Exposición: Mujeres en las colecciones de la Casa-Museo Tomás Morales Casa-Museo Tomás Morales del 18 de mayo al 8 de junio de 2011 Rafael de Penagos: El bebedor de lágrimas de Emilio Carrere (1924). … Soy mujer... Y en mi cuerpo ingozado una flor estelar se cultiva y florece en misterio sagrado, como un rayo de sol perfumado contenido en un ánfora viva... ¡Soy mujer!» Y sus manos radiosas desciñeron su veste ambarina, y ofreció a tus miradas ansiosas, como un albo milagro de rosas, su total perfección femenina. … TOMÁS MORALES EL DEPARTAMENTO DE ARCHIVO-BIBLIOTECA de la Casa-Museo Tomás Morales dentro del marco del Día Internacional del Museo realizó la exposición Mujeres de las colecciones de la Casa-Museo Tomás Morales del 18 de mayo al 8 de junio de 2011, una pequeña muestra bibliográfica en la que se expusieron una selección de ediciones especializadas con ilustraciones gráficas dedicadas a la mujer o a la figura femenina reflejada por importantes artistas de finales del siglo XIX y principios del XX. En un primer aparatado mostramos las mujeres de la revista Mundial Magazine, revista publicada en París entre 1911 y 1914 y dirigida por Rubén Darío. Entre los colaboradores de esta publicación encontramos, por un lado, a Tomás Morales que publica en 1911 “Britania Máxima” y en 1914 “Oda a las glorias de don Juan de Austria” y, por otro, al pintor Néstor Martín Fernández de la Torre. Cada número de está revista generalmente presenta una cubierta con el rostro de una mujer realizada por un artista reconocido del momento, entre los que destacan Daniel Vázquez Díaz (1882-1969) y Xavier Gosé (1876-1915). Los interiores de la revista aparecen también ilustrados con fotografías y dibujos de distinto género, destacando los dibujos a pluma realizados por Néstor Martín Fernández de la Torre que cons 148 tituyen la serie “Mujeres de España” aparecidos en el número 37 de 1914 y que han fijado en rasgos magistrales la elegancia típica de la mujer española. En un segundo apartado mostramos las mujeres de Salvador Bartolozzi (Madrid, 1887 – Ciudad de México, 1950). Margarita Nelken en 1917 definía el mundo femenino de Bartolozzi como “los cuerpos brutalmente hermosos de su mitología, y las formas enrevesadas de sus espíritus, y los cuerpos finos de sus princesitas de cuento, y los cuerpos caídos de sus mujeres demasiado vividas, el gesto y las andanzas chulonas de sus apaches y de sus mozas de ojos pintados y caderas salientes: todo lo posee en su amplitud más amplia y más completa”. En un tercer apartado mostramos las mujeres del ilustrador español Rafael de Penagos (Madrid, 1889-1954), el más célebre y mejor considerado de los dibujantes españoles, que trabajó en las principales revistas del momento como Nuevo Mundo, La Esfera o Blanco y Negro, y para publicaciones como El Cuento Semanal o La Novela Corta. Sus ilustraciones estaban protagonizadas por una nueva mujer, que pasaría a definirse como la “mujer Penagos”: mujer delgada, sin caderas, que fumaba, practicaba los deportes más sofisticados, mostraba gran afición por lo exótico, etc. En el último apartado mostramos las mujeres de Enrique Ochoa (Cádiz, 1891 – Palma de Mallorca, 1978) llamado el pintor de la música. Ochoa presentó su primera exposición en Madrid en 1914, basada en retratos femeninos. Colaborador en numerosas revistas, sus ilustraciones fueron populares en La Esfera, ilustró las obras completas de Rubén Darío y es considerado el mejor ilustrador de Francisco Villaespesa. Reproducimos a continuación unas palabras de Juan Manuel Bonet: “La segunda mitad de los años diez, y los veinte enteros: la época dorada del Enrique Ochoa: Azul… de Rubén Darío (1917). 149 Ochoa ilustrador de revistas. Quien haya manejado números de aquel tiempo de La Esfera o de Blanco y Negro, sabe de lo que estoy hablando. Majas —una de ellas, con claveles, sobre fondo de la catedral de Segovia, y otras, Majas de ahora, aunque ese ahora sea… un jardín galante a lo Watteau—, mujeres con mantilla y con mantón de Manila, bailarinas, decadentes huríes de grandes ojos, “pasantes” con pieles y plumas y pedrería, princesas orientales de trajes y sombreros recargados y sueños azules, delicadas y pálidas y evanescentes bellezas […] Lo que está claro es que hay un tipo de mujer Ochoa, como hay un tipo de mujer Julio Romero de Torres, o un tipo de mujer Rafael Penagos, o un tipo de mujer Carlos Sáenz de Tejada.” 150