La necesidad de lo sencillo A propósito de la edición facsímil de Poemas de
la Gloria, del Amor y del Mar. por ANTONIO BECERRA BOLAÑOS Universidad de Las
Palmas de Gran Canaria LA OBRA DE TOMÁS MORALES, prácticamente reducida,
consciente o inconscientemente, a Las rosas de Hércules,ha conocido múltiples
ediciones, algunas de ellas admirables, como es el caso de la que realizara
Oswaldo Guerra para el Cabildo de Gran Canaria en 2007, en la que fija un texto
que ha ido repitiendo algunos errores desde su primera edición. En este
tiempo, además, se ha ido ahondando en el conocimiento que del poeta se tiene,
tanto gracias a la labor de su Casa Museo como a la curiosidad de diferentes
estudiosos que se han aproximado desde diferentes perspectivas a la obra de uno
de los más importantes poetas del modernismo hispánico. Por ello resulta
interesante que, ante tanta opulencia, volvamos a la simplicidad primitiva de
la palabra, que no precisa, en algunas ocasiones, de artificios; muchas veces
es mejor que se les quiten para que esta pueda respirar. En el caso de Tomás
Morales, además, se da la circunstancia de que su obra ha sido tomada por
las artes plásticas, que en el modernismo parece serlo todo, y ello ha
supuesto que el sentido, que la fuerza de la palabra en su articulación
poética, haya quedado relegado a un plano secundario, llevados por la
grandilocuencia de algunos de sus versos. Ello ha supuesto, asimismo, el
encasillamiento del poeta, que necesitaba despojarse de atavíos para que su
voz nos llegara simplemente. Con la publicación de la edición facsímil de
Poemas de la Gloria, del Amor y del Mar, se celebra no sólo el centenario de
la aparición de este libro que, en palabras de Oswaldo Guerra, responsable de
la edición y del prólogo, fue como un jarro de agua fresca en el marasmo en
que parecía encontrarse la estética modernista del momento y, para la
literatura canaria, marcó [
] el límite entre un antes y un después en
los modos de hacer poesía; sino que nos ofrece la posibilidad de sentir la
emoción de un objeto modesto que nos sorprende por su contenido. En un momento
en el que las ediciones tratan de sorprendernos con su bella factura, es bueno
que se nos recuerde que lo realmente importante está en el cuerpo del 98
libro y que los elementos paratextuales nos dan idea de las condiciones en las
cuales fue publicado un libro son, además, reflejo de su tiempo y en las
intenciones del editor, pero no las condiciones del propio texto; su
organización y el proceso de escritura. Poemas de la Gloria, del Amor y del
Mar es el testimonio de una nueva expresión, en el que se trata no sólo de
realizar una poesía en el que el mar a partir de ese momento está
presente en tanto que maravilla y lugar de génesis de la realidad moralesiana,
sino también es la base sobre la cual el poeta traza una geografía
sentimental. Así, este libro es testimonio del recorrido vital y literario del
poeta, a través de aquellos poemas que acabarán formando parte de Las rosas
de Hércules y los poemas que definen la manera del poeta de situarse en el
espacio insular, un espacio que no deja de ser el de la memoria. Así, se nos
presenta la isla de la infancia y la isla de la juventud; el descubrimiento del
cuerpo, que es cuerpo en la isla, y la escritura del mar, presente en el
paisaje insular y en el paisaje vital de Tomás Morales. Celebramos, pues, la
aparición de este libro cuya apariencia es pobre, como aquellos libros del
siglo XIX, y cuya virtud está, precisamente, en la fuerza de sus versos.
MORALES, Tomás. Poemas de la Gloria, del Amor y del Mar; [texto introductorio
de Oswaldo Guerra Sánchez]. Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo de Gran
Canaria, 2008. 99