JOSÉ JUAN SUÁREZ CABELLO Estilística de la sintaxis en la poesía de Tomás
Morales El objetivo primordial de este trabajo consiste en la descripción
minuciosa de los fenómenos lingüísticos que caracterizan el estilo poético
de Tomás Morales, nuestro poeta modernista. Con ello no pretendemos, en
absoluto, presentar ese estilo poético como un desvío o
extrañamiento respeto de la lengua. Según Lázaro Carreter, sólo
mediante el estudio de poéticas particulares resultará posible alcanzar
convicciones científicamente valiosas acerca de las diferencias entre la
lengua de los escritores y la lengua estándar. Ahora bien, creemos que tras
toda obra literaria late un sistema lingüístico aparte, constituido todo él
por anormalidades, si por anormalidad entendemos el hecho de que el
escritor ha abandonado sus registros habituales de hablante y ha adoptado otro
sistema nuevo, en el cual incluso las palabras y los giros más comunes, por
haber ingresado en otro sistema, han cambiado de valor, según enseña uno de
los más importante principios estructurales. Así pues, procedemos aquí a la
descripción de los comportamientos sistemáticos de las estructuras
sintácticas en los moldes o estructuras métricas. Con ello tratamos de
averiguar los efectos estilísticos que provocan las estructuras sintácticas
oracionales, encuadrándolas en el conjunto del estilo poético de la poesía
analizada. LA SINTAXIS Y LA MÉTRICA En la poesía de nuestro autor, el estudio
de la interacción entre las estructuras sintácticas y las estructuras
métricas lo hemos situado en tres niveles: las estructuras sintácticas en el
verso, las estructuras sintácticas en la estrofa y las estructuras
sintácticas en el poema. En el análisis del primer nivel, hemos hallado un
total de 106 versos con bimembración sintáctica asociada a la 56
bimembración de elementos fonéticos y a la bimembración de elementos
sensoriales, así como a la bimembración rítmica. El verso tripartito se da
en sólo cinco casos y el cuatripartito en tan sólo dos casos. Dámaso Alonso
(1) sostiene que se da bimembración sintáctica en aquellos versos en los que
los elementos gramaticales repiten con exactitud en el segundo miembro el
esquema morfológico y sintáctico del inicial. Siguiendo este criterio,
pasaremos a considerar los casos de versos bimembres que se dan en Las Rosas de
Hércules. Esta construcción concreta del verso bimembre desempeña funciones
estilísticas variadas, entre las que, siguiendo a Dámaso Alonso (2)
destacamos las siguientes: l.-La bimembración de elementos fonéticos como
procedimiento que enfatiza la expresión. Los ejemplos más sencillos son los
que repiten en la segunda parte alguna palabra que ya figuraba en la primera.
¡Fue tan fiero el impulso, fue la violencia tanta navegó tantos años y
está tan averiada con ardimiento nuevo y nueva hornada cada vez más
glorioso y cada vez más puro por más modernos y por más prolíficos
lo infinito del agua y el infinito aéreo porque sabes ser rica, porque
sabes ser justa TOMÁS MORALES Retrato tomado de la serie 100 Canarios
Ilustres realizada por Cumbre (1955) Casa-Museo Tomás Morales 57 2.-La
bimembración de elementos sensoriales. de olorosos jazmines y nardos
olorosos bajo un cielo del Lacio y en un lecho de rosas con el sol de
otoño y el buen olor a tierra y miramos y vemos, y escuchamos y oímos
entre murmullos de agua y susurros de fronda todo el sendero está de
rosas, todo el boscaje está de trinos 3.-La bimembración rítmica. se
fomentó la hacienda y se plantó la viña ni la feroz mandíbula, ni el
constrictor tentáculo Supremamente dignos, soberbiamente fieros
