y La habitación azul.

¡SE QUIEREN! ES UNA GAMBERRADA

TODO ES COPIA

Esta misma historia se volvió a utilizar

posteriormente en el cine, bajo la

adaptación de Nora Ephron, manteniendo

la máxima que le legó su madre, la guionista

de Hollywood, Phoebe Ephron: Todo es

copia. Una de las razones del éxito ha sido

el partir de un clásico de la comedia

romántica: El bazar de las sorpresas, la delicia

que Ernst Lubitsch rodó en 1940, con James

Stewart y Margaret Sullivan. Trasladando

la acción a los tiempos modernos se rodó

Tienes un e-mail, protagonizada por Tom

Hanks y Meg Ryan, en la que ésta última

posee una pequeña librería de literatura

infantil denominada La tienda de la esquina,

título original de la película que Lubitsch

adaptó de la pieza teatral de Miklós László,

autor de la novela.

De László han sido varias las adaptaciones

de novelas que han sido trasladadas al cine;

entre ellas cabe destacar: Tienes un e-mail

(1998) y La tienda de la esquina (1940),

ambas basadas en La Perfumerie, así como

los musicales In the good old summertime

(1949) y Big City (1948).

LA TIENDA DE LA ESQUINA

de Miklós László

Dirección: Lander Iglesias

Con María Adánez, Aitor Mazo,

Francisco Vidal y Juanjo Cucalón

Días 16 y 17 (20.30 h.) y

18 (19.00 h.) de enero

Precios en euros Inicial T. Verde T. Azul T. Blanca

Patio de butacas 17 14 12 8.50

1er Anfiteatro bajo 14 11 10 7

1er Anfiteatro alto 12 10 8 6

2do Anfiteatro 10 8 7 5

Esta hermosa y enternecedora historia, inspirada en una de las películas románticas

más logradas de Ernst Lubitsch, ha ganado cinco premios Molière en Francia y

ha sido representada durante tres años consecutivos

LA TIENDA DE LA ESQUINA

08 ARRIBA TELÓN / TEATRO

La obra de Miklós László La perfumería y

el clásico cinematográfico de Ernst Lubitsch,

El bazar de las sorpresas, probablemente la

mejor comedia romántica jamás filmada,

constituyen la base del montaje que Evelyne

Fallot y Jean-Jacques Zilbermann han

convertido en montaje teatral bajo el

nombre de La tienda de la esquina. Su

argumento cuenta la historia de una

peculiar tienda llena de sorpresas, donde

las personas que allí trabajan guardan una

amplia colección de emociones que se van

descubriendo a medida que los

acontecimientos se enredan, creándose toda

una serie de situaciones inesperadas aliñadas

con diálogos ingeniosos, humor discreto y

sabia ironía.

Representada consecutivamente durante

tres años en el Teatro Montparnasse de

París, ha recibido los más prestigiosos

premios de teatro que se otorgan en Francia:

nada más y nada menos que cinco Premios

Molière en 2002.

La versión en castellano de La tienda de la

esquina que ha realizado Juan José de

Arteche, llega ahora al Teatro Cuyás con

dirección de Lander Iglesias, con un reparto

que incluye los nombres de María Adánez,

Aitor Mazo, Francisco Vidal y Juanjo

Cucalón. La tienda de la esquina es un

hermoso espectáculo, un milagro, como un

buen vino que posee bouquet. Kralik y Klara,

son los protagonistas de esta enternecedora

historia donde jugarán a lo largo de la obra

al gato y al ratón, antes de reconocerse su

cariño. Se mueven con delicadeza en un

entorno frágil; con sutileza mantienen al

espectador encantado hasta el cuento de

Navidad final.

Uno podría temer lo peor cuando hurga en

la memoria. El recuerdo de la película El

bazar de las sorpresas, de Lubitsch (1940),

con James Stewart y Margarita Sullivan,

que el tiempo ha convertido en película de

culto, es una incómoda referencia. ¿Puede

uno competir con un recuerdo, un icono,

una mitología en blanco y negro? Sí, la

prueba está en la permanencia en cartel

durante tres temporadas en el Teatro

Montparnasse de París.

En la tienda se recrea al detalle el ambiente

húngaro discretamente irrigado por el

yíddish y la cultura de los judíos de Hungría

en el período de la posguerra, aliviado por

el cine americano. A simple vista nada más

sentimental y entrañablemente tradicional

que esta historia de relaciones entre los

empleados de una librería ubicada en el

centro de Budapest. Viven envueltos en sus

problemas diarios, sus rivalidades, sus

sueños y su bondad.

Este es un mundo que ha desaparecido, que

resucita bajo nuestros ojos. Parecería que

uno se queda en lo pintoresco, en la

añoranza. No es así. La obra nos

proporciona un encuentro con la

irreflexión, también con la ternura: una

foto de humanidad que misteriosamente

nos reconcilia con la vida, con el teatro.

La escenografía, una especie de ruedo, nos

transporta de la tienda a la calle, de la calle

al café, en un espacio ágil, cargado de ritmo

y velocidad.

Se venden emociones y sorpresas

ERNST LUBITSCH

UN GENIAL JUDÍO ALEMÁN

Está considerado como uno de los cineastas

más influyentes de estos cien años de

historia del cine. Que cineastas de la talla

de Billy Wilder y Joseph L. Mankiewicz le

haya reconocido públicamente como su

maestro es algo prácticamente irrepetible.

Nadie que haya hecho comedia en los

últimos tres cuartos de siglo podrá

declararse ajeno a la personalidad y la obra

del genial judío alemán. Lubitsch escribió

junto a guionistas que a su lado brillaron

como nunca, entre ellos Hans Kräly, Ernest

Vajda, Samson Raphaelson, Walter Reisch,

Henry y Phoebe Ephron, Ben Hecht, Billy

Wilder y Charles Brackett, y todos ellos

reconocen que escribieron con él y no para

él, lo cual ya es mucho decir. A ellos

podríamos añadir una lista enorme de

personalidades del cine que reconocen sus

influencias y su admiración por el gran

maestro de la comedia. Sus coetáneos sin

excepción expresaron su respeto y

admiración por su trabajo: los Griffith, De

Mille, Sternberg, Chaplin, Lang, etc.

Películas como Ser o no ser, Ninotchka, El

bazar de las sorpresas o El pecado de Cluny

Brown hablan por sí solas de su genio mil

veces imitado.

Nació el 28 de enero de 1892 en Berlín, en

el seno de una familia judía. A los 18 años

dejó el negocio familiar de sastrería para

convertirse en actor profesional. En 1911

se unió al teatro alemán de Max Reinhardt,

en el que pronto haría papeles de carácter

para pasar a protagonizar cortometrajes

cómicos en 1913 y a dirigirlos desde 1914.

Tuvo un éxito inmediato en su doble faceta

de actor y director, y continuó actuando

para Reinhardt. Fue el primero en asimilar

el nuevo estilo estadounidense de hacer

cine, y sus películas se hicieron más

elaboradas, incorporando al tiempo ideas

tomadas del teatro ligero de Reinhardt y de

la opereta.

Su película Madame Du Barry (1919) fue

la primera cinta alemana distribuida en

Estados Unidos después de la I Guerra

Mundial, y su éxito llevó a Mary Pickford

a llamarle a Hollywood para que la dirigiera

en Rosita, la cantante callejera (1923).

Después de ésta, la Warner Brothers le

contrató para dirigir una serie de

prestigiosas producciones, como Los peligros

del flirt (1924), que le convirtieron en uno

de los directores más admirados de

Hollywood.

Casi todas sus películas posteriores fueron

adaptaciones de comedias europeas, en las

que, con insinuaciones visuales, era capaz

de sugerir más sobre el sexo de lo que por

aquel entonces estaba permitido mostrar.

Entre las comedias que le hicieron

mundialmente famoso y uno de los grandes

del género hay que citar La viuda alegre

(1934), La octava mujer de Barba azul

(1938), Ninotchka (1939), El bazar de las

sorpresas (1940), verdadero tratado sobre

la comedia, Ser o no ser (1942), una de las

mejores comedias de la historia del cine, y

El diablo dijo no (1943). Los últimos años

de su carrera se ocupó, como supervisor

general de la Paramount, en tareas de

producción, dando sus primeras

oportunidades a directores de la talla de

Billy Wilder o de Otto Preminger.

Una reflexión de Sanchís Sinisterra sobre el teatro, la interpretación y el

tiempo histórico, a través de los ojos de dos comediantes del siglo XVII

ÑAQUE O DE PIOJOS Y ACTORES

10 ARRIBA TELÓN / TEATRO

El autor valenciano José Sanchís Sinisterra

plantea en su montaje Ñaque o de piojos y

actores, una lúcida reflexión que demuestra

que la esencia del teatro reside en el

encuentro entre el actor y el espectador, y

que en ese momento no son incompatibles

humor y ternura, patetismo e inteligencia,

pasión y reflexión. Estrenada en 1980 con

su propia compañía, El Teatro Fronterizo,

esta pieza que ahora dirige el dramaturgo

grancanario Rafael Rodríguez (Premio José

Luis Alonso 1997 por la Asociación de

Directores de Escena de España), está

inspirada en El viaje entretenido, de Agustín

de Rojas Villadrando, un clásico de nuestro

Siglo de Oro.

Los jóvenes actores que se enfrentan a su

primer trabajo profesional, Víctor Nebot y

Alexis Corujo, dan vida a Ríos y Solano,

respectivamente, dos comediantes del siglo

XVII que despliegan ante el público del

siglo XXI un sinfín de sucesos jocosos y

dramáticos en forma de auto sacramental,

romances, loas y entremeses, y colocan al

espectador ante una verdadera y remota

representación de corral de comedias. Según

Rodríguez, director también de 2RC

Producciones, empresa con la que produjo

en colaboración del grupo La República, El

hacha, de Antonio Morcillo, la clave de este

montaje que posee un evidente significado

pedagógico y cuya exhibición se ha

planteado por el Teatro Cuyás en forma de

cuatro funciones concertadas para escolares

de tercero y cuarto de la ESO y Bachiller,

permitirá de manera entretenida con

cambios continuos que van de la

versificación a la prosodia, introducir a los

alumnos en las claves del teatro barroco,

sus formas, lenguaje y autores.

