Danzarina MUY POCO SABEMOS AÚN del escultor germano Josef Lorenzl, nacido en
1892 y fallecido en 1950. Lorenzl se formó como escultor en la tradición
figurativa del siglo XIX, guardando fidelidad a la línea y al dibujo como ejes
de su producción escultórica. En la década de 1920 trabajó como diseñador
para el vienés Marcel Goldscheider (1855-1953), un fabricante de jarrones art
nouveau en serie. Lorenzl fundamentó sus diseños para la marca Goldscheider
en la adaptación ornamental del cuerpo femenino, incorporándolo como elemento
escultórico a la porcelana de la fábrica vienesa. La Bailarina adquirida por
la Casa-Museo Tomás Morales representa la mejor imagen de Lorenzl como maestro
de la escultura criselefantina. La mujer se sostiene sobre un sólo pie
mientras arquea la espalda para completar el paso de ballet que ejecuta. De
anatomía delicada, la estilización vertical es muy pronunciada,
característica del refinamiento de Lorenzl. El tratamiento de la figura
femenina en movimiento raya en lo abstracto. La obra está conceptualmente más
cerca del art déco, a excepción de pequeños detalles, como la fina talla de
la cabellera y de los rasgos faciales, que la sitúan aún en el primer art
nouveau. La figura se yergue sobre una peana ortogonal en mármol rosa veteado
de blanco, sujeta a una base rectangular en mármol negro. Esta Bailarina se
asemeja tipológicamente a otra versión que posee el Museo Lis de Valladolid,
donde se ubica la más completa colección de criselefantinas déco de España.
El mercado internacional de Josef Lorenzl está en alza desde mediados de la
década 1990, habiéndose casi triplicado los precios de salida de sus obras
desde entonces. La adquisición de esta pieza no sólo es singular por los
valores referidos sino por la correspondencia temática con uno de los poemas
de Tomás Morales, titulado precisamente Criselefantina. El poema es una
exaltación erótica de la belleza de la estatuaria femenina en bronce y
marfil, encarnando en una mujer real la estética clásica criselefantina. Se
puede considerar como uno de los efluvios líricos más sensuales y libres de
la tradición modernista canaria. 20 CRISELEFANTINA Unge tu cuerpo virgen con
un perfume arménico, muéstrame de tu carne juvenil el tesoro y ruede sobre el
mármol de tu perfil helénico la cascada ambarina de tus bucles de oro. Eres
divina, ¡oh reina!, tu carne es nacarina; y tienen tus contornos olímpicos,
los bellos contornos de una estatua. ¡Oh reina, eres divina, desnuda, balo el
áureo temblor de tus cabellos! Nuestro tálamo espera bajo un rosal florido,
donde una leve luna trémulamente irradia aquel claror tan plácido que
iluminara un nido en un vergel recóndito de la amorosa Arcadia... También un
nido aguarda a los nuevos esposos: es un tálamo blanco de blancas flores
lleno; de olorosos jazmines y nardos olorosos, casi tan albos como la albura de
tu seno... Serás reina entre flores, serás la compañera de las rosas más
blancas; la más fragante y pura. Ya el lecho que te ofrenda la dulce Primavera
suspira por la breve carga de tu hermosura. Yo amaré entre las flores, tu
perfume abrileño, y al verte entre mis brazos, ilusionada y loca, yo te daré
el rimado búcaro de un ensueño a cambio de las mieles de tu exquisita boca.
El cielo será un palio sobre nuestra fortuna; un surtidor lejano dirá una
serenata, y al sentirnos dichosos, bajo un rayo de luna, abrirá nuestras venas
un alfiler de plata... Yo besaré tus labios tierna, cupidamente tus senos en
mis manos, con languidez opresos; su plegaria nocturna suspenderá la fuente
para aprender el ritmo de tus últimos besos. Un salmo acariciante preludiarán
las hojas; y moriremos viendo cómo las albas flores, al fluir de la sangre, se
van tornando rojas como el lecho de púrpura de los emperadores... TOMÁS
MORALES Libro I de Las Rosas de Hércules Danzarina. Ca. 1930. Bronce patinado
y marfil. 22,5 cm de alto. Firmado en la base JLorenzl 21