Retrato del Poeta Rubén Darío. Ca. 1904-1905 ELADIO MORENO DURÁN Carboncillo
y tiza sobre papel 31 × 26 cm Donación de la familia Morales González la
década de 1900 el pintor Eladio Moreno, (Estepa 1887), era alumno de la
Academia de Bellas Artes de San Fernando1. En esta institución, tuvo que haber
sido profesor suyo Manuel Benedito, que lo fue también de Alfredo de Torres
Edwards, dos años mayor que Moreno, y que se había trasladado a Madrid en
1907. El Dibujo del Poeta Rubén Darío lo hizo Eladio Moreno del natural en
1905 0 1904, cuando coincidió con el poeta nicaragüense en la capital
española. Eladio Moreno era contertulio del Café Universal, donde se reunía
con la peña canaria, (entre los mayores estaban Juan de Quesada, José de
Lara, Leopoldo Matos, Luis Maffiote, Rafael Mesa y López, y entre los más
jóvenes, Bernardino Valle y Tomás Gómez Bosch). En 1909 Moreno realizaba su
primer viaje a Canarias, haciendo escala en Santa Cruz de Tenerife y después
en Las Palmas de Gran Canaria. Tras unos años en América Latina y frecuentes
estancias en París se estableció definitivamente en Las Palmas en 1917,
ocupando la plaza de Profesor de Dibujo Lineal y Artístico en la Escuela
Normal de Magisterio, (todos los datos referidos los ha recopilado Germán
Jiménez Martel). En la época en que le conocieron Eladio Moreno y Tomás
Morales, Darío se hallaba en la cúspide de la fama, tras la publicación en
1905 de Cantos de Vida y de Esperanza y la reedición en Barcelona de Azul en
1907. Su primer viaje a España se remontaba a 1892. En 1911, ya se encontraba
en París, dirigiendo y publicando Mundial Magazine, revista de las letras
contemporáneas, que se imprimía en castellano. En uno de los números de
Mundial Darío publicó la Oda a Don Juan de Austria de Tomás Morales.
Daniel Vázquez Díaz residía en París cuando Darío se trasladó a la
capital. En 1911 pintaba el dramático e idealizado retrato de cuerpo entero
del poeta Rubén Darío, cartujo. Vázquez Díaz se convirtió en el principal
ilustrador de Mundial, realizando retratos a dibujo de Amado Nervo, Jacinto
Benavente, Pío Baroja y Juan Ramón Jiménez, entre otros muchos. En Rubén
Darío, cartujo el pintor emplea la geometría cubosintética para construir
los grandes volúmenes y la maciza impresión que le había causado la
presencia fisica del poeta. El pintor siente como verdaderos los sentimientos
religiosos que sobrecogían a Darío, algo que explica directamente en la
monografía de Francisco Garfías, una suerte de enorme y dilatada entrevista2.
Mucho más real y naturalista es un retrato a dibujo de Vázquez, donde Rubén
Darío mira fíjarnente al espectador. No obstante Vázquez Díaz también
tiende a monumentalizar los rasgos faciales en esta obra pequeña, siendo
siempre fiel a la impresión y al respeto que la personalidad de Darío le
causó. En Canarias el influjo y el gusto por la poesía de Darío fueron
considerables. Néstor ilustraba en la década de 1910 dos poemas suyos, Los
Vicios y Las Virtudes, ilustraciones que se quedaron en mero proyecto pero que
podemos considerar imágenes artísticas acabadas. En 1917, el año tras la
muerte de Darío, la revista Castalia le dedicaba su quinto número. La portada
llevaba un dibujo de Darío de Manuel Reyes y en su interior, algunos de sus
poemas más leídos aparecían ilustrados por los modernistas del momento, caso
del Responso a Verlaine, (por Juan Davó3), Leda, (por Pedro de
Guezala4) o Margarita, (por Manuel Reyes5). El retrato a dibujo de Eladio
Moreno es la primera imagen del nicaragüense en este fenómeno
plástico-literario propio del modernismo canario. Los rasgos reales de Darío
presentan una idéntica verosimilitud al compararlos con el dibujo de Vázquez
Díaz, algo que ya nos advierte acerca del talento como retratista que tenía
el artista. La mirada penetrante y dura del poeta contrasta con el aspecto
carnoso y sensual de la cara, una oposición intrínseca del arte y de la
personalidad de Darío que marcaba su ser fisico. Moreno concentra la luz en la
frente y los pómulos, así como en la mano en que se apoya la cabeza. El
fondo, a través del trazo horizontal, realza la verticalidad de la cabeza. El
artista ha producido una imagen naturalista y distendida, ajena al triunfalismo
y a la fama que rodeaban entonces al poeta, una imagen que es un sincero
estudio comprometido con la exactitud y la veracidad. 2 Vida y obra de Vázquez
Díaz. Francisco Garlias. Ver capítulo XII. Rubén Darío. Págs. 117-122.
Ibérico Europea de Ediciones. Madrid, 1972. 3 En Modos modernistas. La cultura
del modernismo en Canarias 1900-1925. Pág. 174. Ed. Ayuntamiento de Las Palmas
de Gran Canaria, Cabildo de Gran Canaria y CajaCanarias, 2000. 4 Ibídem, pág.
175. 5 Ibídem, pág. 172.