La superficie dedicada en Canarias al cultivo de la papaya se ha incrementado en los últimos años, tras la aparición de nuevos cultivares con un alto potencial productivo. Esta circunstancia ha incentivado el desarrollo de nuevos canales de comercialización basados en la exportación a la penínsulay al resto de Europa. Sin embargo, se observa que en las condiciones de Canarias, estas variedades, a pesar de dar un alto rendimiento por hectárea, no siempre alcanzan los 10 grados Brix, quedando por debajo del nivel de azúcar que demanda el mercado.