En torno a la dramaturgia de Sinisterra,

el director canario explica que ésta propone

una escenificación contemporánea que

cuestiona la visión del teatro del Siglo de

Oro y, sobre todo, rompe con los moldes

tradicionales del teatro que suele

desarrollar tan sólo el plano literario o

bien el visual, pero que no vincula esos

dos elementos para configurar un lenguaje

puramente teatral o de acción. He indagado

en la esencia ingenua del texto, teatro en su

más pura esencia. El desfase temporal que

se produce en la obra también permitió a

Sinisterra marcar ciertas tendencias

rupturistas con el realismo. La acción se

sitúa en el tiempo actual, aunque la

iconografía empleada pertenece al siglo de

Lope de Vega, lo que establece un juego de

absurdo muy cercano a las propuestas de

Beckett. Me interesa el plano metateatral

que integra al público en el propio montaje,

reflexionando sobre el sentido del espectador

en el teatro y del actor sobre el escenario,

apunta Rafael Rodríguez.

Según el director canario, se programa poco

teatro para jóvenes en Canarias. Todas las

apuestas que se planteen por difundir el teatro

entre el público del futuro que son los niños

y los jóvenes son válidas. Hay que tener

paciencia porque esa dinámica ofrece

resultados a largo plazo y no se puede

contemplar desde la rentabilidad económica.

Hay que trabajar desde la base estableciendo

sinergias entre las escuelas de teatro

municipales, los proyectos escolares,

programas de ida y vuelta entre teatros

públicos y escuelas, etcétera, concluye.

ÑAQUE O DE PIOJOS Y ACTORES

de José Sanchís Sinisterra

Dirección : Rafael Rodríguez

Días 20 y 21 (10.00 y 12.00 h.) de enero

Funciones escolares

21 (20.30 h.) de enero

Función al público

Precio único: 12 euros

Precio único: 5 euros

DESTINO DE ACTOR

JOSÉ SANCHÍS SINISTERRA

Junto a la brillante dramaturgia de Lope,

Tirso, Alarcón, Moreto o Calderón; junto

a la sólida fábrica del Corral de la Cruz

o del Príncipe, de la Casa de la Olivera o

del Coliseo del Buen Retiro; junto a la

fama y el relativo bienestar de

comediantes como los Morales, Josefa

Vaca, Juan Rana, María Calderón,

Sebastián de Prado y otros, prolifera una

turbia caterva de poetastros y zurzidores

de versos ajenos, de faranduleros y

cómicos de la legua, que vagabundeaba

con su arte (?) a cuestas por villorrios,

aldeas, cortijos y ventas: gente holgazana,

mal inclinada y viciosa, y que por no

aplicarse al trabajo de algunos de los

oficios útiles y loables de la república, se

hacen truhanes y chocarreros para gozar

de la vida libre y ancha, en opinión de un

fraile de su tiempo.

Para gozar de vida libre y ancha, sí; para

escapar de la estrechez represiva de una

sociedad jerarquizada, inmovilista y beata

que no podía aceptar sin graves

reticencias el incremento de unos grupos

humanos que optaban por arrastrar un

destino incierto y que, sin resignarse al

oscuro anonimato de los mendigos,

pícaros y delincuentes que integraban la

enorme masa de los desheredados,

ostentaban su indiferencia a través de

una profesión equívoca y en nombre de

un arte seductor.

Todos los estudiosos que se han

confrontado al complejo problema de la

condición social del actor, coinciden en

señalar la ambigüedad y la ambivalencia

de su status; admirando, envidiando,

ensalzando e incluso glorificando, no por

ello logra conjurar la desconfianza, el

menosprecio o la franca hostilidad de las

clases dominantes o, simplemente,

acomodadas. Mientras que el sistema -

cualquier sistema- tiende a fijar y

codificar en mayor o menor grado, en

una u otra forma, a los individuos y

grupos que lo integran, el teatro ofrece a

sus miembros amplios márgenes de

indeterminación y fluctuación: el

nomadismo, la improductividad, la

promiscuidad, el exhibicionismo, la

simulación... claves de un vivir anómalo

que oscila perpetuamente entre la libertad

y la servidumbre, y que concita todos los

fantasmas colectivos de la transgresión.

En torno a esta temática -la

condición del actor y su posición

en la sociedad, concretada en

su relación con el públicogira,

deambula y discurre la

trama textual de Ñaque.

Condición precaria, ya que

su debilidad y su fuerza

dependen del encuentro

fugaz y siempre incierto

con ese ser múltiple y

desconocido que

acecha en la

sombra de la sala

y, aparentemente

, sólo

mira y escucha.

El coreógrafo valenciano Nacho Duato, que

oficia como director artístico desde hace

trece años de la Compañía Nacional de

Danza, se presenta en el Teatro Cuyás con

tres coreografías: L’homme, Cuarteto nº 8 y

Tabulae. El primero de los títulos es una

coreografía del propio Duato, que utiliza

una selección de las obras para piano a dos

y cuatro manos de György Kurtág

contenidas en los volúmenes I a VIII de su

serie Játékok, y tres de sus transcripciones

de J.S. Bach para piano a cuatro manos del

volumen Átiratok Machaut-tól J.S. Bach.

Cuarteto nº 8 está inspirada en la Sinfonía

de Cámara en Do Menor, de Shostakovich,

y en el cuadro de Rojo sobre marrón, del

pintor expresionista norteamericano Mark

Rothko. Supone, ha supuesto, además, el

estreno en España del coreógrafo sueco

Örjan Andersson. Estrenada por la

Nederlands Dance Theater en 2001, fue

presentada también por la CDN en el Teatro

de la Zarzuela de Madrid hace tres meses.

Finalmente, Tabulae, se presenta bajo la

f i rma de Nacho Duato y el

acompañamiento musical del compositor

de bandas sonoras como Hable con ella,

Lucía y el sexo o Todo sobre mi madre,

Alberto Iglesias. Estrenada en 1994, en esta

reposición mantendrá intacto su

planteamiento cuidando el juego misterioso

de las alternancias en esta pieza, que fijan

lo poético tanto en la danza como en la

música. Iglesias ha mantenido con Duato

y la CDN una estrecha colaboración, para

quienes ha compuesto las piezas Cautiva

(1992), Tabulae (1994), Cero sobre Cero

(1995) y Self (1997).

L’HOMME, LA EFÍMERA EXISTENCIA

L´Homme comienza con una obra

epigramática en el catálogo del compositor:

Virág az ember... (Játékok VIII/I,3A: Flowers

we are, Mere Flowerers...). El título proviene

de un fragmento del escritor húngaro del

siglo XVI, Péter Bornemisza, al que Kurtág

dedicó uno de sus más importantes ciclos

vocales (op. 7). Tanto la flor musical que la

compone, como su texto, suponen una de

las piedras angulares sobre el que se

construye el mundo sonoro del compositor.

Y es precisamente esta composición en la

que Duato se inspira originalmente para

hablarnos en su coreografía sobre el carácter

efímero de la existencia, sobre la fragilidad

humana tan similar en su condición

perecedera y en su brevedad a la que

pudiéramos encontrar en el ciclo vital de

una flor. A continuación, las tres

transcripciones para piano a cuatro manos

de obras de J. S. Bach enmarcan a modo de

pilares las breves composiciones de Játékok,

siguiendo el modelo de interrelación

propuesto por el mismo compositor y su

esposa Márta en numerosos recitales y en

su grabación para el sello alemán ECM.

CUARTETO Nº 8, UNA OBRA VARIABLE

Desde que fue estrenada, Örjan Andersson

ha revisado esta obra y desarrollado

diferentes versiones que utilizan desde los

cuatro intérpretes originales hasta catorce

bailarines en el escenario, habiendo

estrenado el ballet en diferentes compañías

de danza tales como Skånes Danstheatre

en Suecia, y su propia compañía Andersson

Dance Company.

TABULAE, JUEGO DE AMBIVALENCIAS

Unos fragmentos poéticos de Wallace

Stevens son el punto de arranque de esta

coreografía. Tanto Iglesias como Duato

inventaron a su manera las ambivalencias

escondidas/sumergidas que se hallan en

esta pieza. Mientras uno llamaba a lo suyo

impulsar el otro lo llamaba acrecentar; y si

uno decía rotar, el otro prefería decir colgarse

de un punto. Y así tan cruzados podían estar

los sentidos que en un cuadro de

ambivalencias abrir sería olvidarse, cerrar

es repetir y nada es nada. Obsesión es

obsesión y fuente de seda es algo que no se ve

pero que adquiere un dominio.

