Islas de sutura, de Manuel Moya slas de sutura, de Manuel Moya • Islas de sutura. MOYA, Manuel. Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo de Gran Canaria, 2011 (Premio de Poesía Tomás Morales, 2010). ISBN: 978-84-8103-635-0. ISLAS DE SUTURA RESULTA UN POEMARIO con una gran calidad y madurez poética, lo que le ha valido obtener el Premio Literario de Poesía Tomás Morales 2010, con los votos, por unanimidad, de cada uno de los miembros del Jurado. Acaso la mayor originalidad de esta obra —y a su vez lo que la vincula con la tradición— estriba en haber armado una cartografía insular, un islario, que nos lleva de nuevo a revisar el concepto de isla y sus múltiples connotaciones míticas, psicológicas, literarias…, lo que, a través de los tiempos, ha devenido arquetipo del topos insular. Este poemario, por tanto, indaga en la creencia, apuntada entre otros por Claude Kappler, que existen espacios que por su naturaleza y por su posición en el universo están más predestinados a asumir una función simbólica. Tal es el caso de las islas, lugares donde lo maravilloso existe por sí mismo fuera de las leyes habituales y bajo un régimen que le es propio: el lugar de lo arbitrario. De esta manera, Islas de sutura nos transporta a diversos parajes míticos y legendarios, pasando por los utópicos, fantasmales, perdidos, paradisíacos, mágicos, encantados…, ésos que se adivinan tras este portulano toponímico que rememora ecos lejanos de Grecia, Italia, Portugal, México, Australia, Oceanía… Cubierta de Islas de sutura (2011), por MANUEL MOYA. 121 Bibliografía de Manuel Moya Itinerario que por último nos revela el sentido existencial de todo ser, «todo hombre es una isla», contraviniendo así aquellos versos del poeta inglés John Donne (15721631), quien, en “Oraciones para los momentos supremos”, sostenía: “Ningún hombre es en sí / equiparable a una isla; / todo hombre es un pedazo del continente, / una parte de tierra firme”. En Islas de sutura cobra fuerza por momentos aquellos versos de Virgilio Piñera, quien más allá de su condición insular —y precisamente por ello— sabía el peso exacto de la isla y la isla en peso, quién mejor que él para reconocer “la maldita circunstancia del agua por todas partes”. Islas de sutura zurce ésta y otras heridas…. Fundar un territorio propio es acaso una de las tentaciones más legítimas y recurrentes de todo creador. El MANUEL MOYA nació en 1960, en Fuenteheridos (Huelva), lugar donde reside. Poeta, narrador, crítico literario, editor, traductor. Ha publicado los siguientes libros: La Noche Extranjera (Torredonjimeno, 1994, 2ª ed. Almería, 1998), Las Horas Expropiadas (Talavera de la Reina, 1995), Las islas sumergidas (Béjar, 1997), Salario (Rute, 1998), Lección de sombras (Ed. Pre-textos, Valencia, 2006), y a lo que habría que sumar dos antologías Habitación con islas (Huelva, 1999) y Años de servicio (2006). Se ha ocupado de autores como J. Bergamín, M. Pizarro, J. Arcencio o Pérez Infante. Obtuvo en 1994 el Premio “G. Celaya”, en el 2000 el “Ciudad de Las Palmas”, el “Leonor” (Soria) en 2001 o “La Bienal Poética Julio Tovar” en 2006 (Tenerife). Su nombre aparece en numerosas antologías de poesía española publicadas últimamente. En prosa ha editado un par de colecciones de relatos Regreso al tigre, (Sevilla, 2000) y La sombra del caimán (Huelva, 2006) así como las novelas La mano en el fuego (Palma de Mallorca, 2006), La tierra negra (Sevilla, 2009) y Majarón (Tenerife, 2009). 122 poeta onubense Manuel Moya lo vuelve a ensayar en este libro que es a un tiempo poliédrico y simultáneo y que a su vez se viene a convertir en el nódulo central de una obra que se pretende poliédrica e indagatoria. Islas de sutura está formado por un fragmentario archipiélago donde todo adquiere la sutil consistencia del humo, pero donde también hay mucho de piedra horadada, de silencio roto, que apenas pesa. Estas islas, cada una de estas islas, separadas del continente por delgados hilos de sutura, pretenden hablarnos de un mundo otro, de una manera otra de ver, de sentir o de ser y es por eso que son escurridizas, y es por eso que son volátiles y es por eso que nos conciernen en lo más hondo. Reproducimos a continuación la composición “Moca” del poemario Islas de sutura (2011), p. 27. MOCA Como el pez que condenado a vivir en el agua no ve el agua, o la mota de polvo que surca el corazón del aire ignora el aire, nosotros, que habitamos esta isla, que levantamos muros y en ellos fijamos estandartes, que bebemos de sus aguas y que cada noche vemos el sol ponerse sobre el mar, jamás vimos la isla, esta isla, esta isla, esta isla. 123