Hombres de ojos de ópalo y de fuerzas titánicas románticos ensueños y
cánticos triunfales Si bien en nuestro corpus la mayoría de los versos
bimembres son de carácter acumulativo, sin embargo, no faltan ejemplos de
bimembración de contrarios: ¡el mar se los lleva y el mar te los vuelve
pues, siendo activa y alta, se hizo apagada y muda al pesar y al
contento carromatos tardos y ágiles camiones Entre los versos
trimembres, destacamos los siguientes: y el mar fue sangre, y el cielo
incendio, y horror el viento mar de mi Infancia y de mi Juventud
mar
Mío! -sin sendas, sin fronteras, sin límites caducos- ¡Es la plaza,
el triunfo, la contienda diaria! Ejemplo de verso cuatripartito: fecundidad
del sol y de tormenta, de carne, de dolor, de sangre y vino. 58 En el
segundo nivel de la sintaxis y la estrofa destaca la alternancia de sistemas
sintácticos binarios y ternarios que dividen a la estrofa en dos y tres
partes, respectivamente. Con carácter residual, se observa también la
presencia de estructuras sintácticas unitarias y cuatripartitas. En los
pareados la sintaxis sigue un doble comportamiento: mientras que en la «Balada
del Niño Arquero» predomina la esticomitia y la oración simple, que conceden
gran autonomía a los pareados, en la composición «Tarde en la Selva», la
estructura sintáctica oracional no se acomoda a la estructura del pareado,
rebasándolo en un 24% de los casos. En la última composición citada
predomina la oración simple (35%), si bien en once ocasiones el periodo
oracional compuesto produce el encadenamiento de sus pareados. Se observa,
asimismo, la adecuación de la estructura oracional a la estructura métrica en
los tercetos: una oración para cada terceto en el 68% de las estrofas. En los
cuartetos alternan los sistemas sintácticos binarios y ternarios que producen
estrofas bipartitas y tripartitas. Como testimonio residual, hallamos la
presencia de sistemas sintácticos unitarios y cuatripartitos que generan,
asimismo, estrofas unitarias y cuatripartitas. En las liras y quintetos se
acentúa la tendencia a la división bipartita de la estrofa (2+3; 3+2). Estas
estructuras binarias se encuentran en el 63% de las liras, mientras que la
división tripartita afecta al 37% restante. La división bipartita también se
halla en el 51% de los quintetos. La construcción bipartita y tripartita de la
estrofa, impuesta por los sistemas sintácticos binarios y ternarios también
dominan en los sextetos. En este apartado destacamos, por último, dos
tendencias: 1.-Tendencia a la reproducción de sistemas binarios y ternarios
entre los elementos suboracionales. 2.-Tendencia a la culminación de estrofas
con oraciones complejas y compuestas que ocupan los últimos versos. 59 En el
tercer nivel, la sintaxis y el poema, empezamos analizando la correspondencia
entre la estructura sintáctica y el soneto, composición de estructura fija, y
en el que observamos las siguientes tendencias: 1.-Tendencia a la generación
de estructuras bipartitas de los cuartetos: dos versos para cada oración,
simple o compuesta. 2.-Tendencia al encadenamiento de los tercetos por medio de
oraciones que se inician en el primer terceto y terminan en el último verso
del segundo terceto. Esta construcción sintáctica -que encontramos en el 36%
de los casos- resalta como un descanso a la bimembración de los cuartetos. La
división tripartita del cuarteto sólo alcanza al 25% del total. 3.-Tendencia
al empleo de la oración compleja y compuesta: de un total de 248 oraciones
contabilizadas en los sonetos, 159 son oraciones complejas y compuestas y 63