Nacho Duato radiografía el alma en clave expresionista

COMPAÑÍA NACIONAL DE DANZA

El coreógrafo, que acaba de obtener el Premio Nacional de Danza en el apartado de Creación,

presenta al público grancanario L’homme, Cuarteto nº 8 y Tabulae

12 ARRIBA TELÓN / DANZA

Fotógrafo: Michael Slobodian

NACHO DUATO, UNA MARCA DE LA

CULTURA ESPAÑOLA

Dicen que comenzó a bailar muy tarde,

pero que llegó enseguida a lo más alto. En

él se fijaron Maurice Bèjart, cuando cursaba

estudios en su Mudra School de Bruselas;

Alvin Ailey en el American Dance Centre,

y Jiri Kylián, que lo convirtió en el primer

bailarín del Nederlans Dans Theater y lo

inició en la coreografía. La armonía de sus

movimientos y su enorme talento le

hicieron plantearse su incursión hacia la

coreografía. La primera fue Jardí Tancat

(1983), con música de María del Mar Bonet,

con la que obtuvo el primer premio en el

Concurso Internacional Coreográfico de

Colonia. Ahora, sus ballets forman parte

del repertorio de las más prestigiosas

compañías de todo el mundo, entre las que

se encuentran el Cullberg Ballet, Les Grands

Ballets Canadiens, Ballet de la Ópera de

Berlín, Nederlans Dans Theater, Australian

Ballet o el Royal Ballet y American Ballet

Theatre, entre otras. El valenciano Nacho

Duato trajo aire nuevo como director

artístico al Ballet Lírico Nacional, y más

tarde a la Compañía Nacional de Danza.

Antes de recibir el Nacional de Danza 2003

en la categoría de Creación, recibió en 1998

la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas

Artes, y el Venios de la Danse (2000), uno

de los galardones internacionales en el

ámbito de la coreografía más prestigiosos

que existen y que otorga la International

Dance Association, por su obra

Multiplicidad. Luego vino Formas de Silencio

y Vacío (1999) propuesta elogiada por la

crítica mundial y fuente de inspiración para

otros coreógrafos. Sin duda, su papel en la

Compañía Nacional de Danza ha supuesto

un cambio radical en la historia del ballet.

Entre los últimos proyectos de Nacho Duato

destaca su coreografía L’Homme, estrenada

en abril en el Teatro Real, y Txalaparta, una

visión personal del creador de la música

tradicional vasca. En la actualidad prepara,

además, un trabajo para el Liceo de

Barcelona, dentro del programa del Fórum

de las Culturas 2004, que será una

exploración por las culturas del mundo a

través de una banda sonora que se paseará

por diferentes sonoridades, así como otro

encargo para la Compañía Nacional de

Danza 2.

COMPAÑÍA NACIONAL DE DANZA

La Compañía Nacional de Danza fue

fundada en 1979 con el nombre de Ballet

Nacional de España Clásico, y tuvo como

primer Director a Víctor Ullate. En febrero

de 1983 se hizo cargo de la Dirección de los

Ballets Nacionales - Español y Clásico -

María de Ávila, quien encargó coreografías

a Ray Barra, bailarín y coreógrafo

norteamericano residente en España,

ofreciéndole posteriormente el cargo de

Director Estable que desempeñó hasta

diciembre de 1990. En diciembre de 1987

fue nombrada como Directora Artística del

ballet, Maya Plisetskaya. La incorporación

del renombrado coreógrafo y bailarín

Nacho Duato como Director Artístico de

la Compañía Nacional de Danza, en junio

de 1990, supuso un cambio innovador en

la historia de la formación. Duato estaba

decidido a hacer del ballet una compañía

con identidad propia, en la que, sin olvidar

los preceptos clásicos, se derivara hacia un

estilo más contemporáneo. Con este fin se

incluyen en el repertorio de la compañía

nuevas coreografías creadas específicamente

para ella, junto con otras de contrastada

calidad reconocida en numerosas

compañías internacionales. Asimismo,

Duato aporta a la Compañía Nacional de

Danza su trabajo como coreógrafo, alabado

por la crítica mundial y premiado por los

especialistas.

COMPAÑÍA NACIONAL DE DANZA

Director Artístico: Nacho Duato

L’Homme, Cuarteto nº 8 y Tabulae

Días 23 y 24 (20.30 h.)

y 25 (19.00 h.) de enero

Precios en euros Inicial T. Verde T. Azul T. Blanca

Patio de butacas 24 19 17 12

1er Anfiteatro bajo 21 17 15 10,50

1er Anfiteatro alto 18 14 13 9

2do Anfiteatro 15 12 10,50 7,50

Coreografía: L'Homme de Nacho Duato

Fotógrafo: Fernando Marcos

Bailarines: Luisa Mª Arias y Dimo Kirilov

Coreografía: L'Homme de Nacho Duato

Fotógrafo: Fernando Marcos

Bailarines: José Carlos Blanco y Rafael Rivero

LA CENA DE LOS IDIOTAS

de Francis Veber

Dirección: Paco Mir

Días 4 y 5 (20.30 h),

6 y 7 (19.00 h. Y 22.00 h.)

y 8 (19.00 h.) de febrero

Precios en euros Inicial T. Verde T. Azul T. Blanca

Patio de butacas 20 16 14 10

1er Anfiteatro bajo 17 14 12 8,50

1er Anfiteatro alto 14 11 10 7

2do Anfiteatro 12 10 8 6

Crueles intenciones alrededor de una mesa

LA CENA DE LOS IDIOTAS

La exitosa obra de Francis Veber, adaptada y dirigida por Paco Mir (Tricicle), denuncia

la práctica de la humillación como instrumento de poder y de relación social

14 ARRIBA TELÓN / TEATRO

Paco Mir, miembro de Tricicle, dirige la

adaptación al castellano de la popular obra

del director francés Francis Veber, La cena

de los idiotas, que se ha convertido ya en

todo un clásico de la más reciente comedia

europea. Despiadadamente divertido y

repleto de los desatinos e imprevistos que

caracterizan a las comedias de enredo, el

texto de Veber ha sido considerado como

un eficaz e ingenioso mecanismo cómico;

como una magnífica maquinaria en donde

todas las piezas de su engranaje están

debidamente lubricadas y operan al servicio

de su inverosímil moraleja: la crítica a la

moral de la clase alta y la sátira de los más

deplorables comportamientos humanos.

La cena de los idiotas arranca de una situación

ya de por sí extravagante. Un grupo de

hombres de negocios organiza cada semana

una cena a la que invitan a personajes

deslumbrantes, precisamente por sus

limitaciones intelectuales o bien por sus

particulares y excéntricas aficiones. Una de

esas veladas toca turno a un funcionario de

Hacienda que tiene la meticulosa afición de

construir en sus ratos libres grandes

maquetas con cerillas de madera. Cuando

falta poco tiempo para que tenga lugar ese

ritual humillante, el invitado llega a casa del

ejecutivo que se encargará de trasladarlo al

domicilio en el que se celebrará la peculiar

cena. Pero no será posible porque minutos

antes de su llegada sufre un doloroso ataque

de lumbago. Los instantes que siguen se

traducen en un auténtico despropósito de

situaciones encontradas y desatinos: el idiota

de las maquetas consigue, sin desearlo, que

el ejecutivo sea abandonado por su mujer,

por su amante, por su médico y que, además,

sufra una severa inspección de Hacienda. El

burlador queda finalmente burlado, y el

pretendido destinatario de las burlas –el

idiota- sólo provocará que las desgracias se

encadenen lamentablemente sobre el

ejecutivo. A todo estos mecanismos hay que

añadir naturalmente el equívoco, sobre todo

el de carácter sexual, que crea incidentes de

probada eficacia cómica y que constituye un

elemento que en la obra que dirige Paco Mir

funciona con habilidad.

No es la primera vez que Mir se acerca al

registro de la comedia. En 1996 dirigió y

adaptó el texto de Ray Cooney, Políticamente

incorrecto, y en 1999 se atrevió con La

venganza de Don Mendo, de Pedro Muñoz

Seca, a la que han seguido Vidas privadas,

de Noel Coward, y la pieza teatral en un

solo acto No es tan facil.

La cena de los idiotas cuenta con un reparto

integrado por Montserrat Díez, Fernando

Huesca, Carlos Piñeiro, Jorge Calvo, Juanjo

Martínez, Maribel Lara y Fermí Herrero.

La escenografía de Joan Jorba es sencilla,

pero acertada y eficiente.

FRANCIS VEBER,

LA MIRADA DE LOS DEMÁS

El éxito de Francis Veber tiene pocos antecedentes en el cine francés. Guionista y director,

posee tras de sí un gran trabajo que le acredita como un gran realizador de comedias, un

género que en repetidas ocasiones le ha permitido explicar su particular visión de las

relaciones humanas y la existencia. Su filmografía como director es extensa: su primer

filme fue La cabra (1981), y dos de sus últimas producciones de mayor éxito han sido La

cena de los idiotas (1998), y Salir del armario (2000). La versión teatral de La cena de los

idiotas, que fue producida por Jean-Paul Belmondo, se estrenó en 1993 en el Teatro de

las Variedades de París, en cuyo cartel se mantuvo dos temporadas consecutivas. Tras el

rotundo triunfo, Veber se decidió a llevarla al cine en 1998 (como ya hiciera con otros

trabajos suyos como La cabra, Los compadres o Tres fugitivos), obteniendo el César al

Mejor Guión Adaptado. La mirada de los demás aparece sistemáticamente en los guiones

del autor galo: Vivimos con los demás. Son ellos quienes deciden quién eres, ha explicado

en alguna ocasión. Asimismo, la humillación como recurso (como sucede en La cena de

los idiotas) se evidencia claramente en sus trabajos: la vida es una forma de humillación

permanente para un hombre. Esas bromas estúpidas que colocan a un ser humano en una

posición de continua degradación son del género idiota. Muchas veces persigo demostrar que

los verdaderos idiotas son los que te humillan.

