GERMÁN JIMÉNEZ MARTEL La muerte del poeta Tomás Morales como elemento de
inspiración literaria Tomás Morales difunto, 15 de agosto de 1921 Casa-Museo
Tomás Morales El arte llora hoy con lágrimas perladas de sentimien- to
profundo, la muerte del vate lírico más esplendente. ¡Tomás Morales ha
muerto!.. Su alma siempre iluminada en vida, se ha sumergido en las tinieblas
ensondables del eterno sueño. ¡Extinguió- se la encarnación suprema de la
vibrante epopeya, el sím- bolo magnífico de las estrofas emotivas! En el
huerto de la poesía, con inspiración sublime de cariñoso jardinero, hizo
florecer unas Rosas que con sus resplandores divinos y sus aromas embriagadores
admira- ron al mundo intelectual. La floración primorosa de sus sonoros
versos, el delei- te musical de sus argentadas cantadas, la fecunda lozanía de
sus encantadoras odas, como una estela luminosa de tiempos y laureles,
perpetuarán la memoria del Genio, y la gloria del poeta perdido. En un
luctuoso arrebato de dolor y en una proclama- ción ardiente de tributo
postrero, los corazones, como campanas temblorosas, lanzarán al vuelo sus
lastimeros dobles. Y los clarines que la desolada musa, envolviendo en sus
sones de oración sacrosanta un pesar infinito, llorarán su horfandad. ¡Cómo
habría contado él, el misterio sublime de la implacable muerte! Su potente
intelecto y su bondad amistosa, acreedor le hicieron de una imperecedera fama,
que traspasó triun- fante los ámbitos de apartadas naciones. Por eso todo el
mundo le llora y le rinde tributos de tristeza. Nosotros, sus hermanos, más
que nadie. Todas las ofrendas sentimentales son insuficientes. CARLOS
RAMÍREZ SUÁREZ A Tomas Morales, La Jornada, 16VIII1921 74 LA MUERTE
DEL POETA TOMÁS MORALES el día 15 de agosto de 1921 fue un acontecimiento
social y cultural amén de político, por su función de Vicepresidente en el
Cabildo Insular de Gran Canaria, de enorme repercusión en la vida de la Isla.
De forma inmediata sus amigos y allegados del mundo de la lírica comenzaron a
expresar las condolencias por tan significativa pérdida. El objetivo de este
trabajo ha sido recabar tales textos poéticos y literarios publicados en la
prensa insular gran- canaria. Aunque fueron muchos los escritos, escogí
aquellos que estaban firmados por personalidades de relevancia y
circunscribiéndolos al año de la muerte del cantor del mar. Deseo así mismo
añadir que sea respetado integramente la literalidad de los textos originales,
pero con la necesaria correciones y actualizaciones ortográficas. Por otra
parte, he hecho especial hincapié en el homenaje realizado por la sociedad La
Unión de Telde debido a la trascendencia que tuvo en la localidad, así como a
la amistad que unía a Tomás Morales con los poetas de la población. La
primera muestra poética relacionada con tan triste acontecimiento aparece en
la pluma de Othón Calvo. Fechada el día del óbito, el soneto es publicado al
día siguiente en el Diario de Las Palmas. MI DUELO. HA MUERTO EL GRAN POETA.
