Escenografías de muerte para los antiguos canarios. El caso de la vitrina 2 de la colección Sánchez Araña (Santa Lucía, Gran Canaria) / Death scenarios for the ancient canarians. The case of the showcase number 2 from Sánchez Araña collection...
Resumen
Se presentan los resultados del estudio de la vitrina 2 de la sala de antropología del Museo La Fortaleza-El Hao. Según la etiqueta de referencia, el contenido de la vitrina fue extraído en 1950 de una cueva funeraria colectiva del barranco de Guayadeque. Para el responsable del museo esta constituía un sepulcro familiar del siglo I d.C. No obstante, la exactitud de esta información es cuestionable pues no hay certeza sobre la procedencia de los restos. Al contrario, las evidencias sugieren que más que una recreación fiel de un enclave funerario reproduciría una composición con arreglo a los intereses expositivos del responsable del museo. Es un ejemplo de cómo durante mucho tiempo se ha funcionado en instituciones y espacios dedicados a la exposición del Patrimonio Arqueológico, donde la manipulación y la adulteración de evidencias constituía una práctica común. En este caso, la visión del artífice muestra una comprensión del fenómeno funerario interesante que permite valorar en el contexto del momento cómo se construye el conocimiento sobre el pasado aborigen insular.
Además, los datos derivados de los estudios bioarqueológicos aportan información relevante sobre la población representada, permitiendo ahondar en los modos de vida de este grupo humano, así como en la comprensión de ciertos fenómenos posfunerarios hasta ahora poco valorados.
A study of the archaeological remains contained in showcase nº2 of La Fortaleza-El Hao museum has been conducted. According to the identification label, the remains were gathered in 1950 from a collective funerary cave in the Guayadeque ravine. For the head of the museum it was a family grave dated in the 1st century AD. However, the accuracy of this information is questionable because there is no certainty about the origin of these remains. On the contrary, evidence suggests that rather than being a faithful recreation of a funerary site it is a composition produced by the collector according to his own interests. This is an example of how institutions and spaces dedicated to the exhibition of Archaeological Heritage have been working for a long time, where manipulation of evidence was a common practice. In this case, the collector’s vision shows an interesting understanding of the aboriginal funerary phenomenon.
In addition, the data from the bioarchaeological studies provide relevant information about the represented population, allowing us to deepen in the lifestyles of this human group as well as in the understanding of certain post funeral phenomena underestimated until now.