Tomás Gómez Bosch:JONATHAN ALLEN un siglo de identidad local JONATHAN ALLEN un siglo de identidad local TOMÁS GÓMEZ BOSCH:PINTOR Y FOTÓGRAFO. CASA DE COLÓN,LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, JUNIO Y AGOSTO 2008. UNA PARTE DE LA MEMORIA VISUAL MODERNA DE LAS PALMAS no existiría sin el retrato pictórico de Gómez Bosch, sin esas cuatro décadas dedicadas a plasmar al óleo y sobre el lienzo los rostros de una burguesía local heredera de tradiciones y rentas arcaicas, que a la vez forjaba una tímida modernidad social en la Canarias de la posguerra. La pintura del retrato fue para Gómez Bosch un fenómeno tardío, como lo fue el grueso de su obra pictórica, que se reimpulsó definitivamente a principios de los años treinta, tras un largo barbecho iniciado a finales de la década de 1900. Su estilo fue el realismo naturalista, un medio vital y expresivo que escogió concienzudamente para representar la psicología de sus congéneres. Este realismo tuvo distintos polos. Osciló desde el costumbrismo neocanario, pasó por el retrato glamoroso “resucitado” y se detuvo en un naturalismo mitigado. Fue el fruto de una educación artística y de proceso formativo autodidacta en gran medida, cuyos orígenes se remontan a la copia en el Prado, a Sorolla y más tardíamente a Zuloaga. Esta solución pictórica al ejercicio profesional no sólo le granjeó cierto bienestar en vida, también conformó un legado importante para la posteridad. Su arte del retrato se convirtió en una fuente icónica estándar, un registro fiable de la burguesía capitalina entre 1940 y 1970, tal como fue cien años antes el retrato posromántico de Manuel Ponce de León. Podemos decir, sin temor, que Gómez Bosch, por Catálogo. Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo de Gran Canaria: Casa de Colón, 2008 237 p.: il.; 28 cm. ISBN 978-84-8103-560-5 57 su moderación ideológica y su fidelidad a la realidad, fijó la imagen colectiva de una identidad insular histórica. La muy aguardada exposición de la profesora de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Ángeles Alemán Gómez, descendiente directa del pintor, reunió obras que nos permitieron ponderar los parámetros de su retrato: piezas íntimas de su entorno familiar, retratos oficiales de políticos y cargos públicos, la incursión en el costumbrismo y además ofreció otra revelación: Gómez Bosch fotógrafo que graba a sus amigos creadores contemporáneos (Alonso Quesada, Tomás Morales, Saulo Torón, Nicolás Massieu y Matos), y a un largo sinfín de personajes de la cultura, incluyendo a artistas extranjeros de paso por Gran Canaria. Eran conocidas sus placas tratadas que había dedicado a Néstor, Quesada y Morales, entre otros, el modo más experimental y artístico de su fotografía. Mas no creo que nadie sospechase el alcance y la intensidad de esta otra producción, profundamente familiar y natural, fotografía de hábitos y usos recientes que ya son objeto de estudio. Una segunda puerta abierta al pasado reciente que debe aprovecharse al máximo. Alonso Quesada por TOMÁS GÓMEZ BOSCH, 1917 Archivo Fotográfico de la Casa-Museo Tomás Morales 58