Falleció el gran poeta que a la tierra Canaria, nimbada por su gloria, en la
patria ensalzó, y, al entonar doliente por él una plegaria, mi lira se
resiste, rota por el dolor. En lugar de palabras, acuden a la mente sollozos
que desbordan de herido corazón; y al correr de mis lágrimas, siento el eco
doliente que grita pavoroso: ¡Que genio el que murió! Gran Canaria no
encuentra a su dolor consuelo, que era el genial poeta único, singular; Þ 75
EN LA MUERTE DE TOMÁS MORALES ¡Ya se quebró, poetas, el caracol sonoro! Se
trocó añicos sobre esta roca marina. ¡Pobres tritones mudos roto vuestro
tesoro! Muerto Tomás Morales
¡Oh Voluntad Divina! Quedó el ánimo triste y
el corazón desierto
Acaso no hubo un punto donde ir con el dolor y ahora
está el camino de neblina cubierto
¡Qué se hará del rebaño si falta su
pastor! Dispersos los acordes del corazón perfecto el desconcierto interno se
muestra fulminante: yo me he quedado solo con mi burlado afecto
¿Y los
demás?.. La Muerte como un interrogante. Más ¿cómo osó tan loca hurtar el
privilegio? ¿Fue la ambición de gloria la causa instigadora? Þ EN LA MUERTE
DE TOMÁS MORALES ¡Ya se quebró, poetas, el caracol sonoro! Se trocó añicos
sobre esta roca marina. ¡Pobres tritones mudos roto vuestro tesoro! Muerto
Tomás Morales
¡Oh Voluntad Divina! Quedó el ánimo triste y el corazón
desierto
Acaso no hubo un punto donde ir con el dolor y ahora está el camino
de neblina cubierto
¡Qué se hará del rebaño si falta su pastor! Dispersos
los acordes del corazón perfecto el desconcierto interno se muestra
fulminante: yo me he quedado solo con mi burlado afecto
¿Y los demás?.. La
Muerte como un interrogante. Más ¿cómo osó tan loca hurtar el privilegio?
¿Fue la ambición de gloria la causa instigadora? Þ 1 CALVO, Othón.- Mi
duelo. Ha muerto el gran poeta, (Diario de Las Palmas, Las Palmas de Gran
Canaria, 16-VIII-1921). por eso es indecible, es inmenso su duelo y gime en la
alta cumbre su genio tutelar. No es día de ditirambos, que no hay pluma que
pueda] dar de Tomás Morales una idea aproximada. Era un sol y a los soles el
que los mira queda si no ciego del todo, con la mente nublada. Llorar, cual
lloran todos debemos los poetrastos y maldecir, si cabe, hasta a los mismos
astros que matan al nacer tan grande gloria y enlutan para siempre nuestra
historia.1 Dos días más tarde el periódico La Crónica presenta unos versos
de Vicente Boada escritos el día 15 de agosto desde la Villa de Ingenio. 76
¡Pues eres Soberana con este sacrilegio!.. ¡Maldigamos, poetas, la ruin
usurpadora! Y te maldigo, Muerte, por esta felonía; no atuses las melenas de
los sangrientos manes
Venceremos tu orgullo, tu lóbrega jauría
¡Pongamos
en la obra todos nuestros afanes! ¡Y tú corazón de oro convertido en
estrella un claro signo dejas en mi alma dolorida! El mundo está desierto,
luminosa es tu huella
¿Quién no logra el Parnaso bajo tu noble égida?2 Los
homenajes en honor de Tomás Morales tampoco se hicieron esperar. El Círculo
Mercantil de Las Palmas de Gran Canaria organizó el 9 de septiembre de 1921
una espléndida velada en su memoria. Resalta sobremanera las sentidas palabras
y los versos de Luis Doreste Silva que, fechados desde París el día 18 de
agosto, envió un amplio texto a dicha institución para que fueran recitados.
Bajo el título: Oración. ¡Tomás Morales ha muerto!, Doreste Silva
añade asimismo un poema de carácter biográfico en la que recordaba algunas
vivencias en Madrid. Ante mis ojos las siniestras palabras que un amigo
cariñoso por telégrafo me ha trasmitido: ¡Tomás Morales ha muerto! Y
hace veinticuatro horas que con el corazón oprimido por una infinita angustia,
el cerebro aturdido, miro, y remiro las palabras horribles de este mensaje
cruel que me dice la fatal desgracia. Mis ojos se vuelven con inmensa
melancolía hacia el Cielo, interrogándole, buscando como un latido y una
inspiración del terruño lejano. Nada percibo
Parece como si todo hubiese
muerto en el espacio. No es una trágica alucinación de mi espíri 2 BOADA,
Vicente.- En la muerte de Tomás Morales, (La Crónica, Las Palmas de Gran
Canaria, 18VIII- 1921). 77 tu este mensaje de la amistad, que viene buscando
mi alma para decirle que se vista de duelo. Tomás Morales era nuestro hermano.