son oraciones simples (65%-25%). Estos resultados contrastan con los recuentos
obtenidos en los poemas poliestróficos sueltos en los que se observaba un
predominio de la oración simple. En las silvas, composiciones no estróficas,
se continúa observando la presencia de estructuras sintácticas binarias y
ternarias contenidas en periodos de cuatro versos que se constituyen en una
especie de paraestrofa dentro de la paraestrofa. ARTE COMBINATORIO EN LA
SINTAXIS En palabras de Amado Alonso (3) el estilo modernista, tan ecléctico
como voraz en la adopción de procedimientos nuevos, justificaba su inclusión
en la tradición francesa del S. XIX por la voluntad de arrinconar de una vez
el estilo demasiado tradicionalista de entonces, incluyendo la sintaxis. 60
De ahí que el mismo autor calificara al estilo modernista como el de un arte
combinatorio, pues junto a las influencias impresionistas los Goncourt,
Daudet, Maupassant, Flaubert- que quedaron como conquista definitiva para la
lengua literaria general, siguieron cultivándose los encadenados periodos
tradicionalistas y los arcaísmos sintácticos, raros de encontrar en el S. XX
aún en los escritores reaccionarios contra el Modernismo. En la sintaxis de
Las Rosas de Hércules se detecta ese arte combinatorio de unos procedimientos
sintácticos plenamente impresionistas que se desarrollan junto a unas
fórmulas de construcción cultas y arcaizantes. CULTISMOS SINTÁCTICOS. EL
ABLATIVO ABSOLUTO El ablativo absoluto o cláusula absoluta es una
construcción sintáctica de origen latino que pervive en agrupaciones romances
de sustantivo con participio pasivo o adjetivo equivalente, las cuales no
expresan circunstancias concomitantes de la acción principal, sino previas a
ella. Como frases temporales de anterioridad abundan de manera espontánea
desde los primeros textos del idioma, si bien fue en el S. XV cuando, por el
gusto latinizante de la época, se mostró predilección por las construcciones
absolutas. Góngora las prodigaba en su afán de complicar la marcha del
periodo con abundantes incisos. Sin preferencia tan marcada, la restante
literatura del Siglo de Oro y la literatura moderna también usan estas
estructuras. tus hijos laboran la nueva simiente de fruto inmortal, y en la
planetaria redondez clavadas las hoscas pupilas, miran ensancharse de Oriente a
Occidente tu acción colonial] (Britania Máxima) Erguida la ancha cresta,
sangriento airón de raza, al Septentrión asesta su clarinazo duro (Canto
Conmemorativo) 61 Apunte poema manuscrito Canto conmemorativo de TOMÁS
MORALES Casa-Museo Tomás Morales liberta la cadena del eslabón hendido, el
mañana se enlaza, feliz, con el ayer
(Canto Conmemorativo) Arrepentidos
ya de nuestra andanza ve la ilusión que espantos imagina, tras de cada portal
una asechanza y un la vida o la bolsa en cada esquina. (Calle de la
Marina) Miraban tus hijos los emblemas ciertos; abiertas las almas tenaces,
abiertos los sentidos todos al feliz augurio, cuando, milagroso, confirmó el
momento, azotando el viento con sus voladoras talares, Mercurio
(Canto a la
Ciudad Comercial) 62 En nuestro texto también encontramos, aunque en menor
número, la construcción absoluta del participio de presente como frase
temporal de coincidencia: Tus hombres de entonces sobre el mar trazaron las
rutas primeras] hincharon sus lonas con el vasto orgullo de olímpicas aves, y
bajo el asombro zodiacal, flotantes las rojas banderas, como una bandada de
monstruos marinos pasaron tus naves]. Y otra vez, dejando las ondas salobres
del sonoro piélago, vibrantes los pechos donde el triunfo enciende sus sacros
