Moralia. Revista de estudios modernistas surgió en 2002, tras las expectativas creadas a raíz de una exposición que en 2000 revisó la historia, los fenómenos característicos y la repercusión del art nouveau y el modernismo en las Islas Canarias, entre 1900 y 1925 Modos Modernistas: la cultura del modernismo en Canarias 1900-1925. (Casa-Museo Tomás Morales, Moya, del 16 de junio al 13 de agosto de 2000; Museo Néstor, Las Palmas de Gran Canaria, del 20 de junio al 16 de agosto de 2000; Centro Cultural CajaCanarias, Santa Cruz de Tenerife, 7-30 de septiembre de 2000). Si importante en su génesis, esta muestra no explica ni justifica sino parcialmente el origen de la revista. El año 2000 es sobre todo una fecha simbólica de agrupación y reagrupación, que conjunta actitudes históricas e inquietudes más recientes, hacia lo que hasta entonces había sido un periodo cultural poco estudiado y peor proyectado. Moralia, cuyo nombre disgustó a algunos desde su inicio, respondía también a la vigencia, a la perennidad de la poesía de un poeta muerto prematuramente, en la flor de su talento. Tomás Morales, primus inter pares de otros excepcionales creadores líricos y textuales: Alonso Quesada, Saulo Torón y Francisco González, además de otros amigos y muchas veces co-creadores, como Néstor Martín-Fernández de la Torre, Juan Carlo, José Hurtado de Mendoza y Tomás Gómez Bosch, para citar a la “facción grancanaria” (si D. Domingo Pérez Minik me permite la variación) de lo que fue un movimiento genuinamente regional, a imagen y escala del “último movimiento artístico internacional”. En la estética y las convicciones innovadoras del modernismo empezaron su andadura artística otros artistas singulares de Canarias: Pedro de Guezala, Francisco Borges Salas, Alfredo de Torres Edwards. Y en las postrimerías de su estética, transformándose hacia el art déco, aparecieron futuros vanguardistas como Eduardo Westerdahl o Juan Ismael. Estos presupuestos expansivos los validaba la actividad y la razón museística de un centro. Moralia nacía a la vez para informar y hacer constar las actividades de una Casa- Museo englobada en la Red de Museos del Cabildo de Gran Canaria, dando cuenta de adquisiciones, donaciones, eventos y noticias en general. Este eje doble ha sustentado y sustentará la dinámica de la revista tal como se ha concebido y ejecutado. Esa es la base, la plataforma de Moralia. Esperamos no olvidarla jamás, ni en sí misma, ni en función de los necesarios cambios que el contexto de los tiempos impone. Moralia autodeterminó sus apartados desde el número uno. Los ámbitos y capítulos de la revista se formalizaron durante los primeros cuatro números y desde entonces se mantienen estables. Hubo que afinar el oído a la crítica especializada y actual de las letras modernistas hispanas, dar cabida a los hitos y voces sobresalientes de la poesía contemporánea canaria y acomodar un espacio para las exposiciones y programaciones dedicadas a la revisión y proyección del modernismo español a partir de 1990, un fenómeno en auge que está reescribiendo la historia cultural y estética de este país. Esto se tradujo en la apertura de las secciones “Espacio crítico”, “Espacio de creación” y en los “Ensayos temáticos”, esquema que representa la actualidad y el compromiso de la revista. 15 Moralia no pretende ser el órgano oficial de la continuidad y posteridad de un poeta. Tal tarea o propósito nos parece irrealizable. La poesía y su vida póstuma, esa perennidad que ya aludimos, escapa a las limitaciones de fórmulas y análisis impresos, a las orientaciones académicas de lectura, a las fobias y a las filias culturales. La poesía se revitaliza de mil maneras cada día en la mente y el corazón del lector, sea quién sea. Lo único que sí podemos afirmar, es que Moralia, a pesar de quienes la critican, —a veces duramente—, ha ahondado en el conocimiento, la cultura y el legado múltiple de Tomás Morales y su entorno creador de la modernidad canaria. Las donaciones realizadas por los descendientes directos del poeta, de Torón y Quesada, se han valorado y reseñado en este sentido, pues son las piezas de un inabarcable puzzle que completa la vida del artista, así como las donaciones de amigos del museo y afines al modernismo. Moralia escribe páginas insospechadas en este sentido que ayudan a fortalecer nuestra identidad mediante el hecho de la colaboración desinteresada. Desde esta introducción a los primeros diez números de la revista, la dirección quiere agradecerle a estas personas su desinterés y filantropía, que han marcado una pauta no materialista y espiritual. Han colaborado, casi siempre desinteresadamente, muchísimos escritores, críticos, profesores y expertos, al aportar sus textos para las secciones de “Estudios modernistas” y “Espacio crítico”. Y nos han permitido publicar sus poemas inéditos una honrosa lista de poetas. Sin ellos, tampoco existiría esta revista, y a ellos nuestra más sentida gratitud. Moralia, inesperadamente, ha trascendido las fronteras de Canarias y la Península y cuenta ya con una distribución, o mejor dicho, un intercambio internacional, que la hace llegar a varios países de América del Sur. Esta situación refleja el ámbito literario de la publicación, pues en estos diez números se ha escrito y tratado sobre Salvador Rueda, Emilio Carrere, Carmen de Burgos, Antonio Machado, Rubén Darío, Amado Nervo, Ramón Manchón, José Moya del Pino, Joseph Triadó i Mayol, Leal da Câmara, T. S. Eliot, William Morris, John Ruskin, Julio Ruelas, Armand Godoy… Hemos incluido como apéndice documental una selección de contenidos en los que aparecen autores y artículos, las principales donaciones y adquisiciones, para que sirva de recordatorio y prueba de una amplitud que esperamos sea siempre el signo y la vida de Moralia. • Mª LUISA ALONSO GENS Y JONATHAN ALLEN Dirección editorial • Mª DEL ROSARIO HENRÍQUEZ Redactora 16