Hermano en el sentido amplio, espiritual, inmenso, del concepto de la
hermandad. En él nos veíamos todos. ¡Era nuestro orgullo, nuestro amor,
nuestra esperanza! En el verbo encendido de sus estrofas, veíamos arder
nuestras ansias, y sentíamos la realización del divino milagro. Era un joven
dios, con los brazos llenos de fuerza y de calor fraternal, tendidos siempre
hacia nosotros en supremo amor, y como en protección segura. Vigoroso y ágil,
sencillo y luminoso ¡cómo no habíamos de creerlo eterno para nuestra
compañía inseparable! El puñal traidor e invisible, la mano dura y fatal que
nos lo arrebata prematuramente, oirá siempre nuestro impío anatema. Tomás:
amigo, hermano, desde nuestros días de infancia, hermano al hacernos hombres
en la vida, bajo los claustros universitarios, hermano en nuestras
peregrinaciones y quiméricas cruzadas hacia el Ideal, cuando nuestras manos
juveniles unidas amaban la espiritual sustancia, hermano en nuestras fiestas
del Entusiasmo, y en nuestras nobles, atrevidas, alegrías juveniles
Tomás:
yo escucho tu voz ahora que viene a mí cantando las estrofas últimas con que
tu corazón vino a buscar el mío, cuando el Destino nos había separado.
Tomás: yo escucho ahora, que te he perdido para siempre, tu voz cantando sobre
Las Moradas del Amor con una nueva gratitud que me exalta, y siento, la
emoción de si asistiese a tu resurrección. Para cada uno de tus hermanos
tuviste una voz distinta y cantaste. ¡Eres Eterno en nosotros! Y serás eterno
en todas las almas iniciadas porque tu gran voz épica tiene acentos
universales, y las cuerdas de tu lira vibran dejando grabadas en el bronce
imperecedero las estrofas inmortales. Tu voz y tu canto, Tomás, me acompañan
en esta hora de honda desesperanza en que parece que toda la vida se ha quedado
suspensa en torno a este dolor. Tu voz y tu canto aureolan de luz esta
angustiosa evocación de nues 78 tras vidas, y engarzan diamantinamente la
infinita escala de los recuerdos
Tu voz me reaviva y me consuela, y como una
oración de amor y de gracias, repito las estrofas cristalinas, poniendo en el
inmenso aliento de tu corazón, todo el mío, limpio en esta hora sagrada,
limpio de mal alguno, puro, como si fuera a ofrendarlo al mismo Dios en la hora
suprema. El alma el umbral doméstico tranquilamente traspasa, y vaga por las
estancias como por su propia casa sintiendo el antiguo afecto lozano
reverdecer; y tu alma sale al encuentro por darle la bienvenida como cuando de
estudiantes nos volvíamos a ver
Para el ingenuo muchacho recién llegado a
la corte tuviste amables frecuencias y orientaciones de amor, era el consejo
excelente y era el consejero llano, y alentadora tu mano sobre mis hombros
tenía presión de hermano mayor. Juntos hicimos entonces la vida universitaria
las guardias del internado en la sala hospitalaria, entre dos filas de camas
que ordenara la piedad, por donde, calladamente, agitando una tisana, iba
alguna dulce hermana con sus engomadas tocas, sierva de la caridad. De la
tumultuosa calle los ecos sordos llegaban, y nuestras almas amigas, nuestras
dos almas viandaban, lejos, en algún país quimérico y halagüeño. Y sobre
tanta agonía, adormecedor ponía su consolación calmante como un cloral, el
ensueño
Y a lo largo de los claustros llenos de serio reposo, por las
clínicas austeras, con entusiasmo impetuoso corrían nuestros lirismos... y
sin poder domeñarlos, Þ 79 aturdidas soberanas soñaron prosas profanas
Bajo las graves arcadas del Hospital de San Carlos
Y después, los
comentarios al cotidiano pasaje, y la charla, bajo el techo común del limpio
hospedaje y tus versos que a los míos daban norma y claridad. La vida al
trasluz mirada de una pueril alegría con el corazón radiante de novena
sinfonía y tu corazón, clepsidra de tu infinita bondad. Todas tus horas
rezuman por su fibra humedecida; trémulas caen las gotas con uniforme medida y
una tras otra, incontables, las miro yo descender, y como siempre, sujetos a
