Jardín de Corvo. Moya, Gran Canaria. Las Palmas Tarjeta postal Tarjeta postal, ca. 1905 [Donación 9 x 14 cm de César López] La tarjeta postal fue un nuevo formato de imagen que apareció en los últimos años del siglo XIX, cuya medida es- tándar (9 x 14 cm) se adaptaba a una normativa postal de carácter internacional. El reverso de las primeras postales estaba destinado ex- clusivamente a la dirección de envío, mientras que el texto se colocaba en el anverso junto a la imagen, de menor ta- maño que la propia postal. A principios del siglo XX, el tex- to pasaría a escribirse en el reverso y la imagen –ya de ori- gen fotográfico, aunque reproducida por medios fotome- cánicos- ocuparía la totalidad de la tarjeta. . 40 Las tarjetas postales fueron otro producto contemporáneo puesto al servicio del fenómeno turístico, que, al igual que las guías, informaban no sólo de lo que debía verse, sino también de cómo había que verlo, de cómo había que convertirlo en imagen. En este sentido, las postales son resúmenes del lugar que sirven como constatación del viaje –la postal enviada a la familia o al amigo–, o como memoria del lugar visitado –una postal comprada es un sucedáneo de una fotografía hecha. La necesidad de crear colecciones de postales destinadas al turismo llevó a muchos fotógrafos a derivar su trabajo a la confección de este tipo de imágenes, reutilizando la fotografía de paisajes que hasta unos años antes vendían en sus estudios como vistas de las islas. La mayoría de los autores de estas postales turísticas eran extranjeros establecidos en el archipiélago, como Charles Medrington o Maximiliano Lohr (Fotografía Alemana), o fotógrafos locales, como Marcos Baeza, que contribuyeron con este nuevo formato a distribuir por el mundo, mediante la estrategia de la reiteración, una imagen fotográfica del paisaje de Canarias. CARMELO VEGA DE LA ROSA (2002) VEGA DE LA ROSA, Carmelo: Derroteros de la fotografía en Canarias: (1839-2000): [catálogo de exposición]. [Santa Cruz de Tenerife]: CajaCanarias, Obra Social y Cultural; [Las Palmas de Gran Canaria]: La Caja de Canarias, Obra Social, 2002. p. 50, 57. 41