Keepsake con • Keepsake / Oliva de Vilanova / Impresor / Barcelona, motivo del traslado Keepsake con motivo del traslado a Barcelona de los talleres gráficos Oliva. 1915 a Barcelona de los talleres gráficos Oliva. 1915 por AITOR QUINEY URBIETA ESTE PEQUEÑO OPÚSCULO, HOY EN DÍA MUY BUSCADO por todos los amantes de las rarezas bibliográficas, se editó e imprimió por la casa Oliva de Vilanova con motivo del traslado de sus talleres a Barcelona. La idea era despedirse lujosamente de tantos años de actividad en Vilanova i la Geltrú, pueblo de la costa del Garraf de Barcelona, y dar la buena nueva a los clientes de siempre y los posiblemente nuevos de Barcelona. Por tanto, y como reza el colofón, “El presente libro es el último trabajo que la Casa Oliva imprimió en Villanueva y Geltrú, antes de su traslado a Barcelona. Se terminó en 25 de Marzo de 1915.” La imprenta Oliva de Vilanova, es conocida, sobre todo, por haber dado a la luz, de manera brillante y alcanzando la excelencia tipográfica, a los libros y revistas más representativos del periodo modernista y noucentista catalán, como fueron, por ejemplo, Boires baixes (1902) de Josep M. Roviralta e ilustrado por Lluís Bonnin, Sonets d’uns i altres (1904), editado por Pin i Soler con ilustraciones de Josep Triadó, Liliana (1907), escrito e ilustrado por Apel·les Mestres, o Els dolços indrets de Catalunya (1910), con dibujos de Torné Esquius, y una presentación del poeta Joan Maragall. La imprenta Oliva de Vilanova fue fundada en Vilanova i la Geltrú en 1899 por Joan Oliva Milà (Sant Pere de Ribes, 1858-Vilanova, 1911). Joan Oliva pasó su infancia en el taller de impresión de un tío suyo, y muy joven, marchó a estudiar el arte de la imprenta a Francia e Inglaterra, donde aprendió el oficio y trabajó además, como cajista de imprenta. Su vuelta a Catalunya, fue anterior a la fundación en 1891 de la célebre imprenta Kelmscott Press, de William Morris, así que se desconoce si en Londres conoció a este excelente teórico e impresor, a quien posteriormente sería comparado. Aprendió el francés y el inglés perfectamente y se defendía en italiano, 136 árabe y hebreo. Una vez establecido en Vilanova se dedicó a la enseñanza del francés, a la labor de bibliotecario en la nueva Biblioteca Museu Víctor Balaguer (BMVB) y a otras muchas actividades relacionadas con Víctor Balaguer, la redacción de revistas, escritos de artículos y numerosos textos, etc. Pero su labor principal, y por la que será recordado, es por la creación del taller de imprenta en 1899. Con sus buenas dotes y su gran gusto, pronto se hizo merecedor de grandes encargos y junto a sus hijos Víctor Oliva (1884-1948) y Demetri Oliva (18861966), que desde muy jóvenes comenzaron a trabajar en el taller, éste adquirió la fama que mantendría hasta el final, bien ganada a pulso. El opúsculo Keepsake, se abre con un texto de Santiago Vinardell (Mataró. Maresme, 1884 – Madrid, 1936), quien en el libro dedicado al autor de Prosas profanas, La ofrenda de España a Rubén Darío (1916-1918), definió su muerte como la “ascensión del poeta” (pág.100). Vinardell fue periodista, dirigió y fundó El Día Gráfico, y colaboró en la revista Joventut y El Poble Català, redactor de La Tribuna y colaborador de La Vanguardia y autor de algunos libros de prosa poética, escribió para el opúsculo Keepsake, una sumaria historia de la imprenta, titulada “Una empresa catalana de Arte Gráfico: La Imprenta Oliva de Vilanova”. El texto de Vinardell se presenta como “[...] una contribución ferviente al culto de la Amistad...”, a petición de Víctor Oliva, y ateniéndose a lo impreso durante 15 años por los Oliva, Vinardell compara esta empresa a la de William Morris y su Kelmscott Press, “buscando en un ambiente de serenidad aquella frescura tan seductora de inspiración que adivinamos en determinadas obras antiguas”. Y continúa con una breve historia de esta Cubierta de Keepsake (1915) 137 imprenta inglesa, para después biografiar al fundador de la imprenta Oliva y una historia de lo que hasta entonces los Oliva había aportado