1 ¿Cuándo se trasladó la familia desde Madrid a Gran Canaria y por qué
motivos? En el año 1910 aproximadamente, unos años antes de la primera guerra
mundial. Por ser nombrado mi padre D. José Hermenegildo Hurtado de Mendoza y
Pérez Galdós Administrador general de la Comunidad Agrícola la Aldea de San
Nicolás por su condición de uno de los tantos copropietarios de dicha
comunidad, con deber de residente en la misma y sueldo de mil pesetas mensual
más vivienda en la llamada Casa Grande. 2 ¿Cuál era la profesión o los
quehaceres profesionales en Madrid y en Las Palmas de su padre/madre o si no,
de que fuentes procedían los ingresos de la familia? Mi padre en Madrid
llevaba la administración y liquidación de todos los ingresos de las
representaciones teatrales de D. Benito Pérez Galdós, de sus obras en Madrid
y provincias. Mi madre se dedicaba a sus labores y era hija de D. Manuel Sáenz
que era el proveedor de la Real Casa en todo lo que se refiere a sables,
espadas, condecoraciones, hombreras, fajines, botonaduras, espuelas y
distintivos de los diferentes cuerpos militares e insignias de los diferentes
cuerpos. 3 ¿En qué instituto o escuela de Madrid estudió? ¿En qué calle
vivía su familia y en qué barrio? Estudió en el Instituto de San Isidro.
Vivía que yo recuerde primero en Fuencuarral y luego en el Paseo Alberto
Aguilera frente a un inmenso Convento y Colegio de los llamados Padres
Capuchinos. 4 ¿Qué recuerda de la exposición en el Gabinete Literario? ¿Era
en una sala o en más, vendió obra? ¿Recuerdos de algún comentario en
prensa? Sí la recuerdo, estaba situada en todas las dependencias del 2º piso
con fachada a la Alameda de Colón y principio de la calle de Malteses y Plaza
de Cairasco. Vendió toda la obra. Recuerdo perfectamente que se obsequió a
todas las señoras y señoritas con un magnífico helado de frutas, que no sé
por qué entonces se llamaban mantecados y yo me puse a reventar, junto con
mi primo Enrique Pérez Galdós hijo del capitán de artillería D. Domingo
Pérez Galdós y Siria que era hijo de Ignacio Pérez Galdós y de Dña.
Caridad Siria que había tomado estando en La Habana cuando era oficial de
Estado Mayor y que era hermano de D. Benito y llegó a ser Capitán General de
Canarias, residiendo muchos años en el castillo de San Cristóbal en Sta. Cruz
de Tenerife, siempre muy mal recibido por las fuerzas vivas de dicha isla al
creer que se quería traer para Las Palmas la capitanía, sin embargo luego lo
adoraron por su inquebrantable rectitud por no inclinarse a favor ni en contra
de ninguna de las dos islas. 5 ¿Dónde tenía su taller en Las Palmas, lo
recuerda Vd.? ¿Dónde compraba los materiales artísticos necesarios? En la
parte alta de la vivienda alquilada por mis padres en la calle Juan de Quesada,
17 (conocida y llamada del Toril) desde cuyas inmediaciones salían y llegaban
a todas las horas del día los llamados coches de hora que comunicaban a todos
los pueblos del interior de la isla tirados por mulas. Los materiales los
compraba en el comercio de una familia de muy baja estatura sus integrantes y
que los isleños con su aguda ironía les llamaban los rompetechos; dicho
comercio estaba ubicado en la calle Malteses esquina la calle Cano y que
desapareció al derribarla para hacer el edificio actual. 6 ¿Era aficionado a
la lectura, existía una buena biblioteca en la casa de sus padres? ¿Recuerda
alguna preferencia literaria de su hermano, manifestada o no? No era aficionado
a la lectura, pero sí a las tertulias donde las frases irónicas estaban a la
orden del día y calificaron a muchas personas para el resto de sus días. No
existía una gran biblioteca porque el Real Club Náutico, Gabinete Literario y
Círculo Mercantil poseían una amplísima biblioteca cuyos ejemplares podían
ser usados por sus socios para leerlos sin ninguna clase de apresuramiento y
además porque el precio de los libros entonces no era ningún problema como
ahora. Téngase en cuenta que un periódico diario se podía adquirir por diez
céntimos. 7 ¿Era anglófilo, declarado o no. Conocía algún otro idioma que
no fuera el español? Sí era un reconocido anglófilo. Tenía mucho contacto
con conocidas familias inglesas cuyas casas frecuentaba y mantenía muy buena
relación con ellas. 8 ¿Por qué decidió marcharse a La Habana? ¿Qué
familiares vivían entonces en Cuba y qué contacto había entre los Hurtado a
ambos del Atlántico? Porque en La Habana existía una rama de galdoses, uno de
los cuales D. Carlos Hesvernine y Gáldos llegó a ser ministro de Estado de La
Habana y nombró a mi padre Cónsul de Cuba que ejerció hasta que vino uno
perteneciente a la carrera consular. La relación con los Hurtado era la normal
de una familia separada por un mar que entonces se tardaba en cruzar 14 ó 15
días. 9 ¿Qué clases de actitudes políticas y sociales tenía? ¿Era
conservador, religioso o progresista? Era apolítico, su única política era
pasarlo bien con un grupo de amigos que tuvieran humor porque era incompatible
con los gafes, y sobre todo le gustaba con sus amigos tomarle el pelo a los
que presumían de lo que no eran. 10 ¿Hablaba de arte alguna vez, y si lo
hacía, qué cosas decía? Hablaba de arte con la familia de la Torre de la
cual era asiduo concurrente y con la que tenía gran amistad.Este cuestionario
fue amablemente contestado por D. Ambrosio Hurtado de Mendoza, hermano de José
Hurtado de Mendoza, en el año 2000, poco antes de su fallecimiento.