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• DARÍO, Rubén: El canto errante. Madrid: M. Pérez

Villavicencio, 1907. 188 p.; 19 cm (Biblioteca nueva de

escritores españoles). [Encuadernación: Tapa dura.

Lomo en cuero con guirnaldas troqueladas, título y

autor en cuero rojo y guardas en ocre con agua roja.].

Llega a la Casa Museo Tomás Morales, para enriquecer

la colección de libros y documentos que una vez pertenecieron

al poeta Tomás Morales, esta primera edición de El

canto errante de Rubén Darío que formó parte de su biblioteca.

En la blanca anterior de la portadilla vemos escrito en

el margen superior izquierdo, “69 Tomás Morales”, o sea el

volumen número sesenta y nueve, a mano y en su inconfundible

grafía. Rescatado por un probo funcionario del Cabildo

de Gran Canaria en la calle, esta nueva adquisición fruto

del azar reviste pues tintes novelescos, mas su valor y rareza

se incrementan al comprobar que se trata de un volumen

“transformado” por Tomás Morales.

Aprovechando dos series de blancas, la primera tras “El

soneto para el Sr. D. Ramón del Valle-Inclán” (página 167)

y la segunda tras el poema final “Los piratas” (dieciocho

páginas) y otras blancas correctas entre poemas, Tomás

Morales transcribe tres poemas procedentes de otros libros

de Darío y pega o inserta recortes de prensa con textos

impresos del vate nicaragüense.

Inserta en las primeras seis páginas el poema “Santa

Helena de Montenegro”, impreso en 1905 dentro de la

recopilación que comprendía Cantos de vida y esperanza; en

el segundo grupo de blancas a partir de “Los piratas”, trans-

E JONATHAN ALLEN

Universidad de

Las Palmas de Gran Canaria

l canto errante de Rubén Darío,

ejemplar de Tomás Morales

Portada de El canto errante.

Rubén Darío (1907).

Archivo-Biblioteca de la

Casa-Museo Tomás Morales.

Cabildo de Gran Canaria.

cribe “El poema del otoño”, que daba nombre al libro Poemas

del otoño y otros poemas (Biblioteca Ateneo, Madrid,

1910), paginando cada una de sus páginas de la una a la

quince en la franja inferior, e inscribiendo el título en

mayúsculas, tanto en la anteprimera, como al final del índice

de El canto errante, en un rasgo enigmático de “completud”

o de la acumulación sinérgica del valor lírico sobre

una obra existente; “Gaita Galaica”, también de este libro

posterior, se transcribe en la diecisiete y la dieciocho. A

estos actos de meditada transcripción se añaden los recortes

pegados o encartados. Tal es el caso de “A Francisca”

que aparece encartado frente al poema “Querida de artista”,

“El clavicordio de la abuela”, adherido y doblado en la

página anterior a “El poema de otoño” (proveniente a su

vez de Poema del otoño y otros poemas, y “Para mi hijito Rubén

Darío Sánchez”, que figura también pegado en la página

anterior al último verso transcrito, “Gaita Galaica”. Tomás

Morales embute en su ejemplar de El canto errante otras lec-

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Recorte de prensa

“Para mi hijito Rubén Darío

Sánchez” por Rubén Darío,

en el pliego de páginas

blancas, p. 16; y

transcripción de Tomás

Morales de “Gaita Galiaca”

de Rubén Darío,

en el pliego de páginas

blancas, p. 17.

Archivo-Biblioteca de la

Casa-Museo Tomás Morales.

Cabildo de Gran Canaria.

turas que singularizan el volumen y lo transforman en un

texto de archilector, que abarca seis años de lectura, desde

1905 hasta 1910. Sabemos, por fechas de la época que se

mencionan en el recorte de “El clavicordio de la abuela”,

que se trata de un poema de Darío publicado en la prensa

de Gran Canaria.

Así el mero volumen del poemario se convierte en un

working book, un libro referencia en que el poeta grancanario

complementa el efecto y la recepción de El canto errante

con otros ejemplos de la lírica de su admirado compañero.

Quizás los poemas recortados de periódicos se insertaran

por pura casualidad de haberlos leído y encontrado,

sumando al documento base otras lecturas y documentos

afines, y quizás los poemas manuscritos en el inusual número

de blancas disponibles reflejan la selección cualitativa

personal de Morales. Más allá de esta sencilla lógica no

podemos especular. Misterio a resolver es también el hecho

de que una edición correcta y profesional como ésta tuviera

tan elevado número de páginas blancas, sobre todo el

segundo grupo (dieciocho páginas después del poema

final). ¿Podría tratarse de un ejemplar defectuoso? ¿Podrían

haberse insertado las páginas a la hora de encuadernar

el libro y cambiar su formato de rústica a tapa dura?

Tampoco lo sabemos, aunque la uniformidad y el deterioro

del papel apuntan a la primera hipótesis del error en la

división del pliego.

Lo fundamental que este libro nos transmite es el amor

y el respeto casi fetichista que le profesaba Tomás Morales

a aquél que fue modelo y símbolo de sus más altas aspiraciones

poéticas, pues la sobreescritura de un texto revela

siempre la interacción simbólica entre el maestro y el seguidor,

la manera de marcar la huella propia en la obra constituida

del otro. ¡Y qué bien acertó Morales! Como supo distinguir

y apropiarse de esa comunidad de intereses atlánticos-

internacionales y panhispanos que emanan los versos

de El canto errante. Entre las rutas colombinas, el vasto atlántico,

el volcán Momotombo, las ansias libertarias de las

naciones, Europa vista por el ojo americano y Canarias, hay

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mucho más que una afinidad superficial. En estos poemas

tan diversos de Darío latía una escala y una concepción global

de la historia que había desaparecido de la vieja Europa,

un crescendo narrativo y una visión inmensa de las

cosas que Tomás Morales hizo suya en su trágicamente

corta existencia.

El canto errante de Rubén Darío nos brinda un último

enigma que hallamos en la página de dedicatoria. Darío

dedica el libro “A los poetas de las Españas”. El resto de esta

página está cortada a tijera, y fue arrancada a propósito.

¿Sería porque alguien (no sabemos quién) quiso guardar o

hurtar una dedicatoria de Rubén Darío a precisamente un

poeta joven de las Españas? ¿Sería este ejemplar autógrafo

la prueba de que se habían conocido? Quizás debamos

esperar a que surja una nueva casualidad, como ha surgido

este valioso libro, un libro entre poetas.

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