INCOMPRENSIBLE MUNDO

PACO MIR

Director de La cena de los idiotas

En el mundo, como todo el mundo sabe, hay cosas que, para una inmensa mayoría, son

incomprensibles, como la luz, el funcionamiento de la bolsa, que abras un grifo y salga

agua –incluso caliente-, los transplantes, que aquel amor platónico no se diera cuenta

nunca de nuestros sentimientos, que el servicio de información de telefónica no sepa

darte un teléfono que tú, más tarde, encuentras en la guía; los ordenadores, la sonda

Júpiter, que continúen coronando los helados con guindas, si no gustan a casi nadie; que

las chicas digan que no cuando quieren decir que sí, que los aviones vuelen, la prensa

rosa, la venta de armas, que todos los Aries tengan una revitalización sentimental en su

vida la misma semana; las mareas, que los actores de comedia tengan que acabar haciendo

un papel serio para que su trabajo sea reconocido, el más allá, que cuando lleves el coche

al taller ya no haga ese ruidito, que la gente que utiliza teléfono móvil grite, que haya

tantos camareros que desconozcan las virtudes del desodorante, que haya un negocio de

venta de ensaimadas mallorquinas en las áreas de servicio de las autopistas, las instrucciones

de funcionamiento de casi todo, que haya personas que tengan la necesidad de crear, de

escribir, de representar obras sabiendo que se exponen a que los critiquen, que haya otras

que paguen una entrada para ver estas obras, que me haya tocado a mi el privilegio de

adaptar, dirigir La cena de los idiotas y que, además, me paguen... En el mundo, como

decía, hay cosas incomprensibles.

Parece que el teatro haya descubierto

en el monólogo un recurso fácil y

próspero para cautivar al público. ¿Qué

opinión le merece este formato que

usted a definido como parateatral?

El monólogo ha sido siempre un género muy

difícil y para el que muy pocos están

preparados; me estoy refiriendo a un auténtico

monólogo de más de una hora. Es cierto que

nos están obligando a consumir monólogos

(aunque cambiar de canal es una solución),

y que éstos han llegado al teatro para que la

gente pueda ver en directo lo que ya ve en

televisión. Hay mucha diferencia entre un

Gila o un Rubianes, y entre los monólogos

facilones de algunos de los espectáculos que

triunfan actualmente. Pero los modas van

como van.

¿Cuál es su concepto del humor?

Yo intento crear situaciones lógicas o que,

debido al tono empleado, puedan parecer

lógicas. Intento no hacer humor tonto, que es

aquel que obliga a hacer al personaje cosas

que nadie haría en la vida real. Me gusta

buscarle ocho o nueve pies al gato y darle

vueltas a las cosas para explotar todo su

potencial cómico. Creo que muchas veces hay

sutilidades que sólo me hacen gracia a mí.

¿En dónde radica a su juicio la virtud

de la propuesta de Veber en el caso de

La cena de los idiotas?

Veber es un excelente constructor de lo que se

denomina la carpintería teatral, que es una

cosa que parece peyorativa pero que muy

pocos llegan a conseguir con naturalidad. La

cena de los idiotas se basa en la fábula del

regador regado y tiene una clave esencial en

el mundo del humor: que nos reímos de los

poderosos; nos reímos del triunfador y nos

reímos de un poderoso al que todos tememos:

el inspector de hacienda. También nos reímos

del idiota, pero porque creemos reconocer

siempre a alguien que se le parece mucho, y

que nunca es uno mismo.

Este país es muy dado a paralizarse

por los grandes acontecimientos

convencionales. ¿Hacemos agua entre

tanta anécdota?

El teatro siempre sufre el aleteo de la mariposa

de Hong Kong.

¿En qué nuevos proyectos trabaja Paco

Mir ahora?

Estas navidades repongo en Madrid la

zarzuela Los sobrinos del Capitán Grant, y

en febrero estrenaré Prosineckty, mi segunda

obra de teatro en Barcelona. El próximo año

me gustaría dedicarme a escribir.

¿Combina sin sobresaltos íntimos su

faceta como creador autónomo y su

otra de integrante en la

factoría Tricicle?

Más o menos. Intento hacer mis escapadas

en periodos vacacionales pero a veces me

coinciden con las actuaciones de Tricicle,

como es el caso de la zarzuela o de la

postproducción de la película estrenada el

pasado mes de noviembre con Carbonell de

protagonista, Lo mejor que le puede pasar

a un cruasán.

PACO MIR:

ENTREVISTA

NOS ESTÁN OBLIGANDO A

CONSUMIR MONÓLOGOS

Paco Mir, el director de La cena de los

idiotas y miembro de Tricicle desde

1979, nació en Barcelona en 1957. Su

trayectoria como actor y director se

caracteriza por una polifacética carrera

dentro del mundo del espectáculo:

adaptaciones teatrales, dirección de

escena y guiones para cine y televisión.

Mir también ha trabajado en

publicaciones de cómics, ha ilustrado

libros y diseñado objetos.

El teatro es una escuela de llanto y de risa

y una tribuna libre donde los hombres pueden

poner en evidencia morales viejas o equívocas

y explicar con ejemplos vivos normas eternas

del corazón y del sentimiento del hombre.

Fragmento de Charla sobre Teatro

Federico García Lorca

Una comedia mitológica de aires rituales que tiene lugar entre

el mundo civilizado y la inquietante naturaleza

LA BELLA AURORA

Noviembre Compañía de Teatro ha penetrado en el universo barroco de Lope de Vega a partir del

uso del lenguaje de los símbolos y las imágenes

18 ARRIBA TELÓN / TEATRO

Noviembre Compañía de Teatro regresa

al Cuyás con un texto de Lope de Vega,

cuyas raíces están directamente

relacionadas con los comienzos de la

historia del citado colectivo, que se ha

venido caracterizando por una línea de

producción que lo señala como una de los

más estables e interesantes del teatro

español contemporáneo. La bella Aurora,

la primera de las doce comedias insertas

en la parte veintiuna (póstuma) de las

comedias de Lope de Vega, fue publicada

en 1635 por su hija doña Feliciana de

Carpio. Da asunto a esta pieza la fábula

mitológica de Céfalo, Pocris y la Aurora,

que Ovidio narró dos veces; la primera en

el Arte Amatoria aconsejando a la mujer

enamorada y celosa que no se deje engañar

por apariencias vanas, y la segunda en las

Metamorfosis, donde pone la narración en

boca del mismo Céfalo. A juicio de

Eduardo Vasco, director de esta pieza, La

bella Aurora es una obra con una

versificación tan deliciosa que sólo puede

negarse a su halago aquel que sea incapaz

de apreciar apenas la poesía.

Una comedia mitológica puede seguir en

el teatro barroco español varias vías

fundamentales de desarrollo dramático.

Noviembre Teatro ha optado por la menos

transitada, que no toma de la mitología lo

anecdótico y superficial, sino que penetra

en la profundidad de la visión mítica para

construir desde ella un universo dramático

personal, que comparte con el mitológico

su trascendencia y el común uso del lenguaje

de los símbolos y las imágenes, en lo que

tiene de universal y no de simple barniz

cultural. Según apunta Vasco, en La bella

Aurora Lope de Vega opta decididamente

por un modelo de relaciones apoyados en

categorías simbólicas y significativas, en lugar

de las puramente funcionales, a partir de su

dislocación de la versión tradicional de la

fábula, tal y como la transmite Ovidio. Lope

vio pronto en las viejas fábulas clásicas un

magnífico filón argumental para llevar a las

tablas. En este sentido, es decir, como resultado

de la transformación de la historia mítica,

en fórmula dramática, creo que debe

enjuiciarse cualquier comedia mitológica.

Interpretada por un amplio reparto de

actores integrado por Laura Hernando

(Pocris), Francisco Rojas (Céfalo), Antonio

Molero (Fabio), Daniel Alvadalejo (Príncipe

Doristeo), Fernando Sendino (Perseo),

Maya Reyes (Aurora) José Vicente Ramos

(Anteo) y Elvira Cuadrupani (Silvana), La

bella Aurora posee escenografías de Richard

Cenier y un cuidado y exquisito vestuario

confeccionado por Rosa García Andújar.

Para Eduardo Vasco, Lope de Vega, forzado

por continuas concesiones a su público, no

duda en modelar la fuente original,

inventando o suprimiendo personajes y

pasajes, según las necesidades de su arte y

como auténtico maestro en estos procesos

elaborativos, con el objeto de ofrecer una

satisfactoria salida dramática a las historias

míticas. La presencia de la figura del gracioso

también en obras de tema mitológico, incluso

en aquellas en que, como ésta, fue calificada

de tragedia, muestra el proceso de adaptación

del mito clásico a las necesidades de la escena

del siglo XVII.

LA BELLA AURORA

de Félix Lope de Vega

Noviembre Compañía de Teatro

Dirección: Eduardo Vasco

Días 13 y 14 (20.30 h.)

y 15 (19.00 h.) de febrero

Precios en euros Inicial T. Verde T. Azul T. Blanca

Patio de butacas 17 14 12 8.50

1er Anfiteatro bajo 14 11 10 7

1er Anfiteatro alto 12 10 8 6

2do Anfiteatro 10 8 7 5

REVISITAR CON DESENFADO RESPETUOSO A LOPE DE VEGA

EDUARDO VASCO

Director de La bella Aurora

La bella Aurora es un texto conocido por

nosotros. Lo trabajamos en el año 1994, y

fue el principio de nuestra ya fructífera

relación con Lope de Vega. El motivo de

revisitarlo parte de cerrar nuestra etapa

dedicada al poeta, proponiendo un

espectáculo totalmente distinto al que

generamos entonces, hace ocho años, ya

que hemos cambiado como personas y

como artistas.

El trabajo hasta llegar a la versión definitiva

comienza con un reordenamiento de la

estructura del texto, tratando de aprovechar

el material que la comedia original ofrece.

Hemos eliminado las partes excesivas o

redundantes de las escenas, los pasajes

basados en juegos de palabras o situaciones

en las que Lope trataba de seguir la historia

original una vez que había planteado la

suya. La incorporación de textos de otras

comedias como La fuerza lastimosa, El

halcón de Federico, El marqués de Mantua,

La quinta de Florencia o La viuda valenciana,

y algunas de las comedias mitológicas, entre

otras, se ha debido a necesidades que

surgieron al reconstruir la historia, que

fundamentalmente varía, como he dicho,

en el final y gran parte del tercer acto. He

utilizado, además, los relatos que Pocris

(Floris en la transformación de Lope) y

Céfalo explicaban a Diana para comenzar

la obra, la segunda parte en que divido el

espectáculo y el final.