furores, al son de clarines, cruzaron las puertas del gran Archipiélago],
manchadas las armas en sangre caudilla, pero vencedores (Britania Máxima) EL
ABLATIVO DE CIRCUNSTANCIA CONCOMITANTE El ablativo latino de circunstancia
concomitante y el de cualidad son el probable origen de construcciones en que
un sustantivo, acompañado de un adjetivo, participio, complemento o adverbio,
indica la actitud, ademán, situación, etc. del sujeto y del objeto verbal al
efectuarse la acción o disponerse a realizarla. En lucha las enormes y
opuestas energías, las potencias caóticas, sustentaban bravías el equilibrio
etéreo (Oda al Atlántico, II) (Al aire el amplio tórax de músculos
perfectos, cruzaba sobre el pecho los antebrazos rudos, (Oda al Atlántico,
XI) Es todo un viejo lobo: con sus grises pupilas, las maneras calmosas y la
tez bronceada (Los puertos, los mares y los hombres de mar) 63 Desde
frontera costa te ve el poeta cual si, liberto, de dejar acabaras la
transparente prisión pontina: húmedos aún los flancos y el anchuroso cráter
cubierto, tan blanco que parece que aún está lleno de sal marina (Himno al
Volcán) OTRAS CONSTRUCCIONES SINTÁCTICAS ARCAIZANTES Amado Alonso(4) señala
otras fórmulas sintácticas de tipo arcaizante: l.-Construcción con un
gerundio o participio que anticipa una circunstancia (construcción
concertada). 2.-Acumulación de complementos circunstanciales de tiempo, modo y
lugar, que enredan y estorban el fluir del periodo sintáctico. Bajo las
rubias ondas del estío inclemente, por apacibles cuencas y huyentes
peñascales, Hércules recorría las tierras de Occidente (Canto Inaugural)
Ahora, pesaroso de las glorias pasadas, refrenando el orgasmo de los
instintos duros, intenta tocar, tímido, las urnas perfumadas (Canto
Inaugural) Magnífica de gloria, vibrando hasta el cimiento soterrado, con
eléctrico grito al espacio infinito la gran torre metálica de París, la ha
lanzado ... 64 Manuscrito autógrafo Himno al volcán de TOMÁS MORALES
Casa-Museo Tomás Morales las antenas enhiestas de tierra y mar las prenden y
en medio de la intensa pesadilla macabra cae, poblando el aire de imperativos
nodos, sobre los pueblos todos y en todos los idiomas, la divina palabra
(Canto Conmemorativo) Por tu patricio empeño, por este rasgo lleno de seria
dignidad, por el cívico gesto renovador y limpio, y este amor centenario,
respetada serás (Por el primer centenario de un escultor de imágenes) 65
Finalmente, encontramos un último módulo de construcción arcaizante
consistente en la ruptura del flujo oracional por medio de elementos
interpuestos, circunstancia que se observa en oraciones complejas con
proposición dependiente de verbos de percepción: hoy que te ven mis ojos
-el mar por medio- de la isla hermana desflorar el espacio y hender la linde de
las estrellas dejando atrás las nubes, con tu orgullosa cabeza cana
(Himno
al Volcán) Y luego, cuando el barco navegaba inseguro, y era la noche negra
como un ceñudo arcano, miraron, en el fondo del horizonte oscuro, aparecer la
luna como un fanal lejano. (Los puertos, los mares y los hombres de mar)
¿No has sentido una noche, cuando a casa volviste, al abrir a deshoras la
puerta de tu cuarto, agitarse en un vuelo ligero las cuartillas y temblar los
cristales con pasajero espanto?... (Vacaciones Sentimentales, VI) SINTAXIS
IMPRESIONISTA Al referirnos a una sintaxis impresionista, queremos aclarar
que es nuestra intención abordar el estudio de un conjunto de construcciones
sintácticas favoritas de los autores impresionistas, pero sin llegar nunca a
afirmar que esas fórmulas sintácticas mismas sean impresionistas. A este
