Salvador Rueda en CanariasGERMÁN JIMÉNEZ MARTEL Montiano Placeres Torón.
(Telde 1885-1938). Las manifestaciones culturales y artísticas canarias a
finales del siglo XIX y principios del XX se ven cada vez más influenciadas
por los efectos del desarrollo del arte y la cultura europea. Se debía
esencialmente al avance de los medios de comunicación y de los transportes.
Por otro lado los estudiantes y artistas canarios tenían más posibilidades de
ampliar su formación y los estudios en Madrid y por extensión recibir
información acerca de las últimas tendencias culturales. De esta manera se
iba superando el histórico aislamiento del Archipiélago respecto al resto de
Europa. La Literatura fue una de las manifestaciones culturales más
fructíferas. Así, en las postrimerías del siglo XIX las letras canarias se
incorporan al romanticismo. La exaltación localista y la poetización de la
naturaleza serían los rasgos más destacables. El poeta insular descubre los
valores sentimentales del paisaje y de las costumbres populares. Otra tendencia
literaria es el realismo que representa la oposición en el campo de la
narrativa al romanticismo. No obstante la estética romántica, aunque en una
concepción más universal, continúa con el modernismo. En esta línea se
desarrolla la obra de muchos poetas canarios que toman como referente a
Salvador Rueda (Benaveque 1857 - Málaga 1933) al que se ha considerado
antecesor del modernismo en España. La lírica de esta corriente se
caracterizó por el culto a la palabra, la musicalidad y el colorido. El
presente trabajo tiene como objetivo exponer la visita de Rueda y su im 40
portancia literaria entre los poetas canarios a principios del siglo XX. Se
tomó como referencia inicial un artículo publicado por Montiano Placeres con
motivo del fallecimiento de Salvador Rueda. Los acontecimientos comentados
transcurren durante la visita del poeta andaluz a Gran Canaria a finales de
1909. Montiano describe las vicisitudes previas a la excursión a Telde así
como el comienzo del gran homenaje celebrado en el Teatro Pérez Galdós. Los
datos y comentarios del poeta teldense se han ampliado con la información
publicada en la prensa grancanaria durante los diecinueve días de estancia del
Poeta en la isla. Fue tal el interés suscitado que Salvador Rueda se
convirtió en todo un acontecimiento social y cultural. Hay que señalar que el
motivo de su visita se debió a la invitación ofrecida por el Centro Andaluz
de La Habana para ir a Cuba. Indudablemente el paso por el Archipiélago era
obvio lo que motivó a la sociedad El Recreo preparar una velada en su honor.1
En esta travesía le acompañaba el periodista Juan Perlé.2 Salieron de Cádiz
el día 20 de diciembre de 1909 en el vapor Villaverde3 dirigiéndose a Las
Palmas de Gran Canaria.4 Ello despertó gran alegría en el mundo literario
insular debido a la estrecha relación que tenía con poetas y literatos
canarios. Ante este acontecimiento, y como primera muestra de entusiasmo, el
periódico El Día editó en su homenaje un número especial el día 27 de
diciembre. Participan con hermosos textos y bellos poemas Tomás Morales,
Rafael Romero [Alonso Quesada], Manuel Macías Casanova, Andrés González
Blanco, Sintes Reyes, Montiano Placeres y Saulo Torón, entre otros. Sería
precisamente el poema de Saulo uno de los más triunfalistas que, por otra
parte, el poeta parece que no consideró digno de incluir en su obra editada y
que recogen sus poemas. A SALVADOR RUEDA. SALUTACIÓN Salud, regio monarca del
Verso Omnipotente, bienvenido a este suelo pletórico de sol; el más rico y
fecundo de las islas de Oriente, 1 La entusiasta sociedad del Puerto de La
Luz, a cuyas felices iniciativas debemos la visita del insigne Rueda, tiene ya