El amor se polariza en esta comedia: el amor

constante, el amor fingido, el amor tierno,

el amor pesaroso, el amor imposible, el

amor ilícito, el amor encubierto y sucio, el

amor desdeñoso, el amor forzado por lo

sobrenatural, el amor cruel y vengativo, el

amor desesperado. El erotismo encuentra

el caldo de cultivo idóneo, ebrio en ese

ambiente mitológico: Tebas, las selvas

profundas y oscuras, ninfas, faunos,

encantamientos, etc. Esa sensualidad es la

coartada que Lope utiliza para sostener el

rapto y fascinación mágica de Céfalo por

Aurora, el asedio a una Pocris

inquebrantable y la locura colectiva basada

en el miedo a la pérdida o a la no

consecución del ser amado.

Utilizaré a la compañía como un coro de

intérpretes que, de hecho, interpretarán

varios papeles, dando a la representación un

aire ritual. El coro, situado a lo largo del foro,

utilizará diferentes instrumentos de

percusión que aportarán el matiz tribal

necesario en esta historia trágica, una tragedia

aunque Montiano opine que no tanto, en la

que el destino viene marcado desde muy

arriba. Este estado de somnolencia que

preside gran parte de la obra y que nosotros

trataremos de potenciar nos lleva a plantear

la escena final como si fuese una pesadilla

colectiva, así que a partir del momento en

el que Aurora, haciéndose pasar por Diana,

entrega a Céfalo el dardo con el que éste,

involuntariamente, mata a su esposa, se

romperá la convención formal utilizada

durante casi todo el espectáculo y los actores

transitarán por otro lugar, más idóneo para

ninfas, sátiros y deidades, donde el hombre

se encuentra indefenso y despierta

trágicamente, como Céfalo, con su amada

muerta en los brazos, ladrando de impotencia

a un cielo que no alcanza a comprender. El

plano cómico, que corresponde a las

andanzas de Fabio, llegará a límites grotescos

cuando el gigante, interpretado por el coro

entero, cante instrucciones al criado mediante

una jota que cuadra con el verso.

Pretendemos que la historia transcurra entre

un mundo civilizado y frío (Tebas) y otro

incierto y plagado de inquietante naturaleza

(la selva de Diana).

Tratado sobre la felicidad a suelo raso

BEST BEFORE

Textos escritos y hablados, cuerpos en movimiento, imágenes de vídeo y diseño sonoro, son

los ingredientes de la última propuesta concebida por el coreógrafo tinerfeño Martín Padrón

20 ARRIBA TELÓN / DANZA

La felicidad es el instrumento cohesionador

alrededor del que gira la creación Best

Before, concebida por el coreógrafo y

bailarín Martín Padrón y Gregorye Auger.

Padrón, que toma como punto central de

su propuesta al ser humano, su cuerpo,

contexto cultural y conciencia de

pertenencia al mundo, ha creado unos

cuadros escénicos que transitan entre lo

dramático y lo cómico, el pesimismo y la

vitalidad, el idioma y el movimiento. El

punto de partida para una frase coreográfica

es la simple conciencia de un cambio de peso

de una pierna a otra, de un brazo a otra parte

del cuerpo, el enrolle de la zona cervical de

nuestra columna, el desplazamiento del coxis

de un plano a otro, un fémur que rota hacia

adentro y que repercute en otra parte del

cuerpo... disponibilidad, sentido cinestético...

la ética produce la estética, explica Padrón.

La palabra forma parte de la expresión en

la puesta en escena de Best Before: los

bailarines hablan, los idiomas se cruzan y

se mezclan. La creación videográfica de

Juanjo Peceño, Juan Manuel Arteaga y el

propio Padrón, donde cohabitan imágenes

del cielo, del Bamby de Walt Disney, las

Torres Gemelas del fatídico 11 de septiembre

o múltiples palabras llenas de simbolismo,

está orientada en esta producción a crear

conciencia sobre algo que nos preocupa a

todos, la felicidad, añade el bailarín tinerfeño.

Quizá por ello Martín Padrón coincide con

el concepto de evolución vital que propone

George Santayana al advertirnos de que el

punto culminante de la vida no es otro que

la comprensión de la existencia. Textos

escritos y hablados, cuerpos en movimiento,

imágenes en soporte digital, diseño sonoro,

vestuario, escenografía... todos son para este

bailarín y pedagogo ingredientes de una

puesta en escena cuidada en donde

conceptos e ideas están al servicio del gesto

artístico de la creación.

La propuesta musical de Best Before ha sido

elaborada por el compositor e ingeniero de

sonido francés Vincent Puglia (Nori),

creador con el que Padrón ha venido

colaborando en los últimos cincos años. La

partitura consta entre otros elementos de

música en vivo obtenida gracias a captores

especiales que son capaces de leer el

movimiento y traducirlo en sonido. Los

bailarines que participan en esta última

propuesta del coreógrafo son, entre otros,

el propio Padrón, Gregorie Auger, Beth

Bartholomew, Claudia Faci, Fidel Orrillo

y Frederic Six.

MARTÍN PADRÓN,

DE LO NARRATIVO A LO CONCEPTUAL

El coreógrafo, pedagogo y bailarín tinerfeño

Martín Padrón (1963) se interesó desde

joven por la creación de vanguardia (Oscar

Domínguez, John Cage, Juan Hidalgo,

Bauhaus, Mark Rotko...) y por toda una

suerte de referencias estéticas opuestas que

cohabitaron en su cultura, hasta que ingresa

en la prestigiosa escuela del Ballet de

Flandes, en Amberes (Bélgica). Su inquieto

espíritu se traslada luego a París, en donde

se siente atraído por la escuela clásica

académica francesa y los trabajos de

Raymond Francheti y Gilbert Mayer.

Paralelamente a la búsqueda, interpretación

y entrenamiento en las disciplinas de danza

clásica académica y contemporánea, se

interesa por las técnicas descendientes de

la cultura oriental como el do-in, shiatsu y

yoga. En la década de los noventa crea su

primera coreografía, siendo bailarín de la

Ópera Real de Wallonie. En 1993 funda su

propia compañía en París con el apoyo del

Ministerio de Cultura francés, con la que

afronta distintas giras por Europa y

Sudamérica. En las obras de Martín Padrón,

la esencia de la danza clásica, de la cual

procede, está presente. Los coreógrafos

Ashton, Balanchine, Cranko y Tudor, son

artistas que han influido en su estilo, que

asimismo se ha visto motivado por otros

como Ek, Forsythe y Kilián.

Sus propuestas han experimentado una

evolución que se ha trasladado desde lo

narrativo y figurativo, hasta cierta estética

de lo fragmentario y conceptual, creando

collages en movimiento con una

simultaneidad de expresiones que operan

sin una lógica aparente. En el terreno de la

pedagogía, su experiencia y reflexión sobre

los fundamentos de la danza lo han

animado a la formación de profesores

alrededor del concepto de lo que él

denomina la sensación antes de la forma.

Actualmente comparte su tiempo entre la

Facultad de Bellas Artes de la Universidad

de Elche, en Altea, donde es responsable de

Pedagogía de la Danza, y La Gomera, donde

dirige el Centro Coreográfico que lleva su

nombre y la Escuela Municipal de Danza

de San Sebastián de La Gomera.

Fotógrafo: Vallinas

Fotógrafo: Vallinas

BEST BEFORE

Centro Coreográfico de La Gomera Martín Padrón

Días 17 (10.00 h. y 12.00 h.) y 18 (10.00 h.) de febrero

Funciones escolares

Precio único: 3 euros

18 (20.30 h.) de febrero

Función al público

Precio único: 12 euros

Best Before es el resultado de una evolución artística que viaja

entre lo figurativo y la abstracción, el barroco y lo radical

MARTÍN PADRÓN:

ENTREVISTA

¿Cuál es el espíritu y concepto como propuesta creativa de

Best Before?

Todos los hombres buscan la manera de ser felices. La felicidad es

el motivo de todos los actos de todos los hombres, hasta de aquellos

que se ahorcan. Best Before es un collage integrado por distintos

modos de expresión, acciones y conceptos. ¿Hablamos de un espíritu

dadaísta? En esta propuesta creativa, textos escritos y hablados,

cuerpos en movimiento, vídeo, diseño sonoro, iluminación, idiomas,

conceptos e ideas se cruzan y se mezclan creando una obra de arte

en movimiento.

¿Qué conexiones tiene esta obra con sus otros trabajos

anteriores y qué cree que aporta a los lenguajes expresivos

de la danza?

En efecto es la tercera pieza del tríptico configurado por las obras

Si no sí, Axón y Best Before. Existe una conexión porque las tres

tratan del hombre, de su educación infantil y de la felicidad. Best

Before es el resultado de una evolución artística que viaja entre

lo figurativo y la abstracción, el barroco y lo radical. Exige a los

bailarines una conciencia corporal elevada, un conocimiento de

la danza clásica académica y una compresión del sentido

contemporáneo de la presencia. Esta propuesta de lenguaje

coreográfico es la unión de tradición y de contemporaneidad. Los

conceptos cuerpo, tiempo y espacio están tratados teniendo en

cuenta el pasado y el presente de la historia del ballet y de la danza

contemporánea. La palabra forma parte de la expresión en esta

puesta en escena. Bailarines que hablan, idiomas que se mezclan.

Usted incorpora el vídeo como un instrumento más de

creación en Best Before.

Así es. La imagen puede funcionar sola fuera de Best Before. Deseo

mostrar varios puntos de vista simultáneamente, varios modos de

expresión sin otorgar más importancia a unos que a otros.