al arte gráfico, todo acompañado de ilustraciones y viñetas que en su día fueron reproducidas por esta imprenta. Después del texto de Vinardell, se añade otro, firmado con una M., y que verdaderamente dificulta averiguar de quién se trataba, titulado “El decorado de los libros en España”. El texto sitúa a Barcelona como la capital del renacimiento del libro en cuanto a su presentación, impresión y decoración, y exhuma con detalle los títulos más interesantes y los artistas más destacados consagrados a la decoración e ilustración de libro como Santiago Rusiñol, Miquel Utrillo, Bonnín, Pascó, Apeles Mestres, Aragay, Apa, Juan gris, Inglada, Joaquim Figuerola, Gausachs, Llongueras, Pey, Vallhonrat, Renart, Ribot, Joan Vila, Torné Esquius, Laura Albéniz, Mariano Andreu, etc. Dentro de la influencia de Madrileña, a quien primero nombra es al canario Néstor, seguido del valenciano Pérez Dolz, Marco, Eulogio Varela, Echea, etc. El autor del texto, se detiene en Néstor, a quien admira profundamente y de él escribe: “Néstor, el pintor africano (como le gusta titularse, por ser hijo de las Canarias), que pone en todas sus obras un ardor y un movimiento fascinantes. Vale la pena, por ser demostrativo de sus dotes como decorador de libros, registrar el éxito alcanzado por el programa de la exposición Néstor en Madrid, donde reside ahora (de él hemos extraído el dibujo de las carabelas que reproducimos). Además, ha empezado la ilustración de las poesías de Rubén Darío”. El programa al que alude nuestro enigmático escritor sobre la exposición de Néstor en Madrid, que hoy día es una pieza buscadísima por los amantes de las artes gráficas (ver Moralia 7, p.106), fue impreso por los Oliva de Vilano- va, y coincide que fue el último trabajo de éstos, antes de su traslado a Barcelona y, por cuyo motivo, se imprimió este Keepsake, que retoma del programa de Néstor, el grueso cartonaje de barbas para la cubierta. La relación que mantuvo Néstor con los Oliva fue bastante estrecha, sobre todo con Víctor Oliva, tres años mayor que él. Víctor Oliva, bajo el pseudónimo de “Héctor Oriol”, escribió en el diario El Poble Catalá (26 de marzo 1909), un elogioso artículo sobre los plafones que nuestro pintor realizó para el Salón del tibidabo, de Barcelona, sobre temas de La Atlántida y el Canigó, de Jacinto Verdaguer. Los Oliva fueron los impresores del catálogo de la exposición individual que Néstor celebró en el Círculo Ecuestre de Barcelona en 1908; también lo fueron del catálogo y la invitación de la “famosa exposición de los refinados” en el Fayans Catalán en 1911, es decir, de Néstor, Marino Andreu, Ismael Smith y Laura Albéniz; igualmente del programa del que hablamos y la invitación para la exposición de Néstor celebrada en Madrid en la sala Lisárraga & Sobrinos en 1914; y, además, encargaron a Néstor el frontispicio para la obra La Arquitectura Naval Española (en madera), de Gervasio de Artiñano y de Galdácano, editada en 1920, aunque el dibujo de Néstor está firmado y datado “Néstor, Barcelona, 1916”, y grabado por “R. Maura sc. 1918”. El opúsculo Keepsake, de 38 páginas, reproduce viñetas, decoraciones e ilustraciones que algunos de los grandes ilustradores dibujaron para diferentes ediciones impresas por la imprenta de los Oliva, como J. Aragay, Lluís Bonnin, Francesc Galí, F. León, Joan Llongueras, Marco, Apel·les Mestres, Néstor, Casas de Valls, Pérez Dolz, Josep Pijoan, Roqueta, Torné Esquius, Vallhonrat o Joan Vila. La cubierta, de grueso cartonaje barbado, reproduce con caracteres góticos el título de la obra, y una ilustración que representa el amanecer tras los pináculos de la Catedral de Barcelona, desde una ventana de arco ojival y con elementos igualmente góticos, muy en la línea del “revival” de los estilos más importantes del arte catalán. La portada, con un retrato de Joan Oliva, obra de Alexandre Cardunets, y el frontispicio, resuelven la decoración a la manera de los libros góticos, y que a su vez retomó William Morris, una orla de motivos vegetales, obra de Francisco Pérez Dolz.