respecto Amado Alonso sostiene que los elementos preferidos por los
impresionistas no tienen estructura impresionista, porque no existen
absolutamente elementos lingüísticos de tal estructura (modo de percepción
con eliminación de la razón, de la memoria, de la actitud vitalista), ya que
la percepción configurada por el lenguaje es siempre categorial (5). 66 La
oración nominal frase nominal- aparece siempre citada como el recurso
sintáctico preferido por impresionistas y simbolistas, ligado a tres factores:
Siglo XX, tendencia realista positivista y lengua francesa. Entre los efectos
estilísticos que producen las frases nominales se relacionan: la descripción
estática, la inmovilización, la descripción impresionista, que capta los
hechos exteriores sin referirlos a causa o efecto; el aspecto imperfectivo-
durativo, la desujetivación. El estatismo, la inmovilización, es el efecto
más perseguido por ciertas fórmulas sintácticas impresionistas. Así sucede
con las construcciones oracionales en las que se incluyen elementos
interpuestos que separan al sujeto del verbo. En ocasiones se puede destacar al
sujeto en primer término, acentuándose así ese ritmo sincopado que suspende
la acción, separando significativamente el verbo del sujeto. De este modo se
insiste en el sujeto, atribuyéndole toda clase de cualidades, detalles y
circunstancias que lo inmovilizan: aún la vieja escopeta de chispa,
abandonada, herrumbroso trofeo, decora la cocina (Vacaciones Sentimentales,
I) ¡Victoria! La palabra flamígera, plena de trascendentales renuevos, ha
resonado insólita (Canto Conmemorativo) Y el verso mío, de vileza ajeno,
abra todas sus galas en tu honor; y que perdure, clásico y sereno, como tu
nombre y tu virtud, Leonor
(A Leonor) En otras ocasiones se produce la
inversión del sujeto, y, por tanto, la preferencia concedida al verbo o a una
circunstancia, quedando relegado el sujeto a un plano secundario: 67 Oda a
las glorias de Don Juan de Austria de TOMÁS MORALES en Mundial Magazine, nº
39, París, julio de 1914 Casa-Museo Tomás Morales se escuchan en la calma
del corredor sus pasos (Vacaciones Sentimentales, VI) Una campana tañe
sobre la paz del llano, y a nuestro lado pasan en un tropel confuso, aunados al
geórgico llorar de las esquilas, los eternos rebaños de los ángeles puros
(Vacaciones Sentimentales, X) Y envuelta en la sutil hora de encanto que la
quietud de los silencios crea tal vez por ellos rogarás, en tanto la noche
puebla de ánimas la aldea (Recuerdo de la Hermana) Las posibilidades de
estos elementos interpuestos o incisos son abundantes. Nuestro autor prefiere,
sin embargo, los participios o proposiciones adjetivas de participio, que
detienen el movimiento en su resultado. En otras construcciones sintácticas,
el adjetivo o participio con función predicativa mitad adjetivo, mitad
adverbio consigue ese efecto estilístico de caracterización inmediata o
inmovilizadora del sujeto: Y apareció la aurora vibrante de energía, una
aurora de fuego, más bien un mediodía. Todo era formidable e infantil:
sonriente, Apolo se ofrecía coronado de rosas; y con gracioso anhelo, sobre el
arco del cielo galopaban las horas atropelladamente. Las nubes sus vellones
hilaban presurosas, mientras que cual un cíclope de fenecidas castas, tocado
del conjuro, agigantaba el aire sus dimensiones vastas, cada vez más glorioso
y cada vez más puro
(Oda al Atlántico) 68 Y el hombre, fascinado por
el prodigio inmenso, desde los roquedales del litoral, suspenso contemplaba el
milagro. Su presencia añadía un elemento nuevo a la gracia del día.
