Tomás Morales en su lecho mortuorio por Manuel Reyes Brito por JONATHAN ALLEN • Tomás Morales en su lecho mortuorio (1921). Manuel Reyes Brito. Lápiz sobre papel. 18 x 25,5 cm. Firmado en ángulo inferior derecho “M. Reyes. Las Palmas. 16-9-1921”. DE PERFIL, ARROPADO POR LAS SÁBANAS, y con la cabeza alzada sobre la almohada, Manuel Reyes retrata la muerte de su amigo el poeta Tomás Morales. La línea precisa y clara del brillante y malogrado ilustrador (moriría en 1928, a la temprana edad de treinta y seis años), recorta con profunda y melancólica ternura las contundentes facciones de Morales y capta el triste pulso de la muerte sobre sus labios. En el sombreado detrás del rostro revela una rabiosa gestualidad, quizás la ira contenida ante esta muerte tan prematura. 164 Aparte de un documento personal de intensa emoción, este dibujo de medio formato es la primera imagen póstuma de Morales, su primera consagración icónica en el siglo veintiuno y para la cultura canaria, que aún continúa vigente (Retrato de Tomás Morales joven, Manuel Ruiz, 2004, en la Casa-Museo). Otra función extraordinaria de este dibujo es confirmar y completar la crónica real del poeta muerto. La fotografía donada por dña. Sofía Gómez Arroyo que tomó su padre, Tomás Gómez Bosch, ese mismo día, depositado ya el cuerpo en al ataúd y cubierto de rosas, muestra una idéntica expresión facial (ver Moralia, nº. 4, p. 34); el dibujo de Reyes es el primer testimonio directo artístico de su muerte. El dibujo se suma a otro original de Manuel Reyes que posee la Casa-Museo Tomás Morales, la caricatura de Victorio Macho, siendo por tanto la segunda obra de este aún poco difundido autor (para el trabajo más extenso y documentado sobre Reyes Brito ver el ensayo de Franck González “Manolo Reyes. El trazo perdido de un dibujante”, Moralia, nº. 1, pp. 60-68). Debemos finalmente citar cómo esta pieza tan maravillosa de la memoria del poeta llega a la colección del museo. Procede de Cuba y perteneció originalmente a Ceferina Morales Castellano, prima hermana del poeta, que emigró a la isla junto a su marido Juan San- tana Padilla, donde ambos vivieron hasta su muerte (correspondencia de la Casa-Museo Tomás Morales con Agueda Suárez Ramos). 165