ultimado el programa de la velada en honor del poeta. ANÓNIMO: En honor de
Rueda. El Día. Las Palmas de Gran Canaria. 11-I-1910. 2 ANÓNIMO: El Vapor
Villaverde. Diario de Las Palmas. Las Palmas de Gran Canaria. 28-XII-1909. 3
ANÓNIMO: Salvador Rueda. Su viaje a Las Palmas. (El Día, 21-XII1909). 4
Una entusiasta, una cariñosa acogida espera el cantor andaluz en las islas
españolas. Apréstanse sus amigos y admiradores a rendirle tributo de afecto,
a ensalzar con fiestas esplendorosas sus grandes méritos, ofreciéndole
frescos laureles de aquellos hermosos campos. Rueda irá a Cuba aunque la
primera tierra americana que pisará sea Puerto Rico, finalizando su ruta en La
Habana. ANÓNIMO. Salvador Rueda a América. (Diario de Las Palmas, 30I-
1910). 41 5 El domingo por la tarde llegará a esta ciudad, en el vapor
Villaverde, el ilustre poeta Salvador Rueda. La juventud canaria se apresta a
hacerle un cariñoso recibimiento. Algunas sociedades enviarán
representaciones para saludar al poeta que disfruta de fama nacional. La
sociedad canaria sabrá corresponder al afecto que el poeta demuestra por esta
tierra, a la cual seguramente cantará en sus versos inspirados. Sección
de Noticias. (Diario de Las Palmas, 24-XII-1909). que hoy palpita de gozo al
sentir en su frente la pisada del padre del lirismo español. Los mares de
estas costas se coronan de espumas; el ambiente se nutre de aromas de azahar;
los montes se empavesan con girones de brumas; las aves se engalanan con sus
más ricas plumas; todo aquí se reanima al sentirte llegar. Ruiseñor del
idioma que forjó la armonía; lírico milagroso del cerebro de luz, tu
inspiración es madre de la excelsa Poesía; tú del Arte a la cumbre más
enhiesta y bravía has subido, y en ella levantando la Cruz. Desátese tu musa
en vibrantes raudales, cantando las bellezas de esta simpar región en estrofas
sublimes de versos inmortales que, unidos a los versos del gran Tomás Morales,
formen el canto máximo de nuestra redención. Y cual áurea trompeta que
difunda en el viento los valientes acordes de una marcha triunfal, sea ese
canto gigante de vigoroso acento, repercuta en los ámbitos de la esfera
mundial. Salud, pues, gran monarca del Verso Omnipotente, bienvenido a este
suelo pletórico del sol; el más rico y fecundo de las islas de Oriente, que
hoy palpita de gozo al sentir en su frente la pisada del padre del lirismo
español. Estas palabras son muestra indudable del cariño y la admiración que
el poeta andaluz despertaba en el ambiente literario grancanario. El día 29 de
diciembre por la noche llegó al Puerto de La Luz aunque lo esperaban dos días
antes.5 Fue saludado a bordo por el Presidente de la Asociación de la Prensa
Luis Millares Cubas, el Presidente de la sociedad El Recreo Salvador Pérez
Miranda, José Franchy y Roca y multitud de personas, entre las que estaba
Tomás Morales que hizo las presentaciones a Néstor Martín, 42 José
Castro, Eduardo Millares, José Champsaur, Rafael Romero y Macías de Casanova,
director de El Día. Después se trasladó en coche al Hotel Continental
acompañado de Pérez Miranda y Tomás Morales. A continuación hasta diez
coches que conducían a los demás amigos de Rueda y muchos admiradores que
acompañaron al ilustre poeta. En la puerta del hotel le esperaba el Alcalde
Francisco Bethencourt Armas, el periodista Francisco González Díaz y el
escritor Juan Téllez y López, que desde hacía un mes estaba en Las Palmas de
Gran Canaria.6 No obstante, muchos admiradores fueron a saludarle departiendo
así hasta más de las doce. Luego, y en compañía de varios amigos, dio un
corto paseo por la ciudad.7 Indudablemente Tomás Morales estaba entre ellos.