¿Cuál es su concepto de la felicidad? ¿Es posible aún la

felicidad en la sociedad adulterada del bienestar?

Según el diccionario, felicidad es una situación del ser cuyas

circunstancias vitales son tal y como las desea. Lo social, lo moral, lo

cultural, lo ético... el tiempo, tener tiempo, tomar tiempo, ganar

tiempo, darse tiempo, perder el tiempo... sociedad, felicidad, occidente,

la tierra, el universo, el deseo... el progreso social es algo que no

termino de entender: ¿La felicidad de unos permite la felicidad de

otros? ¿Estamos en una sociedad de bienestar o de mejor estar?

¿Queremos siempre lo mejor? ¿Bien, es suficiente?

Usted lleva tiempo instalado en La Gomera y desde la

periferia desarrolla su proyecto artístico. ¿Le preocupa esa

hipotética desconexión con los centros neurálgicos de

exhibición y producción cultural?

Vivir en La Gomera me garantiza tener una mirada del exterior,

ver lo relativo, analizar esta realidad en la que todos

evolucionamos que llamamos Humanidad. Me permite también

más claridad y reflexión sobre valores más universales y éticos.

La creatividad es algo que tiene más relación con el estado de

nuestros órganos que con el contexto cultural que nos rodea. He

vivido veinticinco años en centroeuropa, sigo saliendo de La

Gomera con frecuencia y hoy en día puedes estar conectado con

el resto del planeta si lo deseas.

Fotógrafo: Vallinas

Versión invertida y cruel del mito de Pigmalión

POR AMOR AL ARTE

El cineasta Gerardo Vera dirige a Maribel Verdú, Juanjo Artero, Cristóbal Suárez y Beatriz

Santana en esta ácida comedia contemporánea, que plantea el sentimiento amoroso como

la forma más sutil de apoderarse de la intimidad del otro

22 ARRIBA TELÓN / TEATRO

POR AMOR AL ARTE

de Neil Labute

Dirección : Gerardo Vera

Con Maribel Verdú, Juanjo Artero,

Cristóbal Suárez y Beatriz Santana

Días 20 y 21 (20.30 h.) y

22 (19.00 h.) de febrero

Precios en euros Inicial T. Verde T. Azul T. Blanca

Patio de butacas 17 14 12 8.50

1er Anfiteatro bajo 14 11 10 7

1er Anfiteatro alto 12 10 8 6

2do Anfiteatro 10 8 7 5

Tras cinco años alejado de los escenarios,

el realizador Gerardo Vera retoma el pulso

teatral con la dirección y adaptación en

clave de ácida comedia contemporánea, de

la obra del cineasta norteamericano Neil

Labute, Por amor al arte. Una puesta en

escena brillante y sugestiva, acompañada

por una magnífica y sólida dirección de un

completo elenco de actores que integran

Maribel Verdú, Juanjo Artero, Beatriz

Santana y Cristóbal Suárez, convierte la

mencionada pieza en una radiografía de las

contradicciones de la sociedad moderna.

Labute nos habla del amor como la forma

más sutil de apoderarse de otro ser humano

en todos sus múltiples aspectos. La acción

de Por amor al arte transcurre en un

contexto universitario y en diferentes

espacios que van mutando en escena a una

velocidad de vértigo, hasta alcanzar un final

imprevisto que no sólo hace comprender

al espectador muchas de las claves que se

producen a lo largo de la representación,

sino transformar la visión que hasta

entonces había mantenido de cada uno de

los cuatro personajes.

El montaje que dirige Vera, director entre

otras películas de La niña de tus ojos, Una

mujer bajo la lluvia, La Celestina o Segunda

Piel, nos permite indagar en las

desconcertadas almas de sus cuatro

protagonistas, creando una brutal fotografía

de la sociedad actual, de la ética profesional

como fundamento de la dignidad humana

y del sentimiento amoroso como agresión

a la intimidad del otro. Labute ha eludido

crear la típica comedia romántica provista

de componente didáctico o pedagógico en

la que el hombre utiliza toda las estrategias

para seducir a una mujer, y se ha decantado

por alterar el orden de las cosas. Marta

(Maribel Verdú), una manipuladora y

calculadora escultora que prepara su

doctorado en Bellas Artes, decide esculpir

una obra viva: la materia prima será el joven

Adam (Juanjo Artero), un introvertido

filólogo que se gana la vida como agente de

seguridad en un museo de una pequeña

localidad de provincias. Labute despliega

entonces una intrigante inversión de

papeles: convierte a Marta en un personaje

masculino y dominador, y a Adam, en uno

femenino y frágil, capaz incluso de

autodestruirse y mostrar sus miserias por

lograr el amor de la artista. Alrededor de

ellos también se desarrollan las dos vidas

de la vulnerable Sara (Beatriz Santana), la

prometida de Tony (Cristóbal Suárez), un

ser iracundo e inestable, excompañero de

piso de Adam. Rota la amistad y el amor,

cada uno deberá comenzar en soledad un

camino diferente.

Vera, que ha confesado haberse

reencontrado con el teatro para dedicarse

a él de manera definitiva, también ha

admitido que el texto de Neil Labute –que

ha producido Pedro Larrañaga, marido de

Maribel Verdú-, le ha reconciliado con la

dramaturgia. A partir de ahora el cine será

para el director una actividad esporádica

con la que pretende realizar un largometraje

cada año y medio. El director ha apostado

por una escenografía sencilla y un juego de

luces transversales de diferentes colores. En

Por amor al arte, Gerardo Vera ha logrado

extraer los matices psicológicos y

dramáticos de cada personaje; ha sido fiel

a la subversión de los roles masculino y

femenino y a la alteridad del orden de las

prioridades propuesta en el texto original

de Neil Labute.

BRUTAL RADIOGRAFÍA DE NUESTRA SOCIEDAD

GERARDO VERA

Si me preguntasen de qué trata Por amor al

arte, una de las comedias más inteligentes

que han caído en mis manos, diría que es

una comedia sobre el amor. Del amor con

todos sus adjetivos, y con una estupenda

novedad: habla del amor como la mejor y

más insensible manera de apoderarte de

otro ser humano en todos sus aspectos. Eso

sí, con una variante excepcional.

Neil LaBute altera el orden de las cosas y

nos plantea una situación nueva en la que

una mujer, una joven de su tiempo, la que

decide enamorar, conquistar y reducir

(nunca mejor dicho) a su objeto de deseo:

un hombre joven y tímido, ofreciéndose

como un Pigmalion cualquiera para

educarle y modelarle a su antojo. A lo largo

de la obra va adquiriendo una nueva,

atractiva y distinta personalidad.

La acción no puede ser más simple. Por

medio de rápidas y diferentes escenas vemos

a los personajes entrar en los aspectos más

íntimos del alma humana. Neil LaBute

construye un verdadero tour-de-force para

cuatro actores. Es un ring de boxeo donde

cuatro seres humanos, en clave de comedia,

empiezan a sentir el dolor de enfrentarse a

ellos mismos a partir de situaciones

cotidianas y dentro de una gran apariencia

de normalidad.

Es una comedia con una agresividad nada

moralista, sino rabiosamente contemporánea.

Nada es obvio ni gratuito. Neil LaBute

bucea en las almas desconcertadas de los

cuatro personajes y crea una brutal

radiografía de nuestra sociedad. Nos habla

del amor como agresión a la intimidad del

otro, de la relación entre el arte y la vida y

de la ética profesional como base de la

dignidad humana. Y en un sorprendente

final, cuyo contenido no voy a desvelar, Neil

LaBute da un giro valiente y profundamente

revelador y nos vuelve a descolocar

hábilmente, obligándonos sin piedad a

enfrentarnos a nosotros mismos utilizando

el personaje de Marta como un espejo

donde se reflejan nuestras propias miserias.

Los cuatro protagonistas con el director

Gerardo Vera (centro).

Juanjo Artero y Maribel Verdú.

Diderot se entrega a los placeres carnales

EL LIBERTINO

Teatro de la Abadía nos acerca a un episodio de la apasionante vida del autor de la Enciclopedia,

tras el que se trasluce una profunda e irónica reflexión sobre la moral y la contradicción

entre sentimiento y pensamiento

24 ARRIBA TELÓN / TEATRO

La versión castellana de la obra del francés

Eric-Emmanuel Schmitt, El libertino, que

fue estrenada hace seis años en París y

trasladada al cine hace tres, llega a los

escenarios españoles por vez primera

dirigida por Joaquín Hinojosa en una

cuidada producción del Teatro de la Abadía.

La divertidísima e inteligente comedia de

enredo que recrea un episodio de la

apasionante y apasionada vida del filósofo,

matemático y ensayista Denis Diderot, autor

de la Enciclopedia, explora la personalidad

hedonista de este ilustre pensador del

periodo de la Ilustración en la que confluyen

su visión empírica de la vida y una ideología

vital que se debate entre sentimiento y

pensamiento ateo.

Schmitt presenta a Diderot (Andrés Lima)

pasando unos días en el pabellón de caza

que a puesto a su disposición Paul Henry

Dietrich, barón de Holbach, donde Madame

Therbouche (Ana Otero), una fascinante y

provocadora pintora de dudosa reputación,

propone retratarle desnudo. La única manera

de evitar el retraso de la impresión del último

tomo de la Enciclopedia, es que Diderot

acometa el capítulo pendiente que

inesperadamente Rousseau renunció a

escribir sobre la moral. Pero sus buenos

propósitos se ven interrumpidos por la

incesante visita de personajes femeninos

–incluida su esposa (Miriam Alemany)-, que

introducen ciertas paradojas y

contradicciones en sus conceptos sobre el

matrimonio, los celos, el vicio, el sexo como

elemento de poder, la seducción, la virtud y

el libertinaje, en ese deseo de conciliar lo

inconciliable, de lograr una mediación entre

las exigencias de la felicidad individual y la

moral corriente, así como las dudas para

aunar razón y deseo. Finalmente Diderot

renunciará a escribir dicho capítulo: la moral

le conducirá a la ética y la ética a la moral.