Inmóvil, en las redes del estupor prendido, sobre la costa brava, no era más
que un resalte de la roca, perdido en la extensa vorágine que ante sus pies
rodaba. ... y, tácito, asumía el momento de obscuras inminencias preñado
Poco a poco su ceño se aborrascaba, inquieto; el mar le salpicaba con su
espuma liviana, y el héroe, sojuzgado por instinto secreto, miraba en cada ola
un agravio indiscreto, y en cada gota un reto: ... Con ímpetu agresivo medía
atentamente los límites adustos, cuando hirió sus potencias, brioso y
hazañero, el deseo inmediato de encadenarlo, fiero, entre los eslabones de sus
brazos robustos
(Oda al Atlántico, IX) Y se adentró en la tierra
pensativo: su mente al designio absoluto se plegaba; convulsos, jadeaban sus
miembros,
(Oda al Atlántico, X) SINTAXIS MELÓDICA Tomás Morales, al
igual que otros autores modernistas, muestra su preferencia (tal y como ha
quedado demostrado anteriormente) por las estructuras oracionales binarias
combinadas con sistemas binarios de adjetivos, participios, sustantivos o
gerundios, aplicando idéntico recurso a las estructuras sintácticas
ternarias. 69 Tales recursos los veremos en los ejemplos siguientes: Por lo
mismo te he dado mis afectos mejores, por ingenuo y por fútil en tu
sonoridad
Yo te amo más que a todas tus hermanas mayores y aún más que a
las campanas grandes de la ciudad... ... parece que en los ángelus invitan a
la cena y después nos anuncian la plática serena tan huecas y tan graves, las
noches de sermón (Elogio de las Campanas) Lejos de nuestra mente penas y
engaños: al amor y la vida fieles seremos, y en bien de nuestras nupcias
inmolaremos el más dulce cordero de tu rebaño (Bodas Aldeanas) De aquel
buen tiempo pasado me queda como un legado, en mi lírico saber: un ensueño
florecido, un corazón dolido y unos ojos de mujer
Más que los nácares
buenos, hoy me parecen los senos, las ojeras más brumosas, las venas más
azuladas y las mejillas rosadas más rosadas que las rosas (Palinodia) La
misma tierra con sangre transfusa será más productiva y feraz y se verá
engalanada y profusa por su hija predilecta: la Paz. (Canto Conmemorativo) 70
Asimismo observamos una tendencia, muy acusada, al cierre del periodo
sintáctico, binario o ternario, con oraciones que contienen caudas
explicativas que aumentan la distensión de la cadencia. Idéntico recurso se
da también en los periodos unitarios. Tus ojos miran los senderos vanos que
pinta el calor mar bajo la luna por donde nos partimos los hermanos cuando
salimos a correr fortuna. ... Estamos todos: de diversos puntos llegamos al
calor de tus consuelos, y como antaño nos hallamos juntos rodeando a tus
rubios pequeñuelos (Recuerdo de la Hermana) Y quisiera ir a bordo de esos
grandes navíos, de costados enormes y estupendo avanzar, que dejan en las
nubes sus penachos sombríos y una estela solemne sobre el azul del mar. Y el
timonel sería de esa griega corbeta que hincha sus velas grises en el ambiente
azul; o el capitán noruego del bergantín-goleta que zarpó esta mañana con
rumbo a Liverpool... (Los puertos, los mares y los hombres de mar) En este
apartado de la sintaxis melódica hemos de hacer mención de algunas
construcciones sintácticas con gerundio, en las que dicha forma verbal aporta
una ilimitada prolongación del movimiento (aspecto) subrayada por su amplia
sonoridad. El sol del archipiélago dorando los rótulos en lenguas
extranjeras, y los toldos de lona proyectando sombra amigable sobre las
aceras (La calle de Triana) 71 A lo lejos, el mar en sosiego de infinito
y azul embriagado; semejando el rumor de su juego el respiro de un cíclope
ciego por la mano de Zeus castigado. (A Néstor) y el alma, en el silencio,
se cobijó impoluta -irreparablemente- llevándose el secreto (En el
tránsito de Bernardino Ponce) Puerto de Gran Canaria sobre el sonoro
Atlántico, con sus faroles rojos en la noche calina, y el disco de la luna
bajo el azul romántico rielando en la movible serenidad marina
Silencio de
los muelles en la paz bochornosa, lento compás de remos en el confín perdido,
y el leve chapoteo del agua verdinosa lamiendo los sillares del malecón
dormido. Fingen, en la penumbra, fosfóricos trenzados las mortecinas luces de
los barcos anclados, brillando entre las ondas muertas de la bahía; y de
pronto, rasgando la calma, sosegado, un cantar marinero, monótono y cansado,
vierte en la noche el dejo de su melancolía
(Los puertos, los mares y los
hombres de mar) 72 Apunte poema manuscrito A Néstor de TOMÁS MORALES
Casa-Museo Tomás Morales 73