una igual acordadura, vuelvo a sentir de improviso, desde una idéntica altura
y a un mismo tiempo, las gotas de mi corazón caer
Y hoy que delicado vino,
derramo la vista en torno, para estas dolencias mías ya sé el paraje mejor,
el trazo azul de tu rima limita el grato contorno, y en tren de viaje, el
Recuerdo dispone el dulce retorno a tus Moradas de Amor
3 DORESTE SILVA,
Luis.- Oración. Tomás Morales ha muerto, (Diario de Las Palmas,
18-VIII-1921). Tomás: como una bendita oración de la amistad, recito tu
homenaje fraternal, aprisionando amorosamente entre mis manos Las Rosas de
Hércules, toda la ilusión de tu vida. Sobre los mármoles purísimos de
ejemplar curitmia, blancos y turgentes que dominan con la majestad de las
antiguas esculturas eternas los poemas de tu libro suntuoso veo asentada tu
gloria magnífica, y te contemplo nimbado por la luz que nunca ha de morir... Y
en esta hora de angustia y orfandad, el calor de esta abrazo eterno para el
hermano Luis que dejaste en la primera hoja blanca de Las Rosas de Hércules,
siento que me envuelve, hermano Tomás, como un aura de protección
inestinguible
Y mi alma se abre en plegaria de gracias, por siempre hacia
ti
3. 80 A finales de año concretamente el jueves día 22 de
diciembre, los amigos y admiradores de Tomás Morales en Telde celebraron en
su memoria otra velada. El amplio salón de la sociedad recreativa y cultural
La Unión fue el lugar en el que se desarrolló dicho acontecimiento4. Este
deseo y este entusiasmo, al extenderse por el vecindario, hizo que esa noche
acudiera a oír los versos de oro del poeta y las palabras que en su recuerdo
se dijeran una selecta y numerosa concurrencia, la cual escuchó, en medio de
un silencio religioso, como el alma del poeta en un sonoro desgranar de versos,
llegaba a todos los espíritus y se adueñaba de todas las voluntades5. El
escenario fue bellamente arreglado por Manuel Hernández, que puso todo su
cariño y admiración por el poeta, además de su buen gusto artístico en el
decorado y arreglo del escenario. El busto del poeta se hallaba rodeado de
rosas que, al pie del mismo, pregonaban la amplitud floral del homenaje. Hay
que indicar que fueron unas jóvenes las que ofrecieron las rosas que adornaban
el busto del cantor del mar. Desde él dijeron los versos del fallecido poeta
Hilda Zudán (Mireya Suárez), Montiano Placeres, Miguel Noble y Fernando
González. Hilda Zudán leyó con visible emoción y elegante serenidad las
poesías De sí mismo y En la muerte de Fortún. Su clara voz
atrayente, causó excelente impresión en el auditorio que la aplaudió con
entusiasmo. Era ésta la primera ocasión que en Telde una joven se presentaba
en público para leer un trabajo suyo, el cual había despertado mucho
interés6. Tomás Morales, el poeta de las dulces y divinas estrofas, el
cóndor del verso, el siempre lleno del sagrado fuego de la inspiración, nos
ha dejado los más bellos paisajes de su alma toda amor, toda poesía. Es el
poeta culmen, lleno de bríos, lleno de dulzura que lleva el sello de lo
sobrenatural, de lo excelso, de lo divino. 4 Artículo firmado con la inicial
B titulado De Telde. En honor del poeta, (El Defensor de Canarias, Las
Palmas de Gran Canaria, 26XII- 1921). 5 En Telde. Una velada en memoria de
Tomás Morales, (El Liberal, Las Palmas de Gran Canaria, 24XII1921). 6
Ibídem anterior. 81 Programa de la velada necrológica en memoria de Tomás
Morales realizada en la Sociedad La Unión de la Ciudad de Telde el 20 de
diciembre de 1921 Casa-Museo Tomás Morales Él, el grande de nuestro Garnaso
[Parnaso], escribió los más sublimes cantos de amor, los más gloriosos
cantos al Mar. Tuvo la íntima dulzura de vivir tan unido al Atlántico, ¡y de
amarlo tanto!, y el cariñoso hoy manda a su tumba el soplo de su brisa amorosa
en el silencio de las horas augustas. Con qué sonoridad canta siempre, fuerte
y viril, y se remonta cual águila, hasta las nubes rasgándolas, llegando a la