El autor francés (que estudió filosofía y en

1987 elaboró su tesis doctoral sobre el libre

pensador del Siglo de las Luces), deambula

entre los personajes históricos para

transcribirnos una crónica cotidiana de la

mentalidad y las contradicciones íntimas

de Diderot, que quedan extrapoladas para

identificarse como las de una época y una

forma de cultura surgida en el siglo XVIII,

tras largos años de oscuridad e ignorancia,

simbolizados por la alianza entre la Iglesia

y la monarquía. La estructura de El libertino

–insertada con sarcástica precisión en las

tres unidades de acción, lugar y tiempo, en

concordancia con el canon teatral de la

época en que transcurre la historia-, es

perfecta; la alternancia de situaciones, de

una eficacia maquiavélica; el desarrollo de

la trama, pleno de sorpresas que, apenas

planteadas, se imponen con aplastante

lógica y verosimilitud.

Joaquín Hinojosa, director adjunto de La

Abadía durante dos años, y actual director

de los Teatres de la Generalitat Valenciana,

destaca de El libertino, que define como un

exquisito artificio escénico, el ingenio y la

fuerza de sus diálogos, el vigor de los

personajes, el irónico e inteligente humor

de las situaciones, que se evidencia

igualmente el vibrante y ágil estilo del texto

de Schmitt, tras el que se agazapa una

profunda e irónica reflexión sobre la moral

del individuo y la contradicción entre vida

e ideas, sentimiento y pensamiento, que

propicia el disfrute de todo tipo de

espectadores, ya que sus múltiples niveles

de lectura y entendimiento la hacen

accesible a todas las sensibilidades culturales.

Verdad histórica y ficción teatral son

intercambiables en esta propuesta de La

Abadía caracterizada por un humor pleno

de inteligencia a la búsqueda de un placer

no menos inteligente.

EL LIBERTINO

de Eric-Emmanuel Schmitt

Teatro de La Abadía

Dirección: Joaquín Hinojosa

Días 27 y 28 (20.30 h.) y

29 (19.00 h.) de febrero

Precios en euros Inicial T. Verde T. Azul T. Blanca

Patio de butacas 17 14 12 8.50

1er Anfiteatro bajo 14 11 10 7

1er Anfiteatro alto 12 10 8 6

2do Anfiteatro 10 8 7 5

PULSIONES DEL SEXO Y FASCINACIÓN POR LA BELLEZA

Es una obra muy entretenida, muy distraída, más cómica que filosófica,

más teatral que veraz, pero de las que dejan al espectador la buena

sensación de haber entendido algo difícil.

Eduardo Haro Tecglen, El País

El libertino tiene elementos de vodevil, de intriga, de doctrina y

librepensamiento. Y riquísimas contradicciones entre la moral personal

y la colectiva que es lo que, en definitiva, le da encarnadura escénica.

(...) Bajo el prisma general del humor, Hinojosa tiene que articular

varios elementos: pulsiones del sexo, fascinación por la belleza,

compromiso intelectual y racionalización del mal como expresión de

una belleza maldita y vengadora.

Javier Villán, El Mundo

Hinojosa realiza un limpio ejercicio de dirección atento a servir las

líneas de tensión de la obra. Una estupenda e inteligente comedia

cuyo desarrollo salpica constantemente las risas del público.

Juan Ignacio García Garzón, ABC

El libertino demuestra un instinto y un olfato dramático altamente

sugestivos. Hinojosa dirige una vitalista puesta en escena y vuelca en

los intérpretes sus mayores mimos creativos.

Juan Antonio Vizcaíno, La Razón

El libertino logra algo que está al alcance de muy pocos: conmover

el pensamiento y provocar la risa (...) Si lo que buscaban, tanto autor,

como director y actores, era placer estético, intelectual y emocional,

lo han conseguido.

Álvaro Vicente, Revista Salir Salir Madrid

Esta obra de Schmitt es divertida, ingeniosa, inteligente y profunda.

No es fácil combinar todas estas virtudes a la vez, sobre todo el que

la profundidad de los diálogos no resulte densa ni pesada. Los actores

que encarnan a los personajes están tan en su papel que lo hacen con

la gracia y la desenvoltura adecuadas para que todo el escenario se

convierta en un trasunto verosímil de la situación que representan.

Ladevéze, La Gaceta de los Negocios

El desafortunado siniestro sufrido en

1908 por el Circo Cuyás terminó con

una etapa de su historia e inició otra en

la que el Séptimo Arte ostentó un

absoluto protagonismo. A los pocos

meses del incendio el arquitecto

Fernando Navarro confeccionó dos

anteproyectos que debían de servir de

pauta para la edificación del nuevo circo.

El primero consistía en un trazado de

teatro cerrado en el que se seguía la línea

arquitectónica habitual en este tipo de

inmuebles. Sin embargo, el segundo era

un diseño dominado por un salón

semiabierto rodeado de jardines con la

posibilidad de alojar toda clase de

espectáculos. Mientras se decidía qué

modelo elegir, hecho que nunca se

produjo, fue construido un circo

provisional que, inaugurado el 20 de

diciembre de 1908, actuó como

alternativa a los espectáculos existentes

en aquel momento en la ciudad.

El cine volvió a este provisional Cuyás en

1910. En esta ocasión regresó con una

notable mejora. El 13 de enero fue

presentado ante el público capitalino el

cinefono, consistente en la combinación

de un cinematógrafo y un fonógrafo. Fue

presentado como un aparato nunca visto

en Las Palmas de Gran Canaria, pero lo

cierto es que meses antes había sido

exhibido en el Pabellón Colón, local de

espectáculos instalado en la misma

ciudad.

Una vez finalizadas las sesiones del

cinefono se constituyó una sociedad que

se planteó como único objetivo reedificar

el circo, empleando el cemento armado

como material constructivo con la

finalidad de que no siguiera los pasos de

su predecesor. Mientras este proyecto era

ultimado, la empresa continuó utilizando

el circo provisional en el que el cine hizo

acto de presencia una vez más el día 21

de abril de 1910. Finalmente, el nuevo

circo reformado, cuyo amplio escenario

fue decorado por el pintor Néstor Martín

Fernández de la Torre, acogió el

cinematógrafo el primer día del mes de

septiembre de 1910. A lo largo de la nueva

década el Séptimo Arte continuó presente

en el Cuyás, si bien todavía se mostraba

como complemento de actuaciones

t e a t rales o mu s i c a l e s . Este

comportamiento fue habitual hasta el

final del decenio, sobre todo desde el

momento en que el incendio padecido

por el Teatro Pérez Galdós en 1918 privó

a la ciudad de su primer coliseo,

adquiriendo el Circo de la calle Viera y

Clavijo todo el protagonismo escénico.

El año 1930, con la llegada del sonido a

los cinematógrafos, dio comienzo un

nuevo episodio en la Historia del Cine y,

por lo tanto, también en la exhibición

cinematográfica en la capital grancanaria.

A lo largo de los meses de septiembre y

octubre de 1930 la empresa Exclusivas

Plaja presentó, temporalmente y de

manera promocional, en la sala del Circo

Cuyás el primer aparato sonoro instalado

en Las Palmas de Gran Canaria,

revelándose esta primera y exitosa toma

de contacto como un anticipo de los

De circo de variedades a moderno cine de líneas racionalistas

EL TEATRO CUYÁS (II)

Las artes musicales y teatrales se complementaron en su escenario con el Séptimo Arte,

tras el incendio acaecido en el Teatro Pérez Galdós en 1918

26 REPORTAJE

FERNANDO BETANCOR

Interior de la antigua gallera del Cuyás

(Archivo de la FEDAC)

sonoros nuevos tiempos. La irrupción de

esa nueva realidad impulsó a los

propietarios del local a poner en marcha

una nueva transformación del mismo.

Así, con la proyección de las películas

Trípoli y El primer beso, el 18 de octubre

de 1931, se produjo el final definitivo de

la historia del antiguo Circo Cuyás, dando

paso al comienzo de la trayectoria de un

nuevo local de espectáculos que

abandonará la antigua denominación de

circo, convirtiéndose en un verdadero

cine. No obstante, mantendrá su

emblemático, histórico y célebre Cuyás,

como homenaje a aquel decimonónico

establecimiento, y posiblemente por

razones empresariales, puesto que era un

nombre que ya formaba parte de la

mentalidad colectiva.