No hay que olvidar que la amistad entre el Poeta del mar y Rueda surge hacia
1908 cuando comienza a participar en las tertulias celebradas en las casas de
Francisco Villaespesa y Carmen de Burgos. Todos ellos se convertirían en los
primeros valedores de Tomás en diversos círculos de la vida literaria de
Madrid. Así se comprende el cariño entre ambos poetas. Rueda quiere a Tomás
Morales con un afecto que se desborda en ardientes palabras llenas de emoción;
culto de un gran poeta a otro gran poeta en quien reconoce mucho de sí mismo,
la huella ideal, la iniciación del rumbo. Morales recita fragmentos de un
libro que está preparando, versos maravillosos, sublimes; y Rueda casi se
vuelve loco de entusiasmo. ¡Qué orgullo! exclama Eres enorme, vales
más que yo.8 Estas palabras expresadas en un artículo de González Díaz
fueron tomadas durante ese recorrido nocturno. Expresan con claridad el mutuo
afecto entre ambos poetas. Los actos organizados en honor a Salvador Rueda
durante los días de estancia en Gran Canaria serían varios. Sin duda alguna
el acto preparado por la sociedad El Recreo fue el más importante.9 Pero
también el Casino La Unión de Telde, con su presidente Montiano Placeres,
preparó una visita a la ciudad. Yo era a la sazón Presidente del Casino de
esta Ciudad. Cuando Rueda llegó a Gran Canaria le saludé por telégrafo, en
nombre del Casino y en mi nombre, señalaría en el amplio artículo publicado
en la revista España Nueva 6 ANÓNIMO. Salvador Rueda en Las Palmas. (El
Día, 30-XII-1909). 7 ANÓNIMO. Salvador Rueda. (Diario de Las Palmas,
30-XII-1909). 8 GONZÁLEZ DÍAZ, Francisco. Un hombre bueno. (Diario de Las
Palmas, 31-XII-1909). 9 Reina gran entusiasmo con motivo de la velada
literario musical que en honor del gran Salvador Rueda, nuestro huésped,
organiza la entusiasta sociedad El Recreo contando con muchos y valiosos
elementos. En la fiesta tomarán parte los señores González Díaz, Millares y
Romero, el poeta Tomás Morales y el notable violinista canario José
Avellaneda. Salvador Rueda recitará su última composición que acaba de
escribir aquí con el título de Salutación. Sección de Noticias.
(Diario de Las Palmas, 5-I-1910). 43 10 Amigo Montiano: Le escribo desde la
cama. Con motivo de haber sido Rueda invitado hoy a casa de un señor, nos es
imposible ir a Telde. Iremos el domingo. Yo telegrafiaré a V. el sábado
diciéndole la hora y el número de expedicionarios. Mañana escribiré
también a V. rogándole me comunique inmediatamente el estado de la carretera.
No sabe V. lo que sentimos no poder ir hoy, después de haberlo acordado así.
¡Paciencia! Un abrazo de su amigo, Rafael Romero. Hasta el domingo.
PLACERES, Montiano. Rueda en Canarias: Recuerdos de su excursión a Telde.
Revista España Nueva. 10VII- 1933. Las Palmas de Gran Canaria, pág. 2. 11
Ibídem anterior. 12 ANÓNIMO. Rueda. (Diario de Las Palmas, 11-I-1910). en
1933 y que dedica a este acontecimiento. A los pocos días fue Montiano a Las
Palmas de Gran Canaria con Rafael Romero a saludar al poeta andaluz. El
Casino, por indicación mía, había acordado invitarle a un almuerzo en Telde.
