EL RETRATO DE NÉSTOR NOS MUESTRA A NÉSTOR como joven dandy, en el estilo y disfraz principesco del Epitalamio contra un tupido y abstracto fondo multisimbólico. El pintor, elegante y presumido, posa con cierta arrogancia mientras los símbolos de su pintura flotan alrededor de él. A su derecha, la fruta tropical, plátanos y naranjas, que jalona su concepción exotista de la tierra canaria. Una hoja de filodendro, especie que él elevó a la hiperrealidad en sus pasteles botánicos de 1930. Una cacatúa y un loro verde, aves que también le acompañan cuando se desposa consigo mismo en su Epitalamio. Un sátiro casi entero, mostrando no sólo su musculoso torso sino su sexo masculino, completando así la fuerza de la imagen homoerótica. Dámaso entreteje a modo de intertexto simbólico dos objetos propios de su imaginario, los caballitos de mar y la caracola. A su vez esta órbita de símbolos en torno a su creador se sobrepone a una imagen de desnudo masculino en azul, que repite a gran escala la pose asumida por el Sátiro del Valle de las Hésperides, insertando subliminalmente el icono en el oculto terreno del deseo. 26 Retrato de Néstor Martín Fernández de la Torre. 2002 JOSÉ DÁMASO Técnica mixta sobre lienzo 105 × 75 cm Donación de D. José Dámaso 27