El Cine Cuyás, promovido por Domingo

Pérez Medina, fue proyectado en el año

1931 por el arquitecto grancanario

Miguel Martín Fernández de la Torre,

presentando las sobrias y severas líneas

arquitectónicas racionalistas aplicadas

por el facultativo en esta etapa. El nuevo

inmueble fue diseñado para ocupar el

mismo solar interior sobre el que hasta

entonces había permanecido instalado

el antiguo circo. Por lo tanto, quedaba

aislado de la vía pública por un edificio

ecléctico de tres plantas que, aunque

proyectado en 1924 por el propio

arquitecto, quedó inconcluso. Tras este

inacabado edificio fue erigido uno de

los cinematógrafos más importantes y

célebres de la capital, convirtiéndose

desde su inauguración en la medida de

los restantes, al considerarse el primer

cine moderno de la urbe. Esta ...orgía de

arte y armonía... en la que ...Miguel

Sala del Cine Cuyás

(Archivo de la FEDAC)

Vista de la calle Viera y Clavijo

Fachada del Circo Cuyás

(Archivo de la FEDAC)

28 REPORTAJE

Martín se ha superado a sí mismo..., como

hacían referencia al mismo las crónicas

de la época, fue inaugurado, tras superar

una jornada de huelga que afectó a los

empleados de locales de espectáculos, el

día 1 de marzo de 1933. El público

asistente, además de contar con la

posibilidad de disfrutar con cintas tales

como El último varón de la tierra o un

Noticiario Fox, tuvo la oportunidad de

recrearse ante las espléndidas

instalaciones del nuevo local. Un amplio

y sobrio vestíbulo, dominado por

mármoles negros, espejos y vitrinas de

exhibición, daba paso a una sala con

cabida para 640 espectadores, 40 de ellos

acomodados en 8 palcos independientes

situados frente a un escenario, sobre el

que permanecía instalada la pantalla de

proyección. El emplazamiento de la

pantalla fue calculado con sumo cuidado,

ante todo por el hecho de que el Cuyás

contaba, no sólo con un anfiteatro de

360 butacas sino con un palco general

en el que podían acomodarse 160

espectadores, tratándose del primer salón

de proyecciones que poseía un perfil tan

complejo en la ciudad. El tratamiento

de la acústica fue uno de los grandes

retos a los que se enfrentó el arquitecto,

solucionándolo por medio del empleo

de materiales especiales como cartón o

celotex-tapizel, y eludiendo los planos

en los paramentos truncándolos por

medio de diedros o curvas. Un aparato

de proyección Klangfilm, que reproducía

una perfecta armonía sonora, hacía el

resto. Las citadas condiciones, así como

la rotunda modernidad de sus sobrias

líneas arquitectónicas, hicieron del Cine

Cuyás -tal como afirmaban los críticos

de la época-, ...un teatro modelo..., un

...templo digno del dios Cinema....

Aunque la inauguración del Cine Cuyás

auguraba el floreciente inicio de una

etapa de auge para la exhibición

cinematográfica, con el estallido de la

Guerra Civil en 1936, ésta experimentó

una notoria ralentización. Las

proyeccciones cinematográficas no

desaparecieron. Sin embargo, las

películas-reportajes, en las que se

presentaba el avance de las tropas

nacionales en el frente de batalla, rodaron

por la práctica totalidad de las pantallas

insulares. Del mismo modo, se

Cafetería del Cine Cuyás

(Archivo de la FEDAC)

UNA PEQUEÑA ANÉCDOTA

DEL CUYAS DE ANTES

MARÍA DOLORES DE LA FE

Actuaba la compañía del actor Pepe Romeu. En un principio, el éxito estuvo asegurado;

seguramente se debía a la natural novelería del público de entonces, tirando a pachorriento

más que a verdadero interés por el teatro, salvo las honrosas excepciones de siempre.

Bueno, por lo que quiera que fuese, la realidad no podía ser menos alentadora: apenas

cubrían gastos, lo que significaba que la taquilla necesitaba urgentes inyecciones de

tónico económico. Alguien del ámbito del Cuyás sugirió a Pepe Romeu una idea que

pareció luminosa: ¿Por qué no ponen en escena el eternamente atractivo Tenorio?

Fue aceptada la sugerencia, no sólo por la esperanza última de agarrarse al tópico

clavo ardiendo, sino también porque como la compañía incluía en su repertorio la

sempiterna obra de Zorrilla, para salvar la apurada situación económica, apenas

necesitaron requilorios de decorado, ensayos, etc. para anunciarlo a bombo y platillo.

En efecto, el Cuyás, la noche del estreno estaba lleno lo que se dice hasta la bandera.

Señoras emperejiladas hasta más allá de sus posibilidades efectivas; caballeros estrenando

corbata; jovencitas con sobrecarga de brillantina en sus repeinadas cabelleras... en fin,

panorama absolutamente halagüeño, incluso desde el punto de vista taquillero.

Y empieza la función. Todo iba bien. Hasta la gente que abarrotaba el gallinero (que,

según tradición teatral, solía ser la más entendida en el tema, pero al mismo tiempo

la más temible, porque no dudaba en manifestar a gritos su sincera opinión, así sobre

la marcha), hasta ese público, digamos elevado, permanecía en elocuente silencio.

Pero... llegó una escena cumbre, cuando Don Juan intenta levantar en sus brazos a

Doña Inés. Ni dando pujíos conseguía su teatral empeño. (Romeu ya no era un mozo,

todo hay que decirlo). En medio de un silencio sobrecogedor, uno de esos silencios

que hay quien afirma que podía cortarse con un cuchillo, Don Juan hizo un último

intento de cargar con la aspirante a monjita... Nada. Imposible. Y entonces, atravesando,

vibrante como un dardo, aquel impresionante silencio, brotó del gallinero una potente

voz en ayuda de Don Juan, aconsejándole con el más puro acento canario: ¡Chaacho...!

¡Llévala de dos ves...!

organizaron sesiones con carácter

benéfico, a través de las que los

empresarios cinematogr á f i cos

contribuían al sostenimiento del ejército

nacional. Entre esas funciones, la

celebrada el 13 de agosto de 1936 en el

Cine Cuyás adquiere un especial

significado, no sólo por las películas

proyectadas -cedidas gratuitamente por

los representantes de Cifesa, César

Dunant, y de Paramaunt, Bartolomé

Guerrero- sino por el hecho de que el

local ofreció a los espectadores una

imagen poco habitual. El numeroso

público asistente que acudió a socorrer

al ejército que "...se ha ofrendado para

salvar a España de las garras del

Comunismo...", asistió a la proyección

en un local decorado con los colores de

la enseña nacional, en evidente

d e s p l i e g u e p ro p a g a n d í s t i co,

recaudándose 3.210 pesetas.

Los propietarios del Cine Cuyás siempre

demost r a ron una dinámica

predisposición a incorporar todo tipo

de mejoras e innovaciones técnicas, con

la finalidad de no perder el lugar de

honor que habían ostentado en el

hor i zon te de la ex h i b i c i ó n

cinematográfica. De esta manera, en julio

1936 el salón de la calle de Viera y Clavijo

fue el marco adecuado para dar a

conocer, con gran éxito de público, la

audioscopia, precedente de las

proyecciones en tres dimensiones.

Asimismo, las reformas arquitectónicas

no se hicieron esperar. En 1958 fue

reparada la techumbre de la sala,

precedente de la reforma profunda

emprendida a mediados de la década de

los sesenta.

Edificio y patio del Teatro Cuyás

(Archivo de la FEDAC)

MARZO-ABRIL

AQUÍ NO PAGA NADIE, de Dario Fo

26, 27 y 28 de marzo

Dario Fo y sus obras se siguen representando en todo el mundo. Sus farsas conducen hábilmente al espectador a la carcajada liberadora,

pero también al poso posterior de una reflexión sobre las injusticias y desigualdades de nuestros estados del bienestar. Dirigida por

Esteve Ferrer y protagonizada por Silvia Marsó, Jordi Rebellón, Lluvia Rojo, Fran Sariego y Pedro Casablanc, el montaje Aquí no paga

nadie, se plantea como una burlona propuesta de vodevil social, en donde el discurso satírico y político de Fo posee un fresco, punzante

y dinámico sentido dramatúrgico.

EL REY SE MUERE, de Eugène Ionesco

2, 3 y 4 de abril

Teatro de la Abadía regresa al Cuyás con uno de los Ionescos más clásicos que, desde su estreno en 1962, cada generación ha reinterpretado

a través de innumerables y diferentes puestas en escena. El rey se muere, que dirige uno de los grandes de nuestra escena nacional, José

Luis Gómez, es una de las más profundas meditaciones sobre la condición humana que ha hecho el teatro, a través de la dramatización

poética de la muerte anunciada del rey Berenguer I, -que podría ser la de cualquiera de nosotros-, que ineluctablemente ocurrirá al

término de la representación. Una progresión psicológica, -plena de suspense-, de angustia, rebeldía, impotencia y resignación, que

conlleva una búsqueda ontológica de superiores niveles de conciencia y percepción tras el despojamiento de la voluntad, de las

sensaciones y de los recuerdos. Una obra y un personaje con los que se han batido, en obligado duelo, los mejores directores y actores

del teatro mundial, en una ceremonia que transcurre ante nuestros ojos a través de un velo de inteligentísimo y negro humor. Teatro

de La Abadía prosigue con esta producción su rico proceso de indagación -iniciado la pasada temporada con El Rey Lear- sobre la edad

y el trono, el tiempo y el poder.

LA CASA DE LOS SIETE BALCONES, de Alejandro Casona

9, 10 y 11 de abril

La evocación por parte del autor Alejandro Casona de su querida y añorada Asturias, es el eje de la puesta en escena de la comedia

dramática La casa de los siete balcones, obra que llega al Teatro Cuyás de la mano del productor Juanjo Seoane, con dirección de Angel

Fernández Montesinos. En torno a distintos personajes se vive una intriga llena de ambiciones, en las que incide la propuesta que dirige

Montesinos, porque según asegura en esta versión escénica se han potenciado los sentimientos, las pasiones de los personajes y el clima

y misterio que envuelve a la historia. Alejandro Casona escribe en torno a estos personajes una hermosa comedia dramática, llena de

ambiciones, egoísmo e incomprensión, pero al mismo tiempo plena de ternura, nostalgia y desesperada búsqueda del amor. La casa

de los siete balcones es uno de los últimos éxitos que alcanzara Alejandro Rodríguez Álvarez, verdadero nombre de Alejandro Casona,

que adoptó ese apellido por haber nacido en la casona donde vivía su familia, la principal de la localidad asturiana de Basullo. Este

dramaturgo, que ejerció de modesto maestro de escuela, adoptó el apellido en 1933 cuando ganó el premio Lope de Vega con su comedia

La sirena varada, que fue estrenada al año siguiente en el Teatro Español.

30 AVANCE

Dario Fo

Alejandro Casona

Eugène Ionesco

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