región de la inmortalidad. Ese es nuestro poeta amado; el que en las estrofas,
en el canto triste y cariñoso que dedicó a su amigo Fortún muestra su
alma cual era, toda amor
, cada verso parece un jirón del corazón desgarrado
por el dolor, cada estrofa la huella del alma abatida. 82 La Traidora
cortó inclemente aquella existencia tan preciosa y nos arrebató al cantor
potente del mar, del undoso y soberbio Atlántico donde la bella lira del poeta
amado tejió los más sublimes cantos que son la huella ingrávida de su alma
toda luz, de su corazón todo amor. Tomás Morales alzó su corazón y su genio
de poeta hasta las cumbres más elevadas del sentimiento y del pensamiento y
allí
cuando se hallaba a las puertas de la inmortalidad quizá su corazón y
su inteligencia lucharon por penetrar en la región de lo Eterno, en la
mansión de lo Infinito
pero insensiblemente penetraron ocupando paralelos e
iguales lugares en aquel mundo en [que] todo vive
Tomás Morales es el poeta
inmortal por el pensamiento y por el sentimiento
De sus cenizas habrá
surgido altiva y potente el ave fénix que vivirá siempre mirando a lo
infinito como todo lo inmortal. Su nombre elevado in excelsis grabado está
con letras de oro en las azuladas regiones donde todo es luz, donde todo es
amor
Era nuestro ruiseñor que con su voz poderosa venció las voces de todo
lo existente, y con su nativa sencillez alabó todo lo que de más sublime
tiene la naturaleza. En sus poesías se respira la atrayente expresión de sus
afectos
y una dulce melancolía que es irreparable de los grandes corazones.
Sus versos parecen suaves aleteos unas veces; otras, vuelos tendidos al
infinito
y son sus cantos estremecidos y palpitantes, llenos de amor y de
fuego, el formidable grito del vate al irrumpir en un ardiente hosanna. Sus
producciones son inmortales, como todas las cosas grandes que no temen el
exterminio del tiempohado fatídico que se encarga de borrar hasta el
recuerdo de los muertos
Pero nuestro poeta no morirá, no puede morir: será
inmortal como el Atlántico que cantara, con su voz potente en sonoros versos.
Tomás Morales, el de los grandes vuelos, nuestro poeta amado, será Eterno
como todo lo inmortal. Escaló las cum 83 bres más elevadas llegó en alas
de su inspiración genial hasta la lumínica región. Subió las cumbres de la
inmortalidad y al llegar a su cima prorrumpió en exclamaciones de júbilo
Pero el cóndor tendió su raudo vuelo y audaz rasgó las nubes, trazando su
nombre a las puertas de lo eterno. Recorrió la mansión de lo infinito y luego
descendió para grabar con letras de fuego, su nombre en el libro de la Fama.
Vivió desarrollando su actividad llegando a poseer una superior cultura, un
completo dominio del lenguaje. Fue su faro una ley superior, ley que señala el
sendero de la perfección, y con esa filosofía traspasó el dintel que le
separaba de lo eterno
fue siempre fiel y creyente, sin vivir en la
confusión, como perdido entre las negras cumbres de la duda. Conoció la
verdad y la amó, porque es la verdad la base de todo amor y es necesario
conocerla para amarla. Él la conoció y le rindió tributo: fue gran filósofo
del amor. Generosas y galantes mostraronse con él las musas y en alas de su
numen portentoso llegó hasta las más bellas exquisiteces de la lira. El amor
fue para él, no una ilusión, una utopía, sino una realidad
Amó al
Atlántico y habló de él porque conoció sus sublimidades. El poder de su
genio deslumbra tan vivamente a los ojos de todos que aún sus mismos enemigos
(si los tuviese) no podrían librarse de rendirle tributo de admiración como
dice Dante. Debe figurar en nuestra brillantísima pléyade de poetas
originales como una de las más encumbradas notabilidades. ¡Tomás Morales! He
oído ese nombre muchas veces
Tal vez en las horas silenciosas cuando todo
guarda silencio religioso y santo, respetando los coloquios espirituales,
sorprendí a los árboles murmulleantes entona [entonando] como un canto ese
nombre inmortal
Quizá la suave brisa del Atlante pronunció ese nombre en