Se lo dije. Aceptó encantado. De esta manera todo lo relacionado con la
excursión quedaba a cargo de ambos. Inicialmente se celebraría el 6 de enero,
día de Reyes. Pero ese día Rafael envió una carta por la mañana anulando la
visita. 10 El día 7 Montiano recibió otra misiva confirmando el día de la
excursión: Sr. don Montiano Placeres. Telde. Querido amigo: Ya será en el
poder de V. mi carta de ayer, en la que exponía las razones que nos impidieron
ir a Telde. El domingo será la excursión. Iremos
14 o 15. Ya detallaré
mañana, sábado, en un telegrama que mandaré a usted y que usted me ha de
contestar inmediatamente dando su conformidad. Saldremos de Las Palmas
probablemente a las ocho de la mañana para almorzar ahí, aceptando el
generoso ofrecimiento de ustedes, y regresaremos a la tarde. A su cuidado
dejamos todo: usted es poeta y artista y sabe que llevamos al ilustre maestro
de la juventud española, que siente. Conque quedamos en eso. Yo telegrafío a
usted mañana por la mañana y usted me contesta inmediatamente. Hasta el
domingo. Un abrazo de su affmo amigo.11 El día señalado 9 de enero a las
8 de la mañana salieron acompañando a Rueda Tomás Morales, Rafael Romero,
Néstor, Rafael Mesa, Manuel Macías Casanova, Juan Perlé, Arturo Sarmiento,
Juan Sintes Reyes, José Castro Martín, León Romero y los periodistas
peninsulares Juan Téllez López y Salvador Cánovas y Cervantes, del
periódico Las Noticias.12 Llegaron a Telde de diez a diez y media. Fueron
recibidos en la plaza de San Juan por el Alcalde Juan Castro Álvarez, el
Secretario Luis Becerra, Montiano Placeres, Cristóbal Bonilla, Juan
Hernández, Felipe Arbelo, y Sres. Navarro Torón, Merlo, Izquierdo, Placeres
Ricardo y Abraham, Pascual, García, Bravo y admiradores deseosos de
conocer al Poeta. En el Ayuntamiento son espléndidamente recibidos siendo
obsequiados con pastas y licores. 44 Después almorzaron en el Hotel Victoria
donde en adorable intimidad deslizóse una hora deliciosa. Al final hablaron
Rafael Mesa, Ricardo Placeres así como Tomás Morales que recitó Britania
Máxima y Salutación a Rueda [Por la visita de Salvador a nuestras Tierras
Atlánticas]. Rafael Romero leyó asimismo dos romances de clásico estilo e
inimitable gracia.13 También Montiano Placeres y su padre don Ricardo,
improvisó un brindis en verso.14 Arturo Sarmiento decía en la reseña que
hizo de la excursión: Fue el final del banquete una fiesta de los poetas. Fue
el reino de la poesía, ¡la poesía que es algo que está muy hondo, en el
misterio del alma humana!.15 A continuación el Poeta y sus acompañantes se
dirigieron a la Iglesia de San Juan Bautista, elogiando y admirando el retablo
del altar mayor. Rueda quiso subir al campanario para admirar el hermoso
paisaje oriental de la vega teldense, y en aquel momento el campanario hacía
sonar las campanas anunciando el medio día. Todos queríamos también tocar a
rebato para saludar a la Naturaleza desbordante de hermosura, fue un momento
sublime en el que comulgaron todos los espíritus. La esplendidez del día
sugestionaba a todos como la brillante conversación del poeta, sarta de
brillantes de esplendorosas imágenes que cantaban himnos de gloria al paisaje.
Después dieron un paseo por la población, visitando la finca de Juan
Rodríguez Quegles en el lugar conocido por El Lomo. Allí un fotógrafo que
estaba de paso realizó unas fotografías. 16 A las cuatro de la tarde
emprendieron el viaje de regreso a Las Palmas de Gran Canaria, encantado de
Telde el Poeta, cuyos panoramas espléndidos le causaron una grata impresión.
La fiesta del día 14 en el Teatro Pérez Galdós era indudablemente el gran
acto en homenaje a Salvador Rueda. Montiano Placeres acudiría a la velada
literaria y musical, que no estuvo exenta de una simpática anécdota que le
acontecería al propio poeta teldense. Tras llegar a la ciudad capitalina, se
dirigió inicialmente a la casa de Rafael Romero en la calle Buenos Aires para
retirar su invitación. Al no encontrarlo se encaminó al Hotel Continental en
busca de Rueda. En el zaguán saludé al periodista Salvador 13 ANÓNIMO.
Obsequios a Rueda. Excursión a Telde. (El Día, 10I- 1910). 14 ANÓNIMO.
En obsequio a Rueda. Gira a Telde. La Defensa. Las Palmas de Gran Canaria.
10-I-1910. 15 Ibídem nota 11. 16 Ibídem nota 13. 45 17 Ibídem nota 15. 18
Sección de Noticias. (Diario de Las Palmas, 13-I-1910). Cánovas, que
salía. Le pregunté por Rueda. En el hall, donde me indicó el tocayo del
Poeta, se encontraba éste con el señor Perlé. Le conté lo que me ocurría y
me dijo No tengo ni la invitación mía, se la llevó hace poco un señor,
después que puse en ella a petición suya, mi firma
Me han traído muchas
para que las firme. Pero usted por falta de invitación, no se queda esta noche
sin ir al teatro. Después de tomar un papel de cartas del Hotel, escribió lo
siguiente: Permítase la entrada en el teatro a mi gran amigo y compañero don
Montiano Placeres, dador de estas palabras. Lo estimará, Salvador Rueda.
14-I-1910. Tras entregárselo en un sobre le indicó que dándole aquello a la
persona encargada de recoger las invitaciones le dejaría el paso libre.
Montiano pensó: Le mostraré este papel, y si me exige que se lo deje, no
entro
Ya me las arreglaré para asistir a la fiesta. Después de hablar unos
momentos, Rueda le invitó a cenar. No pudo aceptar porque había quedado
hacerlo con Saulo Torón, que le esperaba en el puerto. Cené, pues, con Saulo
y luego nos trasladamos a Las Palmas. Cuando llegamos a los alrededores del
teatro nos dijeron que la Sociedad organizadora de la fiesta había acordado,
en vista de la gran demanda de invitaciones, que la velada fuera pública. Y,
claro, compré una entrada.17 Los participantes en esta fiesta desprendieron un
desbordante cariño y afecto. El acto comenzó con un brillante discurso de
Francisco González Díaz. Al levantarse el telón se presentó en la escena
Salvador Rueda con el Alcalde de la ciudad Felipe Massieu y Falcón quién le
entregó una corona de laurel en nombre de Las Palmas de Gran Canaria. 18
Participaron, además, en esta velada Luis Millares, José Franchy y Roca,
Rafael Romero y Tomás Morales. El momento culminante de la noche llegó con la
Salutación del Poeta del Mar, poema que ha sido transcrito tal cual fue
publicado en la prensa. El teatro se caldeaba con la luz vivísima que
irradiaba el arte, soberano de las almas, haciendo comulgar a todos los
corazones en su divino altar. La voz resonante de un gran poeta vibró la sala,
y sus estrofas, llenas de armonía, cayeron sobre las cabezas inclinadas,
extáticas, de la concurrencia co 46 mo música melodiosa, como sublime
canto. Tomás Morales, el cantor del mar y la gloria, nuestro inmenso poeta, se
hizo más grande anoche recitando con arte soberano las soberbias estrofas de
su salutación. A Rueda le fueron dedicadas y en tan grandiosa fiesta
díjoselas él con todo el fuego de su entusiasmo. Son así: Salutación Noble
señor del plecto de oro y el verso todo florecido, viajero ilustre, que a una
secta diste el aliento precursor; a nuestras tierras encantadas de sol y mar
sé bien venido; grande es, señor, el entusiasmo; pero más grande fue el
honor. Honor que todos te debemos por merecidos de tu alteza
Tú que supiste
¡oh, gran caudillo!, de nuestra raza antemural, con la honradez de tus
doctrinas, soldar en una sola pieza un vasto ensueño de poeta y una virtud
sacramental. Llegas aquí cuando la tierra florece toda en armonía: los viejos
árboles se adornan con su uniforme juvenil, y en las recónditas urdimbres del
arpa viva de la umbría se inicia el eco rumoroso de los salterios del abril.
El viento tiembla amedrentado sobre los trojes campesinos, el agua clara entre
las cañas teje su fabla musical, Salvador Rueda, entre Tomás Morales y
Néstor de la Torre, en la finca El Lomo propiedad de Juan Rodríguez Quegles
en Telde. Fotografía realizada el 9 de enero de 1910. 47 19 VV.AA. En
honor de Salvador Rueda. La gran fiesta de anoche. (Diario de Las Palmas,
15-I-1910). todo el sendero está de rosas, todo el boscaje está de trinos, y
ayer surgió la Primavera de la floresta de un rosal
Gentil parece para el
acto de tu visita agalanada, el viejo Horacio la amaría para ajustarla a su
rabel; entre sus manos resplandece, bajo la luz de su mirada, una simbólica
guirnalda de hojas de roble y de laurel. Monologando entre las frondas pasaba
el alma del latino
Y al sol cadente, en el alarde de su brocado vesperal, se
iban hundiendo los rebaños en las revueltas del camino con la serena
mansedumbre de una leyenda pastoral
¡Qué gran cantar para tu lira! Ella
que, ardiendo en altos bríos, supo también de los dulzores el sacratísimo
fervor, pues fue forjada a la ternura de una cantata de amoríos, que al
redoblar de los martillos iba cantando el forjador
¡Qué gran visión para
tu musa!, que al vendimiar el nuevo rito surtió sus odres caudalosos en el
hispánico tonel. ¡Oh Musa tuya, Musa tuya! Siempre de cara al infinito, cual
la quimera que remata la aguda proa de un bajel
Noble señor: de tu
elocuencia muéstranos hoy el don superbo y ante el unánime concurso, como un
estrépito orquestal, a sus fastuosas sinfonías desate al fin tu Órgano
Verbo la maravilla de sus flautas sobre el estruendo comercial. Ante tu vista
el gran Atlántico se extiende todo en campo abierto, donde el sol rudo de
estos climas vierte su roja irradiación. El Sol tonante que vio un día nacer
hierático el Desierto del gigantesco epitalamio que hubo la Esfinge y el
León
En él te inspira; y cuando huidas sean las horas meridianas y te
cautive del cansancio la perezosa esclavitud, duerme al efluvio que te brindan
las claras noches africanas, que ellas serán para el poeta como un venero de
salud
Y mientras velan las estrellas, bajo el amparo de su égida, grave
reposo halle tu cuerpo, que de la Luna el puro ardor para inspirarte ensueños
gratos vertió en su lámpara encendida el óleo triple que engendraron la Paz,
el Sueño y el Amor. Esta es, señor, la voz de todos que por mi boca se ha
expresado
Ahora, el amigo te hace un ruego pleno de espíritu cordial. Ven;
en mi casa y en mi mesa lugar tenemos sosegado donde gozar serenamente de la
dulzura convivial
19 48 Al publicarla en libro, Tomás realizó algunas
variaciones del poema. Aunque este evento fue el más importante hubo otros que
ocuparon el tiempo de Salvador Rueda. Así, el Gabinete Literario lo obsequió
con una gira por San Mateo y un banquete en el Hotel Victoria,20 aunque al
final sería en el Santa Catalina.21 También la creación de unas Escuela
Graduadas para niños y niñas. Esta idea surgió de un artículo firmado por
Juan Sintes Reyes que pregunta al Poeta lo que le gustaría que se realizara en
la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Rueda contestaría en la prensa lo
siguiente: Me gustan las cosas en grande que satisfaría del todo a mi
corazón, es que, unidos en un solo vehemente propósito, se reuniera la ciudad
en masa, toda, absolutamente toda la ciudad, para que pusiéramos en un sitio
público la primera piedra de unas Escuelas graduadas de niñas y niños, al
son de las músicas de la ciudad que recorrieran las calles, y con asistencia
del Sr. Alcalde, del Sr. Obispo, del Sr. representante del Gobernador, con
asistencia del glorioso plante de hombres jóvenes que son el orgullo de esta
tierra, en presencia de la fertilísima mata de mujeres que Dios puso en este
pedazo de paraíso, y que ante la ola alborotada del pueblo honrado, que es
gala de esta maravilla del Atlántico.22 Este proyecto fue acogido con
entusiasmo por la sociedad Nuevo Fomento del barrio de los Arenales. Se
ofreció reunir el dinero para pagar el solar, ya adquirido para una obra de
educación y de cultura.23 El domingo día 16 por la tarde se colocaría la
primera piedra,24 después de visitar Arucas por la mañana. El mismo día de
su partida, el Real Club Náutico le invitó a la presentación del primer
número de la revista Canarias Turista. Por la noche y antes de embarcar rumbo
a Cuba, quiso visitar la sociedad Nuevo Fomento25 y despedirse de El Recreo.
Sería Francisco González Díaz quien despidiera a Salvador Rueda con frases
muy sentidas y de gran elocuencia. Tomás Morales, el colosal y admirable
Tomás Morales, no pudo recitar versos, como le suplicaron, por hallarse muy
afectado con la marcha del poeta. Nos hizo sentir muy hondo cuando con febril
sinceridad dijo: ¡Adiós, maestro! ¡Adiós padre mío! 26 También estaban
en esta emotiva partida Juan Téllez, Nés 20 ANÓNIMO. En honor del poeta
Rueda. (La Defensa, 11-I-1910). 21 ANÓNIMO. En honor a Rueda. El Gabinete
Literario. (La Defensa, 17-I-1910). 22 RUEDA, Salvador. Poema entre
todos. (Diario de Las Palmas, 8I- 1910). 23 Sección de Noticias. (Diario
de Las Palmas, 12-I-1910). 24 El terreno estaba engalanado con banderas. A un
lado habíase levantado la tribuna destinada a las autoridades. En ella vistió
el Obispo de pontifical y en unión del Alcalde de Las Palmas, del General
Sierra, del Comandante de Marina, del Delegado del Gobierno, del ilustre Rueda,
que al presentarse ante el público fue saludado con una salva de aplausos,
bendijo y fue colocada la primera piedra del que ha ser templo de enseñanza
para la niñez. ANÓNIMO. La Escuela Rueda. La Primera Piedra. (La
Defensa, 17I- 1910). 25 ANÓNIMO. En honor de Salvador Rueda. (Diario de
Las Palmas, 17-I-1910). 26 Artículo firmado con la inicial S [Arturo
Sarmiento] titulado En El Recreo. (El Día, 19-I-1910). 49 tor Martín,
Salvador S. Pérez, Romero, Casanova, Sarmiento y Castro.27 A modo de
conclusión, diré que la figura de Salvador Rueda fue un acicate para el
desarrollo de la poesía canaria de aquel momento. Aunque imbuida en el
modernismo, movimiento al que se considera fundador de la literatura
contemporánea en Canarias, ya contaba con sobresalientes personalidades como
Tomás Morales, Alonso Quesada, Saulo y Julián Torón. Usted es maestro y
artista y sabe que llevamos al ilustre maestro de la juventud española, se
siente. Esto le escribiría Alonso Quesada a Montiano con motivo de la
excursión a Telde. Ello expresa con rotundidad y claridad el interés en la
figura del poeta andaluz. Por otro lado y respecto al propio Placeres,
intelectual preocupado por la educación y la cultura, significó el broche al
momento de esplendor en materia cultural que vivió la sociedad La Unión bajo
su presidencia. Lamentablemente, en un ambiente de incultura pertinaz y
general, sus logros siempre serían limitados, aunque ello no fue óbice para
alzar la voz y participar en la vida social teldense. Como recuerdo de ese día
y muestra de afecto, Salvador Rueda le plasmó dos dedicatorias en sendos
libros custodiados actualmente en la Casa Museo León y Castillo de Telde. 27
ANÓNIMO. La despedida de Rueda. (Diario de Las Palmas, 18I- 1910). 50