mis oídos, yendo luego a besar su tumba y llevando 84 hasta ella las
saturadas brisas del mar delicioso que amó el poeta y que cantó en su
inmortal Oda al Atlántico. Tomás Morales es el Hércules coronado con
sus rosas. El tiempo encargado de borrar todas las cosas dejará intacto el
nombre de Morales porque como inmortal excluye el exterminio7. Miguel Noble,
joven y culto publicista, leyó un texto titulado En Memoria de Tomás
Morales, en el que examinaba la figura del poeta y del hombre, volcando todo
su corazón y talento para honrar la memoria del poeta perdido. Recitaría
además las poesías Britania Máxima y la Oda a las glorias de don Juan
de Austria. Montiano Placeres escribió unos exquisitos versos, preparados
para tal ocasión, y recogidos bajo el título El alma del divino poeta
inmortal, que no fueron publicados por Retrato de TOMÁS MORALES, 1918 TOMÁS
GÓMEZ BOSCH 16 x 11 cm Casa-Museo Tomás Morales 7 ZUDÁN, Hilda [Mireya
Suárez]. En honor del poeta Tomás Morales, (La Jornada, Las Palmas de
Gran Canaria, 24-XII-1921). 85 8 GONZÁLEZ Fernando.- En la transmutación
del Maestro, (El Liberal, 16-IX-1921). 9 Ibídem, nota 4. 10 SECRETARÍA
MUNICIPAL DEL AYUNTAMIENTO DE TELDE. Libro de Actas Municipales de 1919 a 1922.
Acta del Pleno. 23-Diciembre-1922. 11 En la última sesión celebrada por el
Ayuntamiento de la ciudad de Telde, se acordó por unanimidad, y a propuesta
del concejal don Miguel Alonso Jiménez, dar nombre de Tomás Morales a una
calle de aquella población. Es digna de aplauso esta proposición por en
justicia que entraña y además porque tiende a propagar la gloria del poeta
legándola, en la perpetuidad de nuestra lápida, a las generaciones venideras.
La calle elegida para llevar el nombre de Tomás Morales, es la que que lleva
actualmente la del Molinillo, que une los barrios de San Juan y San
Gregorio, y es una de las más importantes vías de aquella población.
También se acordó en la misma sesión y a propuesta del citado concejal
señor Alonso, ver con agrado la velada celebrada en la Sociedad La Unión,
la noche del jueves último, en memoria del glorioso poeta. Tomás Morales
tendrá una calle en Telde, (El Liberal, 26-XII-1921). 12 Noticias.- (La
Crónica, 28-XII1921). la prensa. Con su voz robusta y serena leería asimismo
la Balada del Niño Arquero y Tiendecitas de turcos. Por último
Fernando González recitó los poemas A Rubén Darío en su última
peregrinación y Oda al Atlántico, así como sus versos En la
transmutación del Maestro, publicados por primera vez en el diario El
Liberal del 16 de septiembre8. Las palabras finales del acto fueron preparadas
por Carlos Navarro Ruiz, pero no pudo leerlas al encontrarse enfermo.
Finalmente el sexteto dirigido por el maestro Agustín Hernández ejecutó
Egmon de Beethoven; La Chaut Souvenir de Filipucci; el primer tiempo de
la Sinfonía inacabada de Schubert y la Marcha fúnebre de Chopin9. El
acto tuvo tal éxito y tanta repercusión, que el Ayuntamiento de Telde
señaló en el acta del pleno celebrado el 23 de diciembre haber visto con
agrado la velada que se dio la noche anterior en la Sociedad La Unión en
memoria del poeta D. Tomás Morales, así como que este Ayuntamiento preste su
ayuda a las Sociedades para la realización de actos por el estilo10. Más
aún. Acordó por unanimidad y a propuesta del concejal Miguel Alonso Jiménez,
dar el nombre de una calle en dicha ciudad11. Así, tomaría el acuerdo de
ponerle el nombre de Tomás Morales a la calle el Molinillo, la vía más
importante que conducía al barrio de Los Llanos12. De esta manera, la figura y
la obra literaria del Cantor del Mar fue reconocida como propia por los
habitantes de Telde. Nota: deseo expresar mi agradecimiento más sincero y
personal a D. Jorge LangLenton Díaz, Secretario del Ayuntamiento de Telde,
por la ayuda facilitada en la realización del presente estudio. 86
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Mapfre Guanarteme